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Este es el diario de Jan. Si queréis recibir este diario semanalmente por correo electrónico, escribid vuestro mail en el formulario de contacto.

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Finland



Helsinki (ver en mapa)

09/07/2006:
Helsinki


Me he despertado tarde. He dormido más de ocho horas. Pero no es extraño, hace bastantes días que duermo mucho, unas nueve o diez horas. Si no lo hago, tengo sueño, y tengo que tomar café. Pero prefiero no abusar de la cafeína y por lo tanto duermo mucho. Pero no me gusta, por que me da la sensación que me pierdo muchas horas que podría aprovechar para descubrir nuevas cosas. En algún momento he llegado a pensar que tengo tanto sueño porque no tengo motivación, pero no lo creo, me siento muy feliz realizando este viaje. Otras veces he pensado que ésta es una consecuencia de no vivir sin planes ni presión. ¿Entonces quizás me tendría que exigir un poco más? No lo sé, estoy muy bien así y quizás dormir tanto no es tan problemático.

He decidido ir a aparcar hacia el centro, pero al abrir las persianas he visto que estaba aparcado cerca de un paseo, al lado del mar, por donde paseaba a bastante gente. Era un domingo de sol, casi calor, me vendían ganas de bañarme, pero no allí. En el paseo había unas plataformas sobre el mar, con unas mesas de madera donde la gente podía lavar sus alfombras y moquetas, enjabonándolas y aclarándolas con el agua salada (o no, me han dicho que el agua del Báltico no es muy salada). Más atrás había unas largas barras de madera donde extendían al sol las alfombras y moquetas que parecían acabadas de salir del mercado.

En la oficina de información de Helsinki ofrecen Internet gratuitamente. Me he ido a conectar allí. Mientras descargaba mensajes he recibido un mensaje al móvil de otra chica del portal hospitalityclub. La he respondido que tenía ganas de ir a nadar, que si le apetecía. Me ha vuelto a escribir diciéndome que sí y hemos quedado un poco más tarde.

Primero me ha propuesto ir a una playa de la ciudad, pero a medio camino me ha sugerido de ir en un lago cerca de Helsinki, en un pueblo donde viven sus padres. El lago era bastante grande, con muy poca gente, rodeado de bosques y con rocas lisas que se adentraban lentamente en el agua, caliente, bastante transparente, muy limpia.

La Salla, la chica que me le ha llevado, estudia teatro (no conocía Hanna, la chica de ayer, pero había visto su obra). También trabaja en una tienda, enseña danza, y hace mil y una actividades más. Pero afortunadamente aquella tarde la tenía libre.

Me ha explicado que en Finlandia la sociedad es muy poco tradicional, muy abierta. A los dieciocho años, ella se fue a vivir con su chico sin que sus padres pusieran ningún inconveniente. Parece ser que es normal marcharse de casa cuando se es mayor de edad. También me ha explicado que en Finlandia se habla el Finés, pero que mucha gente todavía habla el sueco, o cuando menos lo conoce. Ya que antes de las guerras mundiales estuvieron mucho tiempo bajo el dominio de Suecia. También hemos estado mucho rato en silencio. Me explicaba la anécdota de un amigo suyo que viajaba por Estados Unidos en tren, y se encontraba que la gente, si no hablaba o intentaba iniciar una conversación con él se sentían incómodos, en cambio él se sentía muy bien en silencio.



10/07/2006:
Helsinki


Hoy me he levantado temprano, una hora antes de la que tenía previsto, porque todavía no había cambiado la hora del despertador desde Rusia. Pero ha ido bien, porque hoy tenía programado ir al distribuidor de la Hymer en Helsinki para solucionar el problema de la batería y alguno otro pequeño problema. Me he perdido un poco para llegar, por lo tanto he llegado en buena hora.

En la Hymer me han atendido perfectamente, han testado la batería con un aparato y han verificado que el estado de salud era cero. Me la han cambiado sin ningún coste y también han solucionado el resto de pequeños problemas. A medio día ya me encontraba con la autocaravana en marcha, dirigiéndome hacia un supermercado.

Después de comer he hecho un poco de siesta y a continuación he estado trabajando bastante rato, básicamente escribiendo el diario y seleccionando fotos, porque con el problema de los fusibles no había podido trabajar demasiado con el ordenador.

A media tarde, Salla me ha enviado un mensaje que la podía pasar a saludar en un mercado de trastos, donde ella estaba intentando vender a un monton de trastos y roba que quería de sacar de su casa. Parece que en Finlandia en verano todo el mundo haga lo que no puede hacer durante el resto del año, vender y comprar en mercados, limpiar las alfombras ... He llegado al mercado al atardecer y Salla ya lo había vendido casi todo. Hemos estado conversando un poco y después le he propuesto de entrevistarla para tomar el pulso del mundo.

Salla opina que el mayor problema del mundo son las ilusiones, ya que éstas alejan a la gente del presente y de la realidad. Ella sólo puede actuar en ella misma viviendo el presente intensamente. El principal problema en Finlandia es que la gente se olvida de sí misma a causa de la tecnología. Salla se considera feliz porque vive tal como ella quiere. No puede ser más feliz. El secreto de la felicidad es no tratar de buscar este secreto, simplemente vivirlo.

Después de la entrevista nos hemos despedido y he vuelto a la autocaravana a seguir trabajando y a pensar con Alexandra que a estas horas está viajando en tren hacia Budapest, donde cogerá un avión hacia Stockholm y después un barco hacía Turku, donde la estaré esperando el miércoles por la mañana, de aquí un día y medio. Tengo muchas ganas de volver a abrazarla y a amarnos sin pensar en la mañana, ni en el futuro, porque seguramente no existirá para nosotros.



11/07/2006:
Helsinki Helsinki,+Temppeliaukio+church Helsinki,+Temppeliaukio+church Helsinki,+Sibelius+monument Helsinki Helsinki
Helsinki Helsinki,+Uspensky+cathedral Helsinki,+Tuomiokirkko+cathedral Helsinki,+Tuomiokirkko+cathedral   


Esta mañana he estado trabajando todavía más. Escribiendo un artículo para el 9nou y otro para Cambio16, ya que seguramente no podré trabajar demasiado las próximas dos semanas, querré aprovechar al máximo el tiempo que compartiré con Alexandra.

Después de trabajar quería visitar la ciudad con bicicleta y también ir a nadar, pero como se ha hecho tarde, he decidido visitar algunos puntos de interés con la Hymer. Al fin y al cabo se circula muy bien por Helsinki, hay mucho aparcamiento y los puntos de interés se encontraban de camino a la playa donde quería ir (la que me había recomendado Salla). La ciudad, a pesar de ser martes, seguía igual de tranquila que el fin de semana, con gente tomando el sol por todas partes. ¡Se tienen que aprovechar estos pocos meses de luz y de calor!

Primero he parado en un parque al lado del lago Töölönlahti, al centro de la ciudad. Estaba muy tranquilo, había poca gente. Después he visitado la iglesia Temppeliaukio, excavada en la roca. Es moderna pero muy bonita. También he visitado un interesante monumento a Sibelius. Y finalmente he ido a la playa de Hieatamieni, llena de gente, básicamente juventud, y de éstos, básicamente chicas. Me ha extrañado que con tanta cultura del nudismo nadie hiciera topless (no es que lo esperara). He estado nadando un rato, y realmente el agua era muy poco salada. De hecho, había plantas que he identificado de agua dulce que crecían bien cerca del agua.

Después de comer he paseado por el mercado del pescado (kauppatori) que he encontrado muy turístico, sobre todo por los precios, con el salmón más caro que en España, aunque según lo que había escrito no era de piscifactoría. Después he visitado la roja catedral ortodoxa de Uspensky y finalmente la blanca catedral Luterana de Tuomiokirkko.

Al acabar he ido al centro de información turística a conectarme a Internet para enviar los artículos y consultar el correo. Marc, el gerente de Servicios de Internet Javajan, la empresa que dirigía antes del viaje, me pedía de hablar conmigo para consultarme unos temas. Le he llamado y hemos hablado un rato por teléfono. Aparte de hablar de trabajo también hemos comentado rápidamente algunos aspectos personales. Ha estado muy bien, ha sido la primera vez que hablo con un amigo o familiar de Cataluña. Con mis padres mantengo bastante el contacto, pero sólo a través de Internet. Así lo acordamos antes de marcharme ...

Antes de marcharme hacia Turku, donde mañana por la mañana me reencontraré con Alexandra, me he cruzado con unos chinos que hacían media vuelta al mundo. He visto su coche parado en un semáforo. El coche tenía un mapa dibujando de Europa y Asia con todo el recorrido que hacían. Iba a saludarlos pero el semáforo se ha puesto en verde.




Turku (ver en mapa)

12/07/2006:
Turku Turku,+castle Turku,+castle+&+Alexandra


Me he despertado por el ruido de que había en la calle, he abierto la persiana de la cama para ver si el barco proveniente de Stockholm había llegado, y efectivamente un barco inmenso y rojo estaba atracado en el puerto. Me he vestido enseguida, me he arreglado mínimamente y he salido a la salida de los astilleros. Al cabo de poco rato he visto Alexandra saliendo, entre la multitud, me he acercado por detrás y la he abrazado.

El reencuentro ha sido mejor del que los dos habíamos imaginado. Hemos soltado la pasión y el amor que llevábamos acumulados y no ha sido hasta medio día que hemos salido a pasear por Turku.

Hacía sol y viento, no hacía el calor de los días anteriores, más bien fresco. Turku se desarrolla en torno a un río. En la desembocadura hay un gran castillo, medieval, pintado de blanco y con una bonita plaza interior. Más arriba, paseando por el lado del río te encuentras algunos barcos antiguos, algunos de muy bonitos. Los bloques de pisos de los alrededores parecen de verano, con balcones abiertos, algunas flores y símbolos marineros. También he observado bastantes maquetas de barcos, debe ser el pasatiempo del invierno.

Hemos cruzado el río con un pequeño ferry, gratuito, y más arriba lo hemos vuelto a cruzar por un puente delante de la catedral. Volviendo se nos ha acercado un chico que nos ha preguntado de dónde éramos. Después se ha presentado él. Era un americano, mormón. Nos ha intentado convencer de su religión, pero en el observar que quizás lo convenceríamos nosotros se ha marchado.

Turku continúa siendo una ciudad muy tranquila. Según Alexandra, los Fineses son muy simples: la manera de ser, de vestir ... También los edificios. Diría que siguen un arte minimalista. Mientras paseábamos iba haciendo fotos e iba apuntando algunas las observaciones en un papel. Ya hace días que lo hago, así no me olvido de nada que quiera comentar en el diario.

Por la tarde hemos buscado una playa desierta cerca de una carretera que según el mapa transcurría entre pequeñas penínsulas e islas. Hemos encontrado el mar circulando por diversos caminos de tierra, pero ninguno de ellos conducía en ninguna playa desierta, todos ellos acababan en diferentes casas de madera, todas abiertas, sin cerrados, y cada una con un pequeño puerto o pequeña playa. Finalmente, preguntando, hemos llegado a una playa y puerto comunitario. Pero no desierta. Hemos aparcado y hemos paseado por la costa, pero no nos hemos bañado, porque el sol no calentaba suficiente.





