|
Quienes somos | >> Diario << | Diario de Alex | Fotos | Proyecto | Respuestas | Videos | Cuestionario | Itinerario | Sponsors | Otros viajeros | Colabora | Contacto |
Diario Este es el diario de Jan. Si queréis recibir este diario semanalmente por correo electrónico, escribid vuestro mail en el formulario de contacto.
‹ Anterior (28/06/2006) MES Siguiente (2006-08-27)› ‹ Anterior (2006-07-19 - Norway) PAIS Siguiente (2006-08-01 - Estonia)› Sweden Stockholm (ver en mapa) 30/07/2006: Estos tres días me he intentado adaptar a la nueva situación temporal, la de viajero solitario. Pero sólo me he querido adaptar de una manera provisional, ya que en aproximadamente un mes volveré a viajar con Alexandra. En realidad me he encontrado un poco perdido y sin demasiadas ganas de encontrarme con gente. De todas maneras escribí a diversa gente de hospitalityclub. Sólo me respondió un chico que al final no pudo quedar. También contacté a un español de Couchsurfing (definitivamente el portal vuelve a funcionar correctamente, aunque ahora utilizo más hospitalityclub) que había escrito en un mensaje en un forum comentando que estos días visitaría Stockholm. También me respondió pero al final no se presentó a la cita. El jueves dediqué toda la mañana a dormir y a trabajar. Por la tarde salí a hacer diversas gestiones: buscar dónde estaba la lavandería que mi guía mencionaba, comprar un protector para el objetivo de la camera de fotografiar (lo había perdido en Oulu, Finlandia), comprar unas pinzas para que los pantalones largos no se enganchen con los pedales de la bicicleta (las que había comprado a España, de plástico, se habían roto), preguntar precios por el ferry de Stockholm a Tallin, comprar un medicamento para mi nariz en la farmacia ... Después me conecté a Internet y finalmente recorrí un poco la ciudad. Stockholm es una ciudad con muchos carriles para bicicleta. Hay muchas circulando y pocos coches. De hecho, creo que actualmente se tiene que pagar para entrar en el centro de la ciudad, pero yo no he pagado, claro, todo está en sueco y yo no lo entiendo. Recurrí con bicicleta las islas de Skeppsholmen, con algunos parques y un museo de arte contemporáneo, y Gamlastan, donde está el barrio antiguo de la ciudad, con calles estrechas, empedradas y casas que me recordaban el estilo germánico. El viernes por la mañana fui a la lavandería, mientras esperaba trabajando con el ordenador (pude conectarme a Internet gratuitamente utilizando la conexión de algún vecino), entraron dos hombres y una mujer que hablaban español. Los pregunté de dónde eran y me comentaron que de Murcia. Les pregunté si estaban en Suecia trabajando. - Claro - me respondieron - El que va a una lavandería es porque trabaja, no vendrán los que están de vacaciones. Seguro de que tú también trabajas. - Bueno, sí, estoy haciendo un trabajo que me gusta mucho, tanto que se podrían considerar vacaciones. Les comenté que estaba haciendo la vuelta al mundo pero no les interesó nada, quizás no me creyeron. Ellos me comentaron que eran conductores de autobuses y la chica guía. Seguí trabajando y ellos con su conversación pero de repente oí que hablaban de que habían matado algún pájaro y les pregunté sobre el tema. Me respondieron: - Sí, aquí se matan muchos pájaros con el autobús. Un día en un solo trayecto maté seis - e hizo el ruido "plas", "plas", "plas" ... y el gesto de cómo los fue aplastando - En España también se matan, pero muchos menos, se ve que aquí son menos listos. Después de la lavandería me paré a comprar verdura y fruta en una parada en una plaza. Estaba muy cara. El vendedor viéndome extranjero me preguntó de dónde era. Le dije que de España y me empezó a hablar medio en español medio en portugués. Él era de piel oscura y también le pregunté sus orígenes. Me dijo que era iraní. Hubiera querido conocerlo un poco más, pues parecía simpático, pero desistí después de que intentara engañarme dos veces, primero con el peso y después con el cambio. Eso sí, miles de disculpas después de cada error. Por la tarde estuve bastante rato conectado a Internet desde la hamburguesería. Alexandra necesitaba hablar conmigo y estuvimos conversando bastante rato utilizando el messenger. Ella está tomando una de las decisiones más importantes de la vida, dejarlo todo por amor. Naturalmente necesitaba apoyo, saber que realmente la amaba, que la quería conmigo, que todo iría bien. Después de hablar con ella seguí un rato más conectado a Internet, pues a fuera llovía. Recibí un correo de una chica que me insinuaba que yo estaba viajando porque estaba buscando alguna cosa, algo que quizás también podría encontrar en mi país. Como la novela "El alquimista", de Paolo Coello. Le respondí: "No creo que busque nada viajando, no siento que me falte nada a la vida, simplemente siento que ésta es mi vida, el viaje". Por la noche estuve pensándome si salir a ver el ambiente nocturno de la ciudad, pues era el viernes, pero Alexandra estaba demasiado presente en mi pensamiento y al final me quedé viendo una película. El sábado por la mañana estuvo lloviendo. De nuevo lo aproveché para trabajar, escribir un poco más el diario, escribir un artículo para el 9nou ... Después fui a comprar el billete hacia Tallin. El día anterior no tenían conexión en Internet y no podían consultar las reservas. Pero entonces ya no había plazas por el mismo día, por lo tanto me conformé con una plaza para el domingo. ¡175€, una barbaridad! Cargar el coche es caro, pero por otro banda no hay butacas y te obligan a reservar una cabina, compartida, eso