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Diario

Este es el diario de Jan. Si queréis recibir este diario semanalmente por correo electrónico, escribid vuestro mail en el formulario de contacto.

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Slovenia



Ljubljana (ver en mapa)

14/04/2006:
Lake+Bled


Esta mañana me he reencontrado con Lea y nos hemos saludado con un fuerte abrazo. Me ha preguntado qué quería hacer pero yo le he comentado que me encontraba en su país y que ella me podría sugerir mucho mejor qué podíamos hacer. Entonces me ha planteado todo lo que podríamos hacer en un solo día: primero iríamos con su coche al lago de Bled, por la tarde habíamos quedado con unos amigos en que nos enseñarían Ljubljana y a la noche iríamos hacia Novo Mesto, donde vive su chico.

El lago de Bled es pequeño pero entrañable. Justo enmedio hay una iglesia barroca muy pintoresca, en la otra orilla, sobre un acantilado reposa un castillo y en el fondo, los Alpes nevados acababan de adornar el paisaje. Hemos andado hasta lo más alto de una pista de esquí en medio de un bonito bosque que despertaba del invierno. Ha sido una lástima que desde lo alto no tuviéramos una vista completa del lago.

Después nos hemos dirigido con el coche hacia el otro extremo del lago donde se empieza a formar un estrecho valle llamado Vintgar. Hemos andado junto a un ruidoso río hasta que hemos encontrado un cartel que en esloveno ponía: "No pasar, peligro de muerte". Pero con Lea hemos comentado que nos haríamos los extranjeros y que pasaríamos, ya que queríamos visitar unas cascadas que había un kilómetro hacia allá. Pero unos cuantos metros después nos hemos encontrado una barrera justo antes de un puente de madera con unas señales más explícitas, pero también en esloveno. Hemos cruzado el puente con precaución y hemos seguido adelante, pero finalmente unos hombres que estaban cortando un árbol nos han llamado la atención y hemos vuelto atrás.

Volviendo hacia Ljubljana nos hemos encontrado retenciones, en gran medida causadas por coches extranjeros: alemanes, austríacos, checos ... que se dirigían a la costa de Croacia a pasar la semana santa.

En Ljubljana nos hemos encontrado con los dos amigos de Lea, de los cuales no recuerdo los nombres. Han sido muy simpáticos. Nos han hecho un poco de guías de la ciudad y hemos visitado otras partes que no había visitado el día anterior: el ayuntamiento, la iglesia, el mercado ... Finalmente nos hemos detenido a comer un trozo de pastel en un bar, que he comido con avidez porque era ya la tarde y no habíamos comido.

Más tarde nos hemos dirigido hacia Novo Mesto, el pueblo donde vive el chico de Lea. Yo iba con la Hymer siguiendo el coche de Lea, pero a medio camino encontrado retenciones, ya que en este punto todavía no se había construido la nueva autopista. Entonces, he bajado de la caravana y he entregado a Lea uno de los walkytalkies que el esponsor Alan me había dejado. De esta manera, hemos podido continuar conversando más de una hora mientras circulábamos a paso de tortuga.

En Novo Mesto, Lea me ha presentado a Igor, su chico, un chico apasionado por la música. Ha preparado un poco de cena y hemos estado conversando un poco de política. En Slovenia vivieron una convivencia y separación de Yuguslavia un poco complicada y aquí mucha gente me pregunta si en Cataluña los habitantes también quieren la independencia.



15/04/2006:
Lea+i+Igor


Hacia las 10 Lea e Igor me han venido a buscar a la Hymer para ir a dar un paseo a Novo Mesto. Novo Mesto es la quinta ciudad de Eslovenia en número de habitantes pero no mucho mayor que Vic, la pequeña ciudad de Cataluña donde vivo. Es una ciudad que está creciendo ya que muchas industrias europeas están llevando allí su producción. Están contentos con los nuevos puestos de trabajo pero temen que con la próxima entrada a la zona euro, provoque un aumento de los precios, sobre todo de los pisos.

Más tarde Igor me ha preguntado si quería ver víboras y le he comentado que podía ser interesante. Hemos ido a un castillo que estaban reconstruyendo donde en una de sus paredes hemos podido observar una víbora bastante mayor que las ibéricas que tomaba el sol.

Después hemos visitado un bonito castillo, o una gran mansión, en una pequeña isla de un río y allí le he hecho la entrevista a Igor para tomar un poco más el pulso al mundo. Opinaba que el principal problema del mundo era la sobrepoblación y el rápido crecimiento. No era muy optimista respecto a la solución del problema y no tenía claro que la misma, que se aplica en China para evitar la sobrepoblación sea la correcta porque va en contra de los derechos humanos. Igor se considera feliz. El secreto de la felicidad es ser optimista y disfrutar con las pequeñas cosas.

Por la tarde nos hemos dirigido hacia un gran monasterio donde teníamos que encontrarnos con unas primas de Lea: Petra, Tina y Julien (francés y novio de Tina). Juntos hemos visitado una parte del monasterio ya que en el resto viven monjes. También hemos visitado un pueblo antiguo donde podías hacerte a la idea de cómo se vivía hace uno o dos siglos, y otro monasterio donde había unas grandes esculturas de madera producto de un concurso que se hacía no todos los años (me ha sorprendido una casa con fuego a tierra pero sin chimenea. De esta forma, el humo ahumaba la carne que se ponía en el piso superior). Finalmente, nos hemos relajado tomándonos un café y una cerveza en un pueblo que llaman la “Venecia eslovena” ya que se encuentra en una isla en medio de un río. Allí le he hecho una entrevista a Tina.

Tina opina que el mayor problema del mundo es que la gente no se entiende entre ellos y difícilmente se puede solucionar porque la gente se aburre si no crea problemas. Ella puede ayudar a cambiar su entorno pero no más. El problema mayor de Eslovenia es que es un país muy pequeño, con muy poca influencia y no creía que esto fuera un complejo sino una realidad. Tina se considera bastante feliz porque no cree que exista un estado de felicidad absoluta. No habría nada que la hiciera más feliz. El secreto de la felicidad es simplemente disfrutar de cada momento.

Durante todo el día he podido observar por dónde pasábamos o que visitábamos una de las típicas tradiciones eslovenas de Pascua. Es tradición hacer una comida especial el sábado de Pascua pero antes de comerla ha de llevarse para su bendición a la iglesia. De esta manera, a largo de todos los trayectos que hacíamos, podíamos observar mujeres, chicas y niñas con cestos de mimbre cubiertos con una servilleta, que iban hacia la iglesia a bendecir dicha comida. Ésta, podía ser para comer o para cenar, pero en casa Lea han comido a media tarde.

Lea y yo hemos llegado un poco tarde, pero sus padres y su hermana han vuelto a comer un poco para acompañarnos. La cena era a base de lomo de cerdo ahumado, butifarra, un pan casero muy bueno y una raíz que he identificado con un nabo. Dicha raíz, en lugar de hervirla, la comen cruda en pequeños pedacitos acompañando al embutido. Su sabor es amargo pero agradable. Ha sido una cena muy tranquila y entrañable, con una conversación medio en inglés y medio en esloveno que Lea se encargaba de traducir.




Bukosek (Brezice) (ver en mapa)

17/04/2006:
Slovenia Slovenia,+caves+on+the+sand Familia+Lea Futbol+a+Bukosek Tina,+Petra+&+Julien


He pasado un par de días magníficos en Bukosek. En principio tenía previsto marcharme esta mañana, pero todavía sigo aquí. Si el motivo del viaje fuera encontrar un maravilloso lugar en el mundo dónde vivir, éste sería uno de ellos. La gente que he encontrado y los amigos que he hecho han sido encantadores. Y no os engaño si os digo que en Bukosek dejaré un trozo de mi corazón.

Estos dos días he dormido en la caravana pero cada mañana me he duchado con abundante agua en casa Lea y sus padres. También he estado desayunando con ellos, capuchino, pan con mermelada y potica (potitsa), un delicioso pastel que se crea enrollando la masa sobre sí mismo. Estando en Ljubjana, los amigos de Lea me han dicho que era una obligación que me gustara el potica, pero no hace falta que sea obligado porque es imposible que no te guste.

Ayer por la mañana lo dediqué a trabajar, ya que Lea dejó conectarme a Internet con su adsl. Comimos en familia bastante temprano, a las doce. Subí una botella de vino que compré en Italia y les gustó mucho, aunque tenía una graduación mucho más alta que los vinos eslovenos que tan sólo tienen ocho grados de alcohol.

Y después de comer, partido de fútbol. Desde hace más de 45 años que los hombres de la familia y algunos vecinos se reúnen para jugar cada domingo a las dos un partido de fútbol en un claro en medio del bosque. No importa que llueva, nieve o haga sol, porque nunca han dejado de jugar. Ayer participarnos el francés Julián y yo. Vinieron más hombres a jugar. Éramos 12 e hicimos tres equipos. Fue muy divertido jugar entre los árboles tratando de no tropezar con las raíces. Y entre partido y partido, un poco de vino o de cerveza que ayudaba a recuperar las energías. Después de tres partidos de 10 minutos con un resultado de 0-0, tuve el honor de hacer el primer gol y acto seguido llegaron muchos más.

Al acabar el partido y después de la ducha, Lea, sus padres, su hermana Janja y su novio, fuimos a visitar una cueva excavada en la arena en un pequeño pueblo a unos cuantos kilómetros de Bukosek. Esta profunda cueva que había sido reabierta recientemente, había sido utilizada antiguamente para conservar los alimentos y el vino en un espacio fresco.

Por la noche, después de cenar otra vez en familia, fuimos a tomar una copa a Brezice. Éramos bastantes, Lea, su hermana, sus primas, chicos... Fue muy divertido, las cuatro hermanas y primas estuvieron hablando de todos los juegos que solían practicar de pequeñas por el bosque, las obras de teatro que habían representado, las anécdotas de la escuela… Después estuvimos hablando de mi viaje y finalmente me dieron sus direcciones de correo electrónico para que les enviara el diario. Les comenté que iba un poco retrasado con el envío y que por lo tanto, cuando recibieran el diario de la estancia de Eslovenia yo ya estaría bastante lejos de allí. Pero después de un poco de broma, les he tranquilizado diciéndoles que no tenía absolutamente nada malo que contar.

Un comentario de Tina, me cogió un poco a contra pie. Me preguntó si después del proyecto de tomar el pulso al mundo sabría la verdad sobre todos estos temas que me preocupan. Le respondí que tenía la esperanza de obtener mis propias conclusiones, pero que en cualquier caso no dejarían de ser otras opiniones tan válidas como el resto que haya captado durante el viaje.

Esta mañana he vuelto a trabajar un poco, pero a media mañana he ido a la casa de enfrente, donde viven las primas de Lea, y le he hecho una entrevista a Petra, una chica con una sonrisa que enamora.

El principal problema del mundo según Petra, es que éste está dividido en distintos grupos que buscan problemas entre si. La solución estaría en viajar, conocer gente de diferentes culturas y ser amigable. A nivel regional Petra opina, como su hermana, que Eslovenia es un país demasiado pequeño y que la gente en el mundo no está interesada por su país. A nivel personal Petra se encuentra un poco perdida porque no sabe qué objetivo dar a su vida. Si encontrara este motivo para vivir, sería más feliz. Siguiendo la misma línea, el secreto de la felicidad se halla en encontrar el sentido de la vida.

Después de la entrevista, Petra me ha propuesto ir a dar un paseo en bicicleta y yo he aceptado con la condición de estar en casa antes de las doce, la hora de comer en casa de Lea. También han venido Tina y Julien. Hemos estado pedaleando por la acera de una rambla. El día era espléndido, hacía sol pero no calor. Tina y Julien se han adelantado y yo he estado manteniendo una conversación muy interesante con Petra siguiendo el hilo de la entrevista.