Norway

Nordkapp (ver en mapa)

19/07/2006:
Findland Findland Findland Tampere
Alexandra+in+boad Feating+ducks+in+the+island Tampere,+heavy+concert Tampere,+heavy+concert Tampere,+heavy+concert
Tampere,+heavy+concert,+Alexandra+and+people+of+Hospitalityclub Findland Findland Findland
Oulu birthday:+34+years+old! birthday:+34+years+old! Findland Findland Findland
Findland Findland Findland Findland Norway
Norway Norway Norway
Norway,+nord+cap    


Después de una semana circulando dirección norte por una Finlandia plana y llena de lagos hemos llegado en Cabo Norte. El "fin de la civilización", utilizando palabras de Alexandra. Llegar es un hito, un destino, como subir a la cima de una montaña, pero si no disfrutas del camino no vale la pena realizar el esfuerzo.

El jueves, todavía con la fijación de encontrar una playa desierta empezamos a hacer camino hacia Tampere, donde el viernes nos teníamos que encontrar con unos amigos, una fiesta de hospitalityclub. Según el mapa, a medio camino había unos lagos, y efectivamente había uno muy grande. Nos detuvimos al lado de un mapa donde indicaba todos los caminos de la zona y las pocas playas con un icono. Empecé a hacer un croquis del mapa, pero Alexandra me sugirió de tomar una foto del mapa e ir consultando el mapa desde la camera digital a medida que circulábamos por el lado de los lagos. Al final, después de probar un par de caminos sin salida encontramos la deseada playa tranquila y solitaria. Pasamos todo el día allí, paseando, contemplando el paisaje, trabajando mientras Alexandra iba con bicicleta, nadando mientras Alexandra trabajaba, y sobre todo amándonos.

Bien, nadar tampoco nadé mucho, no por que el agua estuviera sucia o fría, estaba bastante transparente y caliente, pero estaba llena minúsculos corpúsculos traslúcidos, de color verde, que identifiqué como huevos de algún pescado o de algún otro animal. En cualquier caso, viendo que en alguna casa del lado había unos niños nadando, hice de tripas corazón y me tiré, pero cuando me adentré más hacia el fondo y empecé a notar unas algas que me rascaban la barriga volví con angustia.

Llegamos a Tampere a media tarde del viernes. Al principio nos perdimos un poco, porque de pronto, perdimos las indicaciones de Tampere y sólo teníamos las de "Keskusta", un nombre que no aparecía al mapa. Por suerte, finalmente dedujimos que "Keskusta" significa centro. Más tarde, nos encontramos con las mismas indicaciones en otras poblaciones y en broma comentamos: "todos los caminos llevan a Keskusta".

En Tampere aprovechamos que la oficina de turismo tenía conexión de Internet para consultar correo electrónico y ponérsenos en contacto con la gente de hospitalityclub que teníamos que encontrar más tarde. Después de utilizar Internet paseamos un poco por la ciudad, a caballo entre dos lagos unidos por un río. El lago del norte está más elevado que el del sur, hecho que provoca un fuerte corriente de agua que desde el siglo diecinueve se utiliza como energía, a sus inicios para la industria textil.

La fiesta de hospitalityclub estubo muy bien, aunque no dejó de ser curiosa. Cuando llegamos ya estaba casi todo el mundo reunido en una gran habitación, cada uno con un adhesivo indicando el nombre y el origen. Las presentaciones han sido bastante formales y frías. En total éramos unos treinta, la mayoría fineses, pero también bastantes extranjeros.

Estuvimos hablando con bastante gente. Una chica me comentó que Finlandia tiene una economía próspera por la ética que impone la iglesia Luterana: trabajar mucho y poca diversión. Otro me comentó que en Finlandia pagan unos de los impuestos más altos de Europa, aun así, temen por el estado del bienestar. Actualmente tienen una mujer como presidenta y eso se nota, ya que por ejemplo tienen muchos parques para niños. Una chica polaca explicó en grupo que en invierno estuvo estudiando en Tampere y llegó a creer que todos los habitantes habían muerto. Tuvo que volver este verano para darse cuenta de que no era en absoluto así. Con otro chico sacamos el tema del sueco, que es lengua oficial junto con el finés, por lo tanto se estudia a la escuela. Entonces recordé que en Helsinki y en Turku, los nombres de las calles estaban escritos en Finés y a bajo en pequeño en Sueco.

Comentamos con Alexandra que la mayoría de los fineses parecen tímidos. Muchos pocos te aguantan la mirada, o sencillamente te hablan como si tuvieras un fantasma a tu lado. De hecho, un día paseando con Alexandra me comentó:
- Los fineses no se giran para mirar a las chicas, contrariamente a los latinos.
Yo respondí maliciosamente:
- Tampoco las miran cuando hablan. De hecho, creo que tradicionalmente, después de años de casados el hombre mira la mujer y dice "no me había dado cuenta que fueras tan bonita", o quizás no, por que cuando la mira ya han pasado demasiados años.

En el encuentro de hospitalityclub había un italiano. Antes de que hablara ya deduje que era español o Italiano por la manera cómo miraba a las chicas, directo y seductoramente. Después se convirtió en el centro de atención con sus bromas y comentarios simpáticos. Hablé con él y le pregunté por su opinión de los fineses. Me comentó que en el Mediterráneo, la gente es muy calurosa y afable, pero cuando les pides ayuda todo el mundo se echa atrás. Tienes muchos amigos pero en realidad no están interesados por ti. En cambio, en Finlandia parecen muy fríos, pero si alguien te habla es que realmente está interesado contigo y sobre todo, si les pides ayuda, se vuelcan.

Después de compartir una cena con comida y bebidas aportadas por todo el mundo y pasadas las largas presentaciones, ofrecieron la posibilidad de hacer una sauna, y la gente (chicos) se empezó a pasear mojados y envueltos en toallas por la sala. Yo y Alexandra nos marchamos entonces.

Al día siguiente quedamos con el mismo grupo para ir con barco a una pequeña isla en medio del lago del sur. La isla tenía playas, áreas de juego, áreas de descanso, bosques... Nos asentamos en una playa, donde nadé un buen rato. El agua era muy limpia aunque un poco fresca. Después comimos y seguimos las conversaciones del día anterior y finalmente jugamos un buen rato un partido de voleibol.

En la isla cogí el pulso al mundo a un griego y al italiano del día anterior, de todas maneras, por un problema técnico con la camera de filmar, sólo he podido volver a visualizar y, por lo tanto, a recordar, un trozo de la entrevista con el italiano.

Claudio opinaba que el principal problema del mundo son las guerras. Los Estados Unidos es uno de los principales causantes de este problema debido a la visión unificadora que quieren crear. Por ejemplo te quieren hacer creer que la libertad es poder escoger entre Pepsi y Cocacola cuando en realidad hay muchísimas otras posibilidades. La solución se encontraría en leer historia para conocer los otros puntos de vista, leer más y ver menos televisión. El principal problema de Italia es Papa y la religión que los mantiene en la época Medieval. La tradición les resta mucha libertad individual. Quizás no habrá solución, simplemente Italia cambiará porque en poco tiempo habrá más chinos en Italia que italianos. Él intentó cambiar a sus amigos, por ejemplo mostrando que se puede vivir solo en Italia, fuera de las comodidades de la familia. Claudio se considera feliz y con muy buena suerte, ya que sus padres siempre lo han dejado actuar con libertad. Sería más feliz teniendo novia y luego una familia. El secreto de la felicidad es la Pizza. Le he comentado que una otra chica italiana, Anna de Milano, había contestado la misma pregunta respondiendo "la pasta". Es curioso la importancia que los italianos dan a la comida, sobre todo como fuente de felicidad.

Por la noche, o al final de la tarde (todavía hacía sol) fuimos con unos cuantos del grupo a escuchar unos conciertos al aire libre, pues aquel fin de semana había un festival de música en Tampere. El concierto era de música heavy, extremista, la gente que deambulaba por allí era bastante rara, muchos tatuajes, piercings, muchas chicas vestidas de gótico. Recuerdo que Alexandra me comentó: "me parece que soy la única chica con el cabello negro que no voy vestida de gótica o negro".

Durante el concierto entrevisté a dos fineses, sin filmar, sólo tomando nota. Jari, de 28 años y vendedor de música comentaba que las religiones habían olvidado su esencia. Si recuperaran su esencia, por ejemplo la amistad se solucionarían muchos problemas. ¿Por ejemplo, Israel y Palestina,"porque no pueden ser amigos"?, decía. La solución estaría al perdonar, que también se encuentra en las esencias de las religiones. Él personalmente, intenta no hacer lo que no querría que otros hicieran, y viceversa. En Finlandia cree que el principal problema se debe a la globalización: los ricos son cada vez más ricos y los pobres más pobres, también las empresas se marchan hacia países más económicos. Jari se considera feliz porque no se toma los cosas seriamente y cree que sus pequeños sueños se harán realidad. No se preocupa por ser más feliz, mañana quizás lo será más. El secreto de la felicidad es vivir la vida como la quieres vivir y tener amigos que te acepten de esta manera.

También entrevisté a Johanna, de 21 años y estudiante de educación. Johanna creía que el principal problema del mundo eran sus desequilibrios que provocan guerras, hambre... La solidaridad sería una solución y por ejemplo hospitalityclub puede ser una buena herramienta para la solidaridad. Ella intenta viajar, conocer y también ayudar económicamente. En Finlandia la gente no se preocupa suficientemente de los otros, quieren poseer muchas cosas materiales. La solución estaría en valorar las pequeñas cosas. Ella intenta ver mundo para entenderlo, estar despierta. Ella es feliz porque ha tenido un año muy bueno, está pasando un fin de semana muy bonito, con buenos amigos, es verano ... (en invierno también es feliz). Pero sería más feliz si ahora pudiera viajar. El secreto de la felicidad es apreciar más lo que tienes que lo que no tienes y vivir al momento.

El domingo por la mañana empezamos a hacer camino hacia Oulu. Escogimos el camino de la costa, más corto, de todas maneras no pudimos ver el mar demasiado rato, la mayor parte del itinerario transcurría entre bosques y prados. La mayoría de las casas y graneros eran de madera y generalmente estaban pintados de rojo, supongo que para reconocerlas entre la nieve en invierno. Al lado de la carretera había muchos tramos con carriles bici, con gente paseando con bicicleta, y muchos con patines y patines con palos, imitando los movimientos del esquí de fondo, como si quisieran mantener los deportes de invierno.

Después de comer puse gasoil, me sorprendió que me pudiera servir yo mismo sin pagar por anticipado ni dejar ninguna documentación, totalmente impensable en la Europa del Este. De hecho, parece que en Finlandia hay muchos pocos delitos. Todo el mundo se porta muy bien, lo puedes observar perfectamente en la carretera, no he visto ningún policía en toda Finlandia pero nadie sobrepasara los límites de velocidad o hace un adelantamiento no permitido. Por otro lado, las casas que hemos observado al lado de las playas, están casi abiertas, sólo protegidas por los cristales de las ventanas.

El lunes fue mi aniversario (34a!). Si no hubiera sido por Alexandra quizás no lo hubiera celebrado, estoy mucho desarraigado de las costumbres de mi país. Estábamos en Oulu, un bonito pueblo de costa edificado delante de diversas islas. Por la mañana, mientras Alexandra trabajaba con mi ordenador, paseé por un pequeño mercado en la calle donde venían libros antiguos, ropa, artesanía y comida. Compré verdura y salmón, era caro, pero mi aniversario se lo merecía. Después paseé con la bicicleta por algunos parques de las islas delante del pueblo.

Después de comer y comer un trozo de pastel, atendí una llamada de Barcelona televisión, trabajé un poco mientras Alexandra paseaba en bicicleta y después fuimos a encontrar a una chica de hospitalityclub que estaba jugando a voleibol con unos amigos. Sólo estuvimos conversando un rato con ella. Comentó que en invierno también se encuentra con los amigos, pero no tanto. También juegan a diferentes deportes dentro de polideportivos. De todas maneras para ella el invierno es un poco depresivo, aunque tampoco hay oscuridad total, tal como me imaginaba, ya que la nieve es muy clara y también ilumina. Entonces comentó que las auroras boreales son muy bonitas, pero no son frecuentes, sólo en días muy fríos.

