Documento sin título

globetour

Quienes somos >> Diario << Diario de Alex Fotos Proyecto Respuestas Videos Cuestionario Itinerario Sponsors Otros viajeros Colabora Contacto

 

Diario

Este es el diario de Jan. Si queréis recibir este diario semanalmente por correo electrónico, escribid vuestro mail en el formulario de contacto.

Dia:   
        
Pais:   

‹ Anterior (16/05/2009)  MES   Siguiente (2009-07-15)›                     ‹ Anterior (2009-05-29 - Thailand)  PAIS   Siguiente (2009-07-03 - Vietnam)›



Malaysia



Cameron Highlands (ver en mapa)

18/06/2009:
Malaysia,+Cameron+Highlands Malaysia,+Cameron+Highlands Malaysia,+Cameron+Highlands Malaysia,+Cameron+Highlands Malaysia,+Cameron+Highlands Malaysia,+Cameron+Highlands,+Robinson+falls Malaysia,+Cameron+Highlands
Malaysia,+Cameron+Highlands Malaysia,+Cameron+Highlands,+Boh+tea+plantation Malaysia,+Cameron+Highlands,+Boh+tea+plantation Malaysia,+Cameron+Highlands,+Boh+tea+plantation Malaysia,+Cameron+Highlands,+Boh+tea+plantation   


Hemos abandonado a nuestros amigos de KL por unos días y nos hemos dirigido hacia la zona montañosa llamada Cameron Highlands, donde el paisaje y las temperaturas son excelentes. Alexandra, cansada de sudar en el calor, enseguida se enamoró, y yo también. A pesar de pasar muchas horas en el hotel conectado a Internet y consultando en directo y con preocupación los acontecimientos posteriores a las elecciones de Irán, he dedicado cada uno de los tres días a hacer una excursión por los alrededores, mientras Alexandra se quedaba relajada paseando por el pueblo de Tanah Rata, a una altitud de 1380 m. El primer día anduve hasta la montaña próxima de Gunung Beremban (1812 m), andando entre diversos invernaderos donde se cultivaban fresas, y subiendo por un caminito que pasaba por el medio de la jungla. En algunos momentos, el camino era verdaderamente empinado, y si no fuera por las raíces de los árboles donde me podía agarrar, habría sido imposible de escalar-lo. De todas maneras, en todo momento, la magia del camino era cautivadora, andando entre lianas; por debajo de árboles medio caídos; por encima de raíces, musgo y hojas en descomposición; por el lado de bonitas orquídeas, setas, insectos; y rodeado en todo momento por el ruido intenso de las cigarras. El camino estaba bastante bien marcado, pero no siempre, por que al bajar tuve que escoger entre un camino a la derecha y otro a la izquierda, y el de la izquierda se fue complicando lentamente hasta convertirse en un resbaladizo descenso por el lecho húmedo de un río. Al segundo día, hice una caminata más sencilla hasta la montaña de Junung Jasar (1670 m), en la cima de la cual me encontré a un hombre con uno grande caza mariposas que estaba completando una colección (por los alrededores de Cameron Highlands hay muchas granjas de mariposas e insectos donde se exponen, vivas o muertas). Al bajar por el otro lado de la montaña, decidí hacer autostop para volver a Tanah Rata y enseguida me cogieron (una buena noticia para David y Maria). Y hoy, he dejado la montaña y la jungla, para dirigirme hacía otra de las atracciones de Cameron Highlands. He cogido un autobús local y me he dirigido a las plantaciones de té de Boh o Sungai Palas, donde las vistas de los pequeños arbustos (similares a bonsáis) de las plantas de té cubriendo los regazos de las montañas de los alrededores eran impresionantes. He estado andando por el medio de la plantación, recorriendo los laberínticos caminos que crean las plantas hasta encontrarme a diversos trabajadores (todos ellos parecían de origen indio) que cortaban las hojas tiernas de las plantas de té llenando un gran saco que cargaban la espalda. Al volver volví a hacer autostop, parándome una familia de Singapur, y un conductor de una furgoneta vacía de pasajeros que me cobró el precio local del autobús.