Después de comer ha habido otra vez fútbol. Esta vez ha sido más agotador ya que sólo éramos ocho y hemos hecho dos equipos, por lo tanto no ha habido los descansos de la otra vez. De todas maneras, he disfrutado como nunca.

Después del partido, el padre de Petra y Tina me ha pedido un DVD con el trozo del partido de fútbol que ayer filmó Lea con mi cámara. Al final he decidido quedarme hasta el día siguiente por la mañana, así podría editar la cinta de vídeo que tenía grabada.

Por la noche me he despedido de todo el mundo, ya que al día siguiente todos entraban a trabajar temprano. Les he dado muchísimas gracias por estos fantásticos días entre ellos y me han deseado muy buen viaje. Aprovechando un momento que me he quedado solo con Petra le he preguntado si me querría acompañar al día siguiente a visitar Zagreb que se encuentra a pocos kilómetros de Brezice y por sorpresa mía ha aceptado.





Croatia

Zagreb (ver en mapa)

18/04/2006:
Petra


Me he quedado toda la mañana con la autocaravana aparcada en Brezice esperando que Petra acabara de trabajar y a primera hora de la tarde nos hemos dirigido juntos hacia Zagreb, una ciudad agradable para pasear, con muchos parques, calles tranquilas, centros comerciales y gente muy simpática.

Petra es una chica muy dulce, tranquila, risueña, bromista, inteligente... terriblemente encantadora. Si me hubiera quedado más días en Bukosek posiblemente me hubiera enamorado perdidamente y no hubiera podido continuar mi viaje o le hubiera implorado que me acompañara para siempre.

He pasado una tarde inolvidable con ella, simplemente paseando y conversando. Pero ésta es una de las maravillosas lecciones que estoy aprendiendo en este viaje: a vivir el presente y a disfrutarlo. No importa si hace sol o llueve, si llegas a la cima de la montaña o te detienes a medio camino para contemplar el paisaje. Lo importante es aprender a valorar cada instante: una mirada, una sonrisa, una caricia... Disfrutar de cada momento sin preocuparte si éstos se acabarán o continuarán. Porque si se acaban, tarde o temprano volverán a llegar nuevos momentos que volverán a llenar tu corazón. Y mientras éstos no lleguen podrás disfrutar de la añoranza, del qué podría ser pero no ha sido, del recuerdo de haberte sentido amado por unos instantes.





Austria

Graz (ver en mapa)

19/04/2006:
Graz Graz++&+Frienly+Alien Graz Graz Graz++&+Islan+in+the+Mur


Ayer por la noche, me despedí de Petra y me quedé a dormir en la autocaravana delante de su casa. Esta mañana, acababa de desayunar cuando ha venido a despedirse por última vez. Su madre ha aprovechado también para despedirse. Estaba lloviendo.

Después de desayunar y tomar una ducha, me he puesto en marcha dirección Graz, Austria. El camino más corto me ha llevado a cruzar tres fronteras diferentes: Eslovenia-Croacia; Croacia-Eslovenia; Eslovenia-Austria. En todas, he tenido que presentar el pasaporte y en alguna me han estampado el sello.

En Venecia, Dea me explicó que estaba trabajando en un proyecto a desarrollar en los Balcanes de la UNESCO. Estaba teniendo bastantes problemas para que Eslovenia aceptara el proyecto porque ellos no se consideran de los Balcanes y dicen formar parte de la Europa central. Cuando pasé por Eslovenia, aproveché para confirmarlo: a quien pregunté, me confirmó esa opinión. De todas formas, debo decir que cruzando las tres fronteras no encontré ningún accidente geográfico significativo, ni cambio de paisaje o cultural destacables. En los tres países domina el color verde de los bosques y de los prados ondulados. Las casas rurales están esparcidas por todas partes y las iglesias blanquecinas o amarillentas aparecen detrás de cualquier colina.

Cuando estuve en casa de Lea, aproveché para buscar por Internet donde podía encontrar recambios para las bombonas de campingaz en Graz ya que se me estaban acabando. Sólo llegar a Graz, me he dirigido directamente a la dirección que encontré. Se trataba de un gran centro comercial de productos de construcción y decoración. Me he estado paseando por todo el centro con un carro cargado con las 6 bombonas preguntando a todos los empleados que sólo hablaban alemán. Me han hecho ir de una punta a otra. Finalmente, he encontrado al encargado y he obtenido los recambios. Por lo que he pagado, me he ido pensando que a partir de ahora me ducharé con agua fría y utilizaré el gas sólo para la cocina y la nevera.

Graz me ha cautivado. He pasado una tarde muy agradable. Parece una ciudad muy pausada, sus calles comerciales tienen un dinamismo relajado y los bares de las plazas están llenos de gente conversando tranquilamente. La ciudad tiene unos cuantos parques, una torre con un reloj sobre una colina y un par de estructuras futuristas que contrastan con las casas antiguas de tejados muy inclinados: el centro de exposiciones nombrado coloquialmente "the friendly alien" y una isla artificial en medio del río.




Wien (ver en mapa)

20/04/2006:
Polau Polau Polau


A media mañana, me he puesto en ruta dirección Viena. En el mapa de carreteras que utilizo, he visto que había un pueblo a medio camino llamado Pölau que tenía una cruz hecha con lápiz. Seguramente, lo había marcado durante la preparación de un anterior viaje que al final siguió otro itinerario. Aunque la guía de Europa no decía nada, he decido parar.

Pölau no me ha parecido demasiado diferente del resto de pequeños pueblos que he ido cruzando, a no ser por una bonita iglesia barroca justo en medio del pueblo. Sólo llevaba la cámara de fotos y he vuelto a la Hymer en busca del trípode y la cámara de filmar ya que valía la pena conservar alguna imagen de las fantásticas pinturas que llenaban cada centímetro cuadrado de la iglesia.

Al salir otra vez a la calle, me he dado cuenta que salía bastante gente comiendo helados de un bar justo delante de donde tenía la Hymer aparcada y suponiendo que serían buenos he hecho lo mismo. Debo reconocer que no tenían nada a ver con los helados italianos.

Viena me ha sorprendido por su esplendor, sus elegantes edificios, grandes parques y avenidas anchas. ... He aparcado al lado del Rathaus. Consultando con el diccionario he deducido que se trataba del ayuntamiento. Me he dirigido, cruzando tres parques, hacia el centro de información. Era media tarde y la gente se relajaba aprovechando los últimos momentos de sol del día, o jugando a fútbol, o revisando apuntes, o fumando en grupo. ... En Viena, a diferencia de muchas otras ciudades que últimamente he visitado, hay un ambiente muy alternativo: punks, hippies, indefinidos...

Estaba haciendo fotos en un parque, cuando unos chicos que fumaban una pipa árabe me han llamado la atención y me han preguntado porque hacía fotos a la gente. Les he respondido que estaba haciendo arte y les he mostrado algunas de las fotos que había hecho. Finalmente se han convencido de que era inofensivo y yo he seguido haciendo fotos.



21/04/2006:
Wien Wien Wien Wien Wien


He estado toda la mañana trabajando, seleccionando fotos y traduciendo el diario que he enviado después desde un cibercafe. En la cabecera del diario he pedido ayuda para las traducciones del diario del catalán al castellano e inglés y antes de desconectarme ya he recibido algunos e-mails ofreciéndome esta ayuda.

Estoy muy contento de los lectores que tengo. Algunos son amigos y familiares, pero la mayoría son desconocidos. En la empresa de servicios de Internet que dirigía antes del viaje www.javajan.com(Javajan), tenemos una revista electrónica que enviamos a unos seis mil correos electrónicos de personas y empresas. Antes de dejar la empresa anuncié a través de la revista que iniciaría este viaje y que también les enviaría el diario pero muchos ni lo debieron leer ya que continuamente recibo mensajes del tipo: ¿"Quién eres? No te conozco y no sé porque me envías tu diario, pero me gusta mucho, no dejes de enviármelo". Otros lectores me animan a seguir adelante con el viaje, otros me dan consejos para mejorar el diario, otros me felicitan por las fotos, otros me pasan contactos para los próximos países a visitar y hay uno que incluso me escribe poemas. De vez en cuando también recibo algún mensaje del tipo: "Estoy trabajando y no me interesan nada tus vacaciones, bórrame de tu lista o te denuncio". También lo entiendo... Recibir e-mails como el mío distraen del trabajo que uno tiene que realizar cada día... En cualquier caso, escribir el diario y recibir todo este feedback me anima a seguir escribiendo, viajando y tomándole el pulso al mundo.

Por la tarde, he descargado la bicicleta de la Hymer y he ido a dar un paseo por la ciudad filmando buena parte del recorrido con la cámara de vídeo. He recorrido todo el centro con sus esplendorosos edificios, los parques, la catedral y los turistas que no faltan en ningún sitio. Después me he dirigido hacia el gran Danubio donde hay diversas islas en medio de parques. De camino, la ciudad ha ido perdiendo la elegancia y se ha vuelto más residencial y obrera, pero las grandes avenidas no han desaparecido. Cuando he llegado al Danubio, he tenido un problema en el manillar de la bicicleta y para no arriesgarme a quedarme tirado, he ido volviendo hacia la autocaravana. Antes de llegar me he parado en un bar que ofrecían Internet a sus clientes y he tomado una cerveza.

La cerveza me ha animado y, con la cenar me he bebido otra. Al final me he animado lo suficiente como para salir de fiesta. He mirado en la guía en qué lugares estaba la marcha y me he dirigido. El primer lugar estaba cerrado. Entonces he preguntado a unos chicos que muy amablemente me han indicado la zona dónde estaba la fiesta. Me he dirigido en metro y por lo que he visto casi nadie paga. Cerca de Morzin-platz hay muchos pubs con bastante ambiente. Me he decidido por un pub donde un trompetista tocaba música house. Allí, conocí por casualidad a unos chicos eslovenos que me habían robado la cerveza. Primero, me intentaron convencer de que me estaba confundiendo pero, finalmente, admitieron que se la habían apropiado y me la devolvieron diciendo que en Eslovenia era típico quitar las copas a la gente. Me cayeron bien y estuve bastante rato bromeando con ellos viendo cómo intentaban ligar con las niñas del local. Acabé la noche en otro pub bailando mucho rato con una chica muy sensual que simplemente quería poner celoso a su chico. Yo ya sabía que tenía chico pero disfruté mucho seduciendo y dejándome seducir por una chica que se podía marchar en cualquier momento.



22/04/2006:
Wien Wien Wien+vinyarts Wien+vinyarts


Me he despertado hacia el mediodía. Si no hubiera sido por el despertador hubiera dormido más rato. Me he duchado y he hecho un brunch mientras de fondo oía unos altavoces que comentaban una exhibición de bici-cross. La exhibición era delante del Rathaus, junto a la autocaravana y he ido un rato a maravillarme de las cabriolas que hacían y a hacer algunas fotos.

A las 3 de la tarde, he ido hacia la plaza Schottentor, también junto a la autocaravana donde había quedado con una chica. Desde el inicio del viaje utilizo la web couchsurfing.com para conocer a gente en cada gran ciudad que visito. En esta web, la gente ofrece su casa a los viajeros que visitan su ciudad. Es decir que la gente que hay apuntada acostumbra a ser gente muy abierta e interesante. Como yo no requiero de alojamiento y estoy realizando un viaje muy interesante para mucha gente, me resulta bastante sencillo quedar con alguien en cada ciudad: importante para ir a dar un paseo, tomar un café y aprovechar para hacerles una entrevista para tomar el pulso al mundo.

Es evidente por los diarios que he escrito hasta ahora que siempre intento contactar con chicas, para qué os voy a engañar... En mi caso, viajando solo como viajo, el contacto femenino es importante, aunque sólo sea para mantener una conversación y que se den cuenta de mi “charme”, que analizó Denise de Perugia, el cuál todavía está latente. Por otro lado, siempre he creído que en algún momento u otro encontraré a alguna chica que me robará el corazón y que me acompañará durante una parte o todo mi gran viaje. Quien sabe, quizás será una de mis lectoras;-)

Me he presentado a la cita sin estar seguro si Katherina se presentaría ya que no me lo había confirmado y tampoco conocía su aspecto. Su perfil del couchsurfing no tenía foto. Después de esperar un rato, se ha presentado una chica muy simpática.