El martes, después de trabajar un poco más, nos marchamos a mediodía de Oulu hacia Rovaniemi. A la salida del pueblo nos encontramos una pareja que hacían autostop y decidimos cogerlos. Iban hacia Suecia, por lo tanto los llevamos solo durante unos cuantos kilómetros. La pareja era rusa, de una ciudad de los Urales. Curiosamente también viajaban utilizando hospitalityclub, la noche anterior habían dormido en una granja y según me comentó después Alexandra, se notaba por el olor. Les comentamos nuestro itinerario y nos recomendaron no detenernos demasiado en los pueblos, que no tienen demasiado de interés y disfrutar más del paisaje y la naturaleza.

Hacía dieciséis años también había visitado Escandinavia con mis padres, en coche. Recuerdo que entonces mi padre se encontró con el dilema de llegar a Cabo Norte o simplemente cruzar el Báltico por el Norte, ya que eran muchos kilómetros y el viaje sólo lo hacíamos en dos semanas. Entonces no llegamos a Cabo Norte, aunque estoy seguro de que a mi padre lo habría hecho mucha ilusión. Ahora, mientras nos dirigíamos a Rovaniemi, tenía las mismas dudas que había tenido mi padre. Alexandra tenía que estar el día 25 en Stockholm y llegarnos a Cabo Norte significaba hacer muchos kilómetros en pocos días. Pero Alexandra tenía ilusión de llegar y también yo. De todas maneras, fue el comentario de los Rusos que nos decidió a intentarlo, ya que no importaba hacer muchos kilómetros, ya que haciéndolos también estamos disfrutando del paisaje y la naturaleza.

El camino hacia el norte transcurrió bajo unas nubes bajas, de muchos tipos diferentes, que se repetían de días anteriores. Alexandra ya había dicho: "En Finlandia el cielo es mucho más bajo", sería un mal país para el Asterix y el Obelix.

Al final no paramos en Rovaniemi y decidimos seguir haciendo camino hacia el norte y hasta media noche no paramos para dormir al lado de un lago. La última hora antes de parar, el sol se estuvo poniendo lentamente, encendido, brillando al horizonte, próximo al norte. Nos reímos mucho cuando cerca de la media noche nos tuvimos que poner las gafas de sol para poder seguir distinguiendo la carretera. Cuando paramos, el sol ya se había puesto casi del todo. Salí a hacer unas fotos y encontré curioso que una abeja todavía estuviera trabajando a aquellas horas. Imagino que mientras dormíamos el cielo estuvo teñido de rojo hasta que el sol volvió a sacar la cabeza.

Hoy hemos seguido el camino hacia Cabo Norte. Ayer habíamos cruzado el círculo polar ártico. Ahora los árboles eran más bajos y los bosques más espesos. Por todas partes crecían unas características flores de color violeta. La carretera transcurría por el lado de un río, muy ancho y tranquilo. Hemos empezado a cruzarnos con muchas autocaravanas y caravanas, quizás una de las pocas maneras en que se puede viajar por estas latitudes. También nos hemos empezado a encontrar los primeros renos, al principio con mucha ilusión. Al ver los primeros tres, Alexandra ha salido corriendo y saltando de la autocaravana y los ha bien asustado.

Alexandra ha estado conduciendo un rato, un poco insegura pero ha ido bien para poder descansar y para acabar de decidirnos de llegarnos hoy mismo al Cabo Norte.

Por la mañana el sol había desaparecido detrás de las nubes pero hemos seguido con la intención de dirigirnos al Cabo Norte con la esperanza de observar el sol de media noche. A medida que aumentábamos la latitud los bosques han ido desapareciendo. Al llegar al mar de Noruega, aún 200 kilómetros por debajo del Cabo Norte, las rocas han empezado a aparecer estratificadas, como si fueran millones de libros prensados. Entre las rocas, hierbas bajas, musgo, y de vez en cuando, alguna cascada. Al no existir bosques, los renos se han dejado ver sin timidez. Sólo el sol se ha resistido a aparecer, aunque a veces iluminara en algún punto lejano del horizonte, como si intentara provocarnos.

Contrariamente a lo que habría que esperar para el punto más alejado del continente Europeo, el Cabo Norte se encuentra en una isla. Para llegar se tiene que pasar por dentro de un túnel claustrofóbico de casi 7 kilómetros y 212 metros bajo el nivel del mar. El pendiente del túnel es increíble, tanto de bajada como de subida. En el otro lado hay un peaje, con un coste por coche y por persona. En total hemos pagado unos 20 euros. Para acabar de adobarlo, el día, o la noche (eran cerca de las doce) estaba más nublado que nunca.

Hemos llegado al esperado Cabo Norte: un gran aparcamiento de tierra y roca (unos 15 euros por persona), sobre unos acantilats, donde estaban estacionados decenas de autocaravanas y autocares. Hemos salido de la Hymer, encarando un viento polar y nos hemos dirigido al globo terráqueo de metal. Muy lejos, al horizonte se entreveían unos rayos de luz que querían demostrarnos las afirmaciones de científicos y otros turistas: a pesar de ser media noche el sol todavía iluminaba en aquellas latitudes.

Había algunos turistas de los autocares que brindaban con champán. Nosotros volvimos a refugiarnos en la autocaravana y celebramos a nuestra manera este hito.





Sweden

Stockholm (ver en mapa)

24/07/2006:
Norway Norway Norway Norway Sweden Sweden
Sweden Stockhoml,+Alexandra     


El día siguiente por la mañana, cuando nos despertamos, ya no había ninguno autocar. Interesante, horas y horas de viaje para descansar dos horas en un punto que nos dicen que es interesante para después volver hacia abajo. Bueno, nosotros también éramos uno de éstos, aunque hubiéramos pasado la noche allí.

Si el día anterior había nubes en la Cabo Norte, el día siguiente había una niebla helada que invitaba a marcharse lo antes posible. De todas maneras, dedicamos un rato a visitar las instalaciones turísticas del Cabo Norte: un par de bares, una tienda de sovenirs, una oficina de correos (para enviar postales con matasellos del lugar), unas interesantes maquetas de los primeros exploradores y el mirador del rey, una terraza que daba al vacío, a la nada, a la niebla. Se adivinaba que mucho más abajo había el mar porque éste rugía.

¡Inocentes! Pensábamos que el peaje sólo era de entrada a la isla, pero no, de salida tuvimos que volver a pagar los 20 euros. Retrocedimos por la misma carretera unos 200 kilómetros y después nos desviamos hacia el oeste, hacia nuevas tierras noruegas (el Cabo Norte también se encuentra en Noruega), dirección los fiordos.

Estuvo casi todo el día lloviendo, gris. Si no hubiera sido por Alexandra hubiera podido ser un día bien triste, aquél. Por la tarde vimos una imagen poco común a mi país: un zorro con su cría corriendo por el lado de la carretera. Estuvo corriendo un buen rato delante nuestra autocaravana hasta que no se decidió a saltar por un margen.

Durante todo el día nos estuvimos cruzando ciclistas cargados de paquetes dirigiéndose en pareja o en solitario hacia el Cabo Norte. Con Alexandra comentamos que ya no hay nada que puedas hacer de original y extraordinario en este mundo. En cierta manera, ahora empezaba mi viaje hacia el Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica (o el cabo Agulhas, más al Sur aún). Llegaré allí en un año y medio. He comentado que tendría que realizar este itinerario de rodillas y no viajando en autocaravana, eso sí que sería digno de ser considerado una proeza.

El paisaje de Noruega parece de alta montaña, con pequeños glaciares bajo los picos, valles profundos, en forma de U, provocado por antiguos gigantescos glaciares, bosques frondosos. La diferencia de otros paisajes de montaña es que éste está medio engullido por el mar. De esta manera, el agua se introduce kilómetros y kilómetros por los hondos y alargados valles, creando los llamados fiordos.

La noche del jueves al viernes dormimos en la entrada de un fiordo. Puse el despertador para despertarnos al día siguiente, al fin y al cabo dormir más no significaba tener menos sueño durante el día. Hace semanas que durante el día sigo con sueño. Quizás es un problema de respiración causado por la alergia que arrastro, que a temporadas me causa bastante rinitis.

Aquel viernes tenía la nariz bastante mal y cansado de esta situación me tomé una pastilla de antistaminicos. Sabía que esta pastilla provocaba somnolencia, por lo tanto intenté conducir con más precaución. Aun así tuve un pequeño accidente. Es curioso, no recuerdo tener sueño en aquel momento, pero sí que tardé en reaccionar, como si estuviera despistado. Choqué ligeramente por detrás con un coche que quería girar a la izquierda. Sólo produje un pequeño rasguño, pero hicimos papeles, porque las chicas del coche eran Suizas y habían alquilado el coche en Finlandia. Valía más que no tuvieran problemas al devolverlo.

A pesar del pequeño accidente seguimos el camino descendiendo de latitud. No sé el motivo, pero es sorprendente que más al sur, las montañas estén más nevadas o conserven más clapas de hielo. ¿Quizás al brillar menos el sol de media noche se puede mantener más el frío en la cara norte de las montañas?

Por la tarde hemos visto un trozo del arco iris en un cielo totalmente sereno y sin nubes, sorprendente. Después tuve una pequeña riña con Alexandra. Alexandra estaba preocupada no llegar a tiempo a Stockholm donde tenía el vuelo de vuelta hacia Rumania, el día 25. Pero yo estaba cansado de conducir y conducir y no pararnos a ningún lugar de interés, aunque el paisaje fuera maravilloso. Nos encontrábamos a la altura de las islas Lofoten y le propuse desviarnos un poco y relajarnos aquella tarde allí. Según mi guía de viajes las Islas Lofoten son un lugar de visita indispensable (también según los rusos que cogimos haciendo autostop en Finlandia) pero Alexandra decía que allí no habría nada interesante, que sea una pérdida de tiempo. Su pesimismo y mi cansancio me hizo decidir de contradecirla y claro está, tuvimos la riña que con algunas dosis amor se solucionó.

De todas maneras, no llegamos a las Islas Lofoten. Para llegar teníamos que conducir unos 250 km y después recorrirlos en sentido inverso. Pero nos quedamos en una isla próxima a las Lofoten. En la oficina de turismo de la zona nos recomendaron hacer noche en el norte de esta isla ya que de esta manera podríamos observar el sol de media noche. Y evidentemente, como en Cabo Norte no pudimos observar el fenómeno astronómico hicimos noche cerca del mar en el norte de la isla. Cenamos y paseamos por las rocas. El sol todavía se mantenía muy alto. Después miramos una película con las persianas abiertas. Y a media noche observamos cómo el sol se mantenía rojo, próximo al horizonte, pero sin llegar a desaparecer.

El sábado seguimos la marcha hacia Stockholm, teníamos 1400 km para recorrir en tres días, no demasiados, pero nos propusimos conducir unos 600 los dos primeros días, por si acaso.

De la isla cogimos un ferry que nos dejó en el otro lado de un fiordo. No me lo esperaba, pero era uno ferry bastante grande e iba cargado de bastantes coches, autocaravanas y algún autocar. El ferry atracaba al inicio de una carretera, una de las principales, así pues, durante muchos kilómetros estuvimos circulando siguiendo la cola de vehículos que había abandonado el barco.

