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Plovdiv, a diferencia de Sofía también tiene una larga calle peatonal, con tiendas comerciales, bares, y la gente que pasea tranquilamente. Ayer por la mañana me fui a conectar a Internet en un Pub Irlandés que ofrecía conexión gratuita. Después de comer aproveché para lavar a mano parte de la ropa sucia que tenía. Fue un poco laborioso, pero me tendré que ir acostumbrando porque no muchas ciudades del este (y después de África y Asia) tendrán lavanderías automáticas. Mientras lavaba la ropa Ivana me ha enviado un mensaje, diciendo que esta noche no podía quedar conmigo y me proponía de ir a tomar un café, inmediatamente después Rositsa me ha enviado un mensaje para quedar. Rositsa es una amiga que hace tiempo que conozco a través de Internet, aunque nunca nos hemos visto en persona. Es búlgara pero vive y trabaja en Madrid. Daba la casualidad de que esta semana se encontraba en Sofía, ya que el viernes tenían que operar a su padre de una grave enfermedad. El martes ya respondí a Rositsa que no podía quedar con ella porque iba a Plovdiv, pero esta vez no quería perder la ocasión de conocerla en persona, por lo tanto, con Ivana sólo pudimos pasear un pequeño rato. Rositsa es una chica muy guapa, se la ve muy segura de sí misma y realmente lo debe ser a nivel profesional, pero a medida que la conoces descubres que es una chica sencilla e insegura como todo el mundo, con ganas de encontrar el amor de su vida, un amor que no encuentra entre los muchos hombres que le van detrás. A lo largo de la noche también se hizo patente su preocupación por la salud de su padre, aunque al mismo tiempo tiene una gran esperanza que mejore. Ella es cristiana ortodoxa, por lo tanto, deseo de todo corazón que Dios acceda a sus oraciones. Hemos estado hablando de muchas cosas, pero me ha sorprendido la explicación de porque en Sofía hay locales que abren toda la noche y puedes encontrar fiesta cada día de la semana. Por una parte ha comentado que los precios de los bares y restaurantes son muy económicos -y realmente es así- y por otro lado, los búlgaros no acostumbran a invertir en la propia casa donde viven, aunque caiga a trozos. Por lo tanto, aunque no cobren demasiado, tienen recursos para salir a menudo de fiesta o de copas. También añadiría que los búlgaros no gastan demasiado en ropa, visten bien pero no visten para lucir. Aunque Sofía parezca una ciudad segura, siempre llevo una navaja encima, como en la mayoría de ciudades. No creo que fuera capaz de no utilizarla contra nadie, pero si me encontrara en una situación crítica puede ser bastante útil para intimidar. De todas maneras, la mejor manera de no ser atracado es, nunca ir relajado, mostrando seguridad, pero al mismo tiempo ir controlando discretamente tus alrededores. Si hay personas sospechosas que te siguen o te controlan, entonces pararte en un escaparate y dejarlos pasar. Si eso no funciona, ponerte las manos en el bolsillo haciendo ver que llevas un arma, o incluso mostrar discretamente la navaja. Y si ves que te puedes encontrar en una callejuela sin salida ponerte a correr. Si estás en buena forma física, nadie te seguirá para robarte. Bien, ésta es mi teoría, ya veremos si funciona durante todo el viaje. Esta mañana he ido la embajada rusa con una colega de Emil que me tramita el visado ruso. Al llegar me he dado cuenta que tenía que pasar por un detector de metales. He pensado que podía tener algunos problemas si me encontraban la navaja que normalmente llevo encima y discretamente me la he puesto en la chaqueta. Entonces me he sacado la chaqueta y la he dejado al lado del detector. La he dejado de manera que mostrara que en la chaqueta llevaba un paraguas. Entonces he pasado y he cogido la chaqueta sin que el guarda de seguridad se diera cuenta de nada. Podría haber llevado una bomba y haberla entrado igualmente. No sé , porque invierten tanto en aparatos y guardas. Hacía dos días, Emil me envió un mensaje comentándome que la embajada rusa no abría todos los días de esta semana y que tenían que optar por un procedimiento de urgencia que costaba 140 $ en vez de 100 $. Respondí que siguiera con el proceso, pero pedí a Ivana que llamara a la embajada y se informó de que en realidad no cerraban. Emil se ha presentado a la embajada y he intentado negociar con él los 140 $, pero al ver si no me avenía detenía el proceso he aceptado el precio fijado. En la embajada rusa tenía que entrevistarme con el cónsul. Curiosamente el cónsul hablaba español y sólo de entrar me ha informado muy amablemente de que no me podría tramitar el visado. Me ha comentado que, a pesar de tener una invitación correcta (la que me había proporcionado Emil), la embajada rusa en Bulgaria tenía la regla de tramitar sólo visados de residentes en Bulgaria. Le he preguntado si era cuestión de dinero y al comentarme que no lo he dejado por imposible. De todas maneras, la invitación era correcta y me podía ser muy útil para conseguir el visado desde otro país. He preguntado Emil si le tenía que pagar por la invitación y me ha sorprendido, cuando, disculpándose por no haber podido tramitarme la visa, me la ha entregado sin ningún coste. Una gran ganga, porque a pesar de haber perdido toda una mañana, podré tramitar yo mismo el visado desde otro país y me saldrá mucho más económico. He comido con Ivana en un restaurante típico Búlgaro. Naturalmente hemos comido una ensalada como entrante. Es el típico plato Búlgaro y tienen de muchos tipos, normalmente media carta está dedicada a las ensaladas. Y por lo que me han explicado, no sólo comen en verano, que apetece más, sino también en invierno. Por la tarde hemos una gran caminata por Sofía visitando parques, mercados, centros comerciales, iglesias, una sinagoga, una mezquita. Continúo pensando que Sofía es una ciudad muy tranquila con la gente relajada. Hay coches aparcados por todas partes, pero el tráfico es muy inferior a otras ciudades. También hay muchos indigentes que simplemente reposan y viven en su rincón, sin pedir caridad, igual que en el resto de ciudades de la Europa del Este. Todos estos días me ha costado orientarme a Sofía, saber dónde estaba el norte y el sur. Creo que las montañas nevadas que hay en el sur son la causa, ya que en mi país las montañas se encuentran en el norte. Estas montañas tienen pistas de esquí a menos de una hora de la ciudad. En invierno mucha gente de Sofía va a esquiar por la tarde, después de trabajar, ya que por la noche iluminan las pistas. Por noche, he ido a conectarme a Internet en el pub irlandés, ya que mañana marcho hacia Macedonia y seguramente estaré unos días sin conectarme. Mientras enviaba el diario de hace dos semanas he recibido unos correos electrónicos muy bonitos de Ivana. Seguramente, si me pudiera quedar definitivamente en Sofía o ella pudiera dejarlo todo, hubiera sucedido alguna cosa entre nosotros. Pero ya voy aceptando que difícilmente encontraré compañera de viaje, ni tan solo un amor temporal. Lo acepto y eso me libera, porque puedo estar con una chica, aunque sea muy atractiva e interesante, y simplemente observarla como una amiga. Macedonia Skopje (ver en mapa) 12/05/2006: Esta mañana, mientras estaba pensando si ir a dar una vuelta con bicicleta por la ciudad o marchar, han llamado suavemente a la puerta. He abierto la persiana y era Ivana. Ha pasado un rato antes de ir a trabajar. Nos hemos vuelto a despedir con un fuerte abrazo y me ha dado un tarro de confitura de tomate típico de Bulgaria. Se llama Lutenica, y los ingredientes básicos son: tomate, pimiento y ajo o cebolla. Se ve que todos los niños crecen comiendola, a menudo untada sobre el pan. Finalmente he decidido marcharme. He salido de Sofía orientándome con la brújula. Tenía que ir en dirección Sudoeste, dirección Macedonia. Primero la carretera era de doble carril pero en muy mal estado, en cambio, a medio camino ha sido de un solo carril pero en buen estado. En Kjustendil, poco antes de la frontera, he preguntado por dónde seguía la carretera hacia Macedonia a un hombre que atendía una parada al pie de la calle. El hombre me ha contestado en español "No entiendo, sólo hablo un poco de español". Entonces yo le he comentado que era de España y se ha puesto muy contento. Me ha indicado la continuación y después me ha explicado que hace poco estuvo tres meses en Murcia recogiendo limones. En la frontera he podido gravar el paso con la cámara espía que www.mtvtelevigilancia.com me dejó. Lástima que no haya conectado correctamente un cable y no se haya grabado el sonido. En la aduana de Macedonia, un policía ha querido comprobar que no llevara nada para declarar. Ha mirado el lavabo, la nevera, el congelador, la cocina, el fregadero, un armario ... Me parece que sólo ha chismorreado en vez de buscar. La carretera en Macedonia ha seguido con el mismo buen estado. El paisaje ha cambiado un poco, ha seguido ondulado como el resto de los Balcanes, pero el verde era un poco más seco. Se nota que Macedonia está más en el Sur, tocando a Grecia. Poco antes de llegar a Sofía he tenido que coger la autopista, ya que según mi mapa no había otras carreteras. Al primer peaje no podía pagar con tarjeta y al preguntar el precio me ha dicho 2€. Le he dado 5€ y me ha devuelto 150 denars y un ticket de 50 denars. Desconfiando he parado justo después del peaje y he mirado el cambio euro/denar en la guía que llevo. He calculado que aproximadamente 5€ eran 300 denars, por lo tanto el chico del peaje me había engañado. Me he dirigido en medio de los coches y le he reclamado que me había dado el cambio mal y que tenía que devolverme 100 denars. Primero me ha dado 50 denars, pero he vuelto a repetir que eran 100, después he visto que estaba contando 90 denars, pero encima el mostrador he visto uno billete de 100 denars y lo he cogido. Me ha mirado muy mal pero no me ha dicho nada. Unos kilometros más allá me he encontrado otro peaje, al preguntar el precio en inglés, el chico me ha contestado "2€", pero he visto que el precio con denars era bastante más bajo con denars y he pagado con los denars que tenía. Nuevamente me he llevado una mala mirada. Me ha sorprendido al llegar a Skopje que en vez de iglesias había mezquitas (más tarde he visto que también había iglesias, pero más bajas, porque antiguamente no las dejaban construir más altas que las mezquitas). He intentado aparcar donde creía que estaba el centro, cerca del punto de información, en la ciudad antigua. Pero gente que deambulaba por allí no me ha parecido demasiada de fiar y he movido la autocaravana hacia el otro lado del río. He aparcado encima de la acera, como el resto de coches, y he salido a pasear. Esta área, el sur de la ciudad es mucho más comercial, con mucha juventud paseando, calles restringidas al tráfico, muchos bares y terrazas ... Por la noche, después de trabajar un poco con el ordenador he salido de fiesta. He encontrado un café muy interesante donde tocaba un grupo con música rock-jazz. He preguntado dónde seguía la fiesta y me han indicado un club, pero al llegar estaba demasiado lleno. A fuera he conocido una pareja que me han acompañado a otro club con música electrónica. He estado bastante rato hablando con esta pareja, la chica estudiaba arquitectura y el chico había estudiado arte, había pasado 6 años en New York. Quizás este hecho lo hacía más abierto, porque he encontrado que el resto de juventud en Skopje era bastante cerrada. 