Katherina está estudiando una especialidad de arquitectura y siempre ha vivido en Viena. Tiene la ilusión de ir a trabajar el año que viene a Sudamérica y, por eso, ha empezado a estudiar español. Hemos estado paseando por el centro conversando de mi viaje y sus estudios y finalmente me ha propuesto ir a hacer una copa de vino a las afueras de la ciudad.

Hemos cogido el tranvía "D" y hemos bajado en la última parada. En aquella zona había diversos locales de cata de vinos austriacos, entre las casas con sus jardines y huertos. Pero hemos ido andando por un sendero dejando atrás el barrio residencial e introduciéndonos entre campos de viñas, desde los cuales se contemplaba una bonita panorámica de Viena. Al final hemos llegado a lo alto de montaña donde su madre y ella habían ido alguna que otra vez. Allí había un local de cata de vinos pero como estábamos bien sedientos simplemente hemos pedido el típico vino blanco con agua mineral.

Al regresar, he subido un rato a su casa donde le he hecho la entrevista de tomar el pulso al mundo y me ha dejado conectarme a Internet un rato. Después, como los dos estábamos bastante cansados he regresado a la autocaravana.

Katerina tenía las ideas muy claras. Opinaba que el principal problema del mundo era que la gente no tenía respeto por la vida, tanto de las plantas como de los animales, así como de las personas. Creía que si la gente aprendiera a respetar la vida de las plantas y los pequeños animales también tendría respeto por la vida de las personas. Ella piensa colaborar en la solución si se convierte en un ejemplo para su entorno. Creía que uno de los problemas en Austria era el racismo, un problema difícil de resolver porque es inherente a la humanidad encasillar a las personas. Katerina se consideraba más feliz que dos años atrás pero pensaba que podría serlo mucho más si supiera qué hacer con su vida sin tener en cuenta que espera la otra gente de ella. Uno de los requisitos para ser feliz es gustarse uno mismo.





Slovakia

Bratislava (ver en mapa)

25/04/2006:
Bratislava Bratislava Bratislava Bratislava
Bratislava,+Radovan Bratislava,+Requiem+of+Mozart Bratislava,+Requiem+of+Mozart  


He pasado dos días fantásticos en casa de Radovan y Veronic. He aprovechado para descansar, lavar ropa con su lavadora, conectarme a Internet con su ordenador y visitar la ciudad.

El lunes por la tarde me dirigí con la bicicleta hacia el centro de Bratislava. Desde encima del castillo, un palacio construido por Napoleón, se disfruta de una vista sobre toda la ciudad. La ciudad está dividida por el Danubio, en un lado está el centro histórico y al otro hay centenares de bloques de pisos clones construidos en la época comunista. Me ha impactado esta imagen de las larguísimas hileras de bloques de pisos construidos de la manera más sencilla con el fin de conseguir la eficiencia. Más tarde, Veronic me explicó que ella se ha perdido más de una vez en la ciudad nueva, ya que si no te encuentras en tu zona, enseguida pierdes las referencias porque todos los edificios te parecen iguales.

El centro de la ciudad es acogedor. Tiene un gran paseo paralelo al Danubio y más adentro las calles y las plazas tranquilas te animan a relajarte. De vez en cuando, te encuentras una escultura interesante que no tuve tiempo a fotografiar: un trabajador saliendo de una alcantarilla, un Napoleón reclinado en un banco ...

Me hubiera quedado más tiempo paseando, pero había dejado una nota en el piso que volvería para hacer la cena y se me hacía tarde. Por la mañana había ido a un centro comercial a comprar y había comprado un poco de pescado congelado y fideos para hacer mi típica fideuá. Pero no sé si la pasta de los fideos era diferente o quizás tiré demasiada agua, pero la comida quedó un poco pastosa. Pero como Radovan y Veronic no sabían la textura que tenía que tener la fideuá comentaron que estaba muy buena, ya que de gusto si lo estaba. De todas maneras, creo que la próxima comida que prepare tendré que intentar la tortilla de patatas, a pesar de que si os soy sincero, las pocas veces que lo he intentado no me ha salido.

Después de cenar tomé el pulso del mundo primero con Veronic y después con Radovan.

La Veronic opinaba que el principal problema del mundo era ecológico pero al no tener conocimientos de biología comentaba otro problema, la poca empatía entre la gente, por ejemplo con la gente pobre. No creía que el problema se pudiera solucionar, aunque a veces algún libro o película te ayuda a comprender otras situaciones. El problema de Slovakia es el complejo que tiene la gente ser muy pobres y la poca energía que dedican a cambiar la situación. El problema simplemente necesita tiempo para solucionarse. Ella a veces intenta cambiar la opinión de los otros en este sentido. Veronic se consideraba feliz, tenía todo el que deseaba en aquel momento por lo tanto no había manera de ser más feliz. El secreto de la felicidad no está en las cosas que te pasan sino en la manera como las miras, de una manera positiva.

Radovan comentaba que uno de los principales problemas del mundo era el terrorismo islámico y el miedo que provoca. El mismo miedo que hay entre las culturas también provoca el terrorismo. Creía el tiempo solucionaría el problema, de la misma manera que las atrocidades del cristianismo también se acabaron. El principal problema de Slovakia es el choque cultural que ha provocado el cambio del comunismo al capitalismo. Actualmente la gente quiere tener lo mismo que la gente de otros países y se dan cuenta que son pobres. La solución estaría en el paso del tiempo pero también en ayudar a la economía del país. Radovan no se consideraba feliz en aquel momento porque no se sentía realizado en el trabajo que tenía y se sentiría más feliz si pudiera cambiar de trabajo. El secreto de la felicidad es querer lo que tienes, pero él no estaba dispuesto a aceptar su trabajo, entonces comentaba que quizás sólo puedes ser feliz si consigues tener lo que quieres.

Esta mañana la he pasado trabajando mientras Veronic, que hoy no trabajaba ni tenía clase estudiaba. Al mediodía Veronic ha preparado un típico plato centro-europeo a base de patatas y pasta con un poco de cebolla y carne frita. También ha acompañado el plato de una ensalada verde que cuando la he probado me he pensado que se había equivocado al utilizar la sal, ya que la ensalada era dulce. Pero se ve que en Slovakia, en vez de sal ponen azúcar y en vez de aceite y vinagre dejan la ensalada flotando sobre dos dedos de agua. Durante la comida hemos hablado de muchas cosas, y entre ellas la atracción que el dinero provoca en las personas y de que manera puede influir en el amor. Ha sido una conversación interesante.

Por la tarde he acompañado Veronic bajo el castillo de Bratislava donde Radovan la esperaba para hacer un poco de escalada en las paredes rocosas que hay allí. He trepado un rato con ellos, descalzo porque los zapatos que llevaba no se agarraban nada. Pero claro, me he cansado enseguida. Entonces los he dejado y me he dirigido hacia el centro a acabar de visitar la ciudad y a hacer fotos.

He llegado a la iglesia principal donde a lo largo de su historia se han celebrado muchas bodas reales. Veronic me había comentado que casi siempre estaba cerrada, pero hoy estaba abierta y en entrar me he dado cuenta de que al cabo de poco rato se celebraba un concierto. El Réquiem de Mozart, que a mí me gusta mucho. Siguiendo mis impulsos he pagado la entrada y me he quedado, y es evidente que he disfrutado como un camello. El coro, del norte de Inglaterra, se acercaba a la perfección y los solistas, que cantaban desde la parte atrás de la iglesia, ya eran inmejorables.

Cuando he salido de la iglesia ya era oscuro, y después de comprarme un helado de tres bolas que no valía ni un euro, he vuelto a pie hasta la casa de mis huéspedes.





Hungary

Budapest (ver en mapa)

26/04/2006:
Pannonhalma


Esta mañana me he levantado temprano, igual que Radovan y Veronic. He recogido la ropa y las cosas que tenía derramadas por su piso y me he despedido de ellos.

Me sobraban unas cuantas korunas (moneda Slovaka) y las he ido a gastar comprando en un supermercado. Es sorprendente, pero en Slovakia los supermercados abren a las 6 de mañana. Después he empezado a hacer camíno hacia Budapest con la idea fija de solucionar el tema del agua. Primero he parado en una gasolinera. Después de unos cuantos símbolos el hombre del área ha entendido que quería agua para la autocaravana, pero ha aparecido con un cubo. Pero cuándo le he dicho que necesitaría mucha más me ha dicho que no me podía ayudar. Entonces he aparcado en un aparcamiento al lado de la autopista donde había una fuente de donde no chorreaba agua y finalmente, justo después de cruzar la frontera con Hungría he visto unos lavabos públicos donde he podido conectar la manguera en un grifo. Un poco más allá he vaciado las aguas sucias en una alcantarilla. Y para acabar, unos kilómetros más allá he vaciado el lavabo químico en un lavabo de un aparcamiento de la autopista. Mientras pueda haré todos los posibles para no contaminar el medio ambiente, ahora bien, no sé si será tan sencillo cuando llegue a África o Asia.

A medio camino de Bratislava a Budapest he parado a Pannonhalma. Pannonhalma se encontraba marcado en mi atlas como un monumento protegido por la Unesco pero no aparecía en mi guía de Europa. Pannonhalma ha resultado ser un gran monasterio de monjes benedictinos enfilado en una colina. En querer visitar el monasterio me han advertido que sólo lo podía hacer con una visita guiada que salía al cabo de una hora. Entonces he ido a pasear por los alrededores y he visto a un grupo de turistas que estaba apunto de entrar en el monasterio por una puerta lateral y me he añadido al grupo. La visita ha sido interesante, aunque no he entendido nada de lo que decían. Hemos visitado un par de capillas y un claustro. Después me he apartado del grupo porque no me sentía del todo confortable. Al sacar el coche del aparcamiento del monasterio, una mujer me ha reclamado que le tenía que pagar el aparcamiento, muy poca cosa, pero yo le he dicho que sólo tenía Euros y tarjeta de crédito. Finalmente me ha dejado marchar sin pagar.

Budapest es una gran ciudad, viven cerca de dos millones de personas. Aun así, ayudado por el mapa de la guía y el mapa de carreteras he podido llegar fácilmente en el centro y aparcar después de unas vueltas. Me ha sorprendido en la entrada de la ciudad ver las caras cansadas e introspectivas de muchos hombres que iban en los coches, tranvías y autobuses que circulaban cerca de mi, como si hubieran tenido un día agotador. Más tarde la Dora me ha confirmado que esta visión es típica en Budapest.

He estado un par de horas muy agradables tomando un té con Dora, una estudiante de economía. Hemos estado hablando de nuestros viajes, proyectos, estudios ... De todas maneras, ella estaba cansada y hemos quedado en que mañana me enviaría un mensaje para ir a bailar a alguna discoteca el viernes.



27/04/2006:
Budapest Budapest


Ayer a la noche descubrí que desde Hymer podía conectárseme a una Internet wireless de algún vecino. Esta mañana lo he estado aprovechando para traducir seis días del diario a Inglés y enviarlo.

Por la tarde, cuando quería salir a pasear se ha puesto a llover, pero he salido igualmente. A ratos no llovía y otros llovía torrencialmente. He ido al centro de información turística a buscar el mapa de la ciudad y después he paseado hasta el Danubio. Pero he vuelto pronto a la autocaravana ya que a las 6 había quedado con Aniko.

Normalmente, si en una ciudad no tengo ningún contacto, envío unos 5 o 6 mails a través del portal coucsufing.com a gente (o chicas) que me parecen interesantes de la ciudad. Hasta ahora daba la casualidad de que sólo me habían contestado un contacto por ciudad. Pero en Budapest, Dora me había contestado el mensaje justo hacía dos días y con Aniko ya hacía más días que hablábamos.