Perhentian islands (ver en mapa)

23/06/2009:
Alexandra se encontraba demasiado bien en Cameron Highlands y fue imposible de convencerla de visitar las islas Perhentians, aunque ella tampoco consiguió convencerme de que me quedara. Así pues, decidimos separarnos por unos pocos días y nos reencontramos en KL en casa de nuestros amigos. Y, aunque echara de menos Alexandra, valió la pena la visita a las islas, principalmente por la fauna marina que pude observar. Cada uno de los cuatro días que pasé en la pequeña isla de Perhentian alquilé unas gafas y unos pies de pato y nadé por los corales de la costa, observando muchos peces de colores, algunos de los cuales de una medida considerable, como diversas mantas (1 metro de diámetro) y diversas familias de peces Napoleón con ejemplares de un metro y medio, las cuales hacían respeto cuando se mostraban curiosos conmigo y se me acercaban. También observé diversos tiburones cada día, algunos de los cuales de 2 metros de largo, pero sólo asustaban con el nombre, pues conocía que éstos no atacaban a los humanos y por otro lado no mostraban mucho interés con mi presencia. Uno de los días también contraté un tour para visitar diversas zonas coralinas alejadas de la playa y para ver una gran tortuga nadando en el agua, la cual casi toqué.
Aparte de los peces que vivían bajo el agua, la isla sólo era interesante por unos grandes lagartos que de vez en cuando se cruzaban tranquilamente por el camino, con algunos ejemplares midiendo casi dos metros. Pero dejando de lado la fauna, la isla no era demasiado interesante, además de ser muy cara. Encontré una habitación de hotel compartida para 8 personas por 3euros la cama, facilitándome la comunicación con otros viajeros de la isla, la mayoría de los cuales eran ingleses (y el resto de países anglo-sajones) y muchos jóvenes, con los cuales fue difícil integrarme, aunque mantuve algunas conversaciones interesantes sobre religiones con algunos de ellos. En general eran viajeros muy inexpertos, muchos de los cuales habían sido robados en la isla por no vigilar: se habían dejado la puerta de la habitación abierta, se habían quedado durmiendo borrachos en la playa, habían ido a nadar dejando las posesiones en la playa ... Así pues, aparte de mantener algunas conversaciones interesantes, me pasé bastantes horas sudando en la cama del hotel, siguiendo la corrección de mi novela y siguiendo preocupado por los acontecimientos de Irán, aunque en la isla estaba completamente incomunicado.


Kuala Lumpur (ver en mapa)

29/06/2009:
Malaysia,+Kuala+Lumpur,+us+in+CS+meeting


Al volver de las islas Perhentians y reencontrarme con Alexandra en casa de Zaikha y Faizal, recuperé la conexión de Internet y me volví a obsesionar siguiendo el conflicto post-electoral de Irán. Hombres, mujeres, jóvenes y viejos (entre los cuales podían haber nuestros amigos) seguían muriendo en las manifestaciones pacíficas de Irán, matados por francotiradores, a golpes de hacha o golpeados sin piedad. Leía compulsivamente a los testigos de gente que había sido detenida y las torturas que habían sufrido, golpeándolos hasta romperles los huesos, cortándoles las gemas de los dedos, ahogándoles en agua o incluso violándoles (tanto hombres como mujeres). Me sentía impotente, sin poder ayudar a unas de las poblaciones que nos han tratado mejor durante el viaje, pero que viven bajo éste régimen cruento. Era consciente de que, paralelamente a este conflicto, había muchos otros conflictos en el mundo donde mucha otra gente sufría bajo regímenes todavía peores, pero estaba completamente enganchado emocionalmente con Irán. Quizás por eso, al mismo día que llegué a Kuala Lumpur, empecé a sentir un dolor de cabeza que se incrementó los siguientes días con intensidad. Tuve que tenderme en la cama sin poder apagar de mi mente las imagenes de las manifestaciones en Teherán y la gente que moría disparada por los basiji. Finalmente, al tercer día, el dolor de cabeza era tan insoportable que me decidí de visitar a un doctor, el cual me recetó unas pastillas, indicando que la causa se podía encontrar en mis inmersiones a 3 o 4 metros bajo el agua en las islas Perhentian.
Realmente, las pastillas que el doctor me recetó hicieron desaparecer el dolor de cabeza, y al siguiente día fui capaz de reconectarme a Malasia para asistir al último encuentro de Couchsurfing. Los anteriores tres días se habían estado produciendo diversos encuentros, uno de los cuales en la noche anterior que había conseguido reunir unos cuarenta miembros de couchsurfing que estuvieron hablando y bebiendo hasta la madrugada. Quizás por eso, no se presentó mucha gente al encuentro de ayer, aunque suficiente para que fuera agradable. Entre los asistentes había Roman, nuestro amigo suizo con quien esperamos volver a cruzar caminos, y un iraní con quién intentamos hacer más soportable las noticias que llegaban de su país bromeando sobre Armadinejat y los basiji.
Y hoy a la noche, con el billete de avión hacia Vietnam en el bolsillo, nos hemos despedido de Zaikha y Faizal (y sus hijas Aresha y Zara) los cuales nos han tratado muy bien durante los diez días que nos han estado alojando. Realmente nos han hecho sentir a casa nuestra, y de nuevo nos ha entristecido despedirnos de nuestros amigos. De todas maneras, los cuatro tenemos esperanzas de reencontrarnos por tercera vez, cuando ellos vuelvan a viajar a Europa o cuando nosotros volvemos a visitar Malasia, que a buen seguro haremos, pues el país y su gente nos han encantado.