13/05/2006: Hoy he dedicado buena parte del día a pasear por Skopje, una ciudad con dos áreas bien diferenciadas. El sur, donde he pasado la noche, no tiene demasiados puntos de interés, pero está llena de comercios, bares, terrazas ... La gente pasea tranquilamente por las calles restringidas al tráfico, cerca del río y una gran plaza. Desde la plaza se puede caminar por encima de un puente que cruza el río. Justo en el otro lado, el ambiente cambia drásticamente. Las calles restringidas al tráfico continúan pero en vez de modernos bares y comercios están llenos de tiendas y bares de estilo árabe. En esta área se extiende el mencionado bazar turco. En este lado de la ciudad también se puede visitar unos baños turcos convertidos ahora en museo, una iglesia excavada en parte bajo tierra (porque antes no podían alzar una iglesia más alta que una mezquita), diversas mezquitas, un gran mercado con todo tipo de productos, una fortaleza ... Justo entrando en la ciudad árabe hay un punto de información turística. He entrado, aunque en la guía Lonely Planet indicaba que el trato que dispensaban no era muy bueno. Me ha atendido a un chico de complexiones turcas. Contrariamente a lo que explicaba la guía ha sido el lugar donde me han informado mejor. El chico ha sido increíblemente simpático, y hasta me ha propuesto un itinerario muy bonito para llegar a Ohrid, la próxima ciudad que visitaré. Le he comentado lo que había escrito en la guía, y entonces me ha explicado que a veces hay otra chica que es terriblemente antipática, pero él no puede hacer nada. Cuando iba a visitar la iglesia de Sveti Spas, me he encontrado un inglés con el cual he iniciado conversación. Estaba trabajando unos meses en Skopje con una ONG. Hemos ido a comer juntos un kebab y antes de que se marchara le he propuesto de coger el pulso al mundo con él. Marc, así se llamaba, opinaba que el principal problema del mundo era la pobreza. La solución estaría en crear o impulsar empresas locales en las áreas donde haya pobreza. Individualmente la solución estaría al comprar marcas locales y no internacionales. El principal problema de Londres también era la pobreza, aunque la seguridad social también aligera el problema. Marc es muy feliz, sin razón. Sería más feliz si tuviera su chica con él. El secreto de la felicidad es apreciar lo que tenemos. Cuando ya estaba volviendo del paseo, he recibido un mensaje en el móvil de una chica que había contactado hacía sólo dos días a través de Internet. Me ha propuesto quedar a las 9:30 de la noche delante de la estatua de la Madre Teresa. Después de trabajar un poco con el ordenador y de conectarme a Internet, me he dirigido allí. Lily es una chica muy simpática y dulce que está estudiando informática. Hemos ido a beber una cerveza en un bar apartado del centro. Me ha estado explicando los dos meses qué estuvo en España, las ciudades que visitó, las fiestas ... También me ha estado explicando que a la mayoría de los macedonios (ella incluida) no les gusta los Albaneses, normalmente musulmanes y menos educados (según ella). Hemos estado hablando de sentimientos y nacionalidades. Hemos comentado que los Serbios no tienen sentimientos adversos con Macedonia, en cambio Macedonia sí con Serbia. En cambio, Serbia y Croacia se tienen sentimientos adversos mutuamente. Ella lo ha comparado con Cataluña y España, que se tienen ciertos sentimientos adversos, y Cataluña y Valencia, con sentimientos adversos sólo por parte de los valencianos. Se ha hecho tarde y Lily ha perdido su autobús. Entonces hemos ido a bailar en un club donde tocaban música en directo y más tarde la he llevado a su casa. Ohrid (ver en mapa) 14/05/2006: He pasado la noche delante de la casa de Lily, que vive hacia las afueras de Skopje. Preguntando varias veces he encontrado la carretera que va hacia Ohrid, mi próxima destinación, un pueblo cerca de un lago que hace frontera con Albania. La carretera se ha convertido en autopista durante unos cuantos kilometros, pero esta vez, en ningún de los tres peajes que he pasado me han intentado engañar. Pasado Gostivar he girado a la derecha, tal como me indicó al chico de la oficina de turismo, y he ido enfilando una pequeña carretera a ratos con muy buen estado y a ratos con grandes agujeros en el pavimento. La carretera transcurría por el lado de unas montañas nevadas, entre bosques esplendorosos y por el lado de tres lagos o presas dispersados a lo largo del camino. Después del primer lago me he parado en el monasterio de S. Joan Baptista, un monasterio con unos retablos de madera exquisitos. En el segundo lago, mientras hacía una foto de un agujero que había en medio del agua, un hombre que había esperado al lado de la carretera ha iniciado una conversación conmigo con un inglés casi nulo. Entonces me ha preguntado si lo podía llevar unos diez kilometros más allá. El hombre parecía de fiar y lo he llevado. Durante el camino me ha explicado en signos que estaba casado y que tenía dos hijos y una hija, también que tenía un hermano trabajando en Estados Unidos. Entonces me ha preguntado si estaba casado, y para no alargarme demasiado en la respuesta, le he indicado con signos que estaba separado. He llegado a Ohrid sin tener ni idea de donde podía estar el centro. Pero utilizando la intuición y preguntado he llegado. He aparcado al lado de un paseo que bordea el lago. Mientras bajaba de la Hymer un hombre bizco se me ha acercado y me ha informado de que no podía acampar allí, entonces me ha comentado que podía ofrecerme una plaza de aparcamiento. Le he agradecido la información pero le he explicado que ya me espabilaría. He paseado un poco cerca del lago y por la calle principal de la villa, una calle restringida al tráfico con unos cuantos bares, terrazas y tiendas que me han recordado las calles turísticos de algunos pueblos de la Costa Brava. He tomado una cerveza y he vuelto a la autocaravana, donde por primera vez en el viaje he visualizado una película que tenía grabada en el ordenador: "Samaritan Girl", una película Coreana bastante interesante. 15/05/2006: He estado trabajando buena parte de la mañana, escribo el artículo del 9nou, seleccionando cortes de voz de las entrevistas para Catalunya Radio, editando imágenes... Hacia medio día he salido a pasear por Ohrid, he preguntado a algunas personas locales dónde estaba el punto de información turística, pero nadie me ha sabido informar. De todas maneras, preguntando he ido encontrando la mayoría de puntos de interés de la villa. Ohrid seguía con el aire de villa turística, pero al ser lunes, había más trabajadores en las tiendas y calles que turistas. La parte antigua del pueblo conserva calles empedradas que van subiendo tranquilamente montaña arriba. Los principales puntos de interés del municipio son tres iglesias ortodoxas medievales, muy bonitas. La primera está dentro del pueblo, la segunda solitaria sobre el lago y la tercera arriba en la montaña. El pueblo también tiene una ciudadela que estaba cerrada. Antes de volver hacia la Hymer, me he comprado una calzone por sólo un euro. Después, tal como había planeado, me he conectado a Internet para enviar los artículos que había escrito por la mañana, he ido a una tienda de comestibles a gastarme todos los denars que tenía y he seguido haciendo camino hacia el sur, bordeando el lago de Ohrid. En la oficina de turismo de Skopje me habían recomendado cruzar la frontera con Albania por el sur del lago de Ohrid, ya que justo en la frontera, hay el interesante monasterio de S. Naum. La iglesia era preciosa, la lástima era que el resto de dependencias del monasterio se habían convertido en un hotel. Normalmente no dejan hacer fotos en las iglesias, pero allí, he dejado discretamente la cámara sobre un púlpito y he dejado que hiciera una foto automáticamente que ha salido lo suficiente bien. Después de visitar el monasterio de S. Naum me he dirigido hacia la frontera, a tocar. He cruzado la frontera de Macedonia sin problemas, pero cuando he llegado a la frontera de Albania me han informado de que con el tipo de vehículo que tenía, tendría que cruzar la frontera por el norte del lago, donde había la carretera principal. He intentado argumentar un buen rato con ellos que eso no era bueno para el turismo pero al ver que las normas estaban establecidas, he dado la vuelta. He vuelto a la frontera con Macedonia y aunque la acababa de cruzar en sentido contrario me han puesto problemas para volver a cruzarla. Durante un buen rato pensaba que me tendría que quedar a vivir para siempre entre la frontera de Albania y Macedonia. El problema era que la documentación del vehículo estaba a nombre de "Autosuministros Motor", la empresa que junto con Hymer me han dejado la autocaravana. Yo tenía un documento en español donde especificaba este acuerdo. Pero el chico de la frontera me argumentaba que este documento tenía que pasar por notario. Finalmente me ha dejado pasar. He vuelto a hacer en sentido contrario los 80 kilómetros hasta el otro paso de frontera. He vuelto a cruzar la frontera de Macedonia sin problemas, pero en Albania se han vuelto a dar cuenta de que el vehículo no iba a nombre mío. Han estado más de una hora analizando el contrato escrito en castellano entre "Autosuministros Motor" y yo. Pero finalmente me han dejado pasar después de pagar una tasa de 3 euros por el vehículo y 10 euros por el visado. Al cruzar la frontera ya era de noche. He parado un rato en un cuello para cenar y he seguido después más hasta encontrar el inicio de un pueblo. He aparcado la autocaravana en un descampado, delante de un par de bares. Mi intención es dormir siempre en zonas habitadas, de esta manera, si alguna vez me intentan robar por la noche, puedo activar la alarma y generar un escándalo que seguro echaría a los bandidos. Me he puesto a responder mensajes de correo a oscuras, cuando de repente alguien ha llamado a la puerta. He apagado de ordenador y he abierto la persiana de la ventana. Se ha acercado un chico que me ha saludado y ha empezado a hacerme preguntas: ¿"Viajaba con mujer y niños"?, yo "Sí","Hacia dónde iba?" yo "Tirana" ... Finalmente me ha dicho que él era del bar de delante y que si quería podía ir a tomar un café. También me ha comentado alguna cosa de pagar el aparcamiento pero le he dicho que no hacía falta. Desde la ventana he visto cómo se alejaba hasta el bar y entraba. Si el chico era del bar no sería peligroso. De todas maneras, cuando ya estaba intentando conciliar el sueño, han vuelto a llamar la puerta. He vuelto a abrir la ventana ya un poco molesto. Era el mismo chico de antes me ha preguntado si prefería pagarle el aparcamiento hoy o mañana. Le he contestado haciendo notar mi molestia que no pensaba pagar ningún aparcamiento y he cerrado la ventana y la persiana ruidosamente. Albania Tirana (ver en mapa) 16/05/2006: Esta noche, no sé qué hora debería ser, han vuelto a llamar la puerta. No me he molestado en levantarme ni en responder. Pero han seguido llamando a la puerta. Entonces he dejado sonar la alarma medio segundo. Han vuelto a picar la puerta. Pero después de tres segundos más de alarma ya me han dejado en paz. A las seis de la mañana me han vuelto a despertar. Esta vez no estaban llamando a la puerta, pero estaban rociando la autocaravana en agua a presión. He pensado que poco mal podían hacer así y he vuelto a conciliar el sueño. Hacia las ocho, mientras me volvía a despertar han vuelto a poner en marcha la manguera contra la Hymer. Me he levantado y me he dado cuenta de que la nevera no funcionaba, probablemente porque habían tirado agua a presión dentro de la rejilla de ventilación del gas. Me he empezado a poner de bastante mal humor, y más cuando he visto que chorreaba un poco de agua por debajo de la nevera. He empezado a desayunar pero como he visto que todavía seguían rociando la Hymer a toda presión he decidido marcharse enseguida. He abierto las persianas y entonces he visto que dos chicos de unos dieciocho años estaban enjabonando y rociaban la autocaravana. La verdad es que antes la tenía bastante sucia y más de una vez había pensado que la tenía que lavar. Me han saludado sonrientes y me ha sabido mal haberles maldecido con las persianas bajadas. He dado dos dólares a los chicos, que se han puesto muy contentos, y me he marchado con la Hymer bien reluciente. Al marcharse he visto que el área donde había aparcado estaba llena de mangueras rociando en todas direcciones. Había aparcado en el centro de un lavacoches. He parado unos kilómetros un poco más allá y he acabado de desayunar, me he duchado y he limpiado la autocaravana por dentro. He seguido la marcha hacia Tirana por unas muy buenas carreteras. Pero a medio camino, en Elbasan, la carretera ha empezado a subir por la montaña y se ha vuelto más tortuosa. En cambio, el paisaje se ha vuelto muy interesante y bonito. Al principio de esta nueva carretera había muchos campesinos vendiendo trenzas de cerezas por menos de 10 céntimos de euro. Aunque no tenía moneda local para comprarlos, cuando me paraba para tomar alguna foto del paisaje, me saludaban muy cordialmente. Los Albaneses de las montañas parecen gente muy hospitalaria. Durante todo el viaje, me ha sorprendido la gran cantidad de Mercedes que circulaban, nuevos o viejos, es igual. No exagero si afirmo que case el 50% de los coches que me iba cruzando, me adelantaban o adelantaba eran de la marca Mercedes. Siguiendo la carretera principal he llegado al centro de Tirana sin demasiado problema. He dado algunas vueltas por la caótica ciudad y finalmente he aparcado en una de las calles principales, con un gran cartel de prohibido aparcar pero muy lleno de coches aparcados. He salido a pasear y me ha sorprendido la modernidad de la ciudad. Aquí, aparte de Mercedes, también circulaban algunos Humers, éstos grandes todo terrenos Norteamericanos. Las chicas vestían para hacerse ver y los chicos andaban con chulería. A pesar de todo, la mayoría de edificios eran decadentes y las calles polvorientas, pero quizás por poco tiempo, porque muchos estaban en obras. En el mapa de la ciudad había dibujado un río. Cuando lo he cruzado he dudado si realmente aquel chorrito de agua era el río del mapa. Pero realmente la era, porque tal como indicaba el mapa, unos metros más allá se abría la gran plaza de Skenderbeg, con cuatro de los principales monumentos de interés de Tirana: una estatua de un héroe nacional, un mural en la fachada del Museo Nacional de Historia, una mezquita y una torre reloj. He entrado en