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Este es el diario de Jan. Si queréis recibir este diario semanalmente por correo electrónico, escribid vuestro mail en el formulario de contacto.

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Zambia



Lusaka (ver en mapa)

05/10/2007:
Zambia,+road+to+Lusaka


Llegando a Lusaka vimos a un grupo de mujeres desmenuzando piedras, paré para hacerles una foto y para preguntarles cuándo valía un montón de piedras que habían desmenuzado - sólo 10€ . Al volver al coche Alexandra me pidió porque no les había preguntado si sus maridos también trabajaban. Buena pregunta. En el resto de países por los cuales habíamos pasado eran los hombres los que desmenuzaban piedras. Quizás éste es uno de los motivos que en Zambia las mujeres intentan desesperadamente casarse con un blanco para salir de la pobreza. En cualquier caso, esta situación quizás también se producía en otros países, pero en Zambia lo descubrimos gracias a Mick y Isaac, dos judíos que tienen diversos negocios en Zambia.

Isaac, a pesar de ser blanco, es originario de Botswana. Me explicó que su familia era amiga de la anterior dinastía real de Botswana y del primer presidente del país y por lo tanto me podía asegurar que Botswana es uno de los pocos países de África sin corrupción. Por otro lado, Isaac había trabajado durante mucho tiempo como cazador profesional, contratado por Europeos y Americanos que querían disparar cualquier tipo de animal, incluyendo leones o elefantes. Aunque decía que nunca volvería a hacer lo mismo, defendía la matanza controlada de animales con el fin de crear un equilibrio medioambiental. No quise argumentar demasiado duramente con él, al fin y al cabo en Europa habíamos exterminado casi toda la fauna salvaje. Ahora, Isaac tiene una empresa de extracción de material de minas abiertas. Estos días estaba esperando que se firmara un contrato para los próximos cinco años y por lo tanto, ha pasado bastante tiempo con nosotros, mirando la televisión o mostrándonos el caótico tráfico de la ciudad. Al entrar en la ciudad habíamos cargado la autocaravana de diesel (más de un euro por litro), pero hoy había muchas colas en pocas gasolineras, pues se estaba acabando el combustible en todo Zámbia porque el gobierno hacía dos meses que no pagaba el combustible que importaba a través de Tanzania (la razón oficial era que la refinaría tenía una avería)

Mick proviene de Israel y antes de llegar a Zambia ha recorrido medio mundo creando negocios. Tanto Mick como Isaac nos explicaron que África todavía es una tierra virgen con muchas oportunidades de negocio. De todas maneras, los chinos se están quedando con una buena parte del mercado. Las empresas chinas llegan con sus directivos pero también con sus trabajadores que trabajan a un precio hora más bajo que el de los africanos (1 $ por día) y son mucho más eficientementes. Los africanos creen que los trabajadores chinos son convictos, y quizás lo son.

Hoy por la noche hemos salido de fiesta con Mick y Isaac. Hemos pasado a buscar una de las novias de Isaac, una chica negra muy atractiva y simpática. Mick decía que esta noche no iría a la cama con nadie, pues aunque está casado con una chica que vive en Uganda, mañana por la mañana llegará una de sus novias de Zambia. De todas maneras, realmente, si Isaac hubiera querido se habría podido llevar las chicas que quisiera a la cama, porque se le tiraban encima, y también se me habrían tirado encima de mi si no fuera porque Alexandra me tenía cogido todo el rato del brazo y tiraba miradas feroces a cualquier chica que osara mirarme.



07/10/2007:
Zambia,+Lower+Zambezi


Ha estado un fin de semana interesante. El sábado cargamos los todo-terrenos de Mick y Isaac y, acompañados de sus chicas, nos dirigimos por caminos de tierra hasta un camping a la orilla del caudaloso río Zambezi, el mismo río de las cascadas Victoria, aunque en las cascadas parecía casi seco. Nos hemos bien relajado nadando en la piscina, pescando en el río, cocinando barbacoas ... En volver hoy por la tarde, Isaac ha mostrado su carácter más áspero con los africanos, insultándolos como "monos" al más pequeño contratiempo que nos causaban. En algunos momentos, Mick intentaba suavizar su agresividad con humor, aunque el regusto amargo en la boca no era tan fácil de eliminar. Parecía imposible que Isaac pudiera tener un carácter tan afable y colaborador algunas veces y ser tanto repulsivo algunas otras. Quizás, si yo hubiera nacido en África rodeado de negros y con una educación que fomentara mi superioridad blanca seguramente también tendría el mismo carácter. De todas maneras, no deja de extrañar que tenga tanta antipatía con los negros pero no pueda vivir fuera de África.



