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Congo



Brazzaville (ver en mapa)

10/07/2007:
Congo,+Brazaville Congo,+Brazaville


Hacía días que no nos conectábamos a Internet y eso es una de las primeras cosas que hicimos justo llegar a Brazzaville. Entre los mails de preocupación por las dos semanas desaparecidos, había uno que me dejó la sangre helada. Ben y Maria que estaban haciendo el mismo itinerario que nosotros con un 4x4 nos escribían desde Namibia con las siguientes palabras: "te puedo prometer que nunca podréis cruzar Angola con vuestra autocaravana. Nos hemos encontrado con las peores carreteras de toda África". Habíamos llegado a Brazzaville con penas y trabajos, habíamos cantado "we are the champions" porque habíamos creído que a partir de ahora las carreteras mejorarían, y de repente nos comunicaban que no teníamos ninguna opción de continuar nuestro viaje con la autocaravana.

Cuando comuniqué las malas noticias a Alexandra y añadí que yo continuaría el viaje aunque tuviera que arriesgar nuestro medio de transporte y habitáculo, Alexandra cogió otra crisis de nervios. Me explicó que ya lo había pasado bastante mal en Mbie y Leketi y que no podía volver a pasar por una situación igual o peor. Su familia al otro lado del mundo la presionaba para que volviera y esta vez, yo también la animé para que lo hiciera. Estaba demasiado estresada, a la mínima se ponía a renegar de los negros, se quejaba de que yo no hiciera el viaje en 4x4, lloraba cada dos por tres, se le caía el cabello ... Pero también le dije que no la esperaría, más adelante en el viaje nos encontraríamos con nuevas dificultades y no podía estar huyendo cada vez. Y eso, junto con el pensamiento que durante su ausencia la engañaría con alguna negra, la retenía todavía conmigo. Aunque también estuvimos buscando billetes de avión y encontramos una oferta muy buena, con la que estuvo fantaseando los siguientes días, aunque hoy, al final ha decidido quedarse en mi lado pasara lo que pasara y conservar nuestro amor.

De todas maneras, mientras Alexandra meditaba su futuro, aprovechamos para ir a preguntar a la embajada de RDC (el otro Congo) si conocían el estado de la carretera hacía Angola, pero no sabían nada, ni tan solo el estado de la carretera que cruza todo el sur de su país dirección a Zambia. También fuimos a preguntar a la embajada de Angola, dónde un hombre nos ha podido informar hoy que la ruta principal hacia Luanda no era la carretera que tomaron Ben y Maria, sino otra que pasaba por otros pueblos. Eso me ha dado esperanzas y un poco también a Alexandra. A pesar de todo, hoy teníamos hora con un doctor por los nervios de Alexandra y la consecuente caída de cabello y éste le ha recetado unas pastillas azules. Así pues, esta tarde Alexandra se ha acabado de convencer de quedarse y ha comunicado a su madre que, prefería tomar las pastillas azules que le tenían que permitir continuar el viaje conmigo, a volver a Europa donde podría reencontrar la familia, amigos, comida preferida, los estudios ...

Así pues, hemos vivido tres días y medio bastante intensos en Brazzaville y no hemos tenido demasiado tiempo de hacer el turista, coaccionados también por la lectura que hacía sólo 10 años, durante la guerra civil que sufrió el país, las milicias se paseaban con las cabezas cortadas de sus enemigos clavadas en los coches. De todas maneras, también es cierto que hay pocos detalles que recuerden este macabro pasado, sólo algunas decenas de edificios todavía en escombros y con marcas de metralla. El resto de la ciudad es moderna, con altos edificios y grandes avenidas. A pesar de su pasado, también es una ciudad tranquila y segura, o eso es lo que nos ha explicado diversa gente, por ejemplo un cubano que comercializa material de construcción chino que nos encontramos al primer día. Nos comentó que hacía doce años que vivía en Brazzaville, durante la guerra también, pero aunque nos explicó que durante aquellos tiempos se asesinó un embajador con total impunidad y se violaron las dos hijas de otro, él se sintió seguro en todo momento.