la mezquita, pidiendo permiso a los chicos barbudos de la entrada y descalzándome. Me he sentado y me he relajado en el interior, mientras admiraba las centenarias pinturas de la cúpula y observaba a algunos creyentes inclinándose dirección en la Meca. Habiendo visitado los principales monumentos de la ciudad, he seguido paseando sin una dirección fija. Había gran número de bares y terrazas, la mayoría plenos de juventud conversando relajados. He tomado la cerveza en uno de ellos. La gente, o quizás la juventud, me ha parecido una pizca cerrada y a la noche me han confirmado esta sensación. Quería preguntar dónde podía encontrar un buen local con buena música y he preguntado a unas chicas si hablaban inglés. Se han apartado de mí sin responder. He pensado que las chicas de Tirana deberían ser tímidas y he hecho la misma pregunta a un chico, pero me ha mirado medio asustado y me ha contestado "no" (me había entendido!). Finalmente he escuchado que alguien detrás mío hablaba inglés y les he preguntado. Dos ingleses me han recomendado muy amablemente un local rodeado de un jardín. Allí he tomado una cerveza al lado de unas chicas. Temiendo la peor de las respuestas he intentado iniciar conversación con unas chicas que había al lado de la barra, pero contrariamente a lo que me esperaba, se han mostrado muy amigables. He estado toda la noche conversando con Glejda y Ana, dos estudiantes de economía e ingeniería textil respectivamente. Me han confirmado que la gente de Tirara acostumbra a ser muy cerrada, como de pueblo. También son muy tradicionales. Habitantes de Albania me han explicado que la economía no está demasiado bien, aunque está mejorando lentamente. Se han quejado de que no había demasiado trabajo (me parece que es un problema mundial). Por otra parte, Albania tiene grandes desigualdades económicas entre ricos y pobres. Y un hecho recurriendo a la Europa no comunitaria: no pueden salir del país sin visado, es muy difícil conseguirlo y por lo tanto se oyen prisioneros en su propio país. Si soy sincero, Albania era el país de Europa que más respeto se me hacía de visitar, quizás porque ha sido el último de abandonar el régimen comunista, porque se ha dicho que es muy pobre o más bien porque no sabía casi nada. Pero después de un día entre Albaneses, os diré que me siento muy seguro y acogido. 17/05/2006: Esta mañana he recibido una llamada de Catalunya Ràdio. Sabía que recibir la llamada me sería muy cara desde Albania y les he pedido llamarlos yo a cobro revertido. Pero no he podido desde las cabinas ni tampoco he encontrado ningún punto desde donde poder telefonear más económicamente. Finalmente hemos acordado con Catalunya Ràdio llamarnos el viernes. A las once de la mañana he quedado con Glejda y Ana en el mismo bar de ayer a la noche. Animosamente, hemos estado siguiendo los hilos de la conversación de ayer. Me ha extrañado que hacia el medio día, el local se haya llenado hasta los topes. La explicación que me han dado es que era la pausa del trabajo y la gente, en vez de comer, va al bar a tomar el café o la cerveza. Más tarde hemos ido andando hacia el sur de la ciudad donde hay un parque y en medio un pequeño lago. Allí nos hemos relajado a la la sombra de un árbol y hemos seguido conversando. Me han explicado que ya casi nadie se baña porque el agua está muy sucia, y porque a la pasada década el gobierno tiró cadáveres de opositores. De todas maneras ya no deberían estar, ya que también me han explicado que hace pocos años, una noche el vigilante del lago cogió una borrachera y abrió las compuertas. El lago se vació completamente y la ciudad quedó bien inundada. Hacia las tres nos hemos despedido hasta la noche. He vuelto a la Hymer. Mientras estaba engullendo la comida, alguien ha llamado con insistencia la puerta. Era un policía que me ha dicho que tenía que aparcar en otro lugar. Le he preguntado si podía acabar de comer y no me ha puesto ningún impedimento. Pero poco más tarde ha sido un taxista quien ha llamado a la puerta, me ha explicado muy amablemente que la autocaravana estaba bien aparcada, el problema era que era demasiado grande y la gente no veía los taxis que había aparcados justo detrás. Después de lavar los platos he movido la Hymer hasta el otro esquina. He estado trabajando toda la tarde, escribiendo el diario (ya habréis leído que tenía muchas cosas que explicar de ayer), editando fotos, traduciendo el diario de Serbia al inglés ... Finalmente he ido a un cibercafe a conectarme. He leído los correos, y en uno de Éstos, Marc, uno de los mejores amigos que tengo, me escribía "recuerda que mañana está el partido de la champions". ¡Era hoy! Me había olvidado completamente y me había propuesto mil y una veces no perderme a este partido. Eran las 8:30, todavía tenía 15 minutos. He salido a fuera y he empezado a correr por todas las calles de los alrededores hasta que he encontrado un bar que por la mañana había visto. El bar se llamaba "FC Barcelona". De todas maneras, si no lo hubiera encontrado hubiera pasado nada, porque todos los bares del centro tenían pantallas gigantes con el partido sintonizado y todas las mesas llenas de gente preparada para mirarlo. El bar "FC Barcelona" era pequeño, con la mayoría de espectadores musulmanes, muy hospitalarios. La mayoría animaban el barça, pero también había unos pocos que animaban al Arsenal e intentaban crear polémica. Cuando el Barça ha marcado el gol definitivo hemos celebrado con abrazos el inminente triunfo. Finalmente me he marchado cantando el himno del barça por las calles. Me he dirigido al local de ayer por la noche para volver a encontrarme con Glejda y Ana. Ana estaba con su chico y he estado todo el rato hablando con la Glejda, una chica encantadora. Entre muchas cosas, hemos hablado de la felicidad. Se preguntaba quién era más feliz: la gente que vive encerrado en su mundo o la gente que descubre que puede ser libre. Yo opinaba que si aprendes a hacer os de tu libertad acabas siendo más feliz. Cuando le he preguntado sobre el secreto de la felicidad me ha contestado algo curioso. Me ha explicado que guardar secretos la hacía feliz. También hemos hablado de relaciones y de cómo poco a poco la pareja va exigiendo más de ti. Respecto de este último tema, después de despedirnos con un fuerte abrazo, se me ha ocurrido la siguiente historia. Un hombre conoce una mujer y pasa la noche con ella. La primera noche, al hombre no le importa si la mujer se va a la cama con cualquiera o no. A la segunda noche, el hombre podría aceptar que la mujer tuviera pareja y que él fuera su amante. Pero al cabo de una semana, el hombre sólo acepta que la mujer comparta las noches con él. Al cabo de uno más, el hombre reclama a la mujer que también comparta los días con él. Pasado tres meses, el hombre sólo acepta seguir con la relación si la mujer rompe con las otras amistades masculinas. Al cabo de medio año, tampoco acepta que la mujer mire a los hombres que se crucen por la calle. Y pasado un año, el hombre exige a la mujer que se quede cerrada en casa. 18/05/2006: Vuelvo a mirar la foto que he tomado esta mañana y se me vuelve a partir el corazón ... Será una imagen que se repetirá en muchos de los países que visitaré, una imagen que ya he visto otras veces, pero no por eso deja de golpear. En medio de la calle. Los peatones intentan ignorar la escena. Ellos dos duermen, muy profundamente. Seguramente el tarro de cola ayuda a dormir en pleno día. Y el niño ... impresiona mucho más observar ésta cara de paz, despreocupación y quizás felicidad. La misma felicidad que el resto de los niños. Al marcharse los he dejado unas monedas, pero cuando he vuelto a pasar por delante suyo, las monedas habían desaparecido. Gjirokastra (ver en mapa) 19/05/2006: Ayer por la mañana, después de dos intentos fracasados de conectarme a Internet (las conexiones fallaban a toda Tirana) voy empezado a tirar hacia el sur, con la intención de visitar algunos pueblos por el camino antes de entrar en Grecia. Primero me paré a Durres, un pueblo en la Costa, que en pocos años se convertirá en un buen destino turístico para los europeos occidentales: hace sol 300 días de 365 días, es económico, están construyendo a marchas forzadas, la gente es simpática ... De Durres he empezado a bajar por la costa de allí he empezado a bajar por la costa y después hacia el interior. Las carreteras al principio eran excelentes, algunos trozos con doble carril y el resto de un solo carril pero anchos, hecho que permitía a los coches hacer adelantamientos aunque vinieran otros de cara. Pocos kilometros después de Durres las carreteras han empeorado mucho. Así como en Serbia las carreteras estaban llenas de agujeros, aquí estaban llenas de abolladuras, como si el asfalto se hubiera soltado sobre las piedras y raíces. Durante todo el camino he ido pasando por muchos controles de velocidad y simplemente de policía (ninguno me ha parado). Me he cruzado con centenares de setas de hormigón, unas defensas que el dictador Enver Hoxha hizo construir por miedo a una invasión extranjera. Para asegurarse que las defensas funcionaran, ordenó que fuera bombardeada una de estas setas con el principal ingeniero dentro, por suerte o por desgracia pudo salir vivo. También me he cruzado muchos pozos de petróleo, con torres de metal oxidadas, detenidas desde hacía tiempo, excepto un par que todavía bombardeaban. En los alrededores de la carretera los campesinos seguían con su trabajo interminable: vigilando manadas de ovejas, cabras o vacas, labrando, apilando paja ... Inevitablemente también me he encontrado con un accidente de coche, de la manera que conducen los Albaneses no me extraña. Hacia el final del viaje, me he encontrado un par de tortugas que cruzaban la carretera sin mirar. Ayer se me hizo oscuro antes de llegar en Gjirokastra, un pueblo que había planeado visitar hoy. Paré en una gasolinera en un pequeño pueblo de cuatro casas perdido en medio de las montañas. Pregunté si me podía quedar a dormir allí, y aunque nadie del presente hablaba inglés, me comunicaron que podía dormir tranquilo. Entonces les pedí otro favor mucho más complicado de explicar. Hoy tenía que llamarme Catalunya Ràdio para mantener una conversación de unos quince o veinte minutos. Recibir esta llamada a mi teléfono móvil me resultaba un ojo en la cara y propuse en Cataluña Radio que me llamara a un teléfono albanés. En la gasolinera empecé a pedir con gestos que necesitaba un número de teléfono. Los cinco o seis chicos que había hacían todo el posible para interpretar lo que los pedía. Entonces llegó el dueño de la gasolinera que tampoco me entendió, pero me sugirió que lo siguiera. Subimos por una calle del suelo a oscuras hasta una casa y allí se puso a llamar a un nombre, hasta que salió una chica. Después de hablar entre ellos un rato, la chica me preguntó con un inglés muy bueno qué deseaba. Le expliqué y al traducirle al dueño, éste me dijo que me daría su número de móvil. Hoy a las nueve de mañana estaría en la gasolinera y me invitaría a un café. Y así ha sido, me ha invitado a un café y he hablado unos veinte minutos con su móvil. Para compensar, he cargado la Hymer con gasoil. He pagado con euros y no me ha hecho un cambio demasiado bueno, pero naturalmente no le he discutido. Hoy a media mañana he llegado a Gjirokastra. Es un pueblo construido de piedras: las calles, las paredes, los tejados ... Ha sido agradable pasear, aunque hacía un calor de mil demonios. En la cima de una montaña hay un gran castillo, también muy interesante de visitar y con muy buena vista. Después de visitar Gjirokastra he comido y entonces he decidido que cruzaría la frontera en vez de visitar otro pueblo que tenía previsto. En la frontera de Albania, los policías se han mostrado muy interesados en mi viaje y fotos. Una chica policía muy atractiva me ha dado su correo electrónico para que le enviara el diario. En Grecia el paisaje ha cambiado completamente, no me lo esperaba. Pensaba que el paisaje de Grecia sería más seco, pero en vez de eso era bien verde. No sé la razón, quizás Albania tiene un microclima o quizás hace tiempo talaron los bosques (o se quemaron) y eso hace que parezca o sea más seco. He hecho unos ciento cincuenta kilometros por Grecia hasta que he encontrado la primera playa, he estado nadando un rato, me he duchado, he cenado, me he tomado una copa de coñac y me he puesto a trabajar un poco. Greece Nafplio (ver en mapa) 22/05/2006: He hecho demasiados kilómetros sólo en tres días. He hecho poco más de mil circulando por pequeñas carreteras y alguna autopista de la península de Peloponnese. El principal motivo es que quería estar en Atenas el martes. Por una parte, tenía que enviar el artículo del 9nou por Internet (lo he hacer como máximo el martes de cada semana). Por otro lado, quería encontrar una lavandería pronto, por qué me empieza a escasear todo tipo de ropa y me da pereza lavarla yo mismo. De todas maneras he disfrutado mucho de estos tres