14/10/2007:
Zambia,+Lusaka,+Linda+Campement Zambia,+Lusaka,+Linda+Campement Zambia,+Lusaka,+Linda+Campement Zambia,+Lusaka,+Linda+Campement Zambia,+Lusaka,+Linda+Campement
Zambia,+Lusaka,+Linda+Campement Zambia,+Lusaka,+Linda+Campement Zambia,+Lusaka,+Linda+Campement Zambia,+near+Luangwa+Bridge  


Hemos pasado otra relajada semana en Lusaka, esperando que llegara el cargador para mi portátil que Riana había enviado desde Sudáfrica, arreglando una avería del coche (hemos cambiado un cojinete del alternador que hacía que la correa chirriara), tramitando los visados para entrar en Malawi y Tanzania (los Rumanos tampoco necesitan visado para Tanzania) y conociendo gente muy interesante.

Primero nos encontramos con Jonathan, un chico originario del país que trabaja de jefe de marketing de una importante empresa que importa papel de Sudáfrica. Jonathan se compadecía que su patrón fuera indio y que también lo fueran el 90% de los patrones de las empresas en Zambia. Jonathan no se sentía demasiado bien tratado por la compañía y por eso tenía previsto crear una compañía por su cuenta y llevarse los clientes de la primera, pero necesitaba dinero y los bancos no le dejaban. Jonathan parecía un chico muy responsable, trabajador y de confianza, por eso le pregunté a Mick si quería invertir en su proyecto, pero me respondió:
- Hay contados Zambianos con los que se pueda confiar, además, si tiene previsto follarse a su jefe, también puede tener previsto follarme a mí más adelante.

Ayer, Jonathan nos invitó a comer en su casa (un pequeño comedor donde tenía una mesa de oficina y una pequeña habitación con dos camas, por si tenía invitados). Durante la comida nos explicó que había nacido en una familia muy humilde, sin padres y sin posibilidades económicas de ir a la escuela, pero una monja, observando sus aptitudes, pagó sus estudios, llegando a estudiar a la facultad de empresariales en Irlanda, pero no pudo terminar el primer curso de universidad porque la monja murió. Después de comer nos ha acompañado al barrio donde nació, el campamento Linda, donde viven 1000 habitantes, sin escuela, hospital, agua corriente ... Aun así, la gente estaba muy abierta y contenta con que unos blancos (o “muzungus”) los visitaran.

Hoy, casualmente hemos conocido un español. Nos ha dejado su tarjeta en el parabrisas al observar la matricula española de la autocaravana. Lo hemos llamado y nos hemos reunido con él esta tarde. El hombre se llamaba Pedro y ha venido acompañado de una chica mulata nacida en Zambia llamada Debbie. Pedro trabaja desde hace un año dirigiendo un programa informático para el ministerio de finanzas. Off de record, Pedro ha comentado que en el gobierno de Zambia hay mucha corrupción, por ejemplo su empresa tuvo que pagar antes de serle concedido el proyecto. Hemos seguido conversando sobre política confrontando nuestras opiniones (él tiene un trasfondo franquista y yo un trasfondo de sentimiento catalán), también sobre religión confrontando mis opiniones con las de Debbie (yo opinaba que se puede ser una persona mística sin necesidad de creer a Dios) y sobre los Zambianos.

Pedro me comentó que los Europeos, en general, cuando llegan a África tienen el complejo de blanco, un sentimiento de culpa por la pobre situación de los negros, en cambio los africanos (o Zambianos) tienen el complejo de negro, un sentimiento de desgracia que creen provocado por los blancos. Estos dos complejos se combinan de manera que al llegar los blancos, éstos empiezan a ayudar, al mismo tiempo que los negros intentan aprovecharse al máximo, hasta que los blancos se dan cuenta de que la desgraciada situación de los negros está provocada por ellos mismos y se acaba el complejo. Pedro y Debbie nos explicaron muchos casos para mostrar esta realidad:
• Tenían un guarda que les llegó a robar 7000€ a lo largo de un año, poco a poco. Al final lo cazaron con todos los recibos de cambio de divisas en el bolsillo.
• Tenían otro guarda que les dio una excusa barata para no presentarse una noche. Después, se presentó al cabo de tres días explicando que había tenido que asistir a un funeral (Jonathan también había explicado una anécdota similar de otros trabajadores).
• Debbie tiene un jardinero que, siempre que puede, le coge sin permiso el coche para visitar a los amigos y después lo niega (aunque lo hayan pillado alguna vez).
• En la escuela de Debbie necesitaban a una profesora. Les llegó una chica recomendada, pero ésta, en vez de interesarse mínimamente por el trabajo sólo estaba interesada al conocer el sueldo y los aumentos (no parecía interesada en no dar nada a cambio de su sueldo).
Nos explicaron muchas otras anécdotas similares, y la lástima es que Jonathan, siendo Africano, también nos confirmó parcialmente esta manera de ser los Zambianos: son muy cálidos, poco conflictivos, se ayudan entre ellos, pero en el trabajo son muy vagos, poco responsables, poco comprometidos con la empresa, poca disciplinados, mentirosos, ladrones ... Por este motivo, a todos en los negocios siempre tiene que estar en todo momento el propietario controlando que no se robe nada y que todo el mundo trabaje (así lo hemos observado). Y seguramente, por la misma causa no hay industrias en Zambia, se necesitan menos personas responsables en una empresa de importación. De todas maneras, Pedro y Debbie también explicaron que los Zambianos cobran poquísimo (por ejemplo los guardias personales de los ministros sólo cobran 100$/mes, pelados) y seguramente eso los hace pensar sólo sí mismos y nada en la compañía. Es un pescado que se muerde la cola.