Vietnam

Ho Chi Ming City (ver en mapa)

03/07/2009:
Vietnam,+Ho+Chi+Ming+City,+catedral Vietnam,+Ho+Chi+Ming+City,+Wedding+in+the+old+post+ofice Vietnam,+Ho+Chi+Ming+City,+pagodas+or+chinesse+temples Vietnam,+Ho+Chi+Ming+City,+playing+chinesse+chess Vietnam,+Ho+Chi+Ming+City,+pagodas+or+chinesse+temples Vietnam,+Ho+Chi+Ming+City,+pagodas+or+chinesse+temples
Vietnam,+Ho+Chi+Ming+City,+pagodas+or+chinesse+temples Vietnam,+Ho+Chi+Ming+City,+way+of+enprisonmen+in+war+museum.     


Se han hecho tantas películas que, inevitablemente, cuando se nombra Vietnam uno recuerda la guerra que Estados Unidos protagonizó en contra del comunismo. Parece un poco injusto empezar nuestro relato de Vietnam mencionando esta guerra, porque el país parece haber olvidado las luchas y el sufrimiento del pasado, pero no del todo. Llegamos a Ho Shi Min City (HSMC), la ciudad mayor de Vietnam (casi 7 millones de habitantes), al sur, que yo identifico más con su antiguo nombre de Saigón. HSMC fue el nombre que recibió la ciudad, cuando Estados Unidos abandonó la guerra, en honor al gran héroe Ho Shi Min; el revolucionario que fundó y presidió el Vietnam comunista e inició la guerra contra los Estados Unidos. Pero no sólo los nombres recuerdan las guerras pasadas, en HSMC está el museo de la guerra que expone el sufrimiento del pueblo de Vietnam. En el museo, me sorprendió observar técnicas de tortura y de aprisionamiento muy similares a las de los Yemers Rouges, cuestionándome quien se copiaba de quien, si los comunistas a la CIA o la CIA a los comunistas. Desgraciadamente, observando las fotografías y leyendo las explicaciones, también recordé las torturas y represión que recientemente está sufriendo el pueblo de Irán, reforzándome la creencia que las guerras y represiones son inaceptables en cualquier lugar y momento. Aun así, también admito que hay guerras más abominables que otras, y la de Vietnam podría ser un ejemplo, donde se utilizó por parte de los Americanos el agente naranja, un exfoliante que arrasaba la jungla donde se escondían las guerrillas del Vietcong pero que también incorporaba unas toxinas que eran absorbidas por los humanos, provocando graves deformaciones a las generaciones posteriores. Estas consecuencias son un tabú para la sociedad actual de Vietnam, pero siguen existiendo según nos explicó Laura (http://goodmorningsaigon.blog.free.fr/), una chica francesa que trabajaba algunas horas de voluntaria cuidando chicos y chicas con problemas mentales y físicos causados por el Agente naranja.
Laura y Victor son una pareja francesa de Couchsurfing que nos alojaron en su magnifica casa de HSMC. La casa era un bonito edificio de 3 o 4 plantas, pero de sólo 2.5 o 3 metros de ancho, una característica común a la mayoría de casas de HSMC. También había otros elementos representativos de HSMC, como la gran cantidad de cables que había colgados por la calle, como en algunos lugares de India, pero más ordenados y limpios (o al igual que Bucarest, como me recordó Alexandra). También era sorprendente la gran cantidad de motos que circulaban por las calles, que teníamos que ir esquivando si queríamos pasar al otro lado. También era divertido observar la mayoría de los restaurantes y bares disponiendo unos asientos y mesas minúsculas, iguales que las de niños pequeños, aunque no dejaban de ser confortables. Por otro lado, Vietnam sigue siendo un país comunista, aunque parece completamente dominado por el capitalismo, de hecho, lo único que no ha perdido es la inexistencia de democracia y de algunas libertades políticas, individuales o de asociación.
Durante los cuatro días que pasamos en HSMC, estuvo lloviendo algunos ratos, recordándonos que estábamos en plena temporada de lluvias, una temporada que afortunadamente hemos ido evitando a la mayoría de países visitados durante estos 3 años. Aun así, la lluvia no nos ha impedido salir con Laura y Victor a comer en diversos restaurantes deliciosos y económicos y a visitar algunos de los monumentos de HSMC, que incluyen algunos edificios coloniales y diversas Pagodas o templos chinos. Visitando los templos reflexioné con la fascinación que me producen las religiones, aunque ya hace tiempo que haya dejado de creer en Dios y en las verdades dogmáticas, y quizás por ello me sorprenden que a pesar de su falsedad continúen siendo una gran fuente de inspiración para millones de personas, que siguen dedicando tiempo, dinero y fe.




