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‹ Anterior (04/09/2009) MES Siguiente (2009-11-03)› ‹ Anterior (2009-09-26 - Iran) PAIS Siguiente (2009-11-18 - Romania)› Turkey Sanliurfa (ver en mapa) 08/10/2009: Después de estar viajando más de un año por Asia, en Turquía nos hemos sentido más relajados que nunca, con una cultura mucho más próxima a la de nuestros países. Después de hacer compras en Dogubayazit, que incluyeron queso y olivas, primera noche la pasamos aparcados cerca de la carretera, a la vista del monte Arat. Hacía tiempo que no dormíamos fuera de una ciudad o gasolinera con la certeza de no ser molestados. Y así fue, a más de disfrutar por primera vez desde el Tíbet, de una templada noche que nos hizo sacar las mantas de los armarios. Teníamos previsto llegar a Rumania a mediados de Noviembre para visitar a la familia de Alexandra, y en Cataluña al principio de Diciembre, así pues, teniendo un mes y medio de antemano, empezamos a hacer camino hacia el sur de Turquía, con la intención de visitar Anatòlia o la región del Kurdistán y posteriormente Siria. Tenía ganas de visitar este país, porque numerosos viajeros nos habían explicado sus excelencias, pero también para sacarme la espina que todavía tengo clavada, cuando sus autoridades me prohibieron la entrada proveniente de Jordania. De todas maneras, aunque Alexandra lo expresara abiertamente, en mi interior también me atemorizaba la posibilidad de volver a tener problemas para entrar (además, Alexandra necesitaba obtener el visado con anterioridad) o tener problemas una vez a dentro y tener dificultades de salir del país con la autocaravana. En cualquier caso, todavía nos encontrábamos lejos de Siria y las vistas del norte de Turquía nos tenían suficientemente cautivados como para pensar en las posibles dificultades venideras. Pasamos un par de días por los alrededores del lago Van, siendo invitados a tomar té en alguna ocasión por alguna familia turca hacía el picnic cerca de sus aguas. Pasados estos dos días de tranquilidad, delante del azul lago, algunas pequeñas islas y una misteriosa montaña nevada al fondo; reanudamos el camino, sin prisas hacia Mardin, un pueblo envolviendo una colina que dominaba las infinitas planicies sirias a bajo. Por el camino nos detuvimos en el monasterio de Mor Yaqoub (sin demasiado interés) y justo antes de entrar en Mardin, en el monasterio de Mor Hananyo, fundado poco antes del año 500. Este último monasterio fue durante 800 años la sede del patriarca de la religión cristiana Siriac Ortodoxa, que en la región cuenta con muchos otros monasterios, algunos de ellos fundados antes del año 400 después del nacimiento de cristo. Después de pasear una mañana por las estrechas callejuelas de Mardin, bajamos a la planicie Siria (sin entrar en Siria) y condujimos hasta Sanliurfa, una ciudad tradicional, con un extenso bazar, antiguos edificios, y una gran mezquita al lado de la cueva donde los musulmanes creen que nació Abraham, al padre de las religiones abrahamiques (judía, cristiana e islámica), aquel profeta al cual Dios pidió sacrificar a su hijo, aunque un ángel lo impidiera en el último momento (quizás traicionando la voluntad de Dios). Justo antes de llegar a Sanliurfa y de dar un bonito paseo por su casco antiguo, pasamos la noche en una gasolinera cerrada donde muy amablemente nos dejaron aparcar. Desgraciadamente, hacia las 8 de la noche, un nuevo guarda de seguridad se presentó y nos dijo de muy malas maneras que nos teníamos que marchar, pero yo, lo ignoré y a la segunda que vino me puse a chillar por la ventana que nos dejara en paz (me había molestado sus malas maneras, pero de otro lado en aquel punto teníamos Internet wifi y no queríamos marcharnos). Mis gritos deberían calmar al guarda, quién nos dejó en paz toda la noche, pero temprano por la mañana, el mismo guarda acompañado del primer guarda que nos había dado permiso para aparcar, nos pidieron que nos marcháramos, igualmente de malas maneras, y yo también, de malas maneras los volví a chillar que tuvieran paciencia y que nos dejaran una hora. Pero no, sacaron un bate de béisbol, y después