Aniko me había comentado por mail que no era una chica mucha interesante, pero yo la he encontrado bastante. Además de guapa, es una chica con la que es muy sencillo mantener una conversación. Aniko es una economista que ya hace unos años que trabaja en el departamento financiero de Nokia, empresa que tiene una gran fábrica en Hungría.

Hemos estado paseando bastante rato por la ciudad, visitando los lugares más interesantes de Pest (Buda es la parte oriental de la ciudad que se encuentra en el otro lado del Danubio): la Basílica, la calle Andrassy que se parece a las del Eixample de Barcelona, la zona de Oktogon con locales abiertos 24 horas, el puente Margit desde donde se puede contemplar una bonita vista de la ciudad, el parlamento con sus bonitos edificios de los alrededores. Se ve que para construir el parlamento a finales del siglo diecinueve convocaron un concurso y ganó la actual construcción que tardaron catorce años más de lo que tenían previsto a construirlo. De todas maneras, decidieron construir la segunda y tercera opción en los alrededores del parlamento. Uno de estos edificios ahora es el museo etnográfico.

Después del paseo fuimos a cenar a un restaurante típico húngaro. Aniko escogió los dos platos que compartimos: una especie de canalón enrollado en una masa de crepe y una carne de ternera con una salsa de setas muy buena. Todo eso acompañado de un buen vino húngaro.

Al acabar de cenar, paseamos un buen rato más siguiendo conversando sobre nuestras vidas. Va bien hablar de una manera abierta y sincera con personas desconocidas (o no) porque te ayudan a descubrir nuevos aspectos de ti mismo. Por ejemplo, respondiendo una pregunta de Aniko pude responderme porque estoy dispuesto a viajar con una chica pero con un chico. Le dije: "Yo disfruto mucho de mi libertad y sólo estaría dispuesto a compartirla completamente con una chica o en pareja".



28/04/2006:
Budapest Budapest Budapest Budapest Budapest


Esta mañana ha estado lloviendo. De todas maneras, después de trabajar un poco con Internet, he salido al mediodía con la intención de aprovechar la lluvia para irme a relajar en una de las típicas termas de Budapest. Pero justo salir ha parado de llover.

He cogido el metro para ir a las termas de Szechenyi. La línea amarilla del metro es la más antigua del continente Europeo y pasa a pocos metros bajo la calle, por lo tanto, sólo bajar las escaleras ya te encuentras en el andén. Y si te equivocas de andén tienes que volver a salir a la calle para volver a bajar por el otro lado. No he pagado el billete aunque una de las pocas cosas que recuerdo de Budapest cuando estuve hace más de 10 años es que un revisor no demasiado simpático nos descubrió viajando así.

Las termas de Szechenyi están muy bien, quizás no son tan elegantes cono las de Gellert pero son más económicas. Hay diferentes piscinas interiores y exteriores enmarcadas en un estilo neoclásico. Tienen diversas temperaturas y agua a presión en algunos rincones. He nadado un poco más de 1000 metros en una piscina donde se podía nadar y después me he metido unos segundos en una sauna irresistible, la temperatura era de 75 grados. Me he marchado antes de finalizar las dos horas, de esta manera me han reembolsado parte de la entrada. De todas maneras ya tenía la piel bien arrugada.

Por la tarde he hecho una gran caminata por Budapest. He subido por una orilla del Danubio y he bajado por la otra. Quería subir al castillo y a las iglesias que hay en las colinas de Buda pero los zapatos me dolían y llegaba tarde a la cita con Aniko y he vuelto a la Hymer.

Hace días que observo que en Budapest hay muchos indigentes viviendo en la calle, durmiendo en esquinas tapados con mantas y pasando el día en los parques bebiendo y conversando. Pero una cosa que me ha sorprendido, comparado con otras ciudades, es que casi nadie pide limosna por la calle. Quizás el gobierno ya ayuda suficientemente a los indigentes o quizás la gente no está acostumbrada a la caridad.

Había invitado a Aniko a cenar a la Hymer. Ha quedado mucho sorpresa de la autocaravana, pues en Hungría no existen y no se podía hacer la idea de cómo eran. He abierto la última botella Reserva de Rioja que tenía, porque sabía que Aniko apreciaba el buen vino. Esta vez no he cocinado fideuá. He hecho unos garbanzos con espinacas, con unos cortes de carne de cerdo ahumada, que han quedado bastante aceptables.

Hemos estado conversando muy abiertamente de nuestras experiencias pasadas, chicos, chicas ... Después de cenar hemos ido a bailar un poco en un pub subterráneo. Pero Aniko estaba muy cansada y se ha ido a dormir al cabo de un rato.



29/04/2006:
Budapest Budapest Budapest Budapest
Budapest,+foto+experiment Budapest   


Esta tarde me he sentido un poco solo, faltado de compañía, femenina para ser exacto. Aunque esté viajando solo, yo soy un hombre de pareja. Cuando vivía en Cataluña no acostumbraba a pasar demasiado tiempo entre una relación que acababa y una nueva que empezaba. Empecé el viaje solo por que las dos o tres relaciones anteriores en las que a las chicas me hubieran acompañado, no salieron adelante. Pero en mi interior tenía la esperanza de que durante este viaje también encontraría pareja, quizás no para siempre, pero como mínimo alguien que me acompañara alguna temporada. En cambio ahora, me doy cuenta que los pocos días que estoy en cada ciudad no son suficientes para intimar con las chicas que conozco. Necesitaría más tiempo para intimar suficientemente y poder plantear: "Porque no te coges un largo fin de semana y nos encontramos en alguna otra ciudad de mi itinerario"?. En cualquier caso, en el pasado, este sentimiento de soledad era un paso indispensable para abrirme más y encontrar pareja. Ya lo veremos ... De todas maneras, también es verdad que inicié el viaje siendo muy consciente de que sería complicado conseguir compañía y que quizás estaría tres años sin pareja. Era un sacrificio que estaba y estoy dispuesto a hacer.

Sentimientos aparte (espero que no os moleste que os vaya explicando mi estado anímico a lo largo del viaje), hoy me he despertado tarde. He desayunado, he escrito un poco y hacia la una he salido con bicicleta a hacer una larga excursión por la ciudad, ya que no he vuelto a la Hymer hasta al cabo de cinco horas, con la ingle una poco dolorida del asiento.

He cruzado el Danubio por el puente de Szabadsag y me he detenido en la bonita iglesia de san Gellert que se encuentra en el interior de una cueva con diversas naves. Después he subido a la Ciutadella, una ciudadela que se encuentra al cabo de arriba de una colina. He tenido que sacar la lengua para subirla con bicicleta, pero una vez descansado he continuado hacia el castillo real de Buda. Desde el primero y el segundo emplazamiento se disfruta de una vista muy interesante de la ciudad. Después he seguido pedaleando por Buda, una ciudad mucho más burguesa que Pest. Muchas de las casas de Buda están subidas por las montañas y están rodeadas de árboles y jardines. Se respira un ambiente muy calmado. A continuación he vuelto a cruzar el río por los puentes de Margit y Arpad y entre medio he paseado por los tranquilos parques de la isla Margit. Y he acabado la excursión al parque Varsoliget.

Entre medio del recorrido me había parado a coger energía comiendo una hamburguesa, pero he llegado a la Hymer con un hambre del diablo. Después de comer o cenar, me he puesto a trabajar un poco o a entretenerme con la conexión en Internet que tenía gratuita. Entonces me he duchado y he salido de fiesta.

Contrariamente al sentimiento de la tarde me sentía muy animado. Sentía que era mi última noche en Budapest y que en el futuro me esperaban muchas nuevas e interesantes aventuras. Tenía ganas de pasármelo muy bien simplemente bailando y escuchando buena música y he encontrado el local perfecto para eso, con una sala de música funk y otro de rock y heavy. He estado bailando como uno poseído, lleno de energía, se notaba que últimamente estoy haciendo mucho deporte con las caminatas o con la bicicleta.




30/04/2006:
Szymon+i+Krzysiek


Me he despertado tarde pero antes de salir hacia Serbia, he acabado de aprovechar un buen rato la conexión de Internet que tenía gratuita. Justo antes de marcharme me he dado cuenta de que la conexión de Internet era del Bar que tenía al lado de la Hymer, ya que tenía el mismo nombre que el nombre de la Wifi.

Deberían ser las seis de la tarde cuando he salido. He ido avanzando atravesando la verde planicie Húngara por una excelente la autopista que creía que era de no pago. Poco antes de llegar a la frontera he parado a dos autostopistas. Eran dos chicos de Polonia: Szymon (Simon) y Krzysiek (Cristofer). Los dos iban hacia Belgrado. Les he comentado que tenía intención de parar a Novi Sad para Dormir, pero no les ha importado.

Szymon y Krzysiek me han explicado que eran dos jóvenes estudiantes de Cracovia, ¡la ciudad más bonita de Polonia! Hablaban un poco de español, pero nos hemos comunicado la mayor parte del viaje en inglés. Estaban viajando durante nueve días haciendo autostop, un sistema de viajar que les iba lo suficiente bien, ya que ya habían viajado así por toda Europa. Llevaban una tienda pero acostumbraban a dormir en casa de gente que conocían a través de un portal muy similar a Couchsurfing: Hospitality Club.

En la frontera Húngara, un policía me ha informado de que para circular por las autopistas del país tenía que haber comprado un adhesivo. De todas maneras, después de hacerme el despistado nos ha dejado pasar sin problemas. En cambio, en la frontera Servía han sido más estrictos. Primero se han ido pasando nuestros pasaportes entre unos cuantos policías, después me han pedido el seguro del vehículo que he tenido que rebuscar entre los papeles y finalmente hemos tenido que responder unas cuantas preguntas antes que nos dejaran pasar.

En el otro lado de la frontera, seguía la misma planicie, casi sin pueblos y con algunas pocas casas esparcidas entre los campos. Se ha ido haciendo oscuro y finalmente hemos parado en un área de servicio cerca de Novi Sad. Los polacos han plantado la tienda al lado de la Hymer mientras yo preparaba una sopa con ingredientes suyos y míos. Se ve que en Polonia toman sopa cada día. He sacado una botella de vino Húngaro que ha resultado ser bastante bueno y hemos cenado alegremente. Me ha sorprendido que con naturalidad los dos me comentaran que sus habitaciones en casa de sus padres no median más de 3 o 4 metros cuadrados, quizás no han encontrado mi casa tan pequeña...

Después de cenar he tomado el pulso al mundo con ellos. Krzysiek opinaba que el principal problema del mundo es la avaricia de la gente y no creía que hubiera solución, a veces era mejor no actuar porque "hacer guerra por la paz era como follar por la virginidad". El principal problema de Polonia es la pobreza y las pocas oportunidades de salir de ella, no creía que la caridad fuera la solución. Krzysiek es feliz cuando viaja, conoce gente, lee ... El secreto de la felicidad es encontrar el camino del medio.

Szymon creía que el principal problema del mundo era que la gente no era auténtica, que sólo se copian unos a los otros y no son ellos mismos. La única cosa que él puede hacer es compartir su experiencia con amigos. El mayor problema de Polonia sería el mismo pero relacionado con la religión y las tradiciones. Szymon normalmente es feliz porque no desea más de lo que tiene, pero sería más feliz viajando y conociendo a más gente. El secreto de la felicidad es encontrar tu propio camino.

Al desearnos buenas noches, se ha puesto a llover. Me he preocupado de que no tuvieran la tienda mal plantada, pero en toda la noche no se han quejado.