días. El Poloponnese es una tierra muy bonita, salvaje, rocosa y fértil, llena de olivos. Es sorprendente, que con el calor que hacía, la península tuviera algunas montañas en el centro con clapas de nieve. O, no por qué alguna de estas montañas se acerca a los 2500 metros de altura. En cambio, otras partes de la península eran bien planas. El sábado volví a nadar un poco antes de ducharme y desayunar. Es un lujo. Después empecé a hacer kilómetros dirección al Peleponnese. Según mi mapa de carretera, estaba en proyecto la construcción de un puente que enlazara con Patra, la principal ciudad del Peleponnese, situada en el Oeste. Sin embargo, cuando llegué ya estaba construido y lo estaban amortizando a marchas forzadas. El coste para cruzarlo era de 16,2€ para las autocaravanas. En Patra encontré un cibercafe, muy lento, lentísimo, pero finalmente pude enviar el diario del viaje y algunos mails. Después fui tirando hacia el sur, con la intención de hacer noche en alguna playa cerca de Olympia. Escogí en el mapa un pueblo que se llamaba Katakolo y que tenía un faro. Pero llegar fue un poco complicado. Las carreteras eran estrechas y sin indicaciones. Entré en un pueblo enfilado en una colina y fui tirando por una pequeña calle. Y cuando me di cuenta de que estaba totalmente equivocado ya era demasiado tarde, echar marcha atrás era bastante complicado y seguí adelante, entre los rosales y las ramas de los árboles que la Hymer iba apartando. Seguí el caminito, montaña arriba, ya fuera del pueblo, con la esperanza de encontrar un espacio donde poder girar. Pero en vez de eso me encontré con el final del camino. Por suerte, al lado había un campo de árboles frutales y una mujer que estaba trabajando. El campo tenía una puerta bastante ancha y le pregunté a la mujer si podría utilizar su campo para dar media vuelta. La mujer me dio permiso un poco incrédula. Y finalmente, después de bastantes maniobras conseguí salir de aquel camino sin salida. Encontré el pueblo e hice noche allí. El día siguiente, después de nadar otro rato, llegué a Olympia (7278 km). Antiguamente, Olympia era una zona sagrada, llena de templos y monumentos, y por supuesto, con un estadio y grandes edificios para entrenar a los atletas que participaban en las Olimpiadas. Actualmente sólo quedan un montón de piedras, columnas abatidas y algunas pocas de pie. Pero es muy interesante coger mentalmente estas columnas caídas y ponerlas de pie, después poner encima un pesado techo de piedra y madera y acabar imaginándote la magnificencia de la vida y de los edificios de hace casi tres mil años. Seguí hacia el sur, primero por carreteras trazadas con tiralíneas y después por carreteras trazadas con compás, con un montón de curvas subiendo y descendiendo por los precipicios de la costa. Me detuve en un pequeño y bonito pueblo nombrado Kardamili, y acabé haciendo noche en otra encantadora villa llamada Dirou. Esta mañana he ido a hacer unas fotos para Dirou. Estaba haciendo una foto de una pequeña iglesia cuando se me ha acercado un hombre que sólo hablaba griego y me ha hecho entender que me invitaba a un café. Aunque no tenía mucha tiempo, siempre estoy abierto a conocer gente del país y he aceptado. Le he seguido por dentro de su casa, hasta un balcón a la sombra de una parra. Mientras me preparaba el café (en un pequeño fogón, calentando agua mezclada con café molido y azúcar) me ha preguntado la edad y me ha indicado que él tenía 65, dibujando números sobre la mesa. Dibujando un 100 le he indicado que él llegaría a esta edad. Me ha preguntado si viajaba solo. Él también vivía sol y parece que nunca había estado casado. Me ha preguntado donde dormía, y en el decirle que en el coche, me ha invitado a dormir a su casa la próxima noche. Le he agradecido pero lo he dicho que no. De todas maneras me ha enseñado la casa, grande y limpia, pero llena de trastos por todos los rincones. Encima la mesa del comedor he visto que tenía algunas revistas pornográficas homosexuales. Lo siento, pero entonces he mirado al hombre diferente. Me ha pedido que me quedara a comer y le nuevamente le he dicho que no. Entonces me ha invitado a ver la televisión. Le he dicho que no tenía ganas pero iba diciendo, "sex, sex". Me he quedado un rato con curiosidad para ver qué tipo de dvd tenía puesto. Era la típica película pornográfica heterosexual. Me decía que estas películas van bien mucho para dormir. Me invitaba a sentarme y a relajarme, pero yo estaba de pie riendo. Finalmente le he agradecido el café y el rato y me he marchado todavía riéndome por las anécdotas de que me suceden. De Dirou he ido en Githio, un pueblo que parecía interesante. Pero sólo me he parado para nadar un rato y comer. Después he ido hacia Mistras, un pueblo que tiene unas ruinas bizantinas muy interesantes. No las he visitado, porque hubiera estado toda la tarde, pero las he contemplado desde fuera. Murallas, iglesias, piedras, y más piedras, enfilándose montaña arriba, y arriba del todo un castillo. Donde sí que relajado unas pocas horas ha estado en Nafplio. Mi guía tenía escrito "una de las villas más bonitas de Grecia" y realmente era bonita. Las calles eran estrechas y empedradas. Había muchas plantas que se subían por las paredes con flores de color rojo. De vez en cuando pasaba de largo pequeñas tiendas y restaurantes. En la parte de montaña, subiendo por unas escaleras de piedra pintadas de color blanco, se respiraba todavía más tranquilidad. En el fondo, subido en una colina hay un impresionante castillo, encima la villa otro, y en medio del mar, en una pequeña isla, otro. Me han quedado muchas cosas para contemplar, pero como siempre: "estoy conociendo muy poco de muchas cosas". Después de cenar me he dirigido por la autopista hacia Atenas. Me ha extrañado que dos peajes estuvieran abiertos, y sólo en un tercero me han cobrado 3,3€. Y otro hecho sorprendente, a lo largo de los 150 kilómetros de autopista, sólo había una sola área de servicio y de descanso, por suerte, allí había un lavabo público a la vista donde he podido vaciar mi lavabo químico. Ha sido una buena idea entrar en Atenas de noche, porque no me he encontrado nada de tráfico y ha sido bastante sencillo encontrar aparcamiento en el centro. Atenas (ver en mapa) 24/05/2006: ¡Hace mucho calor, es terrible, pero ya tengo el visado para entrar en Rusia! Aunque ya he pasado dos días en Atenas, todavía no he tenido tiempo de visitar a fondo la ciudad. Aunque ya me he ido impregnando de la vida tranquila de la ciudad. Sí, la gente parece tomarse la vida con mucha calma. Por ejemplo, tengo la autocaravana aparcada en una calle estrecha, bien aparcada, pero cuando tiene que pasar un camión o furgoneta grande, tienen que ir muy poco a poco o hacer alguna maniobra para no tocarla. Pero nadie se me ha quejado, ni los policías que me han visto salir o entrar en la Hymer. Otro ejemplo. Hoy por la tarde quería visitar la Acrópolis. He llegado sudado bajo este sol abrasador y sorpresa, un cartel en la puerta anunciaba que hoy por la tarde la Acropolis estaría cerrada por que los trabajador tenían una reunión sindical. Tercer ejemplo, después del intento fallido de visitar la Acrópolis y de pasear un rato con otra turista que se había encontrado con la misma situación que yo, he ido a hacer un café frape (bebida nacional). Me he fijado que todas las tiendas estaban cerradas y he preguntado a la camarera por el motivo. Me ha dicho: "porque es el miércoles, los tenderos necesitan descansar". En resumidas cuentas, las tiendas cierran todos los miércoles por la tarde. No he tenido tiempo de visitar a fondo la ciudad pero he hecho bastante trabajo. Ayer por la mañana fui a la oficina de información turística que indicaba mi guía y se ve que ya no se encontraba allí. Había otra que estaba bastante alejada del centro y después de conectarme un rato a Internet me dirigí allí con bicicleta. Allí fueron realmente amables. Estuvieron buscándome información sobre lavanderías en Atenas y sobre el consulado ruso. Llamaron para preguntar horarios, me imprimieron mapas, me indicaron qué autobuses o metro coger ... Por la tarde fui a la lavandería y me lavaron los diez kilos de ropa que tenía acumulados. Cuando fui a buscar la ropa, la mujer se me quejó un poco por la gran cantidad de ropa de que había, pero la estuve ayudando a plegar la ropa y me hizo un buen precio. Tarde por la tarde, justo antes de ponerse el sol me dirigí hacia la Acrópolis con la intención de hacer algunas fotos con la luz del crepúsculo. En la montaña de Filopapou, frente la Acrópolis, conocí a tres americanos que también estaban haciendo fotos. Bajamos juntos y les propuse ir a hacer una cerveza mientras nos explicábamos nuestros viajes. Los tres estaban haciendo un curso de seis semanas de cultura e historia griega, una buena excusa para conocer Grecia. En el bar donde fuimos a hacer la cerveza (en realidad bebimos vino) nos encontramos con otra americana. Hablando de mi proyecto me comentó que la política exterior de los Estados Unidos era nefasta. Eso hacía que en muchos países la miraran mal por ser americana, aunque que ella (y la mayoría de viajeros americanos) no defendiera la política americana. Entonces le pregunté si a pesar de todo se sentía orgullosa ser americana y me dijo que no. Esta mañana he ido al consulado ruso. Me ha atendido a una señora muy simpática. Enseguida me ha hecho ver que no tendría ningún problema para tener el visado porque tenía todos los papeles necesarios (básicamente la invitación que me proporcionó la agencia Búlgara). He llenado algunos papeles y pedido de tener el visado hoy mismo, para no arriesgarme a ningún tropiezo. He pagado 150 euros (incluyendo el seguro obligatorio) y me han entregado el visado. Me ha parecido demasiado sencillo después de los problemas que había tenido. Aun así, he pagado un poco más de lo que me hacía pagar la agencia búlgara, no entiendo estos rusos. Al anochecer, después de pasear con la turista que había encontrado en la Acrópolis, estaba en la Hymer trabajando con el motor puesto en marcha, porque una de las baterías estaba bastante descargada. Y de repente alguien ha picado la puerta con decisión. Me he puesto la camiseta y he abierto la ventana. Había unos cuantos policías que me han preguntado qué hacía allí. Les he comentado que era turista. Entonces me han pedido el pasaporte, y mientras verificaban mis datos con la central, me han comentado que estaba bien aparcado pero que en la zona había bastantes edificios oficiales y simplemente querían asegurarse que no fuera sospechoso. Finalmente se han marchado pidiéndome disculpas. Por la noche, he quedado con los americanos que conocí ayer. Hoy eran ellos tres y bastantes chicas de su grupo. Hemos ido a tomar unas copas y después a bailar. En el grupo había un americano de origen griego. Estaba muy orgulloso de sus orígenes griegos, de su religión greco-ortodoxa, de la comida, las bebidas ... También he hablado con otros del grupo que me han explicado que Estados Unidos tiene dos zonas bien diferenciadas culturalmente: las costas con gente muy abierta y el interior con gente mucho más tradicional. 