Por la tarde cruzamos la frontera con Suecia y seguimos circulando un poco más por la noche, por el lado de unos lagos muy bonitos bajo la luz del sol poniente. El mismo día comentamos que quizás había sido un error llegarnos al Cabo Norte. El Cabo es un hito ineludible, pero por otro lado, eso significaba no disfrutar intensamente del resto del viaje, ya que pasamos muchas horas en la carretera sin tiempo a reponer y a visitar el país. No es de extrañar pues, que también comentáramos que Finlandia nos había gustado muy más de Noruega y Suecia. En realidad lo habíamos disfrutado con tranquilidad.

Al día siguiente circulamos los siguientes 600 kilómetros, por una carretera próxima a la costa, en muy buen estado pero muy aburrida, ya que casi en todo momento sólo tuvimos bosques y pequeños pueblos como paisajes. Sólo un sobresalto nos despertó de la monotonía. ¡Maté una gaviota! Sí, estaba circulando a unos 90 km/h cuando de repente se cruzó una gaviota con la autocaravana y chocó frontalmente. Maldije el incidente porque era la segunda vez que mataba un pájaro, justo hacía dos días, poco antes del accidente con las Suizas. No hay que decir que circulé con más aun, no fuera que se tratara de un nuevo aviso. Me extrañó mucho este incidente, nunca había oído hablar de que alguien hubiera atropellado ningún pájaro. De todas, después empezamos a observar que al lado de la carretera también había otros pájaros muertos de vez en cuando. Quizás los pájaros escandinavos no tienen el gen que permite esquivar los coches ...

A la noche, coincidiendo con la puesta de sol, la carretera se ha vuelto mucho más interesante, ya que se ha adentrado por un paraje, próximo al mar y comprendiendo diversas islas, declarado como Patrimonio de la Humanidad.

Hoy hemos acabado de llegarnos a Stockholm. Durante el camino he deducido porque servían contenedores de arena que nos hemos ido encontrando a lo largo de toda Escandinavia. Normalmente están al lado de la carretera y en los aparcamientos. He deducido que se utilizan en caso de incendio, para apagar el fuego. De todas maneras, he hecho la deducción demasiado tarde, porque más de una vez había echado las basuras en estos contenedores bien extrañado de ésta costumbre de llenarlos de arena.

Hemos llegado a Stockholm por la tarde y hemos tenido un poco de tiempo para pasear por el centro de la ciudad. No ha sido demasiado rato, pero como mínimo Alexandra ha tenido oportunidad de conocer la ciudad un poco. Yo ya la visitaré con más calma los próximos días.

Ha estado haciendo calor. Nos ha sorprendido la posibilidad de pasear con manga corta. También he vuelto a recordar que aquí se hace de noche, como mínimo se hace oscuro, a diferencia de los días anteriores.



25/07/2006:
Stockhoml Stockhoml Stockhoml Stockhoml Stockhoml


Esta mañana he dejado Alexandra al aeropuerto. Nos hemos despedido con tristeza, porque hemos pasado muy buenos días juntos y nos echaremos de menos, mucho. Pero no han caído lágrimas, porque muy pronto nos volveremos a encontrar. Nos amamos y hace días que nos hemos comprometido a viajar juntos. De aquí un mes, nos reencontraremos en Polonia y seguiremos juntos el viaje por Europa y después África, Asia y América.

Sabemos que juntos tendremos que superar bastantes problemas, algunos de convivencia. No deja de ser complicado convivir en un habitáculo tan pequeño. Además, yo soy un hombre que con el tiempo se ha vuelto exigente aunque el tiempo también le ha enseñado a que eso no es bueno. Por otro lado, Alexandra , con sólo 22 años, es una chica hasta ahora un poco malcriada. Creo que el resto del viaje por Europa será lo suficiente relajado como para acabar de conocernos y adaptarnos suficientemente, de manera que las dificultades que a buen seguro aparecerán al resto de los continentes se puedan superar con facilidad.

Alexandra sacrificará muchos proyectos para acompañarme, aunque de momento intentará seguir sus estudios de derecho y de criminología a distancia. Dejará el trabajo, aunque ya lo había pensado hacer para aceptar una oferta de trabajo en Praga. Rehusará esta oferta y muchos otros proyectos que tenían su ilusión entretenida. De todas formas confío en que se dejará apasionar por mi proyecto (se ha comprometido a ayudarme) y por muchos otros qué de seguro se le aparecerán.

Tengo muchas ganas de descubrir el resto del mundo con ella. Estos días hemos estado viajando con prisas, sin demasiado tiempo de disfrutar del país, de la gente, el paisaje. Aunque nos hemos tomado el tiempo necesario para disfrutar de nuestra compañía. El resto del viaje por Europa será más tranquilo, no habrá prisax, sólo el compromiso con la familia y los sponsores de estar en casa por Navidad.



26/07/2006:
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Ayer aparqué la autocaravana cerca del mar, en una de las islas de Stockholm, delante de otras islas, teniendo la sensación de encontrarme enfrente de un río y no del el mar. Estuve haciendo el vago, leyendo. También pensé con Alexandra, añorándola. Después, en vez de trabajar, tal como me había propuesto unas horas antes, salí a andar y a hacer fotos por el paseo cerca del mar.

Ayer observé, y hoy, también muchos hombres corriendo, haciendo deporte, en cambio vi a muchas menos mujeres. Después me fijé que por la calle podías encontrarte con bastantes hombres musculados, supongo que de buen ver (no soy experto), en cambio, las mujeres no parecían preocuparse tanto la figura, normalmente con algún quilo de más. Es una imagen bien diferente de Ucrania y Rusia. En Stockholm, parece que la libertad y el feminismo hayan provocado que la responsabilidad de ser atractivo haya pasado de la mujer al hombre. Según me he fijado, culto por el cuerpo también se ve en muchos tatuajes en hombres, y menos en mujeres. Con todo eso no quiero decir que las suecas no sean atractivas, también hay que se hacen ver.

También observé, tal como describía a mi guía, que Stockholm es una ciudad con muchos inmigrantes, la mayoría de piel muy oscura, pero pocos con fisonomía africana. Parece ser que han acogido a muchos refugiados iraquíes. Es curioso pensar que de aquí pocos siglos ya no quedarán demasiados Suecos rubios. Por la calle ya se ven muchas parejas mixtas.

Esta mañana he estado trabajando, escribiendo diario, repasando el trabajo a hacer estos días, apuntando costes de gasolina y kilómetros al ordenador ... Mientras hacía este último trabajo me he dado cuenta de la burrada que hice con Alexandra: conducir 5000 kilómetros en sólo dos semanas. Muchos kilómetros, teniendo en cuenta que hasta entonces sólo había recurrido 15000 en cuatro meses. Realmente había planeado mal esta parte del itinerario con Alexandra, pero teníamos ganas de llegar al Cabo Norte. A partir de ahora el viaje será mucho más tranquilo.

Por la tarde he encontrado una hamburguesería local que ofrecía conexión a Internet gratuita. He estado conectado bastante rato a cambio de degustar un helado. Después he vuelto con la bicicleta haciendo fotos con la luz del anochezer.

Realmente Stockholm es una ciudad muy bonita, una de las capitales más bonitas del mundo según mi guía de viajes, según ellos "la capital de Escandinavia", así lo vi anunciado en la entrada de la ciudad. Buena parte de la vida de la ciudad se desarrolla en el mar, tranquilo, entre las diversas islas pobladas y enlazadas entre sí. A lo largo de casi cualquier orilla de la ciudad te encuentras barcos en fila de uno o de dos. Muchos de estos barcos son antiguos, del siglo pasado o del XIX ... En la mayoría vive gente que hacen su vida tranquila como si se encontraran en su pisito, pero ante la mirada de los transeúntes.

Estaba haciendo fotos por una de estas orillas cuando vi que podía ser interesante hacer una foto desde una plataforma al lado de la cual había anclados dos barcos de lujo. La plataforma tenía una puerta de entrada, cerrada, pero a dentro había unos chicos bebiendo cerveza. Les pregunté si podía entrar a hacer unas fotos y muy amablemente me abrieron la puerta. Mientras abría el trípode se me acercó un chico que me empezó a dar conversación. Hice las primeras fotos con el trípode pero me di cuenta de que la plataforma se movía, que flotaba como un barco. El chico me comentó que realmente era así. También me comentó que a dentro de la plataforma, a bajo, tenían la oficina, una empresa de programación. Explicaba que al principio le costó un poco acostumbrarse a trabajar con este ligero movimiento constante. Respondiendo una pregunta mía me comentó que no es extraño tener una oficina flotante. De hecho hay muchos bares y discotecas anclados a lo largo de la orilla, pero también restaurantes, algún hotel, alguna residencia de estudiantes ...

El chico también me explicó que Stockholm tiene dos partes bien diferenciadas, la que se desarrolla los alrededores de la tierra firme y la de las islas. De aquí el origen del nombre de la ciudad (según él), "Stock" significa tronco, haciendo referencia a la tierra, y "holm" significa islas (en Sueco).



30/07/2006:
Stockhoml Stockhoml Stockhoml Stockhoml Stockhoml Stockhoml
Stockhoml      


Estos tres días me he intentado adaptar a la nueva situación temporal, la de viajero solitario. Pero sólo me he querido adaptar de una manera provisional, ya que en aproximadamente un mes volveré a viajar con Alexandra. En realidad me he encontrado un poco perdido y sin demasiadas ganas de encontrarme con gente. De todas maneras escribí a diversa gente de hospitalityclub. Sólo me respondió un chico que al final no pudo quedar. También contacté a un español de Couchsurfing (definitivamente el portal vuelve a funcionar correctamente, aunque ahora utilizo más hospitalityclub) que había escrito en un mensaje en un forum comentando que estos días visitaría Stockholm. También me respondió pero al final no se presentó a la cita.

El jueves dediqué toda la mañana a dormir y a trabajar. Por la tarde salí a hacer diversas gestiones: buscar dónde estaba la lavandería que mi guía mencionaba, comprar un protector para el objetivo de la camera de fotografiar (lo había perdido en Oulu, Finlandia), comprar unas pinzas para que los pantalones largos no se enganchen con los pedales de la bicicleta (las que había comprado a España, de plástico, se habían roto), preguntar precios por el ferry de Stockholm a Tallin, comprar un medicamento para mi nariz en la farmacia ... Después me conecté a Internet y finalmente recorrí un poco la ciudad.

Stockholm es una ciudad con muchos carriles para bicicleta. Hay muchas circulando y pocos coches. De hecho, creo que actualmente se tiene que pagar para entrar en el centro de la ciudad, pero yo no he pagado, claro, todo está en sueco y yo no lo entiendo. Recurrí con bicicleta las islas de Skeppsholmen, con algunos parques y un museo de arte contemporáneo, y Gamlastan, donde está el barrio antiguo de la ciudad, con calles estrechas, empedradas y casas que me recordaban el estilo germánico.

El viernes por la mañana fui a la lavandería, mientras esperaba trabajando con el ordenador (pude conectarme a Internet gratuitamente utilizando la conexión de algún vecino), entraron dos hombres y una mujer que hablaban español. Los pregunté de dónde eran y me comentaron que de Murcia. Les pregunté si estaban en Suecia trabajando.
- Claro - me respondieron - El que va a una lavandería es porque trabaja, no vendrán los que están de vacaciones. Seguro de que tú también trabajas.
- Bueno, sí, estoy haciendo un trabajo que me gusta mucho, tanto que se podrían considerar vacaciones.
Les comenté que estaba haciendo la vuelta al mundo pero no les interesó nada, quizás no me creyeron. Ellos me comentaron que eran conductores de autobuses y la chica guía. Seguí trabajando y ellos con su conversación pero de repente oí que hablaban de que habían matado algún pájaro y les pregunté sobre el tema. Me respondieron:
- Sí, aquí se matan muchos pájaros con el autobús. Un día en un solo trayecto maté seis - e hizo el ruido "plas", "plas", "plas" ... y el gesto de cómo los fue aplastando - En España también se matan, pero muchos menos, se ve que aquí son menos listos.