RD Congo

Matadi (ver en mapa)

12/07/2007:
,+RDC,+Matadi ,+RDC,+Matadi


Las pastillas azules todavía no hacen efecto. A pesar de que Brazzaville y Kinshassa sean las dos capitales del mundo más próximas, separadas sólo por un río, cruzarlo y pasar de una a otra no ha estado tan sencillo, y Alexandra ha vuelto a perder los nervios. Me había informado con anterioridad de todos los costes, pero a la hora de la verdad todo costaba más y yo no tenía suficientes CFA (la moneda Centro-Africana). He estado más de media hora discutiendo con los guardias del puerto porque no quería pagar los 15€ que me decían que tenía que pagar para pasar, pero al final me he convencido de que tendría que acabar pagando y he tenido que cambiar 10€. Hemos pasado los trámites de inmigración y aduana con tranquilidad, pero a la hora de embarcar nos hemos encontrado con que el billete también era más caro (70€) de lo que me habían anunciado anteriormente, y ya sin discutir demasiado cambié 20€ más. Pero a continuación no nos dejaban entrar en el barco porque decían que habíamos pagado el billete demasiado tarde, aunque discutiendo un poco más pudimos cruzar la puerta. Entonces un policía se miró todos nuestros papeles y me dijo que faltaba un sello en un papel del coche. Era inútil discutir más, fui corriendo hasta el cuartel de policía donde me estamparon el sello y finalmente pudimos subir al barco, pero Alexandra a pie, porque que estas eras las normas para los pasajeros. Alexandra estaba completamente fuera de sí, diciendo que todo era culpa mía y de la falta de civilización de los negros (también es cierto que anteriormente Alex les había dirigido las mismas palabras, dificultándonos algunos de los trámites). Durante los treinta minutos de viaje, Alexandra no se supo tranquilizar siguiendo con los insultos, pero al llegar a Kinshassa, un oficial de la policía le pidió que le acompañara para tramitar los papeles de inmigración y aduana mientras yo sacaba el coche. Alexandra lo siguió muy enfadada, perdiéndose entre la multitud de negros, algunos de los cuales corrían arriba y abajo cargando grandes paquetes, sudando y jadeando como lo harían antiguamente los esclavos. Pero resultó ser un buen tratamiento para Alexandra, por que al reencontrarla, estaba conversando alegre con una mujer policía. Después me explicó que la habían tratado muy bien.

Alexandra me había prohibido detenerme en Kinshassa. Desde Brazzaville nos habían explicado que la policía o gendarmería de Kinshassa te puede atracar de noche, sin taparse la cara y con total impunidad. También nos habían explicado que era peligroso pasear por la ciudad, aunque había multitudes que lo hacían. En cualquier caso, alguna cosa había de cierto, porque la mayoría de los edificios oficiales y casas ricas tenían torres de vigilancia y estaban rodeadas de hilo espinoso. Pero aunque hemos hecho vía para salir, hemos tardado un buen rato para abandonar las diferentes barriadas, ricas y pobres, de esta ciudad de más de 5 millones de habitantes.

RDC es uno de los países africanos con menos kilómetros de carretera asfaltada por habitante, pero para nosotros ha estado el país con mejores carreteras, porque una de las pocas que tiene bien asfaltada es la que se dirige hacia Matadi, una ciudad portuaria y de arquitectura colonial portuguesa. Durante el camino, diferentes policías (todos simpáticos) y otra gente, nos han estado informando que la desviación de la pista para ir a Angola se encontraba antes de llegar a Matadi, una pista diferente a la que habían recorrido Ben y Maria. En el consultado de Angola que hay en Matadi también nos han informado que la pista recomendada tendría que ser transitable con nuestra autocaravana. Así pues nos hemos tranquilizado bastante en este sentido y hemos descartado de ir a preguntar si había barcos desde Matadi hacía Luanda. En el consultado también nos han informado del coste del visado que tendremos mañana: 80 dólares cada uno, por un visado de sólo 5 días que tendremos que ampliar en Luanda (seguramente pagando mucho más). Es el visado más caro que nos hemos encontrado hasta el momento. Vistas las dificultades que hemos tenido hasta ahora de obtener el visado angoleño (en la embajada de Brazzaville tampoco tenían adhesivos para el visado), no parece que tengamos que ser muy bienvenidos en Angola. Mañana lo descubriremos.