25/05/2006: Aunque fui a dormir un poco tarde, me he levantado relativamente temprano porque esta mañana quería acabar de traducir el diario a inglés, seleccionar imágenes para el diario y enviarlo finalmente. Estaba trabajando desnudo, porque con este calor es inevitable. Por otro lado, ya me he acostumbrado a la idea de estar en pelotas en medio de la calle, aunque esté dentro de un pequeño habitáculo. Pues bien, estaba trabajando y han vuelto a picar con contundencia la Hymer. Me he puesto una camiseta y unos pantalones y he abierto la ventana. Había un policía que me ha dicho que tenía que sacar la autocaravana de allí. Le he explicado que ayer otros policías me comentaron que estaba bien aparcada. Pero él me ha señalado un autobús que había parado detrás de la autocaravana y me ha comentado que si no la sacaba podía pasar. A diferencia de los otros días, en el otro lado de la calle había aparcado un coche en vez de motos. Unos metros delante de la Hymer había un camión grulla, por lo que se ve habían intentado llevarse la autocaravana, pero tal como estaba aparcada era imposible. En resumidas cuentas, he sacado la autocaravana del centro y me he puesto entre el terrible tráfico de Atenas a buscar un nuevo aparcamiento, que no he encontrado hasta al cabo de un buen rato en una zona residencial. Por la tarde, después de hacer todo el trabajo que tenía pendiente, he ido hacia la Acrópolis. Pensaba que tendría dos horas para visitarla pero he llegado un poco tarde y allí me han informado de que cerraban media hora antes de lo que me pensaba. Por otro lado el precio de 12€ que ya conocía, también incluía la visita a otros monumentos. Así pues, al final he decidido visitar otra área y dejar la Acropolis para mañana por la mañana. He visitado la zona del Agora, con más ruinas y algún templo en pie. En cierta modo no deja de ser una proeza construir un edificio que aguante tantos años de pie. Medio en equilibrio, porque a veces las piedras que forman las columnas están desplazadas de la vertical. ¿Quizás un terremoto las desplazó? ¿Quizás el mismo terremoto destruyó otros templos? A la noche he vuelto a quedar con los Americanos. Hemos ido hacia el centro a buscar algún club que estuviera bien. Nos hemos metido por alguna calle estrecha y poco alumbrada que ha asustado a los americanos pero finalmente hemos llegado a un club muy acogedor donde hemos pasado toda la noche. He estado conversando y bailando bastante rato con una chica muy simpática, Anna. Me ha invitado a pasarla a ver cuándo viaje por América. Meteora (ver en mapa) 26/05/2006: He ido a visitar la Acrópolis a la peor hora, de doce en una del mediodía. El calor era terrible, la luz para las fotografías era demasiada fuerte con las sombras verticales y estaba pleno de turistas (eso último quizás a todas horas). De todas maneras, no he dormido mis ocho horas. Ayer fui a dormir bastante tarde. ¿Os tengo que decir que el Parthenon me ha sorprendido por su grandiosidad? No, no os lo diré. Este sentimiento lo tuve hace unos quince años, la anterior vez que visité Grecia. Lo que me ha sorprendido es que estén intentando reconstruir el Parthenon aprovechando antiguas columnas y nuevos fragmentos de piedra. También me ha sorprendido una tonteria, las piedras por donde los turistas deambulan y los antiguos visitantes deberían deambular están bien lisas y si no vigilas puedes resbalar y caerte de culo. Con el paso del tiempo, los zapatos de la gente actúan como el agua del río o del mar, modelando las duras piedras. Un templo que sí que me ha sorprendido por su grandiosidad es el de Olympian Zeus que he visitado después. Sólo se aguantan unas pocas columnas de pie, pero si observas su altura y miras toda la explanada que ocupaba el edificio te puedes hacer una buena idea de como pequeños se deberían de sentir los Atenenses cuando entraban allí. He comido un poco y he empezado a hacer camino hacia Meteora donde he llegado por la tarde, al atardecer. También había estado en Meteora hacía quince años. Había estado unos cuantos días y me había enamorado. Al volver a visitar estas mágicas montañas he vuelto a recuperar este fantástico sentimiento de paz y admiración. Meteora son unas montañas que recuerdan a Montserrat. Grandes bloques de piedra redondeados que se alzan en medio de la nada o en la pendiente de la montaña. Arriba de algunas de estas piedras o montañas hay unos monasterios construidos a finales del siglo catorce. Algunos de éstos monasterios tienen precipicio a cuatro vientos y sólo se puede acceder a ellos a través de un puente o de una cabina suspendida en un cable. Lo que no me explico es como empezaron a construirlos. En aquella época no había el material ni la técnica de escalada que utilizan los escaladores que trepan hoy en día por las mismas rocas. He dormido en una pequeña explanada en medio de las montañas. Ha sido la primera vez que he acampado en un lugar completamente aislado y antes de dormirme he repasado mentalmente todos los sistemas de seguridad que tenía y acciones a emprender si algún bandido intentaba forzar la puerta y entrar en la autocaravana. Macedonia Thessaloniki (ver en mapa) 28/05/2006: Ayer por la mañana estuve andando un par de horas por las montañas de Meteora, dejándome perder por senderos que bajaban la montaña y la subían por otras caras. Repito, lo mismo que antes de ayer, las montañas de Meteora son mágicas. La vegetación es salvaje pero crece en cualquier lugar que encuentre un poco de tierra. Algunas de estas inmensas rocas de piedra tienen cuevas y en el interior de algunas de éstas hay restos de antiguos monasterios que las ocupaban. Me hubiera gustado tomarme uno o dos días para recorrer todos los caminos de estas montañas, pero como siempre, he escogido un tipo de viaje que me permite visitar muchos lugares pero con poco tiempo para descubrirlos. De todas modos, es la única manera de viajar si quieres conocer un poco de todas partes, de todo el mundo, y aun así estaré 4 o 5 años a completarlo. Descendí las montañas con la Hymer lentamente, admirando por última vez este impresionante paisaje. Después comí y empecé a hacer camino hacia Tessaloniki, a unos trescientos Kilómetros. Al principio las carreteras eran buenas, después cogí una autopista sin peajes, pero a medio camino la autopista se acababa y no seguía hasta al cabo de unos cincuenta kilómetros, entre los cuales tuve que circular por una pequeña carretera tortuosa llena de camiones que se subían lentamente hacia un puerto de montaña. En cualquier caso, llegué con tiempo a Tessaloniki para arreglar y limpiar un poco a la autocaravana y salir a encontrarme con Kiriaki, una chica que me respondió a través de Internet. Es curioso, pero en Athens nadie de Internet se mostró interesado o pudo encontrarme. Kiriaki se presentó con un amigo, Dimitris. Kiriaki es una chica que acaba de abrir una tienda de moda femenina y Dimitris está estudiando física. Fuimos a comer un poco y después nos dirigimos hacia una fiesta que había en casa de unos amigos suyos. Dimitris fue con su moto y yo y Kiriaki cogimos un taxi. Supongo que es inevitable, pero lo primero en lo que me fijé cuando conocí Kiriaki es la profunda quemadura que tiene en la parte superior del brazo y hombro derecho. Pero me gustó que no tuviera ninguno complejo y fuera con una camisa de tirantes. Hoy le he preguntado qué le pasó y me ha explicado que se quemó con agua hirviente cuándo tenía seis años. De todos modos, enseguida la sensualidad de su sonrisa, de los movimientos y de su cuerpo te atrapan y acabas creyendo que la quemadura no es más que un bonito tatuaje dibujado a la piel. La fiesta en casa de la Nastra fue fantástica, muy tranquila. Estuve conversando muy agradablemente y profundamente con muchos de los amigos que había allí. Conversé bastante rato con Paris, un interesante chico que está acabando el guión de una película en proyecto de filmar. La película trata sobre un chico que viaja en tren por muchos países. Paris estaba muy interesado a que participara de alguna manera u otra en su filme. Quizás las experiencias que le vaya enviando de mi viaje será una manera indirecto de participar. Ayer por la noche volví a coger un poco el pulso al mundo sin filmar. Les comenté algunas inquietudes que me había planteado Lily de Skopje, Macedonia. Ella me había comentado que a los griegos no les gustaba que su país se llamara Macedonia y así me lo confirmaron ayer en la fiesta. Me comentaron que para ellos, Macedonia es una región de Grecia. Si había un país que se llamaba Macedonia, este país podría tener aspiraciones sobre el territorio griego. En resumidas cuentas, otro problema de nacionalidades y territorio, un problema que me estoy encontrando a casi todas partes. Entonces no sé porque los catalanes y los españoles nos tomamos tan seriamente los sentimientos nacionalistas. Es un problema que se repite en todo el mundo. Quizás es hora que aprendamos a convivir sin pensar si antes nuestro país era así o asá, o nos han robado una parte del territorio, o estamos discriminados, o estamos ocupados, o se quieren independizar ... Otro hecho curioso que me hicieron notar los griegos: Es bastante conocido que Grecia escrito en griego se lee "Elas", ellos mismos se llaman república helénica, incluso detestan el nombre de Grecia pero poco pueden hacer para que el resto del mundo cambie la mentalidad y les nombren helénicos. Grecia había estado ocupada durante mucho tiempo por los turcos o imperio Otomano y en aquel tiempo les dieron el nombre de griegos que en turco significa esclavo. Por lo tanto, Grecia significa tierra de esclavos. He ahí el motivo porque detestan el nombre. Hoy he estado casi todo el día con Kiriaki, una chica muy interesante, agradable e inteligente. Hemos estado paseando por Tessaloniki, una ciudad sin muchos puntos de interés pero agradable. Hemos estado paseando por el paseo marítimo, hasta la torre blanca, uno de los puntos de interés. Después hemos andado por algunos de las anchas calles restringidas al tráfico. Y he acabado en un restaurante típico griego donde hemos pedido diversos platos deliciosos: una ensalada, puré frío de lentejas verdes, unas patas de pulpo en la parrilla (excelentes) y unos mejillones en una sopa de queso (idem). Por la tarde hemos seguido conversando y profundizando en los temas de ayer y en nuevos temas, sobre la felicidad, sobre los viajes, sobre los proyectos, su negocio, sus sueños ... 29/05/2006: Ayer a la noche la Kiriaki me dejó conectar a Internet con su adsl y esta mañana he vuelto a hacer lo mismo después de escribir el diario y el artículo para el nou9. Poco antes de marcharme, Kiriaki se ha presentado con una gran caja con un típico dulce de Tessaloniki nombrado Tsoureki, y me lo ha regalado. A la noche he empezado a comerlo y estaba muy bueno. Me tendréis que disculpar que no sepa describirlo bien, pero es una masa de pan dulce cubierta de una crema blanca. Después he entrevistado a Kiriaki tomando el pulso al mundo. Según ella el principal problema del mundo es que la gente ha olvidado que lo que nos diferencia de los animales es que nosotros podemos comunicar con lógica nuestros pensamientos. La solución se encontraría en la frase del Gandhi: "sé el cambio que quieras para los otros" y también aceptar que el mundo pertenece a todo el mundo. El principal problema de Grecia es que la gente critica el país pero no actúa para mejorarlo. La solución estaría en la educación. Kiriaki se considera feliz, simplemente porque era el lunes. No consideraba importante pensar si sería más feliz. El secreto es disfrutar el momento, contentarse con lo que tienes, y fijarse con las cosas buenas de la vida. Finalmente, hacía el mediodía me he despedido de Kiriaki con un fuerte abrazo y deseándole que el negocio que está iniciando sea todo un éxito. He vuelto a las buenas carreteras y autopistas griegas, circulando hacia el este en dirección a Estambul. Tenía más de 600 kilómetros por delante y he acelerado un poco más el motor. Simplemente he aumentado la media de 80 a 90 Km/H a 90 o 100. Al cabo de una hora de conducción he parado en una playa que estaba ocupada por una pequeña población. He nadado un poco y he comido. Durante todo el camino hasta la frontera he ido observando los kilómetros y kilómetros de playas y costa que estaban sin urbanizar. Un paisaje muy bonito, pero no creo que aguante demasiados años así. Durante este trayecto he seguido observando de vez en cuando, algún coche que circulaba sin matrícula. Ya me había fijado antes de llegar a Tessaloniki y pregunté la causa a los amigos de allí. Entonces me explicaron que los ayuntamientos tienen potestad de retirarte la matricula del coche si aparcas muy mal: en un paso cebra, en un espacio para minusválido, en una esquina ... Te retiran la matrícula durante cuarenta días y no te la devuelven hasta que han transcurrido o has pagado el triple de la multa. De todas maneras, se ve que a algunos conductores no les importa seguir conduciendo aunque sea sin matrícula. He llegado a la frontera con Turquía. He cruzado la frontera griega sin ningún problema. Después he cruzado un puente donde había militares de las dos nacionalidades separados por una línea pintada en el suelo. Y he acabado llegando a las oficinas turcas, donde he tenido que comprar el visado de 10€. Pero en el momento de comprobar los papeles del coche he vuelto a tener el mismo problema que en algunas otras fronteras: el nombre del propietario del coche no coincide con mío. Les he mostrado todos los documentos (escritos en español) que prueban que la empresa del coche me deja el vehículo. Me han hecho ir con el director y él me ha dicho que no entendía el español y que si quería pasar con el vehículo tenía que ir a pie (o en autobús) a un pueblo a 6 kilómetros dentro de Turquía y pedir a alguien que me tradujera el documento a Turco (no a inglés). Le he comentado que tenía la opción de recibir un fax de la compañía en inglés confirmando la cesión de la Hymer. Pero me ha reiterado que su solución era la única viable. Me he marchado de la oficina bien enfadado indicándole que aquello no era nada positivo para el turismo y él asintiendo. Quizás si le hubiera ofrecido alguna propina hubiera pasado sin problemas, pero no he sabido como operar. He aparcado la Hymer en un aparcamiento antes de las oficinas y he decidido pasar la noche allí e intentar cruzar la frontera al día siguiente por la mañana con otros policías. También, he estado removiendo entre todos mis papeles por si encontraba algún otro documento y he encontrado el seguro original del vehículo donde hay escrito mi nombre como conductor habitual. Y por si acaso, he llamado a España y he hablado con Autosuministros, la empresa de la Hymer, y hemos acordado que me prepararían un documento en inglés por