Después de la lavandería me paré a comprar verdura y fruta en una parada en una plaza. Estaba muy cara. El vendedor viéndome extranjero me preguntó de dónde era. Le dije que de España y me empezó a hablar medio en español medio en portugués. Él era de piel oscura y también le pregunté sus orígenes. Me dijo que era iraní. Hubiera querido conocerlo un poco más, pues parecía simpático, pero desistí después de que intentara engañarme dos veces, primero con el peso y después con el cambio. Eso sí, miles de disculpas después de cada error.

Por la tarde estuve bastante rato conectado a Internet desde la hamburguesería. Alexandra necesitaba hablar conmigo y estuvimos conversando bastante rato utilizando el messenger. Ella está tomando una de las decisiones más importantes de la vida, dejarlo todo por amor. Naturalmente necesitaba apoyo, saber que realmente la amaba, que la quería conmigo, que todo iría bien.

Después de hablar con ella seguí un rato más conectado a Internet, pues a fuera llovía. Recibí un correo de una chica que me insinuaba que yo estaba viajando porque estaba buscando alguna cosa, algo que quizás también podría encontrar en mi país. Como la novela "El alquimista", de Paolo Coello. Le respondí: "No creo que busque nada viajando, no siento que me falte nada a la vida, simplemente siento que ésta es mi vida, el viaje".

Por la noche estuve pensándome si salir a ver el ambiente nocturno de la ciudad, pues era el viernes, pero Alexandra estaba demasiado presente en mi pensamiento y al final me quedé viendo una película.

El sábado por la mañana estuvo lloviendo. De nuevo lo aproveché para trabajar, escribir un poco más el diario, escribir un artículo para el 9nou ... Después fui a comprar el billete hacia Tallin. El día anterior no tenían conexión en Internet y no podían consultar las reservas. Pero entonces ya no había plazas por el mismo día, por lo tanto me conformé con una plaza para el domingo. ¡175€, una barbaridad! Cargar el coche es caro, pero por otro banda no hay butacas y te obligan a reservar una cabina, compartida, eso sí.

A continuación me conecté a Internet para enviar el diario de Rusia, también traducido al inglés, porque Alexandra se ha comprometido a ayudarme en el proyecto mientras viaje conmigo y ya ha empezado a colaborar con ganas. También envié bastantes mensajes de teléfono móvil a gente del portal hospitalityclub, con la esperanza de encontrarme con algún Sueco antes de 24 horas.

Por la tarde estuve leyendo. Más tarde fui a comprar en un supermercado, tenía las reservas de comida casi a cero ya que estaba esperando llegar a Estonia para comprar. Y efectivamente, tal como me pensaba la comida estaba carísima. También voy con reserva de gasolina con la esperanza de encontrar una gasolinera justo desembarcar del barco.

Después de la compra fui a hacer una larga vuelta con bicicleta por el barrio de Sodermalm, con bastantes bares y ambiente nocturno (cómo comprobé después), los jardines de Djurgarden y el barrio de Ostermalm, éste muy tranquilo.

No me habían contestado ningún mensaje de los que me había enviado por la mañana. Así pues me decidí de salir un poco, aunque estuviera solo. Fui a un club que recomendaba mi guía. El local era medio moderno medio casual. La música sonaba baja y había bastante luz pero la gente bailaba bastante, en el sótano, arriba sólo había gente conversando. La fauna humana era muy similar a la observada los días anteriores por la calle: chicas más bien gordas y chicos de todo tipo: musculados, grandes, iraquíes, negros, gays (o no) ... Sí, los chicos se tocaban entre sí para gustar las chicas, es el mundo al revés, en mi pueblo las chicas se tocan entre sí para atraer a los chicos. No sé si estoy demasiado enamorado de Alexandra pero no había ninguna chica que valiera la pena. Un chico me dio un poco de conversación y me comentó lo mismo: "Stockholm es como una pequeña América". En la entrada había dos colas, una que estaba cerrada, rodeada por una cuerda, en la otro cola había la gente que quería entrar. Al salir, la cola que estaba rodeada por la cuerda todavía existía, llena de gente fumando. Claro, entonces me he dado cuenta de ello: era el área de fumadores, los tenían allí fuera fumando, cerrados como en un corral de vacas.

Hoy me he conectado un rato más a Internet y he estado haciendo un poco el vago, finalmente me he dirigido hacia el muelle de donde salía el ferry hacia Tallin. De camino me he cruzado con una pequeña manifestación donde ondeaban banderas del Líbano y chillaban consignas en contra de Israel. Ya hace días que leo los titulares de éstas noticias nada alentadoras para la paz mundial y del Medio Oriente.

El ferry con el que tenía que hacer la travesía por el mar Báltico era muy grande, así pues, había muchos coches haciendo cola para entrar en sus bodegas. Mientras esperaba se ha parado en mi lado un ciclista cargado de paquetes. Le he preguntado de dónde venia y me ha dicho que era de Estonia. A continuación me ha comentado que había estado haciendo una pequeño viaje por Helsinki, Turku y Stockholm.

En el barco me han asignado una cabina con un ruso, bueno, lo supongo porque sólo llegar ha puesto un canal de la televisión en ruso y se ha puesto a dormir. También había otro chico tatuado que ha llegado bastante más tarde. De todas maneras, no me he quedado cerrado a la habitación, he ido a ver la salida del barco.

Stockholm es exactamente una gran ciudad portuaria y llena de turismo, durante la primera media hora he podido observar 4 grandes ferrys más, de diferentes compañías, que entraban o salían del puerto. Después nos hemos adentrado en un laberinto de islas, navegando durante bastantes horas entre ellas antes de salir a mar abierto. Todas las islas, las que tenían una medida considerable, estaban habitadas. Algunas con casas sencillas y otras que se aproximaban a palacios.

En el barco había conexión en Internet wireless, y lo he aprovechado para conversar un rato con Alexandra. Después, viendo que el ruso continuaba durmiendo con la televisión a todo volumen he ido a recepción para pedir una nueva habitación, con la esperanza de que me asignaran una de vacía. Simplemente he comentado que uno de los compañeros de habitación roncaba mucho. Me han asignado una habitación donde me han dicho que había un chico normal. Pero en entrar me he encontrado con una pareja, un chico y una chica, mirando la televisión, cada uno en su cama. Los tres nos hemos quedado mirando sorprendidos y entonces he exclamado: "Creo que buscaré una nueva habitación". He vuelto a recepción y he preguntado si me podían asignar otra habitación. Me han preguntado el motivo y se lo he explicado. Les he pedido de no actuar en contra de la pareja, pero el chico de la recepción me ha dicho que estaba prohibido compartir la habitación con una chica y ha enviado un macarra de seguridad. A mí me ha asignado una nueva habitación, esta vez para mí solo. Pero no he ido, he esperado que la pareja subiera a recepción y que salieran con nuevas habitaciones asignadas. Entonces me he dirigido a elos y les he pedido disculpas ofreciéndoles mi habitación (con la esperanza de que al chico no le hubieran asignado mi habitación de antes). Pero se ve que a la chica le habían asignado otra habitación vacía y todo solucionado.





Estonia

Tallinn (ver en mapa)

01/08/2006:
Estonia,+Tallin Estonia,+Tallin Estonia,+Tallin Estonia,+Tallin Estonia,+Tallin Estonia,+Tallin
Estonia,+Tallin Estonia,+Tallin Estonia,+Tallin Estonia,+Tallin   


Después de quince horas de travesía, a las 10 de la mañana el ferry llegó a Tallin. El control de pasaportes en la frontera de Estonia fue muy rápido, el más rápido de todos los países de fuera de la communwealth. De todas maneras, es normal teniendo en cuenta la gran columna de coches que estaba esperando a la salida del barco.

Aparqué al lado de una iglesia, cerca del centro. No tenía prisa para visitar la ciudad, pues de la mucha gente que había escrito a través de hospitalityclub sólo me había contestado una chica que no podía quedar y otra que vive a las afueras para quedar a partir del día 2. Esta vez también había escrito a unos cuantos chicos pero ninguno de ellos parecía interesado para quedar.

Así pues, la mañana la dediqué a leer y a comprar en un supermercado alguna cosa para comer. Por la tarde salí a visitar la ciudad, a pie y tranquilamente. Subí a la parte alta de la ciudad, amurallada y nombrada Toompea. Allí hay un castillo o fortaleza, sede del gobierno. Me ha hecho gracia el nacionalismo que se respiraba en la descripción turística del castillo: "La fortaleza siempre perteneció a los extranjeros hasta que en el 24 de febrero de 1918 Estonia se convirtió en un estado independiente", sin mencionar después la posterior integración en la Unión Soviética.

La ciudad ofrece mucha información turística, con mapas e información delante de los principales monumentos. Delante del castillo se encuentra la catedral ortodoxa Alexander Nevsky. Me fijé en el símbolo de la cruz sobre las cúpulas. Recientemente había leído que en muchas cruces ortodoxas figura una media luna en el pie, signo de victoria sobre el Islam. Y efectivamente, aquéllas lo tenían.

El castillo y catedral se encontraban el inicio de la ciudad antigua, con calles empedradas, nuevas iglesias, casas medievales, con grandes ventanales, tejados inclinados, colores claros ... Desde algunos lugares se podía disfrutar de una muy buena vista sobre el resto de la ciudad. Justo a el pie seguía la misma ciudad antigua, también amurallada y más al fondo empezaba la ciudad nueva con unos cuantos edificios y chimeneas de fábricas que se disputaban la altura.

Abajo, la ciudad antigua seguía la misma línea. En el centro había una gran plaza dominada por bonita una casa consistorial gótica. Cansado de andar entré en una iglesia donde estaban a punto de hacer un concierto con órgano y voz soprano. Estuve un rato, la mujer cantaba muy bien, pero el órgano parecía desafinado o el organista no lo tocaba demasiado bien.

Por la noche, después de ducharme y cenar fui a hacer una cerveza en el caso antiguo. Me llevé un libro y seguí leyendo. Estoy leyendo un libro sobre salud del viajero, muy útil para viajar a zonas subdesarrolladas con más seguridad, a pesar de que nunca con una seguridad del 100%, hecho que puede volverte un poco paranoico.

Esta mañana he ido a hacer una larga vuelta en bicicleta, hacia el norte de la ciudad, por el lado del mar y hasta un puerto deportivo. Delante del puerto había unas interesantes ruinas de un convento y más hacía el interior un jardín botánico. No tenía ninguna referencia del jardín botánico, pero como estaba mencionado en el mapa de Tallin que cogí del barco dirigí allí. El jardín era bonito, lo tenían muy cuidado, pero tenía muy poca información de los árboles y plantas que había.

Por la tarde he estado leyendo un poco, reponiendome del esfuerzo de la mañana, cuando de repente, pensando qué haría después he decidido salir de la ciudad (al fin y al cabo ya la había recurrido casi toda) y visitar un parque natural a unos 60 km al este de la ciudad que según mi guía era muy interesante. Antes he parado a poner gasoil y a comprar en un supermercado y a continuación he conducido estos kilómetros hasta el punto de información del parque donde he aparcado y he pasado la noche.