sí. A continuación me conecté a Internet para enviar el diario de Rusia, también traducido al inglés, porque Alexandra se ha comprometido a ayudarme en el proyecto mientras viaje conmigo y ya ha empezado a colaborar con ganas. También envié bastantes mensajes de teléfono móvil a gente del portal hospitalityclub, con la esperanza de encontrarme con algún Sueco antes de 24 horas. Por la tarde estuve leyendo. Más tarde fui a comprar en un supermercado, tenía las reservas de comida casi a cero ya que estaba esperando llegar a Estonia para comprar. Y efectivamente, tal como me pensaba la comida estaba carísima. También voy con reserva de gasolina con la esperanza de encontrar una gasolinera justo desembarcar del barco. Después de la compra fui a hacer una larga vuelta con bicicleta por el barrio de Sodermalm, con bastantes bares y ambiente nocturno (cómo comprobé después), los jardines de Djurgarden y el barrio de Ostermalm, éste muy tranquilo. No me habían contestado ningún mensaje de los que me había enviado por la mañana. Así pues me decidí de salir un poco, aunque estuviera solo. Fui a un club que recomendaba mi guía. El local era medio moderno medio casual. La música sonaba baja y había bastante luz pero la gente bailaba bastante, en el sótano, arriba sólo había gente conversando. La fauna humana era muy similar a la observada los días anteriores por la calle: chicas más bien gordas y chicos de todo tipo: musculados, grandes, iraquíes, negros, gays (o no) ... Sí, los chicos se tocaban entre sí para gustar las chicas, es el mundo al revés, en mi pueblo las chicas se tocan entre sí para atraer a los chicos. No sé si estoy demasiado enamorado de Alexandra pero no había ninguna chica que valiera la pena. Un chico me dio un poco de conversación y me comentó lo mismo: "Stockholm es como una pequeña América". En la entrada había dos colas, una que estaba cerrada, rodeada por una cuerda, en la otro cola había la gente que quería entrar. Al salir, la cola que estaba rodeada por la cuerda todavía existía, llena de gente fumando. Claro, entonces me he dado cuenta de ello: era el área de fumadores, los tenían allí fuera fumando, cerrados como en un corral de vacas. Hoy me he conectado un rato más a Internet y he estado haciendo un poco el vago, finalmente me he dirigido hacia el muelle de donde salía el ferry hacia Tallin. De camino me he cruzado con una pequeña manifestación donde ondeaban banderas del Líbano y chillaban consignas en contra de Israel. Ya hace días que leo los titulares de éstas noticias nada alentadoras para la paz mundial y del Medio Oriente. El ferry con el que tenía que hacer la travesía por el mar Báltico era muy grande, así pues, había muchos coches haciendo cola para entrar en sus bodegas. Mientras esperaba se ha parado en mi lado un ciclista cargado de paquetes. Le he preguntado de dónde venia y me ha dicho que era de Estonia. A continuación me ha comentado que había estado haciendo una pequeño viaje por Helsinki, Turku y Stockholm. En el barco me han asignado una cabina con un ruso, bueno, lo supongo porque sólo llegar ha puesto un canal de la televisión en ruso y se ha puesto a dormir. También había otro chico tatuado que ha llegado bastante más tarde. De todas maneras, no me he quedado cerrado a la habitación, he ido a ver la salida del barco. Stockholm es exactamente una gran ciudad portuaria y llena de turismo, durante la primera media hora he podido observar 4 grandes ferrys más, de diferentes compañías, que entraban o salían del puerto. Después nos hemos adentrado en un laberinto de islas, navegando durante bastantes horas entre ellas antes de salir a mar abierto. Todas las islas, las que tenían una medida considerable, estaban habitadas. Algunas con casas sencillas y otras que se aproximaban a palacios. En el barco había conexión en Internet wireless, y lo he aprovechado para conversar un rato con Alexandra. Después, viendo que el ruso continuaba durmiendo con la televisión a todo volumen he ido a recepción para pedir una nueva habitación, con la esperanza de que me asignaran una de vacía. Simplemente he comentado que uno de los compañeros de habitación roncaba mucho. Me han asignado una habitación donde me han dicho que había un chico normal. Pero en entrar me he encontrado con una pareja, un chico y una chica, mirando la televisión, cada uno en su cama. Los tres nos hemos quedado mirando sorprendidos y entonces he exclamado: "Creo que buscaré una nueva habitación". He vuelto a recepción y he preguntado si me podían asignar otra habitación. Me han preguntado el motivo y se lo he explicado. Les he pedido de no actuar en contra de la pareja, pero el chico de la recepción me ha dicho que estaba prohibido compartir la habitación con una chica y ha enviado un macarra de seguridad. A mí me ha asignado una nueva habitación, esta vez para mí solo. Pero no he ido, he esperado que la pareja subiera a recepción y que salieran con nuevas habitaciones asignadas. Entonces me he dirigido a elos y les he pedido disculpas ofreciéndoles mi habitación (con la esperanza de que al chico no le hubieran asignado mi habitación de antes). Pero se ve que a la chica le habían asignado otra habitación vacía y todo solucionado. Estonia Tallinn (ver en mapa) 01/08/2006: Después de quince horas de travesía, a las 10 de la mañana el ferry llegó a Tallin. El control de pasaportes en la frontera de Estonia fue muy rápido, el más rápido de todos los países de fuera de la communwealth. De todas maneras, es normal teniendo en cuenta la gran columna de coches que estaba