Hoi An (ver en mapa)

05/07/2009:
Vietnam,+Hoi+An Vietnam,+Hoi+An Vietnam,+Hoi+An Vietnam,+Hoi+An Vietnam,+Hoi+An Vietnam,+Hoi+An
Vietnam,+Hoi+An      


De HSMC cogimos un tren nocturno hacía el Norte, durmiendo confortablemente en dos camas en un compartimento compartido con una familia que tenía dos hijos muy ruidosos. Al día siguiente al mediodía llegamos a Danang desde donde cogimos un autobús hacia Hoi An, un bonito pueblo en la orilla del río Thu Bo. Hoi An es un pueblo de calles estrechas y con una arquitectura influenciada por los chinos, japoneses y europeos, debido a la importancia del pueblo como puerto comercial durante los siglos XVI y XVII. Este antiguo encanto de Hoi An, se ha desvanecido un poco con la gran cantidad de turistas que deambula por el pueblo y que han contribuido a cambiar su fisonomía, pues cada una de las casas que dan a la calle se ha convertido en un restaurante, hotel, tienda de subvenir, sastrería o sala de exhibiciones. De todas maneras, todavía se conservan unas cuantas de las antiguas pagodas, que como siempre son interesantes a visitar. Por otro lado, también había algunos comercios con bastante encanto, conservando antiguas tradiciones artesanales del pueblo: creando lámparas de ropa, componiendo de pinturas con hilo de diferentes colores y cosiendo bonitos vestidos de estilo europeo y oriental. Y fue la gran cantidad de sastrerías que hizo decidir a Alexandra de hacerse un vestido muy bonito de tonalidades apasteladas que estrenará al principio del próximo año, cuándo tenemos intención de casarnos.
Hoy, el segundo día de pasear por el pueblo, hemos conocido casualmente a David, un viajero español que después de unos pocos meses también está cogiendo el gusto de viajar y se empieza a estudiar como seguir con este tipo de vida. Juntos seguimos deambulando por el pueblo y por el mercado, la parte más auténtica, donde casi todas las mujeres vendedoras y compradoras llevaban un sombrero de paja de estilo chino a la cabeza. Allí también observamos cómo los locales comían huevos hervidos con los pollos a dentro (justo unos días antes de nacer), una comida también tradicional en Filipinas según David. Desgraciadamente, andando por el mercado también nos dimos cuenta de que diversas veces nos venían comida o bebidas a un precio dos o tres veces más caro que a los locales, simplemente por ser turistas. Aun así, no nos enfadamos, porque el precio continuaba siendo económico y el engaño no era tan exagerado como en la India; o con los vietnamitas simplemente era más soportable.