Es una lástima, pero después de estos meses recorriendo África pienso que las opiniones de Pedro y Debbie no están demasiado alejadas de la realidad. En general los Africanos no tienen los mismos valores que los Europeos y, en este mundo capitalista que lo engulle todo, éstos valores les serian muy útiles.

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Después de estar bastante tiempo sin tomar el pulso al mundo, entrevisté a Jonathan que opinaba el principal problema del mundo es la mentalidad de la gente que acostumbra a ser pesimista dificultando el progreso y la consecución de objetivos. Educando por la independencia individual sería la solución. Los Zambianos no son pobres en dinero, son pobres en mentalidad. Él intenta ser diferente y cree que ésta es una buena manera de motivar su entorno. El principal problema en Zambia es la educación que es muy cara y las altas tazas de desempleo debido a la poca industria. La solución sería recibir inversores que generen trabajo e intentar que los bancos confíen más con en los emprendedores Zambianos. Jonathan se consideraba feliz personalmente, pero no, si observa su entorno, porque los Zambianos todavía no son libres económicamente. Sería más feliz si hubiera más trabajo para desarrollar Zambia. Jonathan piensa que el secreto de la felicidad viene de Dios.





Malawi

Liwonde (ver en mapa)

16/10/2007:
Malawi,+scolar+transport


En Malí y Níger habíamos pasado mucho calor con el sol chamuscando desde el centro del cielo, pero ahora estamos cruzando otra vez la vertical del sol y afortunadamente las temperaturas son mucho más templadas. Tenía miedo de que sobrepasáramos los 40 grados y que se deteriorara la inversión en alimentos que habíamos hecho en Sudáfrica. Habíamos comprado dos grandes cajas de latas de comestibles para ahorrarnos comprar los mismos productos al doble de coste en los países de más en el norte. Pero si seguimos el itinerario hacia el norte, pronto dejaremos el sol hacia el sur y volveremos a encontrarnos en invierno y los alimentos estarán salvados.



18/10/2007:
Malawi,+Lilongwe Malawi,+Lilongwe+market


Según la guía de viaje, Malawi es el cálido corazón de África, un país de visita obligatoria por la belleza de sus paisajes y la cordialidad de sus habitantes. De todas maneras, Lilongwe no ha cumplido las expectativas, quizás porque sólo es la capital y no representa la realidad del país. Lilongwe no tiene demasiado atractivo turístico. Según la guía turística era recomendado de visitar el principal mercado, pero éste ya no existía, aunque la zona era un batiburrillo de tiendas y actividad. También hemos visitado el Santuario Natural, donde el guardia de la entrada nos ha avisado del peligro de ladrones escondidos entre los arbustos y de cocodrilos cerca del río. Pero no me he topado ni con unos ni con los otros (ni con ningún otro tipo de animal). Lo más interesante de esta visita ha estado la tensión de si me encontraba con estos peligros, estaba con la navaja abierta en la mano, a punto de saltar atrás y huir por el camino o entre los arbustos y matorrales.

En cualquier caso, Lilongwe ha estado un buen punto para solucionar un par de problemas del coche (por su bajo coste): cambiar una pastilla del freno de detrás que estaba completamente gastada y subir la protección del coche instalada en Sudáfrica para no tocar más al suelo.