esperando a la salida del barco. Aparqué al lado de una iglesia, cerca del centro. No tenía prisa para visitar la ciudad, pues de la mucha gente que había escrito a través de hospitalityclub sólo me había contestado una chica que no podía quedar y otra que vive a las afueras para quedar a partir del día 2. Esta vez también había escrito a unos cuantos chicos pero ninguno de ellos parecía interesado para quedar. Así pues, la mañana la dediqué a leer y a comprar en un supermercado alguna cosa para comer. Por la tarde salí a visitar la ciudad, a pie y tranquilamente. Subí a la parte alta de la ciudad, amurallada y nombrada Toompea. Allí hay un castillo o fortaleza, sede del gobierno. Me ha hecho gracia el nacionalismo que se respiraba en la descripción turística del castillo: "La fortaleza siempre perteneció a los extranjeros hasta que en el 24 de febrero de 1918 Estonia se convirtió en un estado independiente", sin mencionar después la posterior integración en la Unión Soviética. La ciudad ofrece mucha información turística, con mapas e información delante de los principales monumentos. Delante del castillo se encuentra la catedral ortodoxa Alexander Nevsky. Me fijé en el símbolo de la cruz sobre las cúpulas. Recientemente había leído que en muchas cruces ortodoxas figura una media luna en el pie, signo de victoria sobre el Islam. Y efectivamente, aquéllas lo tenían. El castillo y catedral se encontraban el inicio de la ciudad antigua, con calles empedradas, nuevas iglesias, casas medievales, con grandes ventanales, tejados inclinados, colores claros ... Desde algunos lugares se podía disfrutar de una muy buena vista sobre el resto de la ciudad. Justo a el pie seguía la misma ciudad antigua, también amurallada y más al fondo empezaba la ciudad nueva con unos cuantos edificios y chimeneas de fábricas que se disputaban la altura. Abajo, la ciudad antigua seguía la misma línea. En el centro había una gran plaza dominada por bonita una casa consistorial gótica. Cansado de andar entré en una iglesia donde estaban a punto de hacer un concierto con órgano y voz soprano. Estuve un rato, la mujer cantaba muy bien, pero el órgano parecía desafinado o el organista no lo tocaba demasiado bien. Por la noche, después de ducharme y cenar fui a hacer una cerveza en el caso antiguo. Me llevé un libro y seguí leyendo. Estoy leyendo un libro sobre salud del viajero, muy útil para viajar a zonas subdesarrolladas con más seguridad, a pesar de que nunca con una seguridad del 100%, hecho que puede volverte un poco paranoico. Esta mañana he ido a hacer una larga vuelta en bicicleta, hacia el norte de la ciudad, por el lado del mar y hasta un puerto deportivo. Delante del puerto había unas interesantes ruinas de un convento y más hacía el interior un jardín botánico. No tenía ninguna referencia del jardín botánico, pero como estaba mencionado en el mapa de Tallin que cogí del barco dirigí allí. El jardín era bonito, lo tenían muy cuidado, pero tenía muy poca información de los árboles y plantas que había. Por la tarde he estado leyendo un poco, reponiendome del esfuerzo de la mañana, cuando de repente, pensando qué haría después he decidido salir de la ciudad (al fin y al cabo ya la había recurrido casi toda) y visitar un parque natural a unos 60 km al este de la ciudad que según mi guía era muy interesante. Antes he parado a poner gasoil y a comprar en un supermercado y a continuación he conducido estos kilómetros hasta el punto de información del parque donde he aparcado y he pasado la noche. Primil (ver en mapa) 02/08/2006: En el punto de información del parque nacional de Lahemaa me han recomendado un par de itinerarios que transcurrían cerca de la costa, uno se podía hacer en bicicleta y el otro a pie. Al final me he decantado por la caminata. El camino se adentraba por un bosque de pinos, a pocos metros del mar. El mar, y también el bosque, estaba lleno de rocas, algunas muy grandes a las cuales ponen nombres. La chica del punto de información me había comentado que estas rocas eras originarias de Finlandia y que habían "rodado" hasta aquí empujadas por los grandes glaciares durante la era glaciar. He dedicado buena parte de la excursión a agudizar mi sentido auditivo, a intentar captar todos los ruidos que me rodeaban: mis pasos sobre la arena, sobre los guijarros, sobre ramillas, sobre el musgo, sobre la tierra firme; el ruido de las olas; el viento entre las hojas y los árboles; algunos pájaros; el chirriar de algunos troncos medio abatidos ... Después de un par de horas y media caminando he llegado otra vez a la Hymer. Entonces me he dirigido con la autocaravana a otro punto del parque donde había dibujado una gran roca en el mapa. Después de contemplarla he comido, he trabajado un poco, he limpiado la casa y me he marchado hacia Primiläe, un pequeño pueblo en el sur de Tallin donde me esperaban Anna, Vladimir, su marido, y Eric, su hijo de cuatro meses. Anna es de origen ruso, hace cinco años conoció a Vladimir a través de Internet y ahora vive a Estonia. A pesar de la independencia de Estonia de Rusia no siente que haya discriminación en la calle hacia los Rusos, de hecho un alto porcentaje de la población es de origen ruso. En las ciudades y en el oeste del país se habla bastante estonio, pero en el este se habla bastante el ruso, aunque haya dejado de ser oficial. Anna y Vladimir también me han comentado que la gente no es demasiado nacionalista, que más bien es un sentimiento que intentan fomentar a los políticos. De hecho, dijeron que la independencia no la obtuvieron