Primil (ver en mapa)

02/08/2006:
Estonia,+Lahemaa+National+Parc Estonia,+Lahemaa+National+Parc Estonia,+Lahemaa+National+Parc Estonia,+Lahemaa+National+Parc Estonia,+Lahemaa+National+Parc


En el punto de información del parque nacional de Lahemaa me han recomendado un par de itinerarios que transcurrían cerca de la costa, uno se podía hacer en bicicleta y el otro a pie. Al final me he decantado por la caminata. El camino se adentraba por un bosque de pinos, a pocos metros del mar. El mar, y también el bosque, estaba lleno de rocas, algunas muy grandes a las cuales ponen nombres. La chica del punto de información me había comentado que estas rocas eras originarias de Finlandia y que habían "rodado" hasta aquí empujadas por los grandes glaciares durante la era glaciar.

He dedicado buena parte de la excursión a agudizar mi sentido auditivo, a intentar captar todos los ruidos que me rodeaban: mis pasos sobre la arena, sobre los guijarros, sobre ramillas, sobre el musgo, sobre la tierra firme; el ruido de las olas; el viento entre las hojas y los árboles; algunos pájaros; el chirriar de algunos troncos medio abatidos ...

Después de un par de horas y media caminando he llegado otra vez a la Hymer. Entonces me he dirigido con la autocaravana a otro punto del parque donde había dibujado una gran roca en el mapa. Después de contemplarla he comido, he trabajado un poco, he limpiado la casa y me he marchado hacia Primiläe, un pequeño pueblo en el sur de Tallin donde me esperaban Anna, Vladimir, su marido, y Eric, su hijo de cuatro meses.

Anna es de origen ruso, hace cinco años conoció a Vladimir a través de Internet y ahora vive a Estonia. A pesar de la independencia de Estonia de Rusia no siente que haya discriminación en la calle hacia los Rusos, de hecho un alto porcentaje de la población es de origen ruso. En las ciudades y en el oeste del país se habla bastante estonio, pero en el este se habla bastante el ruso, aunque haya dejado de ser oficial.

Anna y Vladimir también me han comentado que la gente no es demasiado nacionalista, que más bien es un sentimiento que intentan fomentar a los políticos. De hecho, dijeron que la independencia no la obtuvieron ellos, más bien les fue dada. ¿Durante el colapso de la Unión Soviética Ieltsin declaró la independencia de Rusia de la unión Soviética (irónico, no?) y a partir de aquí el resto de repúblicas se añadieron.

Les he preguntado por las otras repúblicas Báltico y me han comentado que los Lituanos son gente muy abierta, parecidos a los italianos; los estonios son más próximos a los fineses y los de Làvia son un entremedio.

Vladimir es ingeniero y trabaja para el estado controlando el abastecimiento de energía eléctrica. Le han llamado mientras se estaba quejando de la poca industria que hay en Estonia, porque las empresas occidentales prefieren invertir en Asia, aunque en Estonia los salarios también sean muy bajos. Se ha tenido que marchar a Tallin para solucionar un problema de abastecimiento. Según su mujer es un mal trabajo por lo poco que cobra. La esperanza la tienen depositada en una entrevista laboral que próximamente tendrán en Londres.

Anna ha preparado cena mientras me dejaba utilizar su conexión de Internet, después hemos seguido la conversación mientras intentaba dormir a su niño, que se ha resistido durante un par de horas. Finalmente ha vuelto Vladimir. Me he despedido de él porque mañana me marcharé al mediodía, seguramente antes de que él vuelva, y he ido a dormir a la Hymer aunque muy amablemente me han ofrecido una habitación.




Parnu (ver en mapa)

03/08/2006:
Cuando me he despertado he estado trabajando un poco. Después ha ido a casa de Anna. Me he conectado a Internet mientras ella cuidaba de Eric. Hemos estado hablando un poco del trabajo que supone tener un hijo. Tenía unos cuadros esbozados y medio pintados con pintura al aceite. Entendí que había hecho un curso de pintura durante el embarazo con la esperanza de poder pintar durante los primeros meses de tener a la criatura. Pero Eric la absorbe mucho más de lo que pensaba.

A media mañana he tomado el pulso al mundo con Anna. Anna estaba convencida que el principal problema del mundo son las emociones, las negativas. La gente tendría que saber controlar estas malas emociones. Ella intenta aceptar a todo el mundo y no se imagina haciendo nada malo a nadie. El principal problema en Estonia también son las emociones que los políticos utilizan para actuar en contra de los rusos que comparten la misma tierra. La solución estaría en conocer y tener amigos a los dos lados. Ella no podría hacer nada para solucionar el problema porque está demasiado implicada con el sentimiento ruso y mejor no actuar. Ella es feliz porque tiene una familia encantadora y eso es suficiente para ella de momento, pero más adelante querría desarrollarse como socióloga. El secreto de la felicidad es sentirse seguro, aceptar los errores del pasado ya que éstos también te han formado como persona y mirar el futuro con una sonrisa.

A medio día ha venido Vladimir porque hoy estaba trabajando cerca del pueblo. Hemos comido juntos y hemos estado conversando de viajes, Rusia, el tiempo ... Me ha sorprendido que comentara que en Estonia hace mucho más frío que en Moscú, parece ser por tener el mar más cerca. Preguntándoles por la Salud Pública em Estonia me han comentado que las listas de espera en los Hospitales son muy largas pero que si pagas te pasan al primero de la lista. Lo he encontrado injusto pero por otro lado evitan la corrupción, ya que este dinero lo cobra el estado, y se hace menos necesaria la salud privada.

Por la tarde he empezado a hacer camino hacia Parnu, a no demasiados kilómetros. Ha estado lloviendo todo el camino. El paisaje era ondulado, con los campos segados, bosques, pueblos ... Una imagen similar a Rusia, pero mucho más habitada. He observado unas cuantas cigüeñas andando por los campos y cazando, supongo que insectos o pequeños animales.

Durante el camino he intentado buscar una gasolinera con lavabo público, para vaciar mi lavabo químico, pero no ha habido suerte. En el centro de información del parque natural había unos lavabos públicos, pero la chica que atendía no los quiso abrir cuando le comenté que era para vaciar mi WC. Me indicó otro punto dónde no encontré nada. En la entrada de Parnú he encontrado otros lavabos públicos. He entrado con el bidón de mi WC pero la mujer que los cuidaba se ha negado a que lo vaciara allí, argumentando que haría demasiado mal olor. Le he preguntado dónde podía vaciarlo y me ha contestado que donde quisiera, pero allí no. Le he dicho que si lo vaciaba a fuera estaría contaminando pero me ha vuelto la espalda. Me he dirigido hacia la Playa de Parnú con la esperanza de encontrar otros lavabos. Y los he encontrado pero estaban cerrados con llave. Necesitaba vaciar el WC con urgencia y observando la arena de la playa, abundante, blanca y fina he decidido cavar un agujero esta noche, lejos del mar,y vaciarlo allí. Mi madre me había regalado una pala plegable antes de marcharse, pensaba que nunca la utilizaría, pero ésta sería la primera vez.

Parnu es la capital del verano, pero la pequeña ciudad parecía un poco apagada. Estaba lloviznando, hacía fresco y no había demasiada gente. He decidido visitarla el día siguiente por la mañana aunque he dado un paseo por la playa, grande y con unas cuantas instalaciones para los turistas.

Me he encerrado en la autocaravana y me he puesto a leer. Por la noche he mirado una película. Hacia media noche he salido a hacer un río y a inspeccionar el terreno para la operación "vaciar el WC". Pero los alrededores no estaban demasiado desiertos. Se escuchaba música en un local próximo. Me he acercado. La música era interesante, rock, y el interior del local parecía bastante animado. Iba vestido de cualquier manera y sin afeitar desde hacía días, pero he decidido pagar la entrada y distraerme un rato. El grupo tocaba muy bien. Me han comentado que cantaban en estonio y que eran unos de los más populares de Estonia. La gente bailaba y las niñas chillaban. A la media parte me he puesto a admirar el local mientras me terminaba la cerveza. Entonces unas chicas de una mesa me han hecho señales para que me acercara. Habían visto con evidencia mi aspecto de extranjero perdido.

Las chicas parecían simpáticas y me he sentado con ellas. Después he visto que también eran muy interesantes. Las dos trabajaban a la Cruz Roja y acababan de volver después de ocho meses ayudando a las víctimas del terremoto que hubo en el Cachmir, en Paquistan. Fue a finales de octubre y había habido 80.000 víctimas mortales. La Veronica era de Estonia y en poco tiempo iba a trabajar a Chechenia durante un año, también enviada por la Cruz Roja. Anna era de Belgrado, Serbia, y básicamente trabajaba en la oficina. Le he comentado que había estado en Serbia y que me había gustado mucho Belgrado y se ha puesto muy contenta.

Hemos estado hablando mucho rato de su trabajo y experiencia en el Cachmir, muy gratificante a nivel humano, pero bastante dura. Trabajaban desde que se levantaban hasta que iban a dormir, pero no les importaba teniendo en cuenta la urgencia que requería su trabajo. Por otra parte, aunque intentaban ser profesionales a veces no podían reprimir las lágrimas al escuchar los relatos de algunos supervivientes que lo habían perdido todo, incluyendo a la familia.

He comentado aVerónica, que yo también había querido trabajar y viajar con una ONG después de mis estudios, pero que me había preocupado no encontrar trabajo después de unos años trabajando como cooperante en el extranjero. Ella me ha comentado que no se preocupa por eso, ya que después de trabajar unas cuantos años sobre el terreno cree que podrá desarrollar un trabajo más burocrático a la misma Cruz Roja o en una otra ONG.

Después hemos seguido hablado del Islam en el Cachmir y en el Paquistan. Anna comentaba que trabajaba con tejanos, aunque encima tenía que llevar un vestido que la cubriera toda. De todos modos, ella siempre se negó a cubrirse el cabello. Por otro lado explicaban a de cara afuera todos son muy religiosos y puritanos pero que después, en casa también existe la homosexualidad, la prostitución y que también beben mucho alcohol, aunque sea difícil de encontrar.

Después del concierto me han convencido de ir un rato a un club a bailar y también de acompañarlas mañana a Tartú, la segunda ciudad del país, universitaria.


Tartu (ver en mapa)

04/08/2006:
Estonia,+Parnu:+Anna,+Veronica+i+Portuguesos


Me he despertado a las diez. He ido a inspeccionar uno de los lavabos que ayer estaban cerrados y estaban abiertos. Sin preguntar he vaciado mi WC y asunto solucionado. Un poco más tarde Veronica y Anna me han pasado a buscar. Me han comentado que querían ir a dar un paseo con bicicleta por la ciudad y como yo todavía no la había visitado me he añadido. También se han añadido un grupo de cuatro portugueses que la Veronica y Anna habían conocido en Tallin hacía dos días y que ahora se habían reencontrado casualmente.

Hemos estado recorriendo Parnú, con un bonito casco antiguo, mientras la Verónica iba comentando todos los puntos de interés. Ha explicado que después de la Unión Soviética Parnú está más renovada y colorida, antes no se preocupaban por la estética. Después, paseando por el lado de la playa ha comentado que en invierno el mar se hiela y que entonces se puede conducir en coche hasta algunas islas, a través de carreteras provisionales, aunque se recomienda circular con las puertas abiertas por si acaso el hielo se rompe.

He preguntado a Verónica sobre el nacionalismo en Estonia y me ha contradicho a Anna de Primiläe. Me ha comentado que los estonios son muy nacionalista. En Estonia viven un millón de estonios y medio millón de origen ruso. Son dos sociedades en un mismo país, que no se mezclan, cada una con sus bares, su manera de vestir, su lengua ... De todas maneras no hay conflictos.