Yuguslavia

Beograd (ver en mapa)

01/05/2006:
Serbia


Esta mañana he desayunado con Szymon y Krzysiek y nos hemos puesto en camino hacia Belgrado. Circulábamos por una buena carretera de únicamente dos carriles, uno en cada sentido, por eso nos ha sorprendido que al cabo de pocos kilómetros de salir nos encontráramos una señal de peaje. Y efectivamente, más allá nos hemos encontrado el peaje. El chico de la cabina ha comentado que teníamos que pagar no sé cuántos dinars en metálico, pero le hemos comentado que todavía no habíamos cambiado dinero. Entonces nos ha informado de que tendríamos que pagar 18€. Cuando los Polacos han preguntado el precio en moneda polaca resultaba de que eran unos 10€. Le hemos intentado hacer entender que no éramos idiotas y que no estábamos dispuestos a pagar estas cantidades por una simple carretera pero al no bajar del burro le hemos indicado que recularíamos. Nos ha comentado que entonces tendríamos que retroceder 45 kilómetros. Hemos cambiado de sentido, pero la próxima salida a menos de un kilómetro no tenía barrera y nos hemos ahorrado de pagar.

Entonces nos hemos dado cuenta de la diferencia entre una autopista y una carretera en Serbia. Las carreteras son estrechas y llenas de baches, como las polacas, según me han comentado los polacos. Con la ayuda de una brújula y preguntando a la gente hemos ido siguiendo diversas pequeñas carreteras, avanzando bastantes tractores destartalados y dejándonos avanzar por otros coches no mucho más modernos. Los pueblos que cruzábamos se veían mucho más pobres que en los países anteriores por los que había pasado, casas despintadas, hierros oxidados, suciedad ... De todas maneras, la gente a la que preguntábamos, contrariamente a los policías de la frontera y al cobrador de la autopista eran muy amables.

Finalmente hemos llegado a Belgrado después cruzar un gran puente. Nos hemos situado en el mapa y hemos aparcado bastante cerca del centro, ante la embajada de Macedonia, uno de los pocos lugares que no había símbolos de aparcamiento de pago. Belgrado parecía mucho más rica y prospera que el resto del país.

Me he despedido de los Polacos y hemos acordado volver a vernos, quizás hoy mismo por noche para ir a tomar alguna copa. Me enviarían un mensaje o me vendrían a buscar a la Hymer. Pero poco después de que se marcharan, un policía que vigilaba la embajada ha picado a la puerta. He abierto y me ha dicho en inglés:
- No se puede aparcar aquí.
- ¿Por que?
- Porque no se puede hacer acampada en la ciudad.
- Pero es simplemente un coche, yo duermo en casa de unos amigos.
- No puedes aparcar aquí.
- ¿Donde pues?
- Fuera de la ciudad.
- ¿Tú eres policía o vigilante de la embajada?
Y finalmente ha exclamado:
- ¡Go away!

No he querido buscar más problemas de la cuenta con las autoridades Serbias y ido a aparcar en una zona de pago. Hoy es fiesta pero mañana ya compraré algún ticket.

He comido, me he duchado y me he presentado a una cita que estaba convencido que no se presentaría. Y así ha sido. Entonces he ido al centro de información a pedir un mapa y me he sentado en una terraza a tomar una cerveza. Estudiando el mapa un buen rato he conseguido entender dónde estaba y en dónde tenía aparcada la autocaravana, ya que el mapa estaba con letras latinas y las calles con letras cirílicas. Por ejemplo, he deducido que la N que se escribe al revés es una I, en cambio la H es una N.

Se ha nublado bastante y he decidido volver a la autocaravana y descansar un poco. He tenido suerte, por que justo llegar se ha puesto a llover. Después de dormir un rato y de escribir el diario he salido a pasear bajo la fina lluvia. En la plaza de la República estaban haciendo un concierto. Eran un grupo Serbio pero tocaban con un ritmo muy latino que animaba a la gente a bailar bajo los paraguas y las capalinas.

Yo también me he ido animando, pero al cabo de un rato he recibido un mensaje de Szymon comentándome que estaban celebrando una fiesta en casa de Hogar, el chico que los alojaba. Me han dado algunas indicaciones para llegar y me he dirigido allí con la Hymer.

En el piso de Hogar había una docena de personas, chicos y chicas de Belgrado y también extranjeros. Ha habido muy buena sintonía con todos ellos. Hogar me ha abierto una botella de un vino Francés del 2003, muy bueno. Creo que sólo he bebido yo y me la he acabado bebiendo toda. A media botella he conocido a Jasmine, una chica muy dulce y sensual. Me ha empezado a hablar de temas personales y profundos, de la felicidad, de su hombre, de los sueños ... Yo le he hablado de mis sueños y finalmente le he planteado soñar juntos por un momento y le he preguntado si en sueños me acompañaría en mi viaje. Me ha dicho que sí, que le gustaría mucho y a mí también ... Pero al cabo de un buen rato recreándonos con el sueño se ha puesto seria y me ha confesado que no podía acompañarme, que se tenía que quedar a ayudar a su familia. La he comprendido y le he agradecido que se hubiera tomado seriamente la proposición, me ha gustado. Después hemos empezado a soñar con otro sueño quizás realizable: encontrarnos en Estambul, una ciudad que le gustaría visitar.



02/05/2006:
A media mañana, Szymon y Krzysiek han picado la puerta, yo estaba apunto de dirigirme hacia el centro y me he ofrecido para llevarlos. De todas maneras, antes nos hemos detenido a comprar en un supermercado.

Yo había quedado con unas chicas y ellos con otras. Belgrado ha sido la ciudad donde he tenido más respuesta del portal Couchsurfing de Internet. A la una se me tenía que encontrar con Senka, que se ha presentado con su amiga Marjana, y a las seis y media con la Sanja, pero pasado el mediodía me ha enviado un mensaje para quedar mañana en vez de hoy.

Senka y Marjana han sido mis guías por la ciudad. Hemos estado andando por la calle Prince Mihailo, restringida al tráfico y llena de tiendas. Después hemos paseado por el parque Kalemegdan y la fortaleza de Belgrado, conquistada y reconquistada muchas veces a lo largo de su historia. Y finalmente hemos paseado por la calle Strahinjica Bana que ellas nombraban Silicon Valley, porque es una calle con muchos bares donde las mujeres van a ligar con los hombres ricos, y ciertamente, hemos visto un Ferrari aparcado. Y curiosamente también tenía aparcada allí mi autocaravana.

He propuesto a Senka y a Marjana de entrevistarlas, pero no los gustado demasiado la idea. De todas maneras, hemos ido a tomar un café y durante la conversación han ido saliendo muchos puntos interesantes que hubiera sido bueno grabarlos.

Cuando las he conocido les he comentado los sentimientos que tenía antes de llegar a Belgrado (y asimismo lo he hecho con otra gente que he encontrado). Les había comentado que en España se había recibido una idea bastante negativa de los Serbios durante la guerra de los Balcanes. Primero han bromeado bastante sobre la idea de que los Serbios son asesinos, pero finalmente han comentado que durante la guerra, la propaganda les dio esta imagen, pero no es real. Senka, se ha abierto mucho y ha explicado que ellos también habían sufrido mucho durante los bombardeos, que tenía vacíos de memoria pero que se le ponía la carne de gallina cuando escuchaba sirenas.

Después de despedirme de ellas me he encontrado casualmente Szymon y Krzysiek. Hemos estado paseando un rato y finalmente me he dirigido a la Hymer. Me disponía a hacer una cabezada cuando han picado la puerta. Por la ventana he visto que eran dos chicos y una chica que estaban ayer en la fiesta. Casualmente habían visto mi autocaravana. Me han propuesto de ir a pasear con ellos y he aceptado. A medio camino se nos ha añadido otra chica y hemos ido a hacer uno te al "Silicon Valley". Allí he entrevistado a Cris, un americano, y Irene.

Cris creía que el principal problema del mundo era la distribución de la salud y de la riqueza, creía que el problema es inherente a la humanidad y no sabía cómo se podría solucionar. Él sólo puede ayudar a personas individualmente pero no en la solución del problema global. El principal problema de Estados Unidos es la falta de trabajo porque en otros países se produce más económicamente. Cris se consideraba feliz, en buena parte porque estaba viajando. El secreto de la felicidad está al hacer cosas que te gusten y que te estimulen.

Irene creía que el principal problema del mundo era el gobierno americano. En Serbia el principal problema es las malas relaciones que tiene con los vecinos y la falta de trabajo. Irene se consideraba feliz, sería más feliz si tuviera un chico. El secreto de la felicidad está dentro de tu: descubrir qué te hace feliz y dirigirte hacía allí.

Edita, una chica que parecía muy introvertida no ha aceptado ser entrevistada.

Después del te nos hemos encontrado Hogar, Szymon, Krzysiek y otra gente. Hemos ido a tomar una cerveza. Alguien ha propuesto de hacer democracia y elegir que hacer después, pero antes habíamos hablado de las desventajas de la democracia y yo he propuesto que la persona más inteligente debería que decidir por todos. Entonces, medio en broma me han medio propuesto que escogiera.

Primero hemos ido a buscar un lugar para bailar. Se ve que en Belgrado hay mucha fiesta y mucho ambiente, pero siendo martes los locales estaban bastante vacíos. Finalmente hemos ido a casa de Hogar donde hemos preparado una sangría y hemos vuelto a abrir nuestros corazones.

He conversado bastante rato con Edita. Me ha comentado que su madre es Serbia y su padre de Albania. Cuando era pequeña ella vivía en Croacia y la trataban de extranjera por culpa de su madre y ahora en Belgrado también recibe el mismo trato a causa de su padre.

Durante todo el día he preguntado a bastante gente sobre el referéndum que habrá en Montenegro en dos semanas sobre la independencia de Serbia. Los Serbios comentan que la independencia de Montenegro los beneficiaría económicamente, ya que Montenegro es mucho más pobre, pero al mismo tiempo los entristece.

04/05/2006:
Beograd Beograd,+Holland+turists Beograd Beograd Beograd Beograd
Beograd      


Si no hay nada nuevo, mañana me marcharé de Belgrado. Habré estado más tiempo de lo que tenía planeado. Por una parte he encontrado buenos amigos y me lo he pasado muy bien. Por otro lado, el lunes próximo me encontraré con una amiga en Sofía, por lo tanto estoy retrasando un poco mi llegada a Sofía.

Belgrado es una gran ciudad, de más de dos millones de habitantes, quizás demasiado grande para ser la capital de un país que se ha vuelto pequeño. En el centro de Belgrado se respira modernidad. Las chicas visten los últimos modelos y pasean ignorando a los chicos que de vez en cuando se giran para admirar una silueta. Los bares y terrazas están siempre llenos a partir del mediodía. Y por la noche, las muchísimas discotecas o clubes de la ciudad se llenan de fiesta, aunque sea entre semana.

Ayer fui a la embajada de Rusia, estaba cerrada, pero a través del interfono me comentaron que podía ir el viernes. No me supieron decir qué necesitaba por un Visado para Rusia, pero como mínimo el pasaporte, una foto, documentos y quizás una carta de recomendación. Mañana volveré a ir a ver si hay suerte y puedo ir preparando los documentos con el fin de tener el Visado próximamente. Seguramente hubiera sido mucho mejor obtener el visado antes de haber iniciado el viaje, pero las semanas anteriores estuve muy ajetreado acabando de ligar acuerdos con los sponsores, vaciando el piso, organizando la autocaravana, atendiendo medios de comunicación ...

Envié un mensaje a Sanja para quedar hoy en vez de ayer, ya que ayer lo dediqué bastante a trabajar. De todas maneras, hoy Sanja me ha enviado un mensaje que no le iba bien. Mala suerte.

A la noche me encontré con Edita y dos amigos más, pero estaban bastante cansados y se fueron a dormir pronto. Yo también, después de tomar una cerveza en un local bastante animado donde ponían música salsa. Lástima que a mí no me guste la salsa, soy un "free styler" y no me gusta cuándo se tiene que seguir una coordinación concreta.