ellos, más bien les fue dada. ¿Durante el colapso de la Unión Soviética Ieltsin declaró la independencia de Rusia de la unión Soviética (irónico, no?) y a partir de aquí el resto de repúblicas se añadieron. Les he preguntado por las otras repúblicas Báltico y me han comentado que los Lituanos son gente muy abierta, parecidos a los italianos; los estonios son más próximos a los fineses y los de Làvia son un entremedio. Vladimir es ingeniero y trabaja para el estado controlando el abastecimiento de energía eléctrica. Le han llamado mientras se estaba quejando de la poca industria que hay en Estonia, porque las empresas occidentales prefieren invertir en Asia, aunque en Estonia los salarios también sean muy bajos. Se ha tenido que marchar a Tallin para solucionar un problema de abastecimiento. Según su mujer es un mal trabajo por lo poco que cobra. La esperanza la tienen depositada en una entrevista laboral que próximamente tendrán en Londres. Anna ha preparado cena mientras me dejaba utilizar su conexión de Internet, después hemos seguido la conversación mientras intentaba dormir a su niño, que se ha resistido durante un par de horas. Finalmente ha vuelto Vladimir. Me he despedido de él porque mañana me marcharé al mediodía, seguramente antes de que él vuelva, y he ido a dormir a la Hymer aunque muy amablemente me han ofrecido una habitación. Parnu (ver en mapa) 03/08/2006: Cuando me he despertado he estado trabajando un poco. Después ha ido a casa de Anna. Me he conectado a Internet mientras ella cuidaba de Eric. Hemos estado hablando un poco del trabajo que supone tener un hijo. Tenía unos cuadros esbozados y medio pintados con pintura al aceite. Entendí que había hecho un curso de pintura durante el embarazo con la esperanza de poder pintar durante los primeros meses de tener a la criatura. Pero Eric la absorbe mucho más de lo que pensaba. A media mañana he tomado el pulso al mundo con Anna. Anna estaba convencida que el principal problema del mundo son las emociones, las negativas. La gente tendría que saber controlar estas malas emociones. Ella intenta aceptar a todo el mundo y no se imagina haciendo nada malo a nadie. El principal problema en Estonia también son las emociones que los políticos utilizan para actuar en contra de los rusos que comparten la misma tierra. La solución estaría en conocer y tener amigos a los dos lados. Ella no podría hacer nada para solucionar el problema porque está demasiado implicada con el sentimiento ruso y mejor no actuar. Ella es feliz porque tiene una familia encantadora y eso es suficiente para ella de momento, pero más adelante querría desarrollarse como socióloga. El secreto de la felicidad es sentirse seguro, aceptar los errores del pasado ya que éstos también te han formado como persona y mirar el futuro con una sonrisa. A medio día ha venido Vladimir porque hoy estaba trabajando cerca del pueblo. Hemos comido juntos y hemos estado conversando de viajes, Rusia, el tiempo ... Me ha sorprendido que comentara que en Estonia hace mucho más frío que en Moscú, parece ser por tener el mar más cerca. Preguntándoles por la Salud Pública em Estonia me han comentado que las listas de espera en los Hospitales son muy largas pero que si pagas te pasan al primero de la lista. Lo he encontrado injusto pero por otro lado evitan la corrupción, ya que este dinero lo cobra el estado, y se hace menos necesaria la salud privada. Por la tarde he empezado a hacer camino hacia Parnu, a no demasiados kilómetros. Ha estado lloviendo todo el camino. El paisaje era ondulado, con los campos segados, bosques, pueblos ... Una imagen similar a Rusia, pero mucho más habitada. He observado unas cuantas cigüeñas andando por los campos y cazando, supongo que insectos o pequeños animales. Durante el camino he intentado buscar una gasolinera con lavabo público, para vaciar mi lavabo químico, pero no ha habido suerte. En el centro de información del parque natural había unos lavabos públicos, pero la chica que atendía no los quiso abrir cuando le comenté que era para vaciar mi WC. Me indicó otro punto dónde no encontré nada. En la entrada de Parnú he encontrado otros lavabos públicos. He entrado con el bidón de mi WC pero la mujer que los cuidaba se ha negado a que lo vaciara allí, argumentando que haría demasiado mal olor. Le he preguntado dónde podía vaciarlo y me ha contestado que donde quisiera, pero allí no. Le he dicho que si lo vaciaba a fuera estaría contaminando pero me ha vuelto la espalda. Me he dirigido hacia la Playa de Parnú con la esperanza de encontrar otros lavabos. Y los he encontrado pero estaban cerrados con llave. Necesitaba vaciar el WC con urgencia y observando la arena de la playa, abundante, blanca y fina he decidido cavar un agujero esta noche, lejos del mar,y vaciarlo allí. Mi madre me había regalado una pala plegable antes de marcharse, pensaba que nunca la utilizaría, pero ésta sería la primera vez. Parnu es la capital del verano, pero la pequeña ciudad parecía un poco apagada. Estaba lloviznando, hacía fresco y no había demasiada gente. He decidido visitarla el día siguiente por la mañana aunque he dado un paseo por la playa, grande y con unas cuantas instalaciones para los turistas. Me he encerrado en la autocaravana y me he puesto a leer. Por la noche he mirado una película. Hacia media noche he salido a hacer un río y a inspeccionar el terreno para la operación "vaciar el WC". Pero los alrededores no estaban demasiado desiertos. Se escuchaba música en un local próximo. Me he acercado. La música era interesante, rock, y el