Cape Maclear (ver en mapa)

21/10/2007:
Malawi,+from+Lilongwe+to+Cape+Maclear Malawi,+from+Lilongwe+to+Cape+Maclear Malawi,+from+Lilongwe+to+Cape+Maclear Malawi,+from+Lilongwe+to+Cape+Maclear,+burning+forest Malawi,+we+in+Cape+Maclear Malawi,+Cape+Maclear+beach
Malawi,+Cape+Maclear+beach Malawi,+Cape+Maclear+beach Malawi,+Cape+Maclear+beach Malawi,+Cape+Maclear+beach Malawi,+Cape+Maclear+beach
Malawi,+Cape+Maclear+beach Malawi,+Cape+Maclear+beach Malawi,+Cape+Maclear+beach Malawi,+Cape+Maclear+beach Malawi,+Cape+Maclear+beach
Malawi,+Cape+Maclear+village Malawi,+Cape+Maclear+village Malawi,+Cape+Maclear+village Malawi,+Cape+Maclear+village   


Cape Maclear sólo se encontraba unos 100 kilómetros más en el sur de la ruta prevista por la costa del lago Malawi dirección en Tanzania. Sin embargo, aunque Cape Maclear nos maravilló, seguramente no nos habríamos dirigido allí si hubiéramos conocido el estado de la carretera. Tardamos unas 4 horas a recorrer los últimos 70 kilómetros por una pista que nos recordaba las del Camerún, o peor, las del Gabón. De todas maneras, desde Lilongwe tuvimos la oportunidad de disfrutar del paisaje compensando ligeramente la fatiga del viaje. A lo largo de la carretera, la mayor parte del terreno era cultivado, con mujeres, hombres y niños trabajando con azadas la tierra, o bien andando o pedaleando con bicicleta por el lado de la carretera cargando los productos cultivados. Por otro lado, las casas y pequeños pueblos se sucedían unos detrás de los otros, con pequeñas paradas vendiendo frutas y verduras y otras vendiendo otros productos hechos a mano: esteras, sofás, camas ... Daba la impresión que, contrariamente a lo que nos habían explicado de los Zambianos, los Malawianos no tienen el defecto de la pereza. Éste sería un buen razonamiento para explicar porque Malawi es un país relativamente próspero sin disponer de recursos minerales o fósiles.

Aunque estuvimos rodeando el lago Malawi todo el rato, no lo pudimos contemplar hasta llegar a Cape Maclear, un pequeño pueblo asentado delante de unas islas que resaltaban el inalcanzable horizonte del lago. Hubiera sido complicado aparcar la autocaravana cerca de la playa si no hubiéramos acampado en un "Lodge", pero encontramos uno bastante económico, tranquilo, muy bonito y frecuentado por otros viajeros. Y allí nos hemos estado relajando todo el fin de semana, leyendo, conversando con otros viajeros (había una pareja de Suecia que estaban realizando un itinerario similar al nuestro con bicicleta), paseando por el pueblo y la playa, y haciendo snorkling (nadando con pies de pato y gafas). Nadando por la playa del pueblo sólo he podido observar pesces pequeños, caracoles y un poco de suciedad que se quedaría allí para siempre por la falta de corriente. Seguramente hubiera visto peces mucho más interesantes si hubiera contratado una barca hacia las islas próximas, pero tenemos que vigilar con el presupuesto y lo he descartado.

Ayer por la tarde salí a andar por el pueblo. Un chico del pueblo me empezó a acompañar dándome conversación, pero yo le expliqué que no le podría dar dinero por su compañía. Él pareció defraudado, pero enseguida aceptó y seguimos andando (después acabé dándole una propina). El chico, que se llamaba Solomon, me explicaba el significado de las palabras que me dirigían los niños: "hazme una foto", "muéstrame la foto" (no recuerdo la pronunciación original). Si fotografiaba a un grupo de mujeres u hombres trabajando, éstos normalmente pedían explicaciones a Solomon, quien - por iniciativa propia - les explicaba que yo trabajaba para una ONG, que había entregado pelotas a la escuela del pueblo y que después del viaje enviaría las fotos a la escuela. Aunque me abría la puerta a hacer las fotos que quería, no me sentía confortable con esta mentira, porque cuando alguien me lo pide normalmente intento explicar que viajo durante muchos meses y que no puedo enviar las fotos. Estuvimos paseando por la playa, donde los niños jugaban; las mujeres lavaban platos, ropa o niños; y los hombres arreglaban redes o jugaban al go o a cartas. Volvimos andando por dentro del pueblo, cruzando el cementerio lleno de cabras, un pequeño mercado y visitando el cine del pueblo: una casa de paja donde la gente pagaba unos 5 céntimos de euro para ver una película de dvd en una televisión normal. Poco antes de llegar otro vez al "Lodge", Solomon me dijo que me parecía a Chuck Norris, el actor de cine. Yo no le habría dado más importancia de no ser que un poco más adelante nos cruzamos con otro chico que me llamó "Chuck Norris". Después se lo expliqué a Alex, pero ésta me dijo "El único parecido con Chuch Norris es que los dos sois muy feos".