Hue (ver en mapa)

08/07/2009:
Vietnam,+Hue Vietnam,+Hue Vietnam,+Hue Vietnam,+Hue Vietnam,+Hue,+cobered+bridge Vietnam,+Hue,+cobered+bridge
Vietnam,+Hue Vietnam,+Hue,+Dat+in+a+pagoda     


El trayecto en tren desde Danang a Hue fue muy bonito, con la línea flanqueando la costa recortada por diversas montañas frondosas y altivas. El paisaje era encantador, pero me sorprendió mucho más la fascinación que los vietnameses del tren mostraban, levantándose de sus asientos para contemplar las maravillas de su país. Muchas veces, el paisaje resultaba favorecido por la inexistencia de árboles que permitían unas vistas excelentes. Desgraciadamente, intuía que las plantas bajas, algunas de las cuales parecían envolver antiguos troncos de árbol, no eran originarias de la zona y que sólo prosperaron cuando el bosque desapareció bajo los efectos del nefasto agente naranja.
Los hoteles en Hue están alejados un poco de la estación de trenes y nos dejamos convencer por un taxista que nos le llevara gratuitamente. Naturalmente fuimos al hotel que el taxista nos recomendaba, pero la recepcionista nos enseñó una habitación increíble por sólo 120.000dongs (7 $) y decidimos quedarnos. La habitación era grande, con balcón y ventanas en dos paredes, con aire acondicionado, nevera... Era la mejor habitación de hotel donde habíamos estado y Alexandra decidió quedarse reposando los siguientes dos días mientras yo visitaba la ciudad. Pero hoy por la noche, al ir a pagar las tres noches la chica de recepción me ha dicho que el precio era de 12 $ en vez de los 120.000 dongs que yo había entendido, y el conflicto ha estallado. Sinceramente, no sé si la chica me engañó con el precio o yo me confundí, en cualquier caso, los del hotel tenían las de ganar porque tenían nuestros pasaportes. Finalmente, después de bastante discutir, hemos decidido pagar las dos noches pasadas a 12 $ y marcharnos a buscar otra habitación de hotel por esta noche, la cual hemos encontrado por 5 $, un precio demasiado caro teniendo en cuenta que era una de las peores habitaciones donde hemos dormido.
En cualquier caso, dejando de lado las aventuras de hotel, Hue es una ciudad muy interesante, que fue capital de Vietnam durante el siglo decinueve. Entre las diversas atracciones de la ciudad hay un gran recinto imperial que fue fuertemente bombardeado por los americanos pero que todavía conserva interesantes pabellones y templos. Hue también cuenta con diversas tumbas reales (que no visité), diversas Pagodas y un puente cubierto que he visitado hoy pedaleando con bicicleta entre diversas plantaciones de arroz.
Durante la visita matutina a una de las pagodas o templos Budistas, tuve la casualidad de asistir a una larga ceremonia celebrada antes de comer, con cantos, toques de gong y piedra, veneración de los cuencos de arroz, silencios... Los monjes estaban sentados en la mesa vistiendo túnicas amarillas, los más jóvenes estaban de pie vistiendo túnicas grises, y paralelamente a la celebración, diversas mujeres mayores vestidas de gris hacían genuflexiones. Nadie me recriminó con la mirada por mi presencia, simplemente me sonreían mientras seguían con aquella ceremonia tan especial que seguramente celebraban cada día. Fue en otro templo donde tuve oportunidad de conversar con un monje joven, vestido de gris y con la cabeza afeitada a excepción de una larga melena que se le caía por la frente. El chico se llamaba Dat y tenía 14 años, explicándome que hacía dos años que estaba en el monasterio, junto con 30 chicos más de su edad. Parecía que se encontraba muy bien allí, tocando el gong cuando los turistas entraban en el templo o cuando los fieles plegaban y adoraban las imágenes de Buda.





‹ Anterior (16/05/2009)  MES   Siguiente (2009-07-15)›                     ‹ Anterior (2009-05-29 - Thailand)  PAIS   Siguiente (2009-07-03 - Vietnam)›
Documento sin título

 

Cómo vivir feliz sin libre albedríoDescargaros gratuitamente mi nuevo libro "Cómo vivir feliz sin libre albedrío" desde mi página web librealbedrio.info o visualizad este entretenido video de introducción: youtu.be/qZHnjjiivs0.