Angola

Luanda (ver en mapa)

16/07/2007:
Angola,+route+to+Luanda Angola,+route+to+Luanda Angola,+route+to+Luanda Angola,+route+to+Luanda Angola,+route+to+Luanda


Todavía nos faltan un centenar de kilómetros para llegar a Luanda, pero es como si ya hubiéramos llegado y hoy hemos cantado otra vez "We are the champions". Estos tres días han estado una odisea y ya no me extraña que Ben y Maria nos hubieran dicho que sería imposible llegar a Luanda con nuestra autocaravana, pero a pesar de las adversidades nosotros lo hemos conseguido.

El viernes estuvimos esperando hasta las tres y media que llegara la cónsul de Angola para poder recoger nuestro visado. Antes sin embargo, tuvimos que responder una entrevista bastante absurda con preguntas del tipo: "di el nombre de un hermano de tu padre”, “has estado nunca en prisión"?. El visado de Angola constaba de un adhesivo donde habían escrito a mano, "visa de tránsito, 5 días". Así pues, era evidente que las instrucciones del gobierno angoleño eran de no expedir visas de turismo y que en cualquier caso, los turistas transitaran lo más rápido posible por su país. En la misma situación se habían encontrado Ben y Maria y también Tim, un chico que viajaba en moto y que conocimos en el consulado.

Hubiéramos estado afortunados si hubiéramos cruzado la frontera el mismo viernes por la noche, porque al día siguiente a primera hora, la frontera estaba abarrotada de camiones y de gente que quería cruzar, pues cada sábado había mercado entre las dos fronteras. Tardamos más de 5 horas a ser atendidos, observando mientras tanto como los policías disciplinaban a la gente a empujones y a golpes de bastón. Finalmente pudimos cruzar la frontera del Congo y también la de Angola (sin problemas) y entonces empezó la verdadera odisea.

Resumen:
sábado: 65 km recorridos durante 5 horas, las primeras cuatro horas a una media de 10 km/h. Daños: un trozo del tubo de escape caído y la escalera de la autocaravana inutilizable.
domingo: 190 km recorridos durante 10 horas al volante. Daños: el sistema de arranque hace el tonto, pero por si acaso aparcamos el coche en pendiente por si no arranca con el método normal.
Hoy: 170 km recorridos conduciendo durante 10 horas, las primeras tres horas a una media de 9 km/h.

El sábado fue el peor día de los tres. Al finalizar el día nos encontramos a Tim con su moto en un pequeño pueblecito donde acampamos. Al vernos suspiró contento y exclamó: "Qué alegría que estéis aquí, pensaba que no conseguiríais pasar con la autocaravana por aquel infierno". Y realmente era un infierno: sucesiones interminables de vertiginosos cráteres de polvo y rocas delimitados por profundas roderas desniveladas y resquebrajadas. Teníamos que tener con mucha sangre fría - tirar adelante pensando que quizás no saldríamos -, mucha mentalidad ingeniera - expresión de Alexandra - para reconocer el mejor trayecto y mucha habilidad al volante para seguirlo. De todas maneras tocamos muchas veces al suelo, encallamos dos veces (salimos con Alex empujando) y sufrimos algunos daños de menor importancia.

El domingo y hoy no se pueden comparar con el día anterior, pero también han estado infernales. Hemos pasado por una carretera por donde Ben y Maria habían pasado y que también nos describían como imposible con las siguientes palabras: "la carretera se vuelve asfaltada con grandes y profundos agujeros". En realidad la carretera era terrible. Alex decía "no tenemos ni un minuto de tranquilidad". Los agujeros parecían imposibles de pasar. De todas maneras, suavemente íbamos apagando los sustos y avanzando. Y hoy ya he empezado a pensar con optimismo que pronto saldremos de África central y nos podremos volver a relajar a conocer gente, lugares de interés, comer mejor ...