interior del local parecía bastante animado. Iba vestido de cualquier manera y sin afeitar desde hacía días, pero he decidido pagar la entrada y distraerme un rato. El grupo tocaba muy bien. Me han comentado que cantaban en estonio y que eran unos de los más populares de Estonia. La gente bailaba y las niñas chillaban. A la media parte me he puesto a admirar el local mientras me terminaba la cerveza. Entonces unas chicas de una mesa me han hecho señales para que me acercara. Habían visto con evidencia mi aspecto de extranjero perdido. Las chicas parecían simpáticas y me he sentado con ellas. Después he visto que también eran muy interesantes. Las dos trabajaban a la Cruz Roja y acababan de volver después de ocho meses ayudando a las víctimas del terremoto que hubo en el Cachmir, en Paquistan. Fue a finales de octubre y había habido 80.000 víctimas mortales. La Veronica era de Estonia y en poco tiempo iba a trabajar a Chechenia durante un año, también enviada por la Cruz Roja. Anna era de Belgrado, Serbia, y básicamente trabajaba en la oficina. Le he comentado que había estado en Serbia y que me había gustado mucho Belgrado y se ha puesto muy contenta. Hemos estado hablando mucho rato de su trabajo y experiencia en el Cachmir, muy gratificante a nivel humano, pero bastante dura. Trabajaban desde que se levantaban hasta que iban a dormir, pero no les importaba teniendo en cuenta la urgencia que requería su trabajo. Por otra parte, aunque intentaban ser profesionales a veces no podían reprimir las lágrimas al escuchar los relatos de algunos supervivientes que lo habían perdido todo, incluyendo a la familia. He comentado aVerónica, que yo también había querido trabajar y viajar con una ONG después de mis estudios, pero que me había preocupado no encontrar trabajo después de unos años trabajando como cooperante en el extranjero. Ella me ha comentado que no se preocupa por eso, ya que después de trabajar unas cuantos años sobre el terreno cree que podrá desarrollar un trabajo más burocrático a la misma Cruz Roja o en una otra ONG. Después hemos seguido hablado del Islam en el Cachmir y en el Paquistan. Anna comentaba que trabajaba con tejanos, aunque encima tenía que llevar un vestido que la cubriera toda. De todos modos, ella siempre se negó a cubrirse el cabello. Por otro lado explicaban a de cara afuera todos son muy religiosos y puritanos pero que después, en casa también existe la homosexualidad, la prostitución y que también beben mucho alcohol, aunque sea difícil de encontrar. Después del concierto me han convencido de ir un rato a un club a bailar y también de acompañarlas mañana a Tartú, la segunda ciudad del país, universitaria. Tartu (ver en mapa) 04/08/2006: Me he despertado a las diez. He ido a inspeccionar uno de los lavabos que ayer estaban cerrados y estaban abiertos. Sin preguntar he vaciado mi WC y asunto solucionado. Un poco más tarde Veronica y Anna me han pasado a buscar. Me han comentado que querían ir a dar un paseo con bicicleta por la ciudad y como yo todavía no la había visitado me he añadido. También se han añadido un grupo de cuatro portugueses que la Veronica y Anna habían conocido en Tallin hacía dos días y que ahora se habían reencontrado casualmente. Hemos estado recorriendo Parnú, con un bonito casco antiguo, mientras la Verónica iba comentando todos los puntos de interés. Ha explicado que después de la Unión Soviética Parnú está más renovada y colorida, antes no se preocupaban por la estética. Después, paseando por el lado de la playa ha comentado que en invierno el mar se hiela y que entonces se puede conducir en coche hasta algunas islas, a través de carreteras provisionales, aunque se recomienda circular con las puertas abiertas por si acaso el hielo se rompe. He preguntado a Verónica sobre el nacionalismo en Estonia y me ha contradicho a Anna de Primiläe. Me ha comentado que los estonios son muy nacionalista. En Estonia viven un millón de estonios y medio millón de origen ruso. Son dos sociedades en un mismo país, que no se mezclan, cada una con sus bares, su manera de vestir, su lengua ... De todas maneras no hay conflictos. A medio día hemos empezado a ir hacia Tartu. Los portugueses también se han animado a venir. Yo he llevado dos en mi coche y la Verónica y Anna los otros dos. Los Portugueses son muy simpáticos. Todos ellos estaban trabajando pero eran amigos de la universidad, estudiando empresariales y dirección de empresas. Estaban compartiendo quince días de vacaciones visitando los países Bálticos e intentaban conocer a chicas. Los he preguntado por la situación en Portugal y me han comentado que económicamente no están demasiado bien, que hay mucho desempleo agravado por la deslocalización de empresas, que se van hacia países más económicos. Durante el camino, Verónica nos ha querido enseñar una gran casa o castillo germánico, ya que durante muchos siglos estuvieron bajo su dominio. También nos ha querido mostrar unos pantanales que no hemos encontrado y para acabar nos hemos perdido por carreteras polvorientas. Pero finalmente, después de ayudar a un accidentado y al cabo de cuatro o cinco horas (en vez de dos) llegamos a Tartu. Me he quedado con los portugueses que tomaban posesión de su pequeña habitación de hotel. Yo he aprovechado la conexión de Internet del hotel y después he entrevistado a uno de ellos, Marcelino. En Marcelino opinaba que el principal problema del mundo se encuentra actualmente en el oriente medio, la solución tardará a presentarse y será complicada. Pero Portugal y España también habían