Parc Natural de Liwo (ver en mapa)

22/10/2007:
Malawi,+Family+at+entrance+of+Parc+Natural+de+Liwonde Malawi,+Parc+Natural+de+Liwonde Malawi,+Parc+Natural+de+Liwonde Malawi,+Parc+Natural+de+Liwonde


Si queríamos evitar la horrorosa pista que nos había llevado hasta Cape Maclear, teníamos que circular unos 100 kilómetros más en el sur, y lo hicimos sin pensarlo más de dos veces. Por otro lado, este trayecto no previsto nos permitiría visitar el Parque Natural de Liwonde (económico como los de Sudáfrica).

Dormimos en la puerta del Parque y esta mañana bien temprano la hemos cruzado. Hemos tenido que recorrer bastantes kilómetros por una pista polvorienta sin ver casi ningún animal, pero cuando los hemos empezado a ver ha estado jauja. La carretera transcurría por el lado del río Shire (que obtiene las aguas del lago Malawi) donde nadaban cocodrilos e hipopótamos y pacían todo tipo de antílopes, bastantes cerdos salvajes y también elefantes, uno de los cuales nos ha bien asustado. Estábamos circulando observando como dos elefantes jóvenes que se estaban peleando, cuando de repente uno de ellos se ha separado y se ha dirigido hacia nosotros empezado a correr. Yo he tirado rápidamente marcha atrás mientras el Alexandra chillaba con todas sus fuerzas provocando que el elefante se detuviera moviendo a las orejas y la trompa desafiante. Más adelante nos hemos encontrado algún otro elefante que no parecía demasiado satisfecho con nuestra presencia y hemos acabado deduciendo que estos elefantes no estando demasiado acostumbrados a los coches como en otros parques.

La entrada del parque era válida para 24 horas, así pues, he decidido hacer noche en el parque, a pesar de la desaprobación de Alex, que estaba convencida que una mandada de elefantes nos atacaría durante la noche. Pero no ha estado así, sólo nos ha despertado algún grito extraño de algún animal sin ninguna consecuencia.




Mzuzu (ver en mapa)

25/10/2007:
Malawi,+people+in+riber Malawi,+lake Malawi,+baobab Malawi,+Nkhotakota+mision Malawi,+Nkhotakota+Livignstone+tree
Malawi,+Nkhata+Bay Malawi,+Nkhata+Bay Malawi,+Nkhata+Bay Malawi,+Nkhata+Bay Malawi,+Nkhata+Bay
Malawi,+Nkhata+Bay     


De Liwonde empezamos a hacer camino hacía el Norte, cruzando pequeños pueblos y paisajes cultivados. En Malawi hay muchos pocos coches en la carretera, pero mucha gente a pie y con bicicleta circulando por el lado del asfalto. Al pasar, los niños y las mujeres nos acostumbran a saludar sonriendo y moviendo mano; los hombres, también levantando la mano con el pulgar apuntando el cielo en señal de aprobación. Nosotros siempre intentamos devolver los saludos, aunque a veces nos saludan de los campos y no nos damos cuenta hasta que estamos pasando.

En Salima nos volvimos a encontrar los Suecos de Cape Maclear. Estaban buscando un camión que los llevara hasta Lilongwe, pues la chica tenía la bicicleta bastante estropeada y pensaban que allí podrían arreglarla. Los Suecos nos recomendaron un restaurante económico de Salima y Alexandra me convenció de ir a comer. Alex se pidió judías con Nshima (una masa hecha con harina de maíz). ¡Nshima! En Zambia nunca la había querido probar y allí la quiso probar y le encantó (me hizo prometer comprar harina de maíz para cocinar y comer más).

Seguimos circulando hacía el norte, bordeando el lago Malawi sin poder observarlo. Pero a media tarde decidimos acercarnos a la orilla y pasamos la noche. Seguimos un caminito hasta un "Lodge" donde acampamos (entendí que nos costaría 1 $ en total, pero al día siguiente nos comunicaron que eran 10 $, de todas maneras sólo pagué 1 $ al explicarlos el limitado presupuesto que teníamos). Al atardecer nadé con las gafas y pies de pato, pero no vi nada por que las olas (sí, olas en un lago) levantaban polvo enturbiando el agua. El día siguiente por la mañana, Alexandra también se bañó. Aprovechando que la playa era muy poco profunda, ayudé Alex para que aprendiera a nadar. Y finalmente lo consiguió, consiguió flotar sobre el agua nadando como un perro. Más adelante ya mejoraremos el estilo, pero como mínimo está perdiendo el miedo al agua.