17/07/2007:
Hoy es mi aniversario. He hecho 35 años. Alexandra dice que estoy a la mitad de mi vida y yo le respondo que sólo he vivido una tercera parte. En cualquier caso, Luanda es uno de los peores lugares del mundo donde celebrar un aniversario. La guía que tenemos dice que es la cuarta ciudad más cara del mundo (los hoteles cuestan a partir de 80€). Y aunque no podemos compararla con las otras ciudades del ranking, realmente los productos de los supermercados son muy caros, casi todos importados. También importan vegetales y carne, pues buena parte del país está sembrado de minas dejando inutilizados los campos. Por otro lado, Luanda es una ciudad monstruosa, el centro con modernos edificios rodeados con hilo espinoso y los alrededores con "favelas" o barrios de barracas enfilados por las colinas de tierra y basuras.

Otro defecto de Luanda es el tráfico, terrible. Desde nuestra entrada en la ciudad, hemos tardado unas dos horas y media a llegar a la embajada de Rumania. Allí ya estaban avisados de la llegada de Alexandra que tenía el pasaporte sin ninguna página en blanco. Pero el embajador nos han recomendado salir de Angola lo antes posible y solucionar el problema del pasaporte en la embajada de Rumania de Sudáfrica. Para poder entrar en Namibia y Sudáfrica con el pasaporte sin paginas en blanco le han hecho un "título de viaje" que parece que le abrirá las puertas. Por otro lado, nos han dicho que no tenemos ninguna posibilidad de poder ampliar el visado de Angola y han añadido que era peligroso viajar con el visado caducado (hace cuatro meses un rumano estuvo en prisión durante un mes por encontrarse en Angola con el visado caducado). A nosotros nos caduca mañana, pero quizás todavía tenemos una semana de viaje antes de poder salir de Angola. En cualquier caso, hoy por la tarde, después de tramitar todos los papeles con la embajada y de comprar alguna cosa buena para celebrar mi aniversario, hemos salido corriendo de Luanda en dirección al sur.



Namibia

Frontera amb Angola (ver en mapa)

21/07/2007:
Angola,+route+to+Namibia Angola,+route+to+Namibia Angola,+route+to+Namibia Angola,+route+to+Namibia Angola,+route+to+Namibia Angola,+route+to+Namibia


A la embajada de Rumania nos habían recomendado llegar lo antes posible a Namibia para no tener problemas con el visado caducado e igual que los días anteriores nos hemos estado despertando a las 5:30 de la mañana con el fin de poder conducir unas once horas a partir de las 6 o 6:30. Sin embargo, si los días anteriores teníamos miedo de no llegar a Luanda, ahora teníamos miedo de no llegar a Namibia. Aunque no lo habíamos hablado abiertamente, Alex y yo compartíamos el miedo de estropear el coche antes de llegar a la frontera. El embajador nos había explicado que en Nigeria un diplomático había estropeado su coche mientras viajaba con su mujer e hija. Al volver de buscar ayuda se encontró a las dos con la cabeza cortada. Después, el embajador añadió: "Angola no es demasiado diferente de Nigeria en este sentido".

El primer día condujimos 615 kilómetros por una buena carretera asfaltada. El segundo día condujimos 190 km por una pista comparable a las del norte y nos empezamos a preocupar por los días que todavía tardaríamos en llegar a la frontera. Ben y Maria nos habían escrito que las carreteras del sur de Angola también estaban en muy mal estado y ya me había hecho a la idea de conducir los últimos 400 o 500 kilómetros en 4 días. Pero al tercer día la pista mejoró y adelantamos 290 kilómetros. Si la carretera seguía en buen estado podíamos llegar a Namibia al día siguiente al mediodía y en caso contrario al cabo de dos días. Era un poco frustrante, porque la gente no nos sabía dar ninguna respuesta convincente sobre el estado de las pistas, a menudo nos decían que las pistas eran buenas y acababan siendo terribles o que eran malas y resultaban ser pasables.