si acaso al día siguiente lo necesito. Turkey Istanbul (ver en mapa) 30/05/2006: Me he despertado y me he dirigido otra vez hacia el control de pasaportes. Me temía que podía tener problemas por tener el visado de ayer y efectivamente, el policía me ha dicho que tenía que obtener otro visado. Pero después de la larga cola de los visados, el hombre de allí me ha comentado que el visado de ayer era válido por tres meses. He vuelto al primer policía y me ha hecho ver que el sello que me habían estampado ayer tenía la fecha del año 2004 y por lo tanto necesitaba otro visado. He vuelto otra vez al otro edificio y el hombre, después de hablar por teléfono con el primero me ha hecho comprar otro visado. Pero cuando he llegado otra vez al policía me ha dicho que le tendría que pagar 5ˆ. Yo le he dicho que no, porque ayer no tuve que pagar nada para pasar este control. Pero él, tozudo, me ha dicho que no era ayer, que el sello lo tenía de hacía dos años. Yo también, tozudo, le he dicho que no tenía que pagar nada. Entonces me ha dicho que yo no viajaba como turista y que tendría que pagar 25ˆ. Yo he insistido que sí y finalmente he pedido hablar con su superior. Y de repente se ha arreglado y me ha puesto el sello necesario. En el segundo control, temiendo el problema de la documentación del coche, he puesto un billete de 10ˆ entre los papeles, pero cuando se ha caído sobre la mesa del policía, me ha pedido que lo recogiera. Ha mirado con atención el documento del seguro que encontré ayer, donde aparezco como conductor, y se ha convencido de que todo estaba correcto. En el tercer control ni me han mirado la autocaravana y he entrado por fin a Turkia. Las carreteras de Turkia por las cuales he circulado estaban en muy buen estado, de dos carriles por sentido, excepto en algunos tramos que los estaban arreglando. El paisaje seguía siendo igual que el de Grecia. Montañas peladas, llenas de arbustos y algunos árboles de vez en cuando. A la derecha tenía el mar, con la mayoría de las playas olvidadas y algún pueblo de vez en cuando. He parado en un pueblo al lado del mar para nadar un poco y tal como me temía, el agua estaba bastante sucia, o así me lo ha parecido. Esta zona de Turquía está entre dos estrechos entre el Mediterráneo y el Mar Negro, circulan muchos barcos y el agua debe estar bastante estancada. Aun así he nadado un poco y en algunas zonas el agua estaba helada. Bueno, quizás el agua no estaba tan estancada como pensaba. He llegado a la gran Estambul, una ciudad de 12 millones de habitantes. Por sí sola es mucho más habitada que muchos países Europeos. Ya me lo esperaba pero aun así, Estambul me ha sorprendido por su modernidad y riqueza. Grandes Edificios, grandes avenidas, coches nuevos y la gente vistiendo exactamente como el resto de Europa. Preguntando he conseguido llegar al centro. Bueno, una ciudad de 12 millones de habitantes no puede tener un solo centro, pero he llegado al punto donde había quedado para encontrarme con Sinem, una chica que había contactado a través de Internet. Cuando he llegado a la Plaza de Taksim me he dado cuenta que aparte de las grandes avenidas, el resto de la zona eran pequeñas callejuelas por donde no podía entrar la Hymer. He dado algunas vueltas y he encontrado un agujero en uno de los pocos lugares donde se podía aparcar de las avenidas. Ha venido un hombre y me ha dicho que le tenía que pagar por el aparcamiento. Hemos estado negociando el precio y le he pagado unos 10ˆ. Después me he dado cuenta de que le he dado demasiado pero mañana ya me discutiré con él. Me he encontrado con Sinem y una amiga suya y hemos ido a pasear por un paseo que salía de la plaza Taksim. Un paseo similar al Portal del Angel de Barcelona, lleno de centros comerciales y gente, pero mucho más largo. La amiga de Sinem se quería comprar una falda y mientras tanto he intentado mantener una conversación fluida con Sinem, que le costaba bastante expresarse en Inglés. La Sinem es una chica sencilla y amigable. Trabaja de ingeniera, aunque no he sabido entender en qué especialidad. Se considera musulmana, a pesar de todo hemos ido a beber una cerveza. Entonces le he comentado que en España, los pocos musulmanes que hay no beben alcohol. Ella me ha comentado que hay gente que opinará que ella no actúa como musulmana, pero ella se siente así. Me ha explicado que en el este de Turkia la gente es mucho más tradicional que en el oeste y en Istambul. Me ha comentado que Estambul está dividido en tres partes, por tres mares o canales, aun así la gente se mueve de una parte a la otra sin problemas. Por ejemplo, nos encontrábamos en la parte Europea de Estambul pero ella vivía en la parte Asiática. 31/05/2006: Esta mañana he cogido la bicicleta y me he dirigido hacia el llamado viejo Estambul. Ha sido un paseo muy interesante. Cómo ya va siendo costumbre en Estambul me ha vuelto a sorprender el aire de modernidad del barrio antiguo, aunque la vida seguía siendo tradicional en muchos aspectos: Pescadores sobre el puente de Ataturk, vendedores ambulantes, los bazars, los cantos de las mezquitas ... Mientras estaba visitando la Mezquita azul, un maravilloso edificio construido hace 400 años, he conocido a un chico muy interesante de Azerbajdzan. Farid trabajaba en el departamento presidencial de Azerbajdzan y se encontraba en transito en Estambul dirigiéndose hacia Rumania, donde tenía que organizar una visita que su presidente tenía que hacer allí. Farid sólo tenía cuatro horas para visitar Estambul pero fue muy amable conversando conmigo un buen rato. Me explicó que Azerbajdzan tiene muchos problemas con Armenia porque según ellos Armenia posee parte de su territorio. Me comentó que si no se arreglan las cosas próximamente podía volver a estallar el conflicto. Después hablamos de religión. Me explicó que después de visitar la Meca se sintió reclamado por Dios y ahora seguía más estrictamente los dictados del Corán. Le comenté que estaba leyendo el Corán por qué me gustaba conocer sobre religiones y le expresé las impresiones que había tenido. El inicio del Corán es muy radical y si lo lees a rajatabla invita directamente a la guerra santa. Pero el Farid me explicó que el Corán necesita de un maestro que te explique el contexto de cada capítulo. Me comentó que el capítulo que yo mencionaba fue inspirado a Mahoma en una época de gran conflicto con Judíos y Cristianos. Entre medio de la conversación, tomé el pulso al mundo con él. Farid opinaba que el principal problema del mundo es que la gente se mata entre ella, es decir, las guerras. Si la gente fuera más bondadosa y amable entre ella se solucionaría el problema. La religión podría ayudar a que hubiera bondad. La solución individual sería empezar ser bondadoso con la familia. En Azerbajdzan tienen un problema político con Armenia que puede desembocar en guerra. Según Azerbajdzan, Armenia tiene ocupado parte de su territorio. Farid se considera feliz porque vive, sonríe, viaja ... Es más feliz cuando a su alrededor la gente también sonríe. El secreto de la felicidad es personal y difícil de explicar. Después fui a pasear entre las pequeñas tiendas del inmenso bazar de kapali Carsi, ocupando un pulcro edificio pintado de tonalidades azules. Allí presencié una curiosa subasta de dinero (dolars, euros ...) con mucha gente llamando y hablando con tres o cuatro teléfonos al mismo tiempo. Después tropecé con una celebración radical de la independencia de Estambul (o algo similar) con música, banderas y consignas. Cuando he llegado a la Hymer, hacia las cinco, el amo del bar que tenía al lado de la autocaravana me ha comentado que el vehículo era demasiado grande y le molestaba. Le he intentado hacer entender que a media noche me marcharía porque me sería más fácil encontrar aparcamiento. Entonces ha aparecido el cobrador de ayer y me ha dicho que le tenía que volver a pagar el mismo precio pactado ayer, pero yo le he dicho que como me marcharía a media noche y él no tenía potestad para cobrarme no le pensaba pagar. Entonces me ha dicho que si no le pagaba me rompería la bicicleta. Y yo que le rompería la cabeza. Entonces ha venido un traductor que ha puesto paz. Finalmente hemos acordado un precio de 3ˆ hasta media noche. Pero el hombre del bar, mientras tanto había avisado a la policía y me he tenido que marchar. Las chicas de ayer ya me habían explicado que había una mafia de aparcamientos a Estambul, puedes aparcar en zonas prohibidas si pagas a la mafia que al mismo tiempo debe de pagar a la policía. He dado unas vueltas más por el moderno Estambul y he encontrado un aparcamiento de pago donde hemos estado negociando un buen rato el precio y finalmente me he quedado. Por la noche me he encontrado con Esra (que también había contactado por Internet) y una amiga suya. Les he explicado el problema del aparcamiento y me han propuesto aparcar la Hymer en un aparcamiento gratuito de la ciudad con vistas en el mar. Nos hemos dirigido allí y realmente el lugar estaba muy bien, pero a unos 10 kilómetros del centro y a unos 200 metros sobre el nivel del mar. He dejado la autocaravana allí y hemos ido con el coche de Esra a beber una cervezas en una terraza cerca del mar. Esra y Ceilán son dos primas muy agradables, ambiciosas y bien situadas en el mundo laboral. Primero se han interesado por mi país, después me han explicado que Turkia está dividida en dos partes bien diferenciadas. El Oeste, es moderno, próspero y muy similar al resto de Europa. En cambio, el Este es tradicional, arraigado al pasado y muy similar a Irán y al resto de países del medio oriente. Me comentaban que es injusto que a causa del Oeste estén teniendo tantos problemas para entrar a la Comunidad Europea. Después tomé el pulso al mundo con ellas. Las dos consideraban que el principal problema del mundo era la falta de trabajo y de oportunidades en muchos países, hecho que provoca hambre, no acceso a la sanidad ... La falta de trabajo se podría solucionar políticamente, pero también con educación. Aparte, Ceilán opinaba que otro problema global es que el mundo rico no ayuda suficientemente al pobre. El principal problema en Turquía es que falta mucha educación, sobre todo en el este de Turquía y con la gente que viene de allí. La solución sería política, destinando más dinero, pero personalmente también participando como voluntario en organizaciones. Ersa se considera feliz por que las ambiciones que tenía se han cumplido y porque tiene nuevas ambiciones que espera que se cumplan, de todas maneras sería más feliz con un chico o marido. Ceilán no se considera feliz porque está muy aburrida de la rutina laboral de cada día, aunque tiene un buen trabajo. Sería feliz si no necesitara ganar dinero, de todas maneras, con el tiempo libre intenta hacer cosas que la hagan feliz. El secreto de la felicidad es mirar las cosas por el lado positivo y estar satisfecho de la propia vida. Cuando nos despedimos delante de la Hymer decidí volver a moverla y volver a intentar aparcar más hacia el centro. Hice los 10 kilómetros por dentro de la ciudad, bordeando el mar, diferentes discotecas de lujo, rascacielos ... Finalmente aparqué en una callejuela de la ciudad antigua donde había otros coches aparcados. 