Hoy he seguido trabajando, conectándome a Internet, yendo a hacer fotos ... Me he empezado a agobiar de seguir en la misma ciudad sin hacer nada de nuevo y he decidido marcharse al día siguiente. Hogar se me había regalado una guía de Serbia y aprovecharé el fin de semana para visitar pequeñas villas entre Belgrado y Sofía.

De todas maneras, también me sabía mal marcharme, porque sabía que el viernes por la noche habría fiesta grande. Pero he decidido salir hoy un rato para despedirme. He salido sólo con el equivalente a 6 euros en el bolsillo, es una sensación rara saber que con tanto poco tendrás suficiente para toda la noche, ya que Belgrado es bastante económico.

Primero he ido a parar en un bar donde tocaban diversos grupos locales de música heavy. Sonaban bastante bien. Allí he conocido a dos chicos y una chica que acompañaban a uno de los baterías. Han estado muy simpáticos y muy interesados a que hiciera muy buena publicidad de Belgrado. No he ido a dormir demasiado tarde, aunque antes he pasado por otro local donde unos músicos tocaban música africo-latina.



05/05/2006:
Stevanavik+ Stevanavik at+cementery


Me he despertado temprano para ir a la embajada. Allí me ha atendido a un chico muy simpático que me ha comentado que para tener el Visado Ruso, básicamente necesitaba una reserva de hotel o una invitación oficial. Me ha recomendado una agencia en Belgrado y me he dirigido allí. En la agencia, una chica me ha comentado que los hoteles que ellos podían reservar no bajaban de los 50€ por noche. Hemos estado comentando diversas posibilidades y al final me he decidido de dejarlo por Sofía.

He ido al cibercafe de los días anteriores y he consultado todo sobre los visados rusos. He descubierto una agencia que tiene oficina en Sofía que tramita invitaciones oficiales a un precio bastante económico. He puesto todas las esperanzas en esta posibilidad, la semana próxima lo veré.

A mediodía he empezado a hacer camino hacia Sofía. Saliendo de Belgrado he cogido la autopista, de dos carriles por sentido, con el temor que me resultaría muy cara. Por este motivo he salido en una de las primeras salidas con el fin de coger una carretera secundaria que me tenía que llevar a una de las villas que quería visitar. Pero al salir, la chica que cobraba me ha comunicado un precio de unos 6 euros (sólo por unos 30 kilómetros). Pero yo no tenía suficientes monedas locales y he pagado la mitad con euros y la otra mitad con dinars.

Unos kilómetros más allá me he parado en la entrada de un pueblo, en una explanada, a estudiar el mapa. Mientras estaba estudiando los monumentos a visitar, un hombre vestido con una chaqueta azul y las manos ennegrecidas ha picado la puerta. He bajado la ventana y me ha saludado sonriendo. Me ha comentado con un inglés bastante aceptable que él vivía en la casa de delante. Le he comentado que era muy bonita y entonces me ha invitado a visitarla. ¿Y por que no?

Lo he acompañado acabándome de comer una pera roja que estaba degustando. Me ha enseñado algunos cuadros que había pintado él o amigos suyos, básicamente paisajes y retratos de Mickel Jacson. Después me ha comentado que él había estado mucho tiempo trabajando en diversos países de la Europa del oeste y que próximamente quería volver a ir. Me ha comenzado a explicar que la situación en Serbia no está demasiado bien desde el final de la guerra y entonces le he pedido de hacerle una entrevista. Me ha preguntado si saldría por la televisión y al comentarle que sí ha aceptado gustosamente.

Stevanavik (así se llamaba) ha comentado que el principal problema del mundo se encontraba a Irán y con su presidente. Pero enseguida ha querido pasar a los problemas de Serbia. Ha explicado que en Serbia hay mucho desempleo, que las infraestructuras están muy mal, que no puede viajar ni a Croacia, que no podrán entrar a la unión europea hasta mucho más adelante ... y todo eso, según él, por culpa de una sola persona, y también de los Estados Unidos.

Durante todo el rato que he estado con él, he visto que habría querido que me quedara a dormir allí, pero le he indicado que prefería ir tirando. También me preguntaba qué quería decir "Araguela Paraguela", una inscripción que había en la tumba de su madre que había muerto años atrás en Palma de Mallorca. No le he sabido responder y finalmente he accedido a acompañarlo al cementerio.

Stevanavik ha subido a la Hymer y también una mujer, que no se quien era ni me ha presentado. Nos hemos parado a medio camino a comprar unas velas y finalmente hemos llegado a un cementerio en medio del campo con muchas tumbas de granito negro. Ha repartido las tres velas, una para mí, las hemos encendido y las hemos depositado en una pequeña caja detrás de la tumba. Después nos hemos marchado sin que insistiera sobre la inscripción "Araguela Paraguela", que he deducido que era el pueblo o la playa donde murió.

Antes de despedirme he pedido a Stevanavik que me escribiera su nombre. También me ha escrito su dirección y me ha sorprendido que después de Serbija escribiera Yugoslavija.

He seguido adelante. Ya con la intención de hacer noche cerca de un monasterio que visitaré mañana. He parado en una gasolinera para preguntar por el camino, y al ver que justo se me había encendido la luz de la reserva he decidido cargar el gasoil. Le he pagado con Visa pero no he entendido demasiado bien el importe que me había cargado. He preguntado, pero ninguno de los dos chicos sabían hablar inglés. Y cuando finalmente estaba a punto de entender lo que me habían cobrado, uno de los chicos me ha dado 10€. No lo he entendido, pero entonces he deducido que quizás sí que me habían cobrado mal.

El paisaje en el sur de Serbia me ha recordado mucho al de Slovenia (con perdón por los amigos Slovenos que me leen). Montañas onduladas, de color verde, con casas esparcidas por todas partes y pocos núcleos urbanos. La diferencia se encontraba en las carreteras, con muchos trozos que no estaban arreglados desde la guerra. Hay una gran diferencia económica entre la capital Belgrado y el resto del país.





Serbia

Nis (ver en mapa)

06/05/2006:
Serbia Manasija Ravanica Serbia


He pasado la noche en una área de servicio en Markovac, al lado de un Motel. En despertarme, y después de escribir un poco, me he dirigido hacia Despotovac y de allí hacía Manasija, un bonito monasterio en medio de las montañas y rodeado por unas murallas. El interior del monasterio tenía unos frescos muy interesantes. Cuando iba a hacer unas fotos con el trípode, una monja me ha dicho que no podía hacer fotos, pero al ver que otros visitantes hacían, después las he hecho discretamente.

De Manasija me he dirigido hacia Ravanica, otro monasterio. De camino he visto una gasolinera que tenían un grifo de agua a la vista y he dado la vuelta para preguntarles si podía cargar la Hymer de agua. No me han puesto ninguno inconveniente. En la gasolinera de ayer, al pedir cargar la autocaravana con agua, el chico me apareció con una botella de 2 litros. No me entendió cuándo le dije que necesitaba 100 litros.

Ravanica también está al servicio de unas monjas. Las murallas del monasterio están medio destruidas, pero el monasterio está muy bien conservado y en el interior también hay unas pinturas muy bien trabajadas.

Desde que he entrado a Serbia que me ha llamado la atención el rito ortodoxo. Las iglesias acostumbran a tener una única cúpula en cuyo centro están las imágenes de un santo, en los laterales también. La gente se aproxima, se santigua, hace reverencias y finalmente da un beso al santo. A veces dejan unas monedas o un billete sobre una de estas imágenes.

Al salir de Ravanica he pedido ayuda a un hombre para que me orientara para llegar a Zajecar, un pueblo al este por el que tenía que pasar si quería ahorrarme pasar por la autopista. El hombre, que parecía haber vivido la guerra, me ha dicho que le tendría que pagar por su ayuda pero yo me he negado. Entonces se ha ofrecido a ayudarme igualmente. Pero antes me ha preguntado de dónde venía, cuándo le he dicho que era de España me ha dicho: "Solana, muy malo, nos bombardeó de valiente". No he tenido más remedio que asentir.

Para llegar a Zajecar, he tenido que hacer 10 kilómetros por la autopista y sólo por eso he tenido que pagar 3 euros. Me da la sensación que ésta es la autopista más cara del mundo, a no ser que mi autocaravana la cobren como un tipo de vehículo diferente.

En Zajecar he parado a comprar a un supermercado. He salido sin comprobar si había cerrado todos los armarios con el cierre de seguridad. Alguna otro vez ya me había pasado, pero esta vez, en vez caerse una lata, ha caído un tarro de cristal con salsa bolonyesa. Evidentemente se ha roto y ha derramado los 500 gramos de salsa por encima de mis chancletas y el suelo.

Finalmente he llegado a Nis, donde haré noche. Desde la salida de ayer al mediodía a hoy por la noche he hecho 464 kilómetros circulando por diferentes carreteras Serbias. Si hubiera ido por autopista sólo habría hecho 240 kilómetros, pero no habría podido visitar los dos monasterios ni tampoco habría disfrutado del paisaje y las carreteras. Disfruto mucho conduciendo por pequeñas carreteras, aunque estén llenas de baches. De vez en cuando me detengo en una gasolinera, tienda o parada de autobús y pregunto por la buena dirección. La gente es muy simpática y aunque no acostumbren a hablar inglés con cuatro gestos me saben orientar muy bien. Después de estos dos días pienso que ya me puedo enfrentar a cualquier carretera, por tortuosa que sea, porque no dejaré de disfrutarla.





Bulgaria

Sofia (ver en mapa)

07/05/2006:
Latinska+Crkva Latinska+Crkva


(Serbia) Por la mañana he visitado una pequeña iglesia perdida en la montaña nombrada Latinska Crkva. Es el monumento más antiguo de Nis y me ha recordado a las antiguas iglesias románicas esparcidas por las montañas de Cataluña, simplemente que esta era de estilo ortodoxo. No hay que decir, que para llegar he tenido que preguntar unas cuantas veces, pero como siempre, la gente ha sido muy simpática y me ha guiado perfectamente.
Al medio día he empezado a hacer camino hacia Sofía. En este tramo ya no había autopista, pero las carreteras parecían las mismas que por las que había circulado los días anteriores, o peores, ya que estaban haciendo obras y han desviado todo el tráfico durante varios kilometros por una pista polvorienta.
En la frontera se ha formado una larga cola de coches durante más de una hora, que he aprovechado para limpiar la autocaravana. Con tanta espera, malas carreteras y el cambio de hore que me he dado cuenta que se había en Bulgaria, estaba llegando muy tarde a la cita que tenía con Ivana en Sofía. Le he enviado un mensaje para retrasarla dos horas y media.
No me ha costado demasiado encontrar el centro, pero allí estaba lleno de señales de prohibido aparcar durante el día. He aparcado detrás de una señal que no entendía demasiado bien, me he duchado y he salido a encontrarme con Ivana.
Mientras esperaba me he entretenido en leer carteles escritos en caracteres cirílicos. Hogar de Belgrado, y también Szymon y Krzysiek, me habían escrito en un papel la correspondencia entre caracteres latinos y caracteres cirílicos. Ahora estaba haciendo el proceso de los niños pequeños: buscaba una palabra, descifraba las letras, las unía, leía la palabra y a veces comprendía el significado, cosa que me ponía muy contento.
Ivana es una chica sencilla, simpática y muy sociable. Hemos ido a mirar el aparcamiento de la Hymer y me ha comentado que seguramente se la llevarían al día siguiente. Entonces me ha propuesto dormir en casa su abuela, que está vacía. La hemos ido a ver y era muy acogedora, pero estaba bastante alejada del centro y le he comentado que prefería dormir más cerca del centro. Finalmente hemos aparcado en una zona azul cerca de su casa y de sus padres.
Me ha propuesto de ir a tomar un té y le he ofrecido prepararlo a la misma autocaravana, y así lo hemos hecho. Hemos estado conversando muy distendidamente sobre viajes, proyectos, temas personales ... Mientras, hablábamos le iba enseñando fotos del viaje en el ordenador. Hacía rato que me había hablado de un amigo suyo, Hugo, que la había visitado hacía un par de semanas. Cuando de repente, mientras le mostraba las fotos de Budapest ha exclamado:
- ¡Es Bruno!
La he mirado incrédulo y ella a mí también . Ha vuelto a repetir:
- ¡Es Bruno! ¿lo conoces?
- No, es una foto que hice en la calle, simplemente quería fotografiar esta pareja que estaba esperando el tranvía.
¿Qué casualidades, no? ¡Sólo debo haber fotografiado a unas 10 o 20 personas en todo Budapest, una ciudad de 2 millones de ciudadanos, y resulta de que una de estas 10 personas que fotografío es su amigo! Le ha costado aceptar que no le estaba haciendo ninguna broma y que en realidad no conocía a su amigo.
Ya al atardecer, le he propuesto entrevistarla para tomar con ella el pulso del mundo. Ha aceptado aunque al principio estaba un poco cohibida. Ivana creía que el principal problema del mundo era que la gente y naciones no se entienden y no se respetan los unos los otros. Uno de los problemas de Hungría es que son demasiado nacionalistas y no se pueden liberar del pasado (antes de las guerras mundiales Hungría era mucho mayor). Ivana se considera feliz, aunque no era malo sentirse triste a veces para valorar la felicidad. Sería más feliz con cosas que no son posibles. El secreto de la felicidad es hacer pequeñas buenas cosas cada día.