El segundo día por la tarde, mientras Alexandra me avisaba continuamente "suave, que estás entrando en un agujero", una moto se situó a nuestro lado. Era Tim. Por la noche cenamos juntos y bebimos una cerveza conversando sobre nuestros viajes y sobre cómo ganar dinero en ruta, escribiendo y haciendo fotos en mi caso o haciendo reportajes en el suyo. A pesar de que circulamos a diferentes velocidades, nos reencontramos otra vez al tercer día y también hoy en la frontera.

Hoy nos hemos vuelto a despertar temprano con la intención de conducir todo el día en dirección sur, lo más rápido posible pero con la velocidad limitada por Alexandra preocupada por no tener ningún problema con el motor. La pista ha ido mejorando ante nuestra incredulidad. No entendíamos porque Ben y Maria nos habían descrito la pista como terrible. Había muchos tramos acabados de arreglar y otros todavía en obras, esta era la única explicación que se nos ocurría. De todas maneras seguíamos pensando que delante nuestro la pista se resquebrajaría. Cuando sólo faltaban 120 kilómetros para la frontera he pensado: "podemos llegar en 2 horas o en 24 horas, quién sabe"?. Y al final, hemos llegado al mismo mediodía a la frontera y hemos vuelto a manifestar nuestra alegría cantando "we are the champions". Hemos cruzado la frontera de Angola sin que nos pusieran ninguna multa por tener el visado caducado de 3 días. Pero contrariamente a lo qué nos esperábamos nos hemos encontrado los problemas en la frontera de Namibia.




Windhoek (ver en mapa)

23/07/2007:
Extendimos nuestros pasaportes entre las decenas de manos que también querían sellar sus documentos y finalmente un oficial los cogió. Selló mi pasaporte, pero en al abrir el del Alexandra comentó:
- Los ciudadanos de Rumania necesitan visado de entrada y no se puede obtener en la frontera.
- ¿Y qué podemos hacer? - Pregunté.
- Volver a Luanda y tramitarlo desde allí.
- Pero no podemos volver a entrar en Angola, tenemos el visado caducado. ¿No hay ninguna otro opción?
- No, no hay ninguna otra opción. Tenéis que volver a Luanda.
Yo insistí que tenía que haber alguna otra solución porque no podíamos ni queríamos volver a entrar en Angola. Pero el oficial se enfadó conmigo porque dudaba de su palabra y porque según él me mostraba orgulloso. Al final me tuve que marchar fuera para no empeorar las cosas y Alexandra tuvo que aguantar los gritos del oficial que chillaba que por culpa mía nos tendríamos que quedar entre las dos fronteras con amenazas de prisión. Alexandra salió histérica pero esperanzada que a pesar de todo las cosas se enderezarían.

Al final, el oficial se suavizó y explicó a Alexandra que en realidad había otra solución. Se podía tramitar el visado desde la frontera, pero tendríamos que esperar entre las dos fronteras hasta el lunes por la mañana, que vendría un oficial de rango superior. Yo pude cruzar la frontera para comprar comida y al cabo de poco apareció una chica polaca que quería viajar dirección Angola y que al no tener visado se había quedado en una situación similar a la nuestra. Mónica, que así se llamaba era un poco - para no decir mucho - alocada, hablaba mucho y tenía el proyecto de viajar hasta Europa haciendo autostop y con sólo con 400€. Nosotros le desaconsejamos la ruta de África central, donde sólo los visados se le comerían todo el presupuesto y al final pareció que cambiaba de planes para volver por África del este o quizá volver en avión.