A medio día hemos empezado a ir hacia Tartu. Los portugueses también se han animado a venir. Yo he llevado dos en mi coche y la Verónica y Anna los otros dos.

Los Portugueses son muy simpáticos. Todos ellos estaban trabajando pero eran amigos de la universidad, estudiando empresariales y dirección de empresas. Estaban compartiendo quince días de vacaciones visitando los países Bálticos e intentaban conocer a chicas. Los he preguntado por la situación en Portugal y me han comentado que económicamente no están demasiado bien, que hay mucho desempleo agravado por la deslocalización de empresas, que se van hacia países más económicos.

Durante el camino, Verónica nos ha querido enseñar una gran casa o castillo germánico, ya que durante muchos siglos estuvieron bajo su dominio. También nos ha querido mostrar unos pantanales que no hemos encontrado y para acabar nos hemos perdido por carreteras polvorientas. Pero finalmente, después de ayudar a un accidentado y al cabo de cuatro o cinco horas (en vez de dos) llegamos a Tartu.

Me he quedado con los portugueses que tomaban posesión de su pequeña habitación de hotel. Yo he aprovechado la conexión de Internet del hotel y después he entrevistado a uno de ellos, Marcelino.

En Marcelino opinaba que el principal problema del mundo se encuentra actualmente en el oriente medio, la solución tardará a presentarse y será complicada. Pero Portugal y España también habían estado en conflicto hace mucho tiempo y actualmente son países muy amigos. En Portugal el principal problema son los políticos que tienen que parece que sólo se preocupan por ellos mismos. Tendrían que trabajar más para la gente, ya que por eso cobran. Hay demasiada burocracia. Marcelino se siente feliz pero sería feliz si no tuviera que trabajar, aunque eso es imposible.

Después nos hemos vuelto a encontrar con Verónica y Anna y unos amigos de Verónica. He estado hablando con un chico que había estado viajando cuatro meses por Asia. Me ha comentado que viajaba solo y que finalmente la añoranza lo hizo volver. Ahora empezará a trabajar de nuevo de administrador de sistemas. También he hablado con una Ornitóloga. Le he comentado los accidentes con pájaros en Escandinavia pero no me ha sabido explicar la causa, aparte de comentarme que en Estonia es uno de los países de Europa con un número más elevado de pájaros. Entonces me ha explicado que las cigüeñas comen ranas, de esta manera he entendido que ayer las cigüeñas anduvieran por los campos en un día de lluvia. Finalmente me ha comentado que también en Estonia, igual que en muchos otros países de Europa, se dice que las cigüeñas traen los niños. Pero no se dice que vienen de París, tal como se comenta en España.

En el pup donde nos encontrábamos he entrevistado a Anna, a Coliu, el chico que había estado viajando por Asia, y a Verónica.

Anna opinaba que el principal problema del mundo es la hipocresía. Los ricos intentan coger ventaja y aprovecharse de los pobres y después los ayudan haciendo ver que son altruistas. (Lo siento muchissimo, a partir de aquí la entrevista no se grabó correctamente). ...

En Coliu opinaba que el principal problema del mundo son los gobiernos en general, de hecho apostaría por la anarquía y vivir en armonía. Leer más historia es parte de la solución. No creía que Estonia tuviera ningún gran problema. Coliu se consideraba feliz porque después de viajar vuelve a encontrarse en Estonia, no podría ser más feliz. El secreto de la felicidad es encontrar lo que quieres hacer y hacerlo. Coliu disfruta viajando porque viajando es una manera de conocerse uno mismo.

Verónica opinaba que el principal problema del mundo es la rápida destrucción del medio ambiente, la solución se encontraría en los gobiernos y en intentar que el mundo no esté tan dominado por la economía. Verònia hace tiempo que vive a París, allí cree que el principal problema es el incremento del racismo y división de la sociedad. La solución requería acción a diferentes niveles: gobiernos, NGOs ... Individualmente simplemente se tiene que ser tolerante. Verónica es feliz porque está haciendo lo que le gusta. En cierto momento será más feliz cuánto forme a una familia. El secreto de la felicidad es aceptar lo que tienes y lo que te viene y no lo que no tienes o lo que querrías. Verónica disfruta a mucho viajando, de pequeña quería descubrir el mundo y ver las diferentes formas de tomar el té, por ejemplo.

Más tarde hemos ido a un club y los portugueses se han dispersado a ver si cazaban alguna de las atractivas chicas, que a simple vista parecían a tiro. Pero la noche ha transcurrido sin éxito y finalmente me han comentado que en eso de ligar los italianos tienen mucha más experiencia. Hacia las cuatro nos hemos despedido, de Verónica y Anna con un fuerte abrazo, y con los Portugueses con un fuerte apretón y con la esperanza de reencontrarnos al día siguiente en Riga, para volver a compartir una noche de fiesta.





Latvia

Riga (ver en mapa)

05/08/2006:
Estonia,+Tartu Estonia,+Tartu


Tan pronto me he despertado, tarde, me he puesto a trabajar aprovechando la conexión de Internet del hotel. Básicamente he estado escribiendo el diario y organizando una agenda con todos los contactos que me habían contestado a través del portal Couchsurfing de Riga, Vilnius, y Warszava. Esta vez me había respondido bastante gente porque había escrito con tiempo. Tenía la agenda llena para encontrarme con todos. De todas maneras me podré encontrar con pocos de ellos porque Alexandra me ha escrito poco antes de terminar preguntándome qué si era posible encontrarnos este sábado día 12 en Krakov en vez del día 16. Naturalmente lo he dicho que sí, que cuanto antes nos encontráramos mejor.

Antes de salir hacia Riga, mi próxima destinación he dado una pequeña vuelta por el casco antiguo de Tartú. Ayer había visto una bonita plaza con una interesante estatua en medio de una fuente y quería hacerle una foto, de todas maneras la luz no era demasiada buena.

He cruzado la frontera con Latvia sin problemas. El mismo paisaje y la carretera han seguido sin interrupción. He parado a una gasolinera y he visto que vendían gas. Mientras esperaba se ha parado uno todo-terreno y ha cargado el depósito de gas. Después he preguntado si podían cargar mis bombonas de campingaz y el chico se ha ofrecido amablemente, pero no tenía ningún adaptador para cargarlas. Victor Lapenko de Ucrania ya me había comentado que había sido complicado encontrar un adaptador para llenarlas.

Desde Stockolm que intentaba gastar el mínimo de gas, básicamente me duchaba con agua fría y tenía la nevera casi vacía y al mínimo. En Stockolm había mirado a Internet convencido que campingaz tendría un distribuidor alli, pero no lo había. El próximo distribuidor siguiendo mi ruta se encontraba en Warszava. De todas maneras tenía la esperanza de poder llenar antes las bombonas en algún país de la ex Unión Soviética, tal como había hecho Víctor. Pero he ido parando a todas las gasolineras que he ido encontrando por el camino y ninguna tenía un adaptador que pudiera ir bien.

He entrado en Riga y me he sorprendido circulando durante ocho kilómetros por una calle hasta llegar al centro de la ciudad. De todas maneras, después he leído que la población de Riga no llega al millón de habitantes. Me ha sorprendido también, a diferencia de Tallin, cruzarme con bastantes coches de lujo. Se ve más riqueza, o más diferencia entre ricos y pobres.

He aparcado ante la embajada francesa. Era tarde, las once, demasiado tarde para encontrarme con los portugueses, de todas maneras he ido a pasear un rato por Riga y a tomar una cerveza. Me ha dado la sensación que la noche estaba muy orientada al turismo sexual. Similar a Budapest y a Sofía, con diversos bares de striptise, pero aquí parecía más concentrado. Después he entrado en un pub a tomar la cerveza y me ha parecido que las chicas intentaban cazar a algún chico de provecho (extranjero o con dinero) de una manera bastante directa, cosa que no había observado en Budapest ni en Sofía. De todas maneras no he dado ningún paso para conocer a ninguna y me he quedado con las ganas de saber si eran prostitutas o simplemente cazadoras de fortunas.

He vuelto temprano a la Hymer. Por la calle había muchas despidas de solteros (chicos y chicas), muchos italianos (o de aspecto similar) y la gente muy contenta. Anna de Estonia me había comentado que los Lituanos eran como los latínos o italianos y los Latvians entre medio. Ya veré si los Lituanos son todavía más abiertos ...



06/08/2006:
Latvia,+Riga Latvia,+Riga Latvia,+Riga Latvia,+Riga Latvia,+Riga
Latvia,+Riga:+Museu+de+l Latvia,+Jurmala:+fire+party Latvia,+Jurmala:+fire+party Latvia,+Jurmala Latvia,+Jurmala 


Esta mañana he estado visitando la ciudad, tranquila y limpia. El centro histórico es muy bonito e interesante, protegido por la Unesco. Está lleno de edificios medievales, de diferentes estilos, colores alegres, tejados inclinados, grandes chimeneas, grandes ventanas con múltiples divisiones sosteniendo los cristales de medida más pequeña. También hay varias iglesias y catedrales de diversas confesiones. He parado en una de católica donde estaban celebrando una misa, en aquel momento el cura estaba paseando entre los fieles rociándolos literalmente con una pequeña escoba impregnada de agua bendecida.

Antes de volver a la Hymer he entrado al museo de la ocupación de Latvia que mostraba todos los sufrimientos de los Latvianos (y también Estonios y Lituanos) durante la primera ocupación soviética (1940-1941), la ocupación Alemana (1941-1945/45) y la segunda ocupación soviética (1944/45-1991). Describía la primera deportación en 1941 a los campos de trabajos extendidos por toda la Unión Soviética, 15000 personas, de los cuales 1200 eran niños de menos de 7 años. Después sufrieron la ocupación Alemana con la exterminación de los judíos y la represión de la población en general. En 1949 sufrieron la segunda deportación, con 43000 personas, 10000 de los cuales niños menores de 16 años, y también algunos pocos que habían conseguido volver de la primera deportación. Viendo la exposición me he llegado a preguntar si la Unión Soviética hubiera sobrevivido tantos años sin los campos de concentración, sin estos esclavos de los tiempos modernos. Trabajaban sin cesar, excepto los días que la temperatura era inferior a 41ºC.

La exposición también mostraba la resistencia que había habido durante todo aquel tiempo y las manifestaciones previas a la independencia, por ejemplo la cadena humana en 1989 de dos millones de habitantes uniendo los 650 km de Vilnius a Tallin pasando por Riga. Esta exposición me ha contradicho Anna y Vladimir de Tallin que decían que la independencia les había sido dada, que no la habían conseguido.

A mediodía había quedado con Kristine y unos amigos suyos en Jurmala, un pueblo cerca de Riga, con muchos balnearios y con una playa muy larga (32 km) de arena blanca y fina. Definitivamente uno de los principales puntos de veraneo del báltico. Pero Kristine y sus amigos estaban allí por un motivo bien diferente. En Jurmala hay una casa nombrada Undine, punto de encuentro de hipies, artistas, músicos y alternativos en general. Nos hemos reunido allí. La casa parecía encantada, llena de velas, esculturas (muchas de dragones), libros viejos, instrumentos de música, muchos artesanales, paredes pintadas por el artista del momento, calendarios de ocho meses pintados en el suelo (se ve que también hay un misterioso noveno mes) ... A fuera había un concierto con diversos grupos de música folclórica y alternativa.

Había bastante gente y el motivo del encuentro y la fiesta era celebrar el último día del encendido del fuego. Se ve que tradicionalmente, a partir de esta fecha y durante 27 días no se podía encender fuego, ni tanto solo las velas. ¿El motivo? No me lo han sabido explicar bien, pero parece que no se necesita el fuego cuándo hace calor y la claridad tarda a desaparecer por la noche.