Hacía el mediodía llegamos a Nkhotakota, un pueblo que había estado el centro del comercio de esclavos en la zona. No es de extrañar pues, que el pueblo (igual que muchos otros pueblos de Malawi) tenga algunas mezquitas, ya que en la costa este de África, el comercio de esclavos era dominado básicamente por los Árabes. De todas maneras, la principal atracción turística de Nkhotakota es una antigua misión y el espectacular árbol del lado, a bajo el cual Livingstone convenció el jefe Jumbe de finalizar el comercio de esclavos (en el siglo XIX).

Salimos de Nkhotakota con la intención de detenernos para comer bajo la primera sombra "deshabitada", pero los alrededores de la carretera continuaban poblados y los únicos grandes árboles se encontraban siempre cerca de casas o pueblos. Finalmente hemos aparcado bajo un gran árbol en un patio de colegio que parecía desierto y hemos empezado a cocinar. Pero al cabo de poco han empezado a acercarse niños tímidos y curiosos, que nos han empezado a preguntar los nombres por la ventana y a pedirnos que les diéramos algo (creo que sólo nos pedían para interactuar, pues una de las pocas palabras que sabían en inglés era "give me"). A pesar de, estar rodeados de niños, hemos podido comer relativamente tranquilos y sin que Alexandra se estresara.

Por la tarde hemos seguido dirección Norte, deteniéndonos a dormir al lado de la carretera, a pocos kilómetros de Nkhata Bay donde hemos llegado hoy por la mañana. Hemos leído que en el sur de Nkhata Bay había una playa fantástica, y así era, aun que llegar hemos tenido que pasar por un camino igual o peor que Angola. La playa me recordaba algunas playas de la Costa Brava, en el Norte de Cataluña: una playa pequeña rodeada de rocas. Esta vez, Alexandra no se ha bañado porque tenía la espalda quemada del día anterior. Yo también, pero me he puesto protección y me he tirado a nadar entre las rocas con las gafas y los pies de pato y esta vez sí que he disfrutado. Las aguas estaban claras y llenas de peces de tonalidades azules, amarillas, grises y negras. Era magnífico, pero de todas las maravillas, había una que me ha dejado pasmado. Había un grupo de minúsculos peces que tenían una forma similar a otro mayor que rondaba por los alrededores. En el acercarme los minúsculos peces se han agrupado y el pez grande ha parecido ponerse nervioso y de repente, los minúsculos peces se han dirigido hacia el grande, el grande ha abierto la boca y todos los pequeños (unos vente) han entrado. No se los ha comido, sólo los protegía, porque al cabo de un rato, cuando la madre ha confiado en que yo no era ningún peligro ha abierto la boca ha dejado que todos los pequeños volvieran a salir.

Por la tarde nos hemos dirigido hacia Mzuzu (la capital del Norte), deteniéndonos a medio camino para comprar diferentes tipos de collares, brazaletes y pendientes que pensamos vender a Europa o Australia para financiar parte de nuestro viaje. Antes de nada, en Mzuzu nos hemos conectado a Internet, que no hacíamos desde Lilongwe (es difícil encontrar cibercafés en Malawi). Después hemos buscado un lugar donde pasar la noche. Hemos circulado por un barrio a las afueras y hemos observado una casa con un jardín muy bonito y amplio. He bajado para pedirles permiso a aparcar y una mujer me ha dado permiso aunque su marido todavía no había llegado. Más tarde, su marido ha golpeado la puerta y nos ha invitado a entrar en su casa. Alexandra se ha quedado en el coche pero yo lo he acompañado agradecido. Werton y Maria (así se llamaban) me han explicado que los Malawianos son gente trabajadora, no como en Zambia, y que incluso son bien recibidos para trabajar en Sudáfrica. El trabajo de los Malawianos permite que el país tenga una economía aceptable, basada en la exportación de tabaco, café y té. Por otro lado, el país no necesita importar comida y por lo tanto, no hay nadie que pase hambre. Pero no todo es positivo, también me han explicado que la escuela secundaria y la universidades son muy caras y pocas familias pueden inscribir en ellas a sus hijos.



27/10/2007:
Malawi,+road+to+Chitimba Malawi,+road+to+Chitimba Malawi,+road+to+Chitimba Malawi,+road+to+Chitimba Malawi,+road+to+Chitimba
Malawi,+road+to+Chitimba Malawi,+road+to+Livingstonia Malawi,+Karonga+beach Malawi,+Karonga+beach Malawi,+Karonga+beach
Malawi,+Karonga+beach     


Ayer salimos de Mzuzu con lluvia. Alexandra me comentó que el paisaje le recordaba a Camerún, y la verdad es que tenía una retirada: tierra roja y arcillosa, montañas redondeabas, algunos bosques ... Aunque, contrariamente al Camerún, la tierra continuaba siendo cultivada por casi todas partes.