Hoy el lunes Alexandra se ha presentado delante del oficial que le tenía que solucionar el problema, quien con no demasiado interés le ha dicho que le podían hacer un visado de tránsito de sólo 3 días. Ha sido el momento más duro del viaje: tenía todas las esperanzas puestas en relajarnos y visitar durante unas cuatro o cinco semanas algunos parques naturales y los maravillosos paisajes de Namibia. Hemos tenido que ir a un pueblo a 60 km de la frontera para que le estamparan el visado en el título de viaje de Alexandra, volver a la frontera para que le pusieran el sello de entrada y marcharnos otra vez por la misma carretera dirección Windhoek. Volvíamos a encontrarnos en una carretera a contrarreloj para llegar lo más pronto posible a la capital para tramitar el visado de Sur-áfrica y para intentar ampliar el visado de 3 días de Alexandra. Hemos estado conduciendo hasta las diez de la noche, malhumorados y pesimistas sobre nuestra situación en el sur del continente. El único consuelo ha sido la excelente carretera y la visión de diversos animales salvajes iluminados por los faros del coche.

25/07/2007:
Ayer fuimos a primera hora a la embajada de Sur África y al ver el pasaporte de Alexandra - sin páginas en blanco - nos comunicaron rotundamente que no podían tramitar el visado para su país (El único país donde Alexandra puede obtener un nuevo pasaporte para continuar el viaje). Fuimos a la embajada de España para buscar apoyo consolar y muy amablemente dejaron que Alexandra llamara a su embajada de Rumania a Angola - estaban sorprendidos que no nos dejaran pasar con el título de viaje - y a Sur África - donde no había nadie que la pudiera atender . El embajador de Rumania en Angola nos comentó que haría algunas llamadas para arreglar la situación y volvimos a la Embajada de Sur África donde se quedaron asombrados que nos volviéramos a presentar. Nos volvieron a negar ninguna posibilidad entrar en Sur África, aunque, cuando Alexandra empezó a llorar de desesperación, la chica que nos atendía nos propuso ir al departamento de inmigración de Namibia donde podríamos tramitar un documento similar al título de viaje.

Entretanto, hacía dos días que la batería del coche estaba completamente gastada, sólo podíamos poner en marcha el coche empujándolo en una bajada o ayudándonos de la batería de algún otro coche. Ante la dificultad de movernos con libertad por la ciudad, el siguiente paso fue cambiar la batería. Después fuimos a inmigración pero nos pidieron que nos presentáramos al día siguiente por la mañana.

Hoy hemos ido y después de bastante papeleo y burocracia han entregado el documento requerido. También nos han informado de que difícilmente nos podrán aumentar la validez del visado de Alexandra que caduca mañana. A continuación hemos ido a la embajada de Sur África donde sorprendentemente han rehusado el nuevo documento. El supervisor no nos ha querido ni recibir y hemos vuelto a la embajada de España a hacer nuevas llamadas. El embajador rumano en Sur África ha expresado que no podía hacer nada para ayudarnos. El embajador en Angola se ha preocupado otra vez (de hecho, nos encontrábamos en esta situación porque el embajador nos había hecho un título de viaje pensando erróneamente que nos abriría todas las puertas). El embajador nos ha comentado que llamaría a la embajada de Sur África, pero a media tarde hemos recibido una llamada del supervisor anunciándonos que a pesar de todo, no podía hacer nada para solucionar nuestro problema y que asimismo lo comunicaría al embajador de Rumania. Pero milagrosamente al cabo de cinco minutos, ha vuelto a llamarnos el supervisor pidiéndonos que nos presentáramos a la embajada con todos los documentos. El supervisor nos ha recibido muy amablemente y se ha disculpado con una buena excusa que no nos hubiera recibido por la mañana. Hemos estado comentando el problema y finalmente ha propuesto pegar el visado de Sur África en una página del pasaporte reservada al gobierno Rumano, siempre y cuando recibiera un fax del embajador de Rumania permitiéndolo y que Pretoria también se lo consintieran. Nos hemos marchado medio esperanzados que las cosas se solucionarían pronto, aunque yo me sentía desanimado y triste por todos los problemas pasados y ante la incapacidad de visitar Namibia. Cuando obtengamos el visado nos tendremos que volver a marchar corrientes hacia Sur África debido a la probable imposibilidad de alargar el periodo de validez del visado de Alexandra en Namibia.