estado en conflicto hace mucho tiempo y actualmente son países muy amigos. En Portugal el principal problema son los políticos que tienen que parece que sólo se preocupan por ellos mismos. Tendrían que trabajar más para la gente, ya que por eso cobran. Hay demasiada burocracia. Marcelino se siente feliz pero sería feliz si no tuviera que trabajar, aunque eso es imposible. Después nos hemos vuelto a encontrar con Verónica y Anna y unos amigos de Verónica. He estado hablando con un chico que había estado viajando cuatro meses por Asia. Me ha comentado que viajaba solo y que finalmente la añoranza lo hizo volver. Ahora empezará a trabajar de nuevo de administrador de sistemas. También he hablado con una Ornitóloga. Le he comentado los accidentes con pájaros en Escandinavia pero no me ha sabido explicar la causa, aparte de comentarme que en Estonia es uno de los países de Europa con un número más elevado de pájaros. Entonces me ha explicado que las cigüeñas comen ranas, de esta manera he entendido que ayer las cigüeñas anduvieran por los campos en un día de lluvia. Finalmente me ha comentado que también en Estonia, igual que en muchos otros países de Europa, se dice que las cigüeñas traen los niños. Pero no se dice que vienen de París, tal como se comenta en España. En el pup donde nos encontrábamos he entrevistado a Anna, a Coliu, el chico que había estado viajando por Asia, y a Verónica. Anna opinaba que el principal problema del mundo es la hipocresía. Los ricos intentan coger ventaja y aprovecharse de los pobres y después los ayudan haciendo ver que son altruistas. (Lo siento muchissimo, a partir de aquí la entrevista no se grabó correctamente). ... En Coliu opinaba que el principal problema del mundo son los gobiernos en general, de hecho apostaría por la anarquía y vivir en armonía. Leer más historia es parte de la solución. No creía que Estonia tuviera ningún gran problema. Coliu se consideraba feliz porque después de viajar vuelve a encontrarse en Estonia, no podría ser más feliz. El secreto de la felicidad es encontrar lo que quieres hacer y hacerlo. Coliu disfruta viajando porque viajando es una manera de conocerse uno mismo. Verónica opinaba que el principal problema del mundo es la rápida destrucción del medio ambiente, la solución se encontraría en los gobiernos y en intentar que el mundo no esté tan dominado por la economía. Verònia hace tiempo que vive a París, allí cree que el principal problema es el incremento del racismo y división de la sociedad. La solución requería acción a diferentes niveles: gobiernos, NGOs ... Individualmente simplemente se tiene que ser tolerante. Verónica es feliz porque está haciendo lo que le gusta. En cierto momento será más feliz cuánto forme a una familia. El secreto de la felicidad es aceptar lo que tienes y lo que te viene y no lo que no tienes o lo que querrías. Verónica disfruta a mucho viajando, de pequeña quería descubrir el mundo y ver las diferentes formas de tomar el té, por ejemplo. Más tarde hemos ido a un club y los portugueses se han dispersado a ver si cazaban alguna de las atractivas chicas, que a simple vista parecían a tiro. Pero la noche ha transcurrido sin éxito y finalmente me han comentado que en eso de ligar los italianos tienen mucha más experiencia. Hacia las cuatro nos hemos despedido, de Verónica y Anna con un fuerte abrazo, y con los Portugueses con un fuerte apretón y con la esperanza de reencontrarnos al día siguiente en Riga, para volver a compartir una noche de fiesta. Latvia Riga (ver en mapa) 05/08/2006: Tan pronto me he despertado, tarde, me he puesto a trabajar aprovechando la conexión de Internet del hotel. Básicamente he estado escribiendo el diario y organizando una agenda con todos los contactos que me habían contestado a través del portal Couchsurfing de Riga, Vilnius, y Warszava. Esta vez me había respondido bastante gente porque había escrito con tiempo. Tenía la agenda llena para encontrarme con todos. De todas maneras me podré encontrar con pocos de ellos porque Alexandra me ha escrito poco antes de terminar preguntándome qué si era posible encontrarnos este sábado día 12 en Krakov en vez del día 16. Naturalmente lo he dicho que sí, que cuanto antes nos encontráramos mejor. Antes de salir hacia Riga, mi próxima destinación he dado una pequeña vuelta por el casco antiguo de Tartú. Ayer había visto una bonita plaza con una interesante estatua en medio de una fuente y quería hacerle una foto, de todas maneras la luz no era demasiada buena. He cruzado la frontera con Latvia sin problemas. El mismo paisaje y la carretera han seguido sin interrupción. He parado a una gasolinera y he visto que vendían gas. Mientras esperaba se ha parado uno todo-terreno y ha cargado el depósito de gas. Después he preguntado si podían cargar mis bombonas de campingaz y el chico se ha ofrecido amablemente, pero no tenía ningún adaptador para cargarlas. Victor Lapenko de Ucrania ya me había comentado que había sido complicado encontrar un adaptador para llenarlas. Desde Stockolm que intentaba gastar el mínimo de gas, básicamente me duchaba con agua fría y tenía la nevera casi vacía y al mínimo. En Stockolm había mirado a Internet convencido que campingaz tendría un distribuidor alli, pero no lo había. El próximo distribuidor siguiendo mi ruta se encontraba en Warszava. De todas maneras tenía la esperanza de poder llenar antes las bombonas en algún país de la ex Unión Soviética, tal como había hecho Víctor. Pero he ido parando a todas las gasolineras que he ido encontrando por el camino y ninguna tenía