Llegamos a Chitimba cruzando un puerto, de suelo árido, desde el cual se disfrutaba una maravillosa vista sobre el lago. En Chitimba se encuentra la desviación hacia el pueblo de Livingstonia que teníamos previsto visitar hoy. Así pues, pasamos el mediodía y la tarde relajándonos en un "Lodge" y nos marchamos por la noche porque la estancia era demasiada cara. Aparcamos un poco más adelante, cerca de una playa encantadora (como en todo el lago Malawi), y mientras estaba cautivado observando las oleadas del lago, un hombre se acercó explicando que habíamos aparcado en su terreno. Pensaba que me pediría dinero pero después de preguntarnos mutuamente sobre nuestras familias, me preguntó si quería comprar su terreno. Le pregunté el precio y me respondió que menos 2000€. ¡Un terreno delante de la playa suficiente para construir una casa y tener un gran jardín, era magnífico! Le dije que, en terminar el viaje quizás volvería, le compraría el terreno y me instalaría (a Alex también le gustó la idea), en cualquier caso le dije que si lo vende, que no lo vendiera por menos 3.000€, y que en Europa, el mismo terreno costaría 300.000€ (no se hizo demasiado a la idea del qué supondría tener esta cantidad de dinero en Malawi).

Hoy por la mañana, Alexandra se ha despertado con mal de vientre y diarrea; yo también, pero no tanto. Alex decía que alguien nos había hecho vudú porque antes de ayer había matado accidentalmente una gallina al cruzar un pueblo. De todas maneras, yo creía que el mal de vientre venía provocado por otra gallina, un pollo cocinado que habíamos comprado y comido ayer.

Hoy por la mañana también lloviznaba, pero aun así, hemos empezado a hacer camino hacia Livingstonia, un pueblo fundado por misioneros a finales del siglo XIX que hoy conserva un misterioso aire de tranquilidad debido a su aislamiento. Pero ha estado este aislamiento el que no nos ha permitido llegar. El camino de tierra estaba en bastante mal estado, pero lo hemos ido enfilando hasta que nos hemos encontrado una curva demasiado cerrada para la autocaravana. En intentar pasarla las ruedas han patinado hasta que hemos golpeado con el morro del coche con una roca desenganchando ligeramente el parachoques. Alexandra se ha puesto histérica, yo me he vuelto a enfadar con su nueva crisis de nervios. He salido a andar un poco, con el coche atravesado en la carretera y cuando he recuperado la tranquilidad he decidido volver atrás y perdernos también esta visita (hacía unos días hubiera querido visitar la magnífica isla de Likoma, en el centro del lago Malawi, pero los barcos sólo pasan dos veces a la semana y nos habría obligado a pernoctar 3 noches en la Isla, que estaban fuera de nuestro presupuesto).

Hemos seguido circulando hacia el norte, hasta Karonga, el último pueblo antes de llegar a la frontera con Tanzania. Hemos comido cerca de la playa en Karonga, pero los dos todavía teníamos mal de vientre y no estábamos disfrutando del lago, así pues hemos decidido cruzar hoy mismo la frontera, que hemos hecho sin demasiados problemas. Sólo hemos tenido un susto cuando los oficiales de Tanzania han comunicado a Alexandra que necesitaba un visado. Alexandra se ha bien enfadado explicándoles que en la embajada en Zambia le habían asegurado que los romanos no necesitaban visa. Por suerte, al cabo de media hora nos han confirmado que Alexandra no necesitaba visado de entrada y que no tendríamos que pagar los 50 $ que nos pedían.





Tanzania

Iringa (ver en mapa)

29/10/2007:
Tanzania,+South Tanzania,+South Tanzania,+South Tanzania,+Ismila Tanzania,+Ismila+canyon Tanzania,+Ismila+canyon
Tanzania,+Ismila+canyon Tanzania,+Ismila+canyon Tanzania,+Ismila+canyon Tanzania,+Ismila+canyon Tanzania,+Ismila+canyon Tanzania,+Iringa
Tanzania,+Iringa+mountains Tanzania,+Iringa,+Gangilanga+rock Tanzania,+Iringa    


Si las tierras de Malawi parecían muy cultivadas, las de Tanzania parecían sobreexplotadas. La tierra era de color negruzco - fértil - y cada rincón, por empinado que fuera, estaba cultivado con diferentes cultivos, entre ellos el té. Igual que en Malawi, los pequeños pueblecitos, casas y gente caminando no dejaban de desaparecer en ningún momento a lo largo de la carretera. De todas maneras, llegando a Mbeya al principio de una gran llanura, la vegetación se empezó a secar y las tierras a ser útiles sólo para la partura.