26/07/2007:
Namibia,+Windhoek Namibia,+Windhoek Namibia,+Windhoek


Hemos recibido el fax del embajador de Rumania y la embajada de Sur África también ha recibido el consentimiento de Pretoria y según nos ha comentado al supervisor, mañana tendremos el visado en el pasaporte del Alexandra. Por fin, el principal problema estaba solucionado. Ahora faltaban resolver muchos otros problemas secundarios, como por ejemplo cambiar el aceite y filtros del coche que muy amablemente nos ha hecho un taller a pesar de nos daban hora por de aquí una semana.

Y por la tarde nos hemos relajado. Hemos vuelto a hacer el turista desde hacía mucho tiempo. Alexandra ha ido a pasear por tiendas y grandes almacenes y yo a visitar iglesias y museos. Windhoek no parece una ciudad africana. Cuando entramos hace unos días la identificamos con Copenhague. La ciudad es limpia, ordenada; con grandes avenidas bien asfaltadas flanqueadas por modernos edificios y parques verdes; con algunas calles para peatones, centros de información turística, vendedoras de arte Africano importado, y muchos blancos paseando, algunos de los cuales nos han comentado que el país está mucho peor ahora que años atrás (en Namibia también había habido apartheid), un pensamiento similar a los Sudafricanos.





South Africa

frontera (ver en mapa)

28/07/2007:
Namibia, Namibia, Namibia, Namibia,+Sossusvlei Namibia,+Sossusvlei
Namibia,+Sossusvlei Namibia,+Sossusvlei Namibia,+Sossusvlei Namibia,+Sossusvlei Namibia,+Sesriem+canyon Namibia,
Namibia,+River+Fish+Canyon Namibia,+River+Fish+Canyon Namibia,   


Alexandra ya tenía el visado de tres días caducado, pero después de recoger el visado de Sur África, la oficina de inmigración de Windhoek nos permitió llegar a la frontera al día siguiente, sábado, por la mañana. Pero nosotros nos hemos permitido un par de visitas turísticas por el país y hemos llegado hoy, el domingo, por la noche. Estas visitas me han obligado a conducir muchos más kilómetros por carreteras y pistas, que a pesar de ser excelentes, empiezan a pesar sobre mi espalda dolorida de tantas carreras africanas. Por suerte, en Sur África que nos podremos relajar por fin (cruzo los dedos).

El sábado visitamos las dunas de Sossusvlei introduciéndonos por una lengua de terreno por donde pacen avestruces, antílopes y órixs rodeados por grandes montañas de arena. Cuando no pudimos avanzar más, hicimos una caminata entre las dunas hasta llegar a un valle que alguna vez debería haber estado inundado, con el suelo resquebrajado como un puzzle y algunos pocos árboles resecos. También descubrimos el pequeño e interesando cañón de Sesriem, pero ni muy menos tan espectacular que el cañón del río pescado (Fish river Canyon) que hemos visitado hoy domingo, un impresionante y profundo cañón serpenteando por el medio de una árida planicie, eso sí, no había río ni pescados.




Bitterfontein (ver en mapa)

01/08/2007:
South+Africa,+near+Springbok South+Africa,+near+Springbok South+Africa,+near+Springbok South+Africa,+near+Springbok South+Africa,+near+Springbok South+Africa,+near+Springbok
South+Africa,+near+Springbok South+Africa,+town+in+the+beach,+near+Springbok South+Africa,+town+in+the+beach,+near+Springbok South+Africa,+town+in+the+beach,+near+Springbok South+Africa,+town+in+the+beach,+near+Springbok  


Sí, por fin nos hemos empezado a relajar. Se han acabado las carreras y hemos empezado a conducir con placer, pocos kilómetros cada día, disfrutando del paisaje y descubriendo bonitos parajes. Antes sin embargo, hicimos una pequeña parada técnica en Springbok, para comprar comestibles, ropa de rebajas, gas para la autocaravana (aquí es invierno - primavera y empieza a hacer frío) y para operar Alexandra. Al llegar a Springbok Alex descubrió bajo el dedo pequeño del pie un granito negro e indoloro con un agujero al centro que tenía pinta de parásito. Y efectivamente, fuimos al médico y con una aguja sacó una larva de mosca, o de algún bicho mayor, porque el animal en forma de gusano blanco medía casi un centímetro de largo.