un adaptador que pudiera ir bien. He entrado en Riga y me he sorprendido circulando durante ocho kilómetros por una calle hasta llegar al centro de la ciudad. De todas maneras, después he leído que la población de Riga no llega al millón de habitantes. Me ha sorprendido también, a diferencia de Tallin, cruzarme con bastantes coches de lujo. Se ve más riqueza, o más diferencia entre ricos y pobres. He aparcado ante la embajada francesa. Era tarde, las once, demasiado tarde para encontrarme con los portugueses, de todas maneras he ido a pasear un rato por Riga y a tomar una cerveza. Me ha dado la sensación que la noche estaba muy orientada al turismo sexual. Similar a Budapest y a Sofía, con diversos bares de striptise, pero aquí parecía más concentrado. Después he entrado en un pub a tomar la cerveza y me ha parecido que las chicas intentaban cazar a algún chico de provecho (extranjero o con dinero) de una manera bastante directa, cosa que no había observado en Budapest ni en Sofía. De todas maneras no he dado ningún paso para conocer a ninguna y me he quedado con las ganas de saber si eran prostitutas o simplemente cazadoras de fortunas. He vuelto temprano a la Hymer. Por la calle había muchas despidas de solteros (chicos y chicas), muchos italianos (o de aspecto similar) y la gente muy contenta. Anna de Estonia me había comentado que los Lituanos eran como los latínos o italianos y los Latvians entre medio. Ya veré si los Lituanos son todavía más abiertos ... 06/08/2006: Esta mañana he estado visitando la ciudad, tranquila y limpia. El centro histórico es muy bonito e interesante, protegido por la Unesco. Está lleno de edificios medievales, de diferentes estilos, colores alegres, tejados inclinados, grandes chimeneas, grandes ventanas con múltiples divisiones sosteniendo los cristales de medida más pequeña. También hay varias iglesias y catedrales de diversas confesiones. He parado en una de católica donde estaban celebrando una misa, en aquel momento el cura estaba paseando entre los fieles rociándolos literalmente con una pequeña escoba impregnada de agua bendecida. Antes de volver a la Hymer he entrado al museo de la ocupación de Latvia que mostraba todos los sufrimientos de los Latvianos (y también Estonios y Lituanos) durante la primera ocupación soviética (1940-1941), la ocupación Alemana (1941-1945/45) y la segunda ocupación soviética (1944/45-1991). Describía la primera deportación en 1941 a los campos de trabajos extendidos por toda la Unión Soviética, 15000 personas, de los cuales 1200 eran niños de menos de 7 años. Después sufrieron la ocupación Alemana con la exterminación de los judíos y la represión de la población en general. En 1949 sufrieron la segunda deportación, con 43000 personas, 10000 de los cuales niños menores de 16 años, y también algunos pocos que habían conseguido volver de la primera deportación. Viendo la exposición me he llegado a preguntar si la Unión Soviética hubiera sobrevivido tantos años sin los campos de concentración, sin estos esclavos de los tiempos modernos. Trabajaban sin cesar, excepto los días que la temperatura era inferior a 41ºC. La exposición también mostraba la resistencia que había habido durante todo aquel tiempo y las manifestaciones previas a la independencia, por ejemplo la cadena humana en 1989 de dos millones de habitantes uniendo los 650 km de Vilnius a Tallin pasando por Riga. Esta exposición me ha contradicho Anna y Vladimir de Tallin que decían que la independencia les había sido dada, que no la habían conseguido. A mediodía había quedado con Kristine y unos amigos suyos en Jurmala, un pueblo cerca de Riga, con muchos balnearios y con una playa muy larga (32 km) de arena blanca y fina. Definitivamente uno de los principales puntos de veraneo del báltico. Pero Kristine y sus amigos estaban allí por un motivo bien diferente. En Jurmala hay una casa nombrada Undine, punto de encuentro de hipies, artistas, músicos y alternativos en general. Nos hemos reunido allí. La casa parecía encantada, llena de velas, esculturas (muchas de dragones), libros viejos, instrumentos de música, muchos artesanales, paredes pintadas por el artista del momento, calendarios de ocho meses pintados en el suelo (se ve que también hay un misterioso noveno mes) ... A fuera había un concierto con diversos grupos de música folclórica y alternativa. Había bastante gente y el motivo del encuentro y la fiesta era celebrar el último día del encendido del fuego. Se ve que tradicionalmente, a partir de esta fecha y durante 27 días no se podía encender fuego, ni tanto solo las velas. ¿El motivo? No me lo han sabido explicar bien, pero parece que no se necesita el fuego cuándo hace calor y la claridad tarda a desaparecer por la noche. Nos hemos llegado a la playa a través de un bosque que también parecía encantado. Allí Kristine me ha comentado que la playa es para ella un santuario, una iglesia. Pequeña creía que Dios se encontraba detrás del horizonte. Mientras nos remojábamos los pies le he preguntado si los Latvianos eran muy nacionalistas. Me ha contestado que no, de todas maneras su amigo Joanis se ha encargado de contradecirla después. También le he preguntado si Riga se había convertido en un destino de turismo sexual y me ha vuelto a responder que creía no, aunque el último año se comentaba estaba siendo así. Después del concierto estábamos estirados en el césped. Parecían aburrirse, preguntándose qué hacer a continuación y entonces les he propuesto entrevistarlos. No parecían demasiados entusiastas a dejarse filmar pero al