Nos hemos llegado a la playa a través de un bosque que también parecía encantado. Allí Kristine me ha comentado que la playa es para ella un santuario, una iglesia. Pequeña creía que Dios se encontraba detrás del horizonte. Mientras nos remojábamos los pies le he preguntado si los Latvianos eran muy nacionalistas. Me ha contestado que no, de todas maneras su amigo Joanis se ha encargado de contradecirla después. También le he preguntado si Riga se había convertido en un destino de turismo sexual y me ha vuelto a responder que creía no, aunque el último año se comentaba estaba siendo así.

Después del concierto estábamos estirados en el césped. Parecían aburrirse, preguntándose qué hacer a continuación y entonces les he propuesto entrevistarlos. No parecían demasiados entusiastas a dejarse filmar pero al final han aceptado. De todas maneras me he quedado con el sentimiento de que quizás no habría de apretar tanto para hacer las entrevistas, aunque entonces haría muchas menos ...

Kristine opinaba que el principal problema del mundo es la crueldad ya que es la causa de la mayoría de problemas. El problema se podría solucionar si la gente tuviera más corazón. Personalmente, actuando con amor cree que podría inspirar a otros de manera que hubiera menos crueldad. El principal problema de Làtvia son los políticos. Cree que los actuales no son demasiados buenos. Si los políticos fueran más jóvenes no habría este problema, de todas maneras ella nunca entraría en la política. La Kristine es feliz, porque vive en el lugar correcto y las cosas que le suceden son buenas. Sería más feliz si aceptara más las cosas que le suceden, incluso las que querría cambiar y no se pueden cambiar. El secreto de la felicidad es ser positivo y abierta. No le gusta demasiado viajar porque a pesar de conocer culturas no le gusta la incomodidad.

Joanis opina que el principal problema del mundo son los políticos. De hecho no está interesado en política. el principal problema en Làtvia son las relaciones entre los rusos y los làtvianos, que se quieren matar entre ellos. Estaría mejor si los rusos vivieran en Rusia y los làtvianps en Làtvia. Al preguntarle si él podía hacer algo para ayudar en la solución ha comentado que no, porque él no tenía al alcance armamento nuclear. Joanis se considera feliz porque tiene todo lo que necesita y no podría ser más feliz. El secreto de la felicidad es la música.

Después de las entrevistas les he propuesto de llevarlos a Riga en coche. Después he vuelto a aparcar cerca del centro, he cenado y me he estirado un rato antes de trabajar un poco. Pero no me he despertado hasta las diez, al cabo de dos horas. Pero me seguía encontrando cansado y he decidido seguir la dormida hasta el día siguiente.





Lithuania

Vilnius (ver en mapa)

07/08/2006:
Cuánto me he despertado se me sentía debilucho, enfermo, con el cuello dolorido. Me he tomado un ibuprofeno y he seguido durmiendo hasta las diez. Entonces ya me he sentido perfectamente bien y me he levantado para empezar a trabajar. A las dos y media ya había acabado de escribir el diario, un artículo para el 9nou y de conectarme a Internet en un bar para enviar el diario de Escandinavia.

Acto seguido me he puesto en camino hacia Vilnius donde a media tarde había un encuentro de gente de couchsurfing y hospitalityclub. He tardado más tiempo de la cuenta, ya que igual que en Estonia, en Latvia y Lituania había unas cuantas carreteras en obras. En algunas de estas carreteras había desviaciones por carreteras secundarias, otras tenían semáforos que alternaban la circulación en ambos sentidos, y el resto simplemente eran lentas.

En una de las carreteras secundarias de Latvia me ha parado a la policía por exceso de velocidad cruzando una población. El policía en ningún momento ha dado señales de ser corrupto. Me ha informado de que me pondría una multa y que tendría que esperar quince minutos.
- ¿Quince minutos? ¡Es mucho!
- Es el protocolo.
Supongo que hacer esperar quince minutos a un conductor que va más rápido de la cuenta es una buena medida disuasoria, más que los 30€ de multa que me ha puesto. Me ha dicho que podía pagar la multa en España si quería.

He cruzado la frontera con Lituania sin problemas. Las fronteras entre los tres países Bálticos sólo tienen un control de policía a diferencia de la mayoría de fronteras que he cruzado hasta ahora, que tienen un control del país de salida y un control diferente del país de entrada. Las tres repúblicas Bálticas parecen bien coordinadas en este sentido.

He llegado a las 8 al encuentro. Había bastante gente, unos cuantos Lituanos (básicamente chicas) y unos cuantos extranjeros (sólo chicos, unos cuantos de Inglaterra). Hemos estado conversando de viajes, de Lituania y un poco de todo. Después hemos ido todos a casa de una chica que aloja a dos chicos a continuar el encuentro y conversaciones.

Allí he hablado con una chica que había estado en el País Vasco en España y explicaba que no entendía que algunos Vascos quisieran ser un estado independiente. Sin querer crear polémica le respondí:
- No entiendo cómo puedes pensar así viviendo en Lituania, un país que después de muchos años de ocupación es independiente.
- Pero Lituania hace algunos siglos ya era un estado independiente.
- También el País Vasco era un estado independiente hace muchos siglos.
De todas maneras, también le comenté que no creía que los sentimientos nacionalistas fueran demasiados buenos en general, ya que provocan muchas guerras.

Más tarde pregunté a un inglés si en Vilnius había mucho turismo sexual. Me comentó que no, porque según él el turismo sexual era ir a Tailandia para estar con niñas de 15 años. Pero después empezó a explicar que había muchos bares de striptese y que en algunas discotecas sólo iban chicos extranjeros porque sólo había chicas Lituanas, muy atractivas, dispuestas a sexo por una noche. No profundicé demasiado más en el tema pero me quedé con la sensación que la historia era similar a la que viví hace unos años en Kènia. En los clubes de Kènia hay muchas chicas dispuestas a compartir la noche contigo, algunas se te presentan directamente como prostitutas, otras no mencionan el dinero hasta el próximo día por la mañana que te piden algunas monedas para poder comer, y el resto simplemente están abiertas al sexo con la esperanza de enamorarte y así poder acceder al mundo desarrollado.

A pesar de ser lunes, algunos de los chicos fueron a Brodway, el club más odiado por las chicas de lo que están dispuestas a ofrecer su cuerpo por una noche. Yo me quedé a dormir en la autocaravana. Con breve ya estaría con mi querida Alexandra, además, al día siguiente quería trabajar y visitar la ciudad.

08/08/2006:
Lituania,+Vilnius:+Brett Lituania,+Vilnius:+Uzupis+Republic Lituania,+Vilnius:+Uzupis+Constitucion Lituania,+Vilnius:+Florian,+Brett+i+Birute


Esta noche, a un hombre borracho me ha despertado. Estaba golpeando la puerta. He abierto la ventana y le he preguntado qué pasaba. El hombre no parecía hablar inglés. Con cara de pena y de sufrimiento se iba golpeando la vena del cuello mientras balbuceaba algo. Finalmente le he dicho que no lo podía ayudar y he cerrado la ventana. Pero ha seguido golpeando la puerta, entonces le he dicho que se marchara, primero tranquilamente, después chillando, y por último, chillando con la alarma activada. Ha vuelto más tarde, ha golpeado más la puerta, se ha puesto a mover la autocaravana e incluso ha intentado desatar la bicicleta ... mientras yo dejaba sonar la alarma. Ha tardado a marcharse, pero finalmente he podido volver a dormir.

Por la mañana me he vuelto a despertar con dolor de cuello y me he tomado otro ibuprofeno. Ha estado lloviendo y he aprovechado para escribir. Después ha parado de llover y me he reunido con algunos de los unos chicos de ayer, un español (de Madrid) que se ha marchado al cabo de poco rato, un alemán (Florian) y un Australiano (Brett). Hemos ido a visitar la ciudad en compañía de dos chicas del encuentro de ayer que nos han hecho de guías.

La ciudad es interesante aunque el día gris no ha acompañado. Tiene un gran casco antiguo, medieval. En el sur de Europa, la arquitectura medieval es oscura, tosca, basada en la piedra vista. Pero aquí, al igual que en el resto de ciudades del centro y norte de Europa que he visitado hasta ahora, la arquitectura medieval es luminosa, con grandes ventanas, paredes pintadas ...

Una de las chicas que nos ha acompañado era historiadora y he aprovechado para preguntarle si en Lituania había conflictos con los rusos. Me ha explicado que no, en parte porque en Lituania los rusos sólo son una pequeña minoría, a diferencia de Estonia y Latvia. Por otro lado se han integrado perfectamente a la sociedad y no hay el odio que he observado en alguna otra parte. Me ha sorprendido incluso ver por la ciudad a un chico que llevaba sin problemas la típica camiseta con las iniciales de la Unión Soviética (CCCP). Bien, me ha sorprendido porque Lituania también fue fuertemente reprimida durante la ocupación Soviética.

La misma chica ha explicado que en Lituania hay mucha tradición pagana, y por lo que observé también en Làtvia. Ha explicado que antiguamente había una tradición matar a una virgen antes de construir un edificio, para dar suerte. También había algunas sectas que mataban niños en sus ceremonias misteriosas. Y parece ser realmente así, porque en una de las iglesias que visitamos había una antigua inscripción en memoria a estos niños asesinados.

Hemos visitado a uno castillo en lo alto de una colina, desde donde había una muy buena vista sobre la catedral y el resto de la ciudad. Al bajar Florian ha explicado porque las escaleras de caracol descienden en el sentido contrario de las agujas del reloj. La razón es simple, si tienes que defender la escalera desde arriba de con una espada podrás golpear mejor en el caso de ser diestro.

Hemos ido a tomar una cerveza y a comer un poco de queso en la República Independiente de Uzupis, un barrio en el otro lado del río, lleno de artistas y de gente alternativa que ha proclamado la independencia de Lituania. Incluso tienen su propia constitución colgada en una de las paredes con artículos del estilo: "Todo el mundo tiene el derecho de amar y de cuidar de su gato"; "todo el mundo tiene el derecho de ser feliz"; "todo el mundo tiene el derecho de estar triste"; "todo el mundo tiene el derecho de celebrar, o no, su aniversario"; ...

Florian es muy cómico, a veces, incluso, te hacía doblar de risa. Brett lo acompañaba de vez en cuando. Tenían un humor un poco extravagante, a veces utilizando juegos de palabras a los que yo no llegaba. Por otro lado, de vez en cuando también guardaban la compostura y mantenían conversaciones interesantes.

Hacia la noche me he despedido de ellos un momento para ir a conectarme a Internet y más tarde los he vuelto a buscar con la intención de salir a hacer unas copas por la ciudad. He traido a una botella de vodka de Rusia y un tetrabric de naranja y lo hemos ido bebiendo durante el camino, básicamente entre yo y Florian. Pasaba bien pero al cabo de pocos minutos buena parte del alcohol ya me había pasado a la sangre. Hemos entrado a Brodway (el famoso club) cuánto yo ya empezaba a tener los síntomas de la peor borrachera de mi vida. Me he instalado cerca de los lavabos, pero no me he preocupado de ir a vomitar a dentro. Finalmente un chico de seguridad me ha cogido y me ha sacado fuera. He descansado un rato. Después me he puesto en marcha hacia la autocaravana donde afortunadamente he llegado sin más problemas.

No he tenido ocasión de fijarme demasiado con la fauna humana del club, pero el ambiente me ha parecido similar al de Riga. Había muchas chicas locales y muchos chicos extranjeros. De todas maneras no me pareció que las chicas fueran tan desesperadas como a la descripción que hice de Kènia, aquí están mucho menos necesitadas.





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