En Springbok nos empezó a sorprender la fisonomía de los Sur Africanos, de rasgos asiáticos (después he leído que en el siglo diecisiete se trajeron esclavos del este de Asia a Cape Town). También hay blancos, que como en Namibia acostumbran a dirigir los negocios. Hemos observado algunos hombres conduciendo todo-terrenos, escuchando música country y luciendo sombrero cow-boy, una imagen calcada a las leyendas contadas de los Estados Unidos. Quizás no es de extrañar si pensamos que la historia de los dos países tiene muchos paralelismos. Los ingleses colonizan un nuevo continente donde ya había otros nativos viviendo. Después de un tiempo exterminando nativos, los colonos quieren la independencia de Inglaterra y estalla una guerra. Los dos nuevos países independientes prosperan gracias a los esclavos, pero con el tiempo se consolida una lucha a favor de los derechos humanos y finalmente la dignidad se impone.
Quizás, una de las diferencias más importantes en esta historia es la proporción de negros y blandos que ha quedado, donde en el caso de Sur África poco más de un 10% son blancos, aunque continúan poseyendo la mayor parte de la riqueza del país.

Los últimos dos días nos hemos perdido por pequeñas pistas en el sur de Springbok hasta un pueblo costero, una región famosa por las flores que florecen en primavera. Habíamos llegado dos semanas antes (las dos semanas que podríamos haber estado visitando Namibia), pero ya empezaba a haber muchas flores, iluminando algunos prados con tonalidades violeta, amarillo, rojo, blanco, naranja, azul ... Los parajes eran excelentes. El único defecto en comparación con Namibia era la gran cantidad de campos vallados y la consecuente inexistencia de animales salvajes cruzando la carretera (a excepción de una tortuga).




Cap town (ver en mapa)

04/08/2007:
South+Africa,+Cederberg+Mountains South+Africa,+Cederberg+Mountains South+Africa,+Cederberg+Mountains South+Africa,+near+Ceres South+Africa,+Mitchell
South+Africa,+Baboons+in+Mitchell South+Africa,+Baboons+in+Mitchell    


Hemos estado tres días circulando hacia el sur, dirección Cape Town, sin prisas y conduciendo pocas horas al día, aunque que no siempre por el camino más corto. El primer día, a pesar de ser gris y lluvioso, nos dirigimos hacia las montañas de Cederberg con la esperanza de hacer alguna caminata el día siguiente. Pero por alegría de Alexandra, justo salir de la autocaravana para hacer la excursión, empezó a llover otra vez. Seguimos la carretera dirección Ceras, conduciendo por un gran valle con vistas impresionantes - tanto por las montañas como por la climatología . Y hoy hemos seguido con el día soleado cruzando un paso de montaña donde había babuinos y paseando la tarde por el pueblo de Paarl. Nos ha sorprendido, que en el pueblo sólo viéramos blancos. A las afueras había barriadas pobres donde parecían vivir a los negros, pero en el centro no había ninguno, ni por la calle ni en un bar muy concurrido donde hemos tomado una bebida. Nos ha sorprendido, pero los motivos parecían evidentes al conocer la historia de la zona. La mitad oeste de la provincia de Cape Town fue declarada durante el apartheid "zona preferentemente blanca", y consecuentemente se prohibió la construcción de nuevas casas para negros o la contratación de negros si no se demostraba que no había ninguno blanco dispuesto a hacer el trabajo.





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