de muchos más gritos y amenazas acabamos marchado bien malhumorados. Ha sido este incidente el que ha provocado mi decisión de no intentar entrar en Siria (Alexandra ya había manifestado con anterioridad sus pocas ganas). Estaba cansado de problemas, incluso de los pequeños, y ya tenía ganas de llegar a casa para descansar una temporada antes de reanudar el viaje y aventura hacia América. He contado los kilómetros que nos quedaban para llegar a Cataluña, calculando unos 5000 km. Me ha dado la sensación que eran muchos, pero al mirar los kilómetros recorridos desde Nepal (unos 8000 km) me he dado cuenta de que en realidad nos encontramos mucho más cerca de casa de lo que me pensaba, sobre todo Alexandra, a quién sólo se encuentra a 2000 km de Rumania. Mont Memrut (ver en mapa) 10/10/2009: Después de decidir no entrar en Siria y empezar a hacer camino hacia Ankara, nos desviamos por unas pequeñas carteras para visitar a la cima del Monte Nemrut, de 2134 m, una de las atracciones turísticas de Turquía más misteriosas. Durante el primer siglo antes de cristo, floreció brevemente el reino de Commagene, durante el cual, uno de sus reyes construyó una tumba santuario en la cima de la aislada montaña. Este mausoleo estaba compuesto por diversas grandes estatuas, unas mirando al este y otras al oeste, las cuales perdieron sus cabezas debido a terremotos. Actualmente, estas grandes cabezas de piedra del rey y de diversos dioses descansan en el suelo, como si se tratara de un enigmático decorado para una película fantástica o mitológica. El misticismo del lugar hace que durante la puesta del sol y su salida, el lugar quede saturado de turistas, aunque fuera de estos horarios, también se puede disfrutar del a soledad en medio de estos colosos. Ankara (ver en mapa) 22/10/2009: La siguiente parada después del monte Nemrut fue la bonita Cappadocia, la cual ya habíamos visitado la anterior vez. Estuvimos unos días prácticamente no haciendo nada, pasando buena parte del día conectados a Internet, aparte de dedicar una mañana a andar por las montañas y otro a reunirme con un hombre de couchsurfing, Zili Kilim. Zili había vivido buena parte de su vida en Francia, permitiéndole de analizar a la sociedad turca con otra perspectiva. Explicaba que en Turquía la gente es muy hospitalaria, aunque a veces eso puede ser un problema, por ejemplo, al visitar a su familia conduciendo durante 24 horas, los amigos o familiares no tienen en cuenta su cansancio y lo mantienen despierto durante 24 horas más. De hecho, su madre todavía está preocupada por él, que ya tiene 40 años, y siempre tiene que vigilar lo qué hace con el fin de no enfadar a la familia. En cualquier caso, Zili criticaba de forma mucho más aguda la soledad con que la gente vive en Europa y Francia en particular. Por ejemplo, su novia se negó a ir a pedir sal a unos vecinos la primera vez que él llegó a Francia y tuvo que cocinar sin este esencial ingrediente. Por otro lado, en Francia, la gente paga demasiadas tasas, limitándoles la libertad individual, junto con las leyes, economía... Después de pasar un día a la Fiat cambiando el cristal frontal de la autocaravana, nos llegamos a Ankara donde queríamos cambiar una batería que todavía estaba en garantía y encontrarnos con un amigo. Desgraciadamente no nos pudimos encontrar con el amigo y la batería no la pudimos cambiar al instante, teniendo que esperar seis días a que hicieran todas las pruebas correspondientes. Durante esta espera, dejamos pasar el tiempo mientras estábamos aparcados en un gran centro comercial de donde obteníamos Internet wifi. Actuábamos como si ya se hubiera acabado el viaje, o como si después de un largo verano, ahora no tuviéramos otra opción que hibernar. En cualquier caso, tampoco estuvimos inactivos del todo, pues también pasé bastantes horas corrigiendo el diario de hace cuatro años atrás, cuando viajaba por Europa, con la vista puesta en una futura posible publicación. ‹ Anterior (04/09/2009) MES Siguiente (2009-11-03)› ‹ Anterior (2009-09-26 - Iran) PAIS Siguiente (2009-11-18 - Romania)› |
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