08/05/2006:
Sofia Sofia Sofia Sofia


Esta mañana, mientras estaba escribiendo, han golpeado la puerta. Primero pensaba que debería ser el cobrador de la zona azul y no he abierto. Pero después he oído mi nombre. Entonces he abierto la puerta y era Ivana. Me ha comentado que me estaban poniendo una multa y que si no sacaba la Hymer de allí se la llevaría con una grúa. A continuación me ha indicado un nuevo aparcamiento dónde la podía aparcar. Hemos quedado en que me pasaría a buscar esta noche en el nuevo aparcamiento.
Por la mañana he ido al centro de información turística. He pedido el mapa de rigor y he preguntado dónde podría encontrar cibercafés, una lavandería (no hay), la embajada rusa y que me enseñaran en un mapa a la dirección que tenía de la agencia de Sofía que tramita visados.
He ido y vuelto paseando. Sofía es una ciudad tranquila, mucho. No hay mucho tráfico por el centro. La gente parece relajada, viste de manera sencilla, sin ostentar. En los parques, como en todas partes hay gente descansando, pero aquí he encontrado gente jugando a ajedrez. He estado observando un poco cómo jugaban, sabían mucho y apostaban dinero, no demasiado. He preguntado si podía jugar alguna partida y primero se han mostrado un poco reacios. Pero cuando les he comentado que no sabía más que ellos me han dejado entrar. He jugado tres partidas apostando medio euro a cada una. He perdido las tres. Sabían, mucho y yo hacía mucho tiempo que no jugaba. Creo que alguno de los jugadores sobrevivía a base de hacer partidas.
Por la tarde he ido paseando a la dirección que había encontrado por Internet de la agencia que tramita visados (www.visatorussia.com). Era un barrio residencial y la dirección concordaba en un bloque de pisos. En uno de los botones del interfono había escrito con lápiz: "Ekmo". Yo tenía que el nombre de la empresa era "Ekmoex". He llamado allí y me han abierto. He subido y me ha atendido un hombre de unos sesenta años. No hablaba nada de inglés pero me ha entendido que quería un visado para Rusia. He entendido que él no tramitaba visados, pero entonces me ha entregado una carta que venía de Finlandia con un Visado en el interior. Evidentemente el visado no era para mí y le he hecho entender que el visado no iba a mi nombre y que yo necesitaba a uno a mi nombre. Entonces me ha dicho que su hijo se encargaba de ello. Le he preguntado cuándo llegaría, pero no vivía allí. Finalmente el hombre ha llamado a su hijo y me ha pasado el teléfono. A partir de aquí se ha solucionado todo. Emil (así se llamaba el chico) hablaba inglés y me ha comentado que tramitaba Visados, me costaría 100 $ todo incluido y lo tendría el viernes por la mañana. Me ha indicado la documentación que necesitaría. Entonces sólo ha sido cuestión de ir a la Hymer, esta vez en autobús, volver, entregar el pasaporte, fotos e información y volver hacia el centro. Antes de encerrarme en la autocaravana he ido a comprar en un pequeño supermercado.
Tal como habíamos quedado, Ivana se ha presentado y hemos ido a cenar. Me ha propuesto ir a un restaurante-pizzería muy acogedor cerca de su trabajo. La cena, que hemos acompañado con una botella de vino bulgaro, ha transcurrido muy plácidamente charlando sobre nuestras vidas de una manera muy transparente. Paseando después de la cena, le he explicado el argumento de la novela que escribí el año pasado y que no conseguí publicar. Y mientras le explicaba eso, he tomado una decisión muy importante, de aquí unos años, cuándo acabe el viaje, y suponiendo que consiga publicar las experiencias del viaje y del proyecto, volveré a re-escribir la novela desde cero, me gustaría mejorarla en muchos aspectos.
Me gusta Ivana, me siento muy bien con ella. Sabe escuchar, también sabe mostrarse tal como es. Tiene ganas de ilusionarse, de volver a sentirse libre. Se ilusiona con todo lo que le explico. Es sensible, a veces reservada. Necesita sentirse amada, como todo el mundo quizás.
Mañana por la tarde iremos con su coche a visitar un pueblo a unos 100 kilometros de Sofía.



11/05/2006:
Sofia Ivana


He pasado tres días fantásticos en Sofía (y una tarde en Plovdiv), lástima que el tiempo no haya acompañado todos los días. He pasado bastante rato con Ivana, una buena amiga que volveré a dejar atrás. Sin embargo, quién sabe, quizás nos volvemos a ver en algún otro lugar.
La tarde del martes, la pasé en Plovdiv con Ivana. Fuimos con su coche. Plovdiv es la segunda ciudad más importante de Bulgaria, con cierta rivalidad con Sofía, ya que los habitantes de Plovdiv consideran que es una ciudad con mucho más encanto. Lo que es bien cierto es que el ambiente de Plovdiv es muy diferente de Sofía. Tiene un casco antiguo enhebrado entre cinco colinas, con las calles empedradas, algunas iglesias, un teatro romano, casas con los pisos superiores suspendidos sobre la calle. Plovdiv, a diferencia de Sofía también tiene una larga calle peatonal, con tiendas comerciales, bares, y la gente que pasea tranquilamente.
Ayer por la mañana me fui a conectar a Internet en un Pub Irlandés que ofrecía conexión gratuita. Después de comer aproveché para lavar a mano parte de la ropa sucia que tenía. Fue un poco laborioso, pero me tendré que ir acostumbrando porque no muchas ciudades del este (y después de África y Asia) tendrán lavanderías automáticas. Mientras lavaba la ropa Ivana me ha enviado un mensaje, diciendo que esta noche no podía quedar conmigo y me proponía de ir a tomar un café, inmediatamente después Rositsa me ha enviado un mensaje para quedar.
Rositsa es una amiga que hace tiempo que conozco a través de Internet, aunque nunca nos hemos visto en persona. Es búlgara pero vive y trabaja en Madrid. Daba la casualidad de que esta semana se encontraba en Sofía, ya que el viernes tenían que operar a su padre de una grave enfermedad.
El martes ya respondí a Rositsa que no podía quedar con ella porque iba a Plovdiv, pero esta vez no quería perder la ocasión de conocerla en persona, por lo tanto, con Ivana sólo pudimos pasear un pequeño rato.
Rositsa es una chica muy guapa, se la ve muy segura de sí misma y realmente lo debe ser a nivel profesional, pero a medida que la conoces descubres que es una chica sencilla e insegura como todo el mundo, con ganas de encontrar el amor de su vida, un amor que no encuentra entre los muchos hombres que le van detrás. A lo largo de la noche también se hizo patente su preocupación por la salud de su padre, aunque al mismo tiempo tiene una gran esperanza que mejore. Ella es cristiana ortodoxa, por lo tanto, deseo de todo corazón que Dios acceda a sus oraciones.
Hemos estado hablando de muchas cosas, pero me ha sorprendido la explicación de porque en Sofía hay locales que abren toda la noche y puedes encontrar fiesta cada día de la semana. Por una parte ha comentado que los precios de los bares y restaurantes son muy económicos -y realmente es así- y por otro lado, los búlgaros no acostumbran a invertir en la propia casa donde viven, aunque caiga a trozos. Por lo tanto, aunque no cobren demasiado, tienen recursos para salir a menudo de fiesta o de copas. También añadiría que los búlgaros no gastan demasiado en ropa, visten bien pero no visten para lucir.
Aunque Sofía parezca una ciudad segura, siempre llevo una navaja encima, como en la mayoría de ciudades. No creo que fuera capaz de no utilizarla contra nadie, pero si me encontrara en una situación crítica puede ser bastante útil para intimidar. De todas maneras, la mejor manera de no ser atracado es, nunca ir relajado, mostrando seguridad, pero al mismo tiempo ir controlando discretamente tus alrededores. Si hay personas sospechosas que te siguen o te controlan, entonces pararte en un escaparate y dejarlos pasar. Si eso no funciona, ponerte las manos en el bolsillo haciendo ver que llevas un arma, o incluso mostrar discretamente la navaja. Y si ves que te puedes encontrar en una callejuela sin salida ponerte a correr. Si estás en buena forma física, nadie te seguirá para robarte. Bien, ésta es mi teoría, ya veremos si funciona durante todo el viaje.
Esta mañana he ido la embajada rusa con una colega de Emil que me tramita el visado ruso. Al llegar me he dado cuenta que tenía que pasar por un detector de metales. He pensado que podía tener algunos problemas si me encontraban la navaja que normalmente llevo encima y discretamente me la he puesto en la chaqueta. Entonces me he sacado la chaqueta y la he dejado al lado del detector. La he dejado de manera que mostrara que en la chaqueta llevaba un paraguas. Entonces he pasado y he cogido la chaqueta sin que el guarda de seguridad se diera cuenta de nada. Podría haber llevado una bomba y haberla entrado igualmente. No sé , porque invierten tanto en aparatos y guardas.
Hacía dos días, Emil me envió un mensaje comentándome que la embajada rusa no abría todos los días de esta semana y que tenían que optar por un procedimiento de urgencia que costaba 140 $ en vez de 100 $. Respondí que siguiera con el proceso, pero pedí a Ivana que llamara a la embajada y se informó de que en realidad no cerraban. Emil se ha presentado a la embajada y he intentado negociar con él los 140 $, pero al ver si no me avenía detenía el proceso he aceptado el precio fijado.
En la embajada rusa tenía que entrevistarme con el cónsul. Curiosamente el cónsul hablaba español y sólo de entrar me ha informado muy amablemente de que no me podría tramitar el visado. Me ha comentado que, a pesar de tener una invitación correcta (la que me había proporcionado Emil), la embajada rusa en Bulgaria tenía la regla de tramitar sólo visados de residentes en Bulgaria. Le he preguntado si era cuestión de dinero y al comentarme que no lo he dejado por imposible. De todas maneras, la invitación era correcta y me podía ser muy útil para conseguir el visado desde otro país. He preguntado Emil si le tenía que pagar por la invitación y me ha sorprendido, cuando, disculpándose por no haber podido tramitarme la visa, me la ha entregado sin ningún coste. Una gran ganga, porque a pesar de haber perdido toda una mañana, podré tramitar yo mismo el visado desde otro país y me saldrá mucho más económico.
He comido con Ivana en un restaurante típico Búlgaro. Naturalmente hemos comido una ensalada como entrante. Es el típico plato Búlgaro y tienen de muchos tipos, normalmente media carta está dedicada a las ensaladas. Y por lo que me han explicado, no sólo comen en verano, que apetece más, sino también en invierno.
Por la tarde hemos una gran caminata por Sofía visitando parques, mercados, centros comerciales, iglesias, una sinagoga, una mezquita. Continúo pensando que Sofía es una ciudad muy tranquila con la gente relajada. Hay coches aparcados por todas partes, pero el tráfico es muy inferior a otras ciudades. También hay muchos indigentes que simplemente reposan y viven en su rincón, sin pedir caridad, igual que en el resto de ciudades de la Europa del Este.
Todos estos días me ha costado orientarme a Sofía, saber dónde estaba el norte y el sur. Creo que las montañas nevadas que hay en el sur son la causa, ya que en mi país las montañas se encuentran en el norte. Estas montañas tienen pistas de esquí a menos de una hora de la ciudad. En invierno mucha gente de Sofía va a esquiar por la tarde, después de trabajar, ya que por la noche iluminan las pistas.
Por noche, he ido a conectarme a Internet en el pub irlandés, ya que mañana marcho hacia Macedonia y seguramente estaré unos días sin conectarme. Mientras enviaba el diario de hace dos semanas he recibido unos correos electrónicos muy bonitos de Ivana. Seguramente, si me pudiera quedar definitivamente en Sofía o ella pudiera dejarlo todo, hubiera sucedido alguna cosa entre nosotros. Pero ya voy aceptando que difícilmente encontraré compañera de viaje, ni tan solo un amor temporal. Lo acepto y eso me libera, porque puedo estar con una chica, aunque sea muy atractiva e interesante, y simplemente observarla como una amiga.