01/06/2006: Esta mañana, mientras estaba escribiendo el diario, han picado diversas veces la autocaravana. He abierto la ventana y había el hombre de una agencia del lado muy enfadado que me ha dicho que me tenía que marchar en seguida. Le he propuesto mover la Hymer un poco más hacia atrás, para que no molestara su negocio, pero me ha dicho que no, que me tenía que marchar. No le he hecho caso y he seguido trabajando. Entonces ha vuelto a venir todavía más enfadado diciendo la calle era suya y que avisaría a la policía. No he entendido porque decía que era suya y he encontrado correcto que avisara a la policía. Pero finalmente ha venido un hombre terriblemente simpático que me ha explicado en un inglés perfecto que la agencia del lado era de alquiler de coches y que pagaban al ayuntamiento por el derecho de aparcar en todo el trozo de calle, aunque no hubiera ninguna señal que lo indicara. He arrancado de nuevo con la intención de volver al aparcamiento de pago del día anterior. Pero a medio camino he preguntado el precio en otro aparcamiento de pago y lo he encontrado muy económico y he aparcado allí a la sombra de un árbol. Antes de entrar en el aparcamiento se me ha cruzado un ciclista cargado de mochilas que ha exclamado "España!! en una pronunciación perfecto. Quizás era español, o no. En cualquier caso, ya hace tiempo que me doy cuenta de que mi viaje no tiene nada de especial, que hay mucha otro gente que viaja, con condiciones mucho más complicadas, y de seguro con muchas experiencias mucho más interesantes de explicar que las mías. He estado trabajando hasta tarde, hasta las seis de la tarde, básicamente traduciendo el diario al inglés. Después me he ido a conectar a Internet para enviarlo. Y finalmente me he relajado tirando fotos en la mezquita azul al anochecer. Mientras estaba enfocando un minarete al lado de la luna se me ha acercado un hombre y me ha empezado a explicar la historia de la mezquita. La mezquita tiene seis minaretes, toda una provocación de los Otomanos hacia los árabes, ya que hasta entonces sólo la mezquita de la Meca tenía seis minaretes. En cualquier caso, los construyeron, aunque no alzaron uno séptimo que también estaba en el proyecto. Me quise despedir del hombre entregándole unas pocas monedas pero me las rechazó y siguió hablando y hablando. Y como era interesante me quedé. Entonces le propuse hacerle una entrevista para tomar el pulso en el mundo con él. No tenía la camera de filmar pero tomé nota. El hombre opinaba que el principal problema del mundo era la falta de trabajo. Este problema en Turquía se solucionaría entrando en la Unión Europea. Creía que el radicalismo y el fundamentalismo era el principal problema de Turquía y quizás del mundo islámico. Se preocupaba de que los sunitas y los chiítas estuvieran enfrentados, que tuvieran diferentes mezquitas para rogar, diferentes "cafe houses" donde relajarse ... Entonces le comenté que según el Corán (que estoy leyendo) el Islam era una religión unida, a diferencia del cristianismo. Su respuesta me sorprendió ya que me respondió que el Corán estaba escrito por un hombre (en vez de ser inspirada por Dios) y que también se podía equivocar. Él no se consideraba feliz, aunque cuando tenía oportunidad de explicar su conocimiento a los turistas para a cambio poder ayudar a su familia se sentía realizado. De todas maneras, sería más feliz si no hubiera guerras y el mundo fuera más limpio. Por ejemplo, él, en vez de tirar las colillas de los cigarros a la calle se las guardaba o las dejaba escondidas en una esquina. Para finalizar, me explicó que todo el mundo tiene el secreto de la felicidad escondido a su corazón, si cuidamos nuestro corazón descubriremos este secreto. 02/06/2006: Había enviado bastantes mails a gente (chicas) de Estambul a través del portal couchsurfing.com. Los había enviado desde Atenas, una ciudad donde no me había podido encontrar con nadie de Internet. Así pues, esta mañana tenía una otro cita, con la Eylem, y su amiga Duygu, que se ha presentado más tarde. Eylem es una chica alocada, risueña, dulce, feliz y llena de amor. Es como el día. Luce unos cuantos tatuajes y piercings y tiene un pasado un poco marcado por las drogas. Ahora sólo fuma marihuana y come setas de vez en cuando, para encontrarse a sí misma. Ella misma se define como una gata hada o como un ángel con alas de plástico. La Duygu es una chica mucho más tranquila, necesitada de amor, romántica, receptiva, responsable pero también soñadora. Es como la noche. No utiliza las setas u otras drogas pero está conectada con la madre naturaleza. Le cuesta más expresarse con inglés, aunque tiene una gran voluntad para comunicarse y expresar sus ideas. De todos modos, los silencios con ella no resultan nada incómodos. La Eylem se presentó con una recipiente con comida típica turca preparado por ella y su tía. No sé si leyó en el diario que últimamente todo el mundo me regala comida típica del país, es un detalle muy bonito. Eran unas croquetas de arroz con aroma de limón envueltas en una hoja verde oscuro y un postre muy meloso y con algunos frutos secos. Hemos ido al llamado Sultanahmet (o barrio antiguo) donde hemos comprado unas cervezas y nos las hemos bebido estirados en el césped a la sombra de árbol. Antes sin embargo, la Eylem y la Duygu han invocado los espíritus de la naturaleza para que bendijeran las bebidas. Después de conversar sobre hadas, sueños, coincidencias, les he propuesto de entrevistarlas para tomar el pulso en el mundo. Según Eylem, el principal problema del mundo es que la gente no se ama y no se respeta. Si la gente tuviera amor dentro de sí harían cosas mejores y se acabarían muchos de los problemas del mundo. Personalmente ellas intentan respetar a todo el mundo y amar lo máximo posible. El principal problema de Turquía es la Educación, que no es accesible para todo el mundo, aparte de que la universidad pública no es del todo buena. La solución estaría en tener más universidades y voluntarios. Eylem es feliz simplemente porque vive, aunque a veces haya problemas. Tenemos que ser felices de las pequeñas cosas y agradecer lo que tenemos, por lo tanto no quiere esperar ser más feliz consiguiendo algo. Duygu creía que el principal problema del mundo es el dinero y las guerras provocadas por éste y el poder. Pensando en los otros se solucionaría parte del problema. Personalmente ella puede intentar explicar a su alrededor que tenemos que intentar amar más y ser menos egoístas. También consideraba que el principal de Turquía era la Educación, y la falta de educación entre mujeres en el Este de Turquía. Explicaba que su abuelo no entendía que ella como mujer estudiara, ya que cuando se casara no lo necesitaría. Ella intenta explicar que eso es un problema. Duygu se considera feliz porque vive y porque ama la naturaleza y la gente. Ella y Eylem son felices cuando abrazan a la gente, pero los otros no lo entienden. Duygu sería más feliz ayudando al mundo y también conociendo a más gente interesante. El secreto de la felicidad es el amor, si hay amor hay felicitad. Les comenté que la gente cuando se enamora a veces se sienten infelices, me respondieron que si el amor fuera incondicional nadie se sentiría infeliz. Por la noche hemos movido otra vez la Hymer hacia Taksim. Esta vez hemos aparcado en otro lugar, también de pago. Hemos bebido otras cervezas en unas escaleras, mientras Eylem y Duygu se hacían pasar por turistas con los chicos que las abordaban. Después hemos ido a bailar y beber más en un par de discotecas o clubes que se encontraban en el ático de un par de edificios. Uno de ellos estaba en el aire libre y me ha sorprendido escuchar entre la música tecno el llamamiento a la plegaria desde los altavoces de una mezquita del lado. Nadie se ha inmutado y todo el mundo ha seguido bailando. 03/06/2006: He dejado Estambul atrás. Atrás he dejado otro vez otras muy buenas amigas. Amigas inolvidables. No sólo en Estambul. Las últimas semanas he dejado muy buenas amigas y amigos en otras ciudades que también han quedado atrás. Hay muchos momentos que me gustaría repetir, alargarlos. Pero no me siento triste. Me siento libre. Me siento lleno de amor que voy extendiendo por todo el mundo. Me siento querido. Me preguntan: ¿"cuándo volverás"? y quizás no volveré nunca. O quizás volveré a repetir el mismo viaje para volver a saludar los viejos y buenos amigos que habré dejado en cada ciudad. Me he despedido de Duygu como si me despidiera de un amor de verano. Yo subido en uno furgoneta amarilla que me tenía que llevar al centro y ella en la calle. Hemos ido diciéndonos adiós con las manos hasta que hemos desaparecido detrás del tráfico. Un par de horas antes me había despedido de la Eylem con un fuerte abrazo. Y de la Denise, con un par de besos. La Denise es la otra amiga suya. Las tres son inseparables pero diferentes. Así como la Eylem es como el sol y la Duygu como la luna, la Denise es como la tierra. Parece material, práctica y autosuficiente. Sol y la luna se persiguen y dan vueltas en torno a la tierra. ¿O era el revés? ¿La tierra junto con la luna dan vueltas alrededor del sol? Este mediodía, las tres amigas me han enviado un mensaje para que me reuniera con ellas en el otro lado de la ciudad, en el otro lado del mar (siempre me confundo y lo nombro río), en Asia. Tal como me han sugerido he cogido una furgoneta amarilla que en seguimiento se ha llenado con ocho personas y nos hemos marchado. Cruzar en el mar (no parece más ancho que el río Danubio), lentamente (a causa del tráfico) desde uno de los dos puentes (sólo hay dos) es todo espectáculo. Los barcos navegando por debajo de, las mezquitas que destacan gracias a sus minaretes, los rascacielos en la parte Europea, las bloques de viviendas en la parte Asiática. La parte Asiática sigue siendo moderna y Europea (en muchos momentos podía imaginarme estar en Barcelona u otras ciudades Mediterráneas). De todas maneras, la parte Asiática es más residencial, sin rascacielos y edificios de despachos, con más supermercados y tiendas de barrio y menos bares, restaurantes, hoteles y tiendas de moda. Hemos estado toda la tarde conversando medio dormidos por el calor y por la fiesta del día anterior. Después me he quedado un par de horas estirado en un parque cerca del mar conversando con Duygu. Entre muchas cosas, me ha explicado la relación que había tenido con su ex-novio, con el que había roto hacía dos semanas. Su ex-novio es un poco esquizofrénico y muy mentiroso. Durante dos años había estado mintiendo a Duygu, según él para hacerla feliz. A Duygu le gusta soñar y él la hacía soñar diciéndole que tenía una casa en Ankara, con un equipo de grabación y muchos instrumentos, que ella podría tocar y cantar en su grupo ... Y muchas otras invenciones. Pero claro, las mentiras no se aguantan para siempre de pie y los sueños de Duygu se hundieron. Ahora estoy escribiendo estas palabras, unos 50 o 100 kilómetros lejos de ella, de ellas. Mañana serán muchos más. Pero no estoy triste. En cierta manera estoy contento. He llegado a Estambul y he conocido una ciudad que me tenía interesado, que desconocía. Y ahora mi viaje seguirá hacia el norte, hacia nuevas ciudades que me reclaman, que me intrigan, que también quiero descubrir: Bucarest, Kiev, Moscu ... Edirne (ver en mapa) 04/06/2006: Habiendo comido he llegado a Edirne, una ciudad a muy próxima a la frontera con Bulgaria y Grecia. La ciudad no aparece a la guía Europea que utilizo, pero aparece como localidad de gran interés al atlas que también utilizo. Simplemente siguiendo la carretera principal he llegado al centro. O por lo menos, a mí me ha parecido que me encontraba en el centro. El centro de Edirne está lleno de bonitas mezquitas. Hay una de inmensa más elevada del resto de la ciudad, rodeada por un parque lleno de gente echada y de niños corriendo detrás de alguna pelota. Hay otra mezquita con dos minaretes bien curiosos, uno es enorme y está adornado con una cenefa en forma de zig-zag. El otro es mucho más pequeño, aunque parece de la misma medida desde alguna perspectiva, y está adornado con una cenefa con relevo en forma helicoidal. La gente paseaba tranquilamente, seguramente porque era el domingo. Algunas tiendas estaban abiertas, en cambio, lo que parecía un bazar estaba cerrado. Me he descalzado y he entrado en la mezquita que se encuentra más elevada. Me he sentado en un rincón y me he relajado admirando las pinturas simétricas de las cúpulas y las paredes y contemplando a la gente que conversaba o rogaba en solitario. Al cabo de un rato de contemplación ha sonado por los altavoces el llamamiento a la plegaria. No me he movido de donde estaba sentado, pero han empezado a entrar creyentes que se han dispersado por toda la mezquita. Han estado rogando, de pie, de rodillas y postrándose en señal de adoración, cada uno desde su lugar y a su ritmo. Pero en un momento determinado, se ha escuchado un canto y todos, unos cincuenta, se han encaminado delante de la mezquita, ocupando cada uno una celda de alfombra, el uno al lado del otro. Entonces, mientras el canto seguía su llamamiento, se han puesto hacer las adoraciones coordinados y en grupo. Finalmente el canto se ha acabado, cada uno ha vuelto al lugar que ocupaba antes y ha seguido la plegaria en solitario. Todo el proceso ha durado unos diez o quince minutos. Al terminar, los creyentes se han marchado o se han quedado siguiendo con la lectura o las conversaciones de antes. Hacia la noche he cruzado la frontera con Bulgaria sin ningún problema (después de pagar una tasa de desinfección del vehículo y de circulación por las carreteras búlgaras) y he hecho noche en un pueblo no muchos kilómetros más allá. Bulgaria Veliko Tarnovo (ver en mapa) 05/06/2006: Cuando he abierto las persianas por la mañana me he dado cuenta de que alguien había tirado un huevo contra el parabrisas. He intentado no molestarme y en la primera gasolinera lo he limpiado en fondo e incidente solucionado. He llegado a Kazanlak al mediodía. Igual que Edirne, Kazanlak no aparecía en mi guía de viajes pero en el atlas aparecía como población de interés o con algún monumento protegido por la Unesco. He aparcado cerca de donde me ha parecido el centro de la población. Allí había una gran plaza donde unos militares parecían preparar un desfile militar. De la plaza salían dos calles restringidas al tráfico, tranquilas pero llenas de comercios y pubs. En un extremo de estas calles he encontrado un museo y he decidido ir a preguntar allí por los puntos de interés de la población. Allí, una mujer muy amable me ha comentado que el museo era uno de los puntos de interés y después me ha continuado explicando que la población es conocida porque hace años se encontraron las ruinas