En Mbeya, un gran pueblo sin ninguna gracia, aprovechamos para sacar dinero, poner diesel (el precio sigue manteniéndose próximo al euro/litro) y comprar una tarjeta de teléfono para poder recibir llamadas. Después volvimos a la carretera, dirección este, hacia la costa y Dar Es Salam. Las tierras siguieron secas y así han continuado hasta hoy.

Hoy por la mañana, antes de entrar en Iringa, he visitado (Alexandra ha vuelto a preferir quedarse en el coche) los hallazgos arqueológicos de Ismila. Hace unos 60.000 años, en Ismila había un lago donde los animales salvajes se acercaban a beber y donde un grupo de hombres los emboscaba con lanzas y otras armas fabricadas con piedra cortada. Muchas de estas armas y utensilios se perdieron en el agua y por la zona y hoy en día, que el lago está seco, se han recuperado muchas, aunque algunas todavía descansan sobre la tierra sin que nadie se digne a recogerlas o clasificarlas. De todas maneras los hallazgos arqueológicos no tienen ningún interés en comparación con las impresionantes formaciones arcillosas que hay detrás del antiguo lago. Las aguas han trabajado durante milenios un valle recortando rocambolescas paredes y aislando impresionantes columnas de tierra. Vale la pena de visitarlo y el Alexandra se ha arrepentido de no venir al ver las fotos.

Después de visitar Ismilla hemos llegado a Iringa, un pueblo construido por los Alemanes en las postrimerías de siglo XIX como una bastión contra la tribu Hehe. Los alemanes ya hace mucho tiempo que perdieron la guerra en Europa y que tuvieron que abandonar África, pero Iringa ha conservado un aire europeo, sobre todo en su arquitectura y distribución. A la Espera de conocer mejor Iringa mañana por la mañana, hoy por la tarde he hecho una larga caminata hacia la roca de Gangilanga, un lugar donde el jefe Mkwawa (uno de los jefes Hehe más rebeldes contra los Alemanes) acostumbraba a meditar. El paisaje de rocas, hierba alta y pequeños árboles era impresionante y he seguido andando (sudando y resoplando) hasta la cumbre de la montaña donde me esperaba una magnífica vista.




Dar Es Salam (ver en mapa)

31/10/2007:
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Ayer por la mañana paseamos un poco por el mercado de Iringa, provisto de frutas y verduras de todo tipo. Hacía tiempo que no veíamos un mercado tan bien provisto. En los mercados de pueblo sólo venden dos o tres tipo de productos: tomates y cebollas, o cebollas y mangos, o mangos y mandioca, o mandioca y tomates ... En el mercado de Iringa también venían especias y no es de extrañar, recuerdo de mi anterior visita hace unos 4 años en Tanzania, que el país es un gran productor de especias, en especial la isla de Zanzibar, una isla encantadora la cual no visitaremos porque sería demasiado costoso y fuera del nuestra presupuesto.

Por la tarde nos hemos vuelto a la carretera cruzando áridas planicies, verdes montañas, valles de baobabs y un parque natural, donde hemos visto antílopes y babunes. Es una lástima, pero en Tanzania (ni en Kenia) no visitaremos ningún Parque Natural, pues estos son hasta 5 veces más costosos que en Sudáfrica o Malawi y también están fuera de nuestro presupuesto. A medida que avanzábamos hacia el Este, también nos íbamos cruzando con esporádicos masais por los cuales la Alexandra quedaba fascinada, mirándolos con unos ojos abiertos como naranjas. Estaba cautivada por sus ropas rojizas rodeándoles desde el hombro, las masas colgando de la cintura, las sandalias blancas; su mirada serena y andar pausado, pero sobre todo estaba maravillada que se relajaran en los bares bebiendo cervezas, jugaran a billar, o circularan por la carretera en bicicleta o en moto. De todas maneras, no parece que Alexandra quiera emular a la protagonista del libro y película "la masai blanca"; Alexandra se está adaptando más a África, pero no hasta estos extremos.

Hoy por la mañana hemos llegado a Morogoro, un pueblo sin demasiado atractivo donde nos teníamos que encontrar con un chico de Couchsurfing (www.couchsurfing.com). Lo hemos estado esperando pero no se ha presentado. Así pues, al mediodía hemos continuado hacia Dar Es Salam, dónde hemos llegado de noche, en medio de un caos circulatorio terrible. Por suerte, allí sí que nos esperaba otro contacto, un australiano de origen asiático que vive en un bonito apartamento en Dar.





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