Macedonia

Skopje (ver en mapa)

12/05/2006:
Bulgaria


Esta mañana, mientras estaba pensando si ir a dar una vuelta con bicicleta por la ciudad o marchar, han llamado suavemente a la puerta. He abierto la persiana y era Ivana. Ha pasado un rato antes de ir a trabajar. Nos hemos vuelto a despedir con un fuerte abrazo y me ha dado un tarro de confitura de tomate típico de Bulgaria. Se llama Lutenica, y los ingredientes básicos son: tomate, pimiento y ajo o cebolla. Se ve que todos los niños crecen comiendola, a menudo untada sobre el pan.
Finalmente he decidido marcharme. He salido de Sofía orientándome con la brújula. Tenía que ir en dirección Sudoeste, dirección Macedonia. Primero la carretera era de doble carril pero en muy mal estado, en cambio, a medio camino ha sido de un solo carril pero en buen estado.
En Kjustendil, poco antes de la frontera, he preguntado por dónde seguía la carretera hacia Macedonia a un hombre que atendía una parada al pie de la calle. El hombre me ha contestado en español "No entiendo, sólo hablo un poco de español". Entonces yo le he comentado que era de España y se ha puesto muy contento. Me ha indicado la continuación y después me ha explicado que hace poco estuvo tres meses en Murcia recogiendo limones.
En la frontera he podido gravar el paso con la cámara espía que www.mtvtelevigilancia.com me dejó. Lástima que no haya conectado correctamente un cable y no se haya grabado el sonido. En la aduana de Macedonia, un policía ha querido comprobar que no llevara nada para declarar. Ha mirado el lavabo, la nevera, el congelador, la cocina, el fregadero, un armario ... Me parece que sólo ha chismorreado en vez de buscar.
La carretera en Macedonia ha seguido con el mismo buen estado. El paisaje ha cambiado un poco, ha seguido ondulado como el resto de los Balcanes, pero el verde era un poco más seco. Se nota que Macedonia está más en el Sur, tocando a Grecia.
Poco antes de llegar a Sofía he tenido que coger la autopista, ya que según mi mapa no había otras carreteras. Al primer peaje no podía pagar con tarjeta y al preguntar el precio me ha dicho 2€. Le he dado 5€ y me ha devuelto 150 denars y un ticket de 50 denars. Desconfiando he parado justo después del peaje y he mirado el cambio euro/denar en la guía que llevo. He calculado que aproximadamente 5€ eran 300 denars, por lo tanto el chico del peaje me había engañado. Me he dirigido en medio de los coches y le he reclamado que me había dado el cambio mal y que tenía que devolverme 100 denars. Primero me ha dado 50 denars, pero he vuelto a repetir que eran 100, después he visto que estaba contando 90 denars, pero encima el mostrador he visto uno billete de 100 denars y lo he cogido. Me ha mirado muy mal pero no me ha dicho nada. Unos kilometros más allá me he encontrado otro peaje, al preguntar el precio en inglés, el chico me ha contestado "2€", pero he visto que el precio con denars era bastante más bajo con denars y he pagado con los denars que tenía. Nuevamente me he llevado una mala mirada.
Me ha sorprendido al llegar a Skopje que en vez de iglesias había mezquitas (más tarde he visto que también había iglesias, pero más bajas, porque antiguamente no las dejaban construir más altas que las mezquitas). He intentado aparcar donde creía que estaba el centro, cerca del punto de información, en la ciudad antigua. Pero gente que deambulaba por allí no me ha parecido demasiada de fiar y he movido la autocaravana hacia el otro lado del río. He aparcado encima de la acera, como el resto de coches, y he salido a pasear. Esta área, el sur de la ciudad es mucho más comercial, con mucha juventud paseando, calles restringidas al tráfico, muchos bares y terrazas ...
Por la noche, después de trabajar un poco con el ordenador he salido de fiesta. He encontrado un café muy interesante donde tocaba un grupo con música rock-jazz. He preguntado dónde seguía la fiesta y me han indicado un club, pero al llegar estaba demasiado lleno. A fuera he conocido una pareja que me han acompañado a otro club con música electrónica. He estado bastante rato hablando con esta pareja, la chica estudiaba arquitectura y el chico había estudiado arte, había pasado 6 años en New York. Quizás este hecho lo hacía más abierto, porque he encontrado que el resto de juventud en Skopje era bastante cerrada.



13/05/2006:
Skopje Skopje Skopje Skopje Skopje Skopje
Skopje      


Hoy he dedicado buena parte del día a pasear por Skopje, una ciudad con dos áreas bien diferenciadas. El sur, donde he pasado la noche, no tiene demasiados puntos de interés, pero está llena de comercios, bares, terrazas ... La gente pasea tranquilamente por las calles restringidas al tráfico, cerca del río y una gran plaza. Desde la plaza se puede caminar por encima de un puente que cruza el río. Justo en el otro lado, el ambiente cambia drásticamente. Las calles restringidas al tráfico continúan pero en vez de modernos bares y comercios están llenos de tiendas y bares de estilo árabe. En esta área se extiende el mencionado bazar turco. En este lado de la ciudad también se puede visitar unos baños turcos convertidos ahora en museo, una iglesia excavada en parte bajo tierra (porque antes no podían alzar una iglesia más alta que una mezquita), diversas mezquitas, un gran mercado con todo tipo de productos, una fortaleza ...
Justo entrando en la ciudad árabe hay un punto de información turística. He entrado, aunque en la guía Lonely Planet indicaba que el trato que dispensaban no era muy bueno. Me ha atendido a un chico de complexiones turcas. Contrariamente a lo que explicaba la guía ha sido el lugar donde me han informado mejor. El chico ha sido increíblemente simpático, y hasta me ha propuesto un itinerario muy bonito para llegar a Ohrid, la próxima ciudad que visitaré. Le he comentado lo que había escrito en la guía, y entonces me ha explicado que a veces hay otra chica que es terriblemente antipática, pero él no puede hacer nada.
Cuando iba a visitar la iglesia de Sveti Spas, me he encontrado un inglés con el cual he iniciado conversación. Estaba trabajando unos meses en Skopje con una ONG. Hemos ido a comer juntos un kebab y antes de que se marchara le he propuesto de coger el pulso al mundo con él.
Marc, así se llamaba, opinaba que el principal problema del mundo era la pobreza. La solución estaría en crear o impulsar empresas locales en las áreas donde haya pobreza. Individualmente la solución estaría al comprar marcas locales y no internacionales. El principal problema de Londres también era la pobreza, aunque la seguridad social también aligera el problema. Marc es muy feliz, sin razón. Sería más feliz si tuviera su chica con él. El secreto de la felicidad es apreciar lo que tenemos.
Cuando ya estaba volviendo del paseo, he recibido un mensaje en el móvil de una chica que había contactado hacía sólo dos días a través de Internet. Me ha propuesto quedar a las 9:30 de la noche delante de la estatua de la Madre Teresa. Después de trabajar un poco con el ordenador y de conectarme a Internet, me he dirigido allí.
Lily es una chica muy simpática y dulce que está estudiando informática. Hemos ido a beber una cerveza en un bar apartado del centro. Me ha estado explicando los dos meses qué estuvo en España, las ciudades que visitó, las fiestas ... También me ha estado explicando que a la mayoría de los macedonios (ella incluida) no les gusta los Albaneses, normalmente musulmanes y menos educados (según ella). Hemos estado hablando de sentimientos y nacionalidades. Hemos comentado que los Serbios no tienen sentimientos adversos con Macedonia, en cambio Macedonia sí con Serbia. En cambio, Serbia y Croacia se tienen sentimientos adversos mutuamente. Ella lo ha comparado con Cataluña y España, que se tienen ciertos sentimientos adversos, y Cataluña y Valencia, con sentimientos adversos sólo por parte de los valencianos.
Se ha hecho tarde y Lily ha perdido su autobús. Entonces hemos ido a bailar en un club donde tocaban música en directo y más tarde la he llevado a su casa.




Ohrid (ver en mapa)

14/05/2006:
Macedonia Macedonia


He pasado la noche delante de la casa de Lily, que vive hacia las afueras de Skopje. Preguntando varias veces he encontrado la carretera que va hacia Ohrid, mi próxima destinación, un pueblo cerca de un lago que hace frontera con Albania. La carretera se ha convertido en autopista durante unos cuantos kilometros, pero esta vez, en ningún de los tres peajes que he pasado me han intentado engañar.
Pasado Gostivar he girado a la derecha, tal como me indicó al chico de la oficina de turismo, y he ido enfilando una pequeña carretera a ratos con muy buen estado y a ratos con grandes agujeros en el pavimento. La carretera transcurría por el lado de unas montañas nevadas, entre bosques esplendorosos y por el lado de tres lagos o presas dispersados a lo largo del camino.
Después del primer lago me he parado en el monasterio de S. Joan Baptista, un monasterio con unos retablos de madera exquisitos. En el segundo lago, mientras hacía una foto de un agujero que había en medio del agua, un hombre que había esperado al lado de la carretera ha iniciado una conversación conmigo con un inglés casi nulo. Entonces me ha preguntado si lo podía llevar unos diez kilometros más allá. El hombre parecía de fiar y lo he llevado. Durante el camino me ha explicado en signos que estaba casado y que tenía dos hijos y una hija, también que tenía un hermano trabajando en Estados Unidos. Entonces me ha preguntado si estaba casado, y para no alargarme demasiado en la respuesta, le he indicado con signos que estaba separado.
He llegado a Ohrid sin tener ni idea de donde podía estar el centro. Pero utilizando la intuición y preguntado he llegado. He aparcado al lado de un paseo que bordea el lago. Mientras bajaba de la Hymer un hombre bizco se me ha acercado y me ha informado de que no podía acampar allí, entonces me ha comentado que podía ofrecerme una plaza de aparcamiento. Le he agradecido la información pero le he explicado que ya me espabilaría.
He paseado un poco cerca del lago y por la calle principal de la villa, una calle restringida al tráfico con unos cuantos bares, terrazas y tiendas que me han recordado las calles turísticos de algunos pueblos de la Costa Brava. He tomado una cerveza y he vuelto a la autocaravana, donde por primera vez en el viaje he visualizado una película que tenía grabada en el ordenador: "Samaritan Girl", una película Coreana bastante interesante.





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