de un antiguo poblado thraciano, del siglo 2 y 3 BC. Este poblado actualmente está bajo el agua porque descubrieron las ruinas justo después de que planearan construir un pantano, muy necesario para la zona. De todas maneras, todas las piezas encontradas allí se encuentran en el museo por donde la mujer me ha guiado. Entre estas piezas hay una máscara de oro, piezas de joyería, ánforas y tinajas griegas ... Después, la mujer del museo me ha indicado que podía visitar una tumba de uno de los reyes thracianos que estaba a pocos minutos de allí. Se ve que la zona está plagada de tumbas thracianas, generalmente construidas con grandes bloques de piedra, cerrados herméticamente, y pintados en el interior. Las tumbas estaban escondidas bajo pequeñas colinas, pero parece que con el tiempo las han ido descubriendo todas. Por la tarde al atardecer he llegado a Veliko Tarnovo, éste sí, un pueblo que recomendaba mi guía de viajes, básicamente por una gran fortaleza en un extremo de la villa. Cuando he llegado, la fortaleza estaba cerrada. Por lo tanto, he ido a aparcar más hacia el centro, que se podía reconocer por la gran cantidad de casinos que había (locales llenos de máquinas de azar). En el centro he encontrado un cibercafè. Después de estar conectado un buen rato he ido a hacer una cerveza en un pub que para ser lunes estaba bastante animado. Las carreteras en Bulgaria están bastante bien, pero nada a comparar con las griegas y las turcas (del oeste). Por otro lado, el paisaje se vuelve mucho más verde. Romania Bucarest (ver en mapa) 06/06/2006: La fortaleza de Veliko Tarnovo no tiene nada especial, aun así, he estado paseando por allí una agradable hora. Después he seguido dirección a Russe, una ciudad que hace frontera con Rumania. Pero me he parado un rato a medio camino, porque la alergia me estaba afectando con ganas la nariz y también me estaba doliendo una muela. Me he tomado algunos medicamentos y después de dormir media horita y comer me he encontrado perfectamente bien y he seguido el camino. Contrariamente a lo que me pensaba, cruzar la frontera con Rumania ha estado muy sencillo y rápido. Un policía Romano me ha preguntado dónde me dirigía y le he comentado: - Ahora voy a Bucarest y después hacia Ucraïna. - ¡Oh no! Tendrías que estar en Ibiza. - Me ha contestado. La carretera que une la frontera con Bucarest está bastante bien, con dos carriles por sentido en casi toda la longitud excepto en unos cuantos tramos donde están construyendo el doble carril. He observado más carruajes tirados por caballos que en Bulgaria (o ésta ha sido mi impresión), y muchos campesinos trabajando el campo, eso sí, como a todas partes. La entrada en Bucarest ha sido un poco caótica. La carretera se ha convertido en una calle estrecha llena de sacudidas que transcurría por el lado de una línea de tranvía. Miles de cables unían los edificios y pósteres en todas direcciones. La ciudad me ha parecido mucho más pobre que Sofía. De todas maneras, cuándo he llegado al centro, siguiendo las indicaciones de un hombre que sabía hablar Italiano, me ha sorprendido su grandiosidad (esta era la impresión que quería causar Cescescu). He aparcado en una callejuela bajo un bloque de viviendas, he limpiado la Hymer, me he duchado y he llamado a Hana, una chica con la que había quedado pero que no me había contestado el último mensaje. Al final hemos quedado en la plaza Universidad. Hana es una chica extraña, rebelde. Siempre ha preferido la libertad al dinero y eso se puede observar en su manera de ser. Ha viajado por toda Rumania y muchos otros países haciendo autostop, durmiendo en cualquier lugar, comiendo lo que la gente le ofrecía, eso sí, siempre en compañía porque cree que sería demasiado peligroso viajar sola siendo chica. Y ahora, aunque tiene un buen trabajo, está planteándose de abandonarlo todo para volver a la carretera. Hace tiempo que mantengo comunicación con Hana a través de Internet, habíamos comentado alguna vez de la posibilidad de viajar juntos, pero creo que en este primer encuentro no ha habido suficiente química como por qué nos animamos a volver a comentarlo. He propuesto a Hana entrevistarla y no se ha mostrado muy interesada. Opinaba que no tenía nada que aportar y que mis preguntas eran demasiadas genéricas, pero finalmente ha aceptado ser entrevistada. Hana opinaba que los problemas mundiales sólo eran problemas si los veíamos como tales, simplemente son sucesos que pasan. Según la Hana, la gente de Rumania se queja que son pobres y que no son felices, pero ella creía que no era real, nadie se muere de hambre, incluso son muy felices. Por ejemplo en Rumania case nadie sufre depresión, no la conocen. Un problema real de Rumania es la corrupción que se solucionará con el tiempo. Ella intenta no pagar a los corruptos para colaborar en su desaparición. Los médicos, maestros, policía ... cobra dinero de la gente para trabajar mejor. Hana se considera contenta, aunque no conoce el término felicitad. La manera de estar más contenta es liberarse y hacer lo que le apetece. El secreto de disfrutar de la vida es trabajar para encontrarse uno mismo para después encontrarse en el mundo. Después de la entrevista hemos andado un poco por la ciudad, en la oscuridad, a un paso muy acelerado (a la Hana le gusta andar rápido). Hemos ido a un local donde nos hemos servido una cerveza y hemos pedido un par de platos a uno de ellos, típico en Rumania: pollo con cerezas. Bueno, según ella no se demasiado típico, aunque me ha comentado que por una parte les gusta comer mucha carne y por otra muchos platos son dulces, como por ejemplo una sopa caliente de frutas que la Hana odia. 07/06/2006: Esta mañana, mientras me preparaba para traducir el diario de Grecia a inglés he tomado una decisión difícil. No traduciré mas el diario a inglés. Pierdo demasiado tiempo y de momento sólo lo reciben unas 200 personas. En cambio, el diario en catalán y español lo reciben unas ocho o nueve mil personas. Ya os expliqué que utilizo una base de datos de emails de la empresa donde trabajaba. Algunos de estos usuarios se han borrado pero muchos otros me felicitan y me animan a seguir escribiendo. Muchos de los que reciben el diario en inglés son amigos que he hecho durante el poco tiempo que llevo de viaje, me sabe mal por ellos, de todas maneras les seguiré enviando las fotografías que vaya haciendo. Estaba desatando la bicicleta de la Hymer para ir a la embajada de Moldavia (y sacarme el visado para entrar en el país) e ir al punto de información turística, cuándo se me ha acercado un chico y me ha preguntado si la autocaravana era mía. Al comentarle que sí se ha empezado a interesar mucho por mi viaje. Me ha explicado que es violinista, solista, por lo que se ve bastante bueno ya que vive de eso (www.romanianpiano.ro) y le ha permitido viajar por muchos países haciendo conciertos. Pero su sueño es retirarse y hacer un viaje similar al mío. Quizás nos encontramos de nuevo en la carretera. Le he propuesto hacerle una entrevista dentro de la autocaravana para mi proyecto, y aunque no tenía demasiado tiempo, ha aceptado encantado. Alexandru opinaba que en el mundo había mucha gente pobre, millones, que no tienen agua corriente, electricidad, suficiente comida ... De todas maneras eso no forma parte del principal objetivo a solucionar por los países. Por otro lado tampoco opinaba que todo el mundo tuviera que disfrutar del mismo nivel económico. La solución tendría que empezar desde bajo, ayudándonos entre nosotros y sintiéndonos mejor ayudando. La gente tendría que conocer estos problemas y preocuparse. Las ONGs son positivas, pero generalmente no del todo eficientes. El principal problema en Rumania son los Rumanos, la manera cómo piensan y cómo actúan a causa de estar tantos años bajo el comunismo. La gente espera ayuda del estado y no quiere trabajar más de lo que están acostumbrados para salir de la pobreza. Que la gente fuera más disciplinada y aceptara las nuevas reglas (por ejemplo de tráfico) es el primer paso de la solución del problema. Él simplemente intenta obedecer las reglas. Alexandru se siente bien, aunque no sabe si definirlo como felicidad. Sería más feliz si tuviera más tiempo para hacer cosas que realmente le gustan. De hecho, le gustaría retirarse de la música y viajar, aunque actualmente se encuentra atrapado por el sistema y es difícil salir de éste. Hay gente que espera ser feliz amándo, o teniendo dinero ... De todas maneras, uno de los secretos de la felicidad es no buscarla, simplemente tienes que estar preparado para ser feliz. En la embajada de Moldavia me han informado de que tenía que ir al consulado y me han dado la dirección. Después he ido al punto de información turística, que según mi guía europea era una agencia de viajes, pero esta agencia de viajes ya no existía. Por lo tanto, en Bucarest tendré que cargar con toda la guía Europea para disponer de mapa, o arrancar las páginas del mapa, o dibujarme un croquis del mapa a mano ... Ya veremos qué haré ... Después de comer he salido a conectarme a Internet. Sin ordenador, porque en ningún sitio me dejaban conectarlo. He vuelto al cabo de un par de horas a la Hymer, donde ya me he quedado porque se ha puesto a lloviznar. Aunque ayer Hana intentara convencerme de que Bucarest es más rico y próspero que Sofía, continúo pensando que no, que es más pobre, pero ya sacaré las conclusiones mañana, que haré la visita turística. 08/06/2006: Al final no iré a Moldavia. Inicialmente no tenía previsto entrar a Moldavia, pero antes de ayer pensé que podía cruzar el país para ir a Ukrania, que quería visitar desde Odesa hacia Kiev. Pero ayer, consultando a la guía de viajes con todos los puntos de interés por la zona, decidí dirigirme hacia el norte, cruzando toda Rumania y sin pasar por Moldavia y llegarme finalmente al Lviv (Ukrania), para después ir hacia el Este hasta Kiev. Serán más kilómetros pero creo más interesantes. Esta mañana he salido a recorrir con bicicleta la mayoría de los puntos de interés de Bucarest según mi guía. Si os tengo que ser sinceros, no es una ciudad que me atraiga demasiado. De todas maneras, tiene un par de iglesias del mil setecientos con unas pinturas muy bonitas en el interior y un gran paseo lleno de fuentes bastante interesante, aunque que también un poco olvidado. Al final de este paseo se encuentra la plaza Uniri, con muchas más fuentes, y más al fondo con el monstruoso parlamento, concebido por Ceausescu. La lástima, aparte de ser monstruoso, es que para construirlo junto con la plaza Uniri tuvieron que destruir un barrio entero. He quedado al mediodía con Tea. Tea es una chica simpática que acababa de tener un examen de periodismo. No sabe demasiado bien como encarar su vida, porque por una parte sus amigas trabajan mientras estudian y en cierta manera le gustaría hacer lo mismo. Pero por otro lado, ella no lo necesita, por que su padre la ayuda. En cualquier caso, acababa de rechazar una oferta bastante buena de trabajo. Hablando de mi viaje me ha comentado que éste es el sueño de casi todo el mundo. Yo le he comentado que también es el sueño de casi todo el mundo tener un coche fabuloso. Entonces ella me ha confesado que preferiría cumplir el segundo sueño. Después de pasear por la Catedral, una zona que curiosamente ella no había visitado nunca, le he propuesto hacerle la entrevista para tomar el pulso en el mundo. Primero se ha mostrado un poco tímida y cohibida, pero finalmente ha aceptado. Tea piensa que el principal problema del mundo es que la gente no puede hacer lo que realmente quiere, quizás por la falta de dinero o la pobreza. Tea colabora como voluntaria en una organización periodística y cree que así ayuda en parte a la solución del problema. El problema de Rumania es la pobreza. Con el tiempo y la ayuda de otros países se solucionará. Tea es considera feliz, intenta sentirse completa en su vida pero al mismo tiempo tener inquietudes. El secreto de la felicidad está en trabajar con gente que te pueda enseñar y a partir de la cual crecer. Por la noche he quedado con la Vera y dos amigas suyas. Las tres trabajan y las definiría como un poco alocadas. Hemos ido al barrio antiguo, donde hay una zona restringida al tráfico muy olvidada, con bastantes bares y pubs. Hemos estado bebiendo cerveza mientras conversábamos y hacíamos broma. Hemos hablado sobre las diferencias entre los hombres y las mujeres, por ejemplo me ha sorprendido que la Vera pudiera conversar concentrada conmigo y al mismo tiempo escribir un mensaje, imposible para mí. He ido a dormir tarde, porque después hemos acabado en un pub con mucho ambiente, donde ponían mucha música que me era desconocida, no sólo romana, y donde me he dado cuenta que las chicas rumanas son un poco tímidas y cerradas, como a mínimo en aquel local. ‹ Anterior (09/04/2006) MES Siguiente (2006-06-08)› ‹ Anterior (2006-05-30 - Turkey) PAIS Siguiente (2006-06-06 - Romania)› |
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