final han aceptado. De todas maneras me he quedado con el sentimiento de que quizás no habría de apretar tanto para hacer las entrevistas, aunque entonces haría muchas menos ... Kristine opinaba que el principal problema del mundo es la crueldad ya que es la causa de la mayoría de problemas. El problema se podría solucionar si la gente tuviera más corazón. Personalmente, actuando con amor cree que podría inspirar a otros de manera que hubiera menos crueldad. El principal problema de Làtvia son los políticos. Cree que los actuales no son demasiados buenos. Si los políticos fueran más jóvenes no habría este problema, de todas maneras ella nunca entraría en la política. La Kristine es feliz, porque vive en el lugar correcto y las cosas que le suceden son buenas. Sería más feliz si aceptara más las cosas que le suceden, incluso las que querría cambiar y no se pueden cambiar. El secreto de la felicidad es ser positivo y abierta. No le gusta demasiado viajar porque a pesar de conocer culturas no le gusta la incomodidad. Joanis opina que el principal problema del mundo son los políticos. De hecho no está interesado en política. el principal problema en Làtvia son las relaciones entre los rusos y los làtvianos, que se quieren matar entre ellos. Estaría mejor si los rusos vivieran en Rusia y los làtvianps en Làtvia. Al preguntarle si él podía hacer algo para ayudar en la solución ha comentado que no, porque él no tenía al alcance armamento nuclear. Joanis se considera feliz porque tiene todo lo que necesita y no podría ser más feliz. El secreto de la felicidad es la música. Después de las entrevistas les he propuesto de llevarlos a Riga en coche. Después he vuelto a aparcar cerca del centro, he cenado y me he estirado un rato antes de trabajar un poco. Pero no me he despertado hasta las diez, al cabo de dos horas. Pero me seguía encontrando cansado y he decidido seguir la dormida hasta el día siguiente. Lithuania Vilnius (ver en mapa) 07/08/2006: Cuánto me he despertado se me sentía debilucho, enfermo, con el cuello dolorido. Me he tomado un ibuprofeno y he seguido durmiendo hasta las diez. Entonces ya me he sentido perfectamente bien y me he levantado para empezar a trabajar. A las dos y media ya había acabado de escribir el diario, un artículo para el 9nou y de conectarme a Internet en un bar para enviar el diario de Escandinavia. Acto seguido me he puesto en camino hacia Vilnius donde a media tarde había un encuentro de gente de couchsurfing y hospitalityclub. He tardado más tiempo de la cuenta, ya que igual que en Estonia, en Latvia y Lituania había unas cuantas carreteras en obras. En algunas de estas carreteras había desviaciones por carreteras secundarias, otras tenían semáforos que alternaban la circulación en ambos sentidos, y el resto simplemente eran lentas. En una de las carreteras secundarias de Latvia me ha parado a la policía por exceso de velocidad cruzando una población. El policía en ningún momento ha dado señales de ser corrupto. Me ha informado de que me pondría una multa y que tendría que esperar quince minutos. - ¿Quince minutos? ¡Es mucho! - Es el protocolo. Supongo que hacer esperar quince minutos a un conductor que va más rápido de la cuenta es una buena medida disuasoria, más que los 30€ de multa que me ha puesto. Me ha dicho que podía pagar la multa en España si quería. He cruzado la frontera con Lituania sin problemas. Las fronteras entre los tres países Bálticos sólo tienen un control de policía a diferencia de la mayoría de fronteras que he cruzado hasta ahora, que tienen un control del país de salida y un control diferente del país de entrada. Las tres repúblicas Bálticas parecen bien coordinadas en este sentido. He llegado a las 8 al encuentro. Había bastante gente, unos cuantos Lituanos (básicamente chicas) y unos cuantos extranjeros (sólo chicos, unos cuantos de Inglaterra). Hemos estado conversando de viajes, de Lituania y un poco de todo. Después hemos ido todos a casa de una chica que aloja a dos chicos a continuar el encuentro y conversaciones. Allí he hablado con una chica que había estado en el País Vasco en España y explicaba que no entendía que algunos Vascos quisieran ser un estado independiente. Sin querer crear polémica le respondí: - No entiendo cómo puedes pensar así viviendo en Lituania, un país que después de muchos años de ocupación es independiente. - Pero Lituania hace algunos siglos ya era un estado independiente. - También el País Vasco era un estado independiente hace muchos siglos. De todas maneras, también le comenté que no creía que los sentimientos nacionalistas fueran demasiados buenos en general, ya que provocan muchas guerras. Más tarde pregunté a un inglés si en Vilnius había mucho turismo sexual. Me comentó que no, porque según él el turismo sexual era ir a Tailandia para estar con niñas de 15 años. Pero después empezó a explicar que había muchos bares de striptese y que en algunas discotecas sólo iban chicos extranjeros porque sólo había chicas Lituanas, muy atractivas, dispuestas a sexo por una noche. No profundicé demasiado más en el tema pero me quedé con la sensación que la historia era similar a la que viví hace unos años en Kènia. En los clubes de Kènia hay muchas chicas dispuestas a compartir la noche contigo, algunas se te presentan directamente como prostitutas, otras no mencionan el dinero hasta el próximo día por la mañana que te piden algunas monedas para poder comer, y el resto simplemente están abiertas al sexo con la esperanza de enamorarte y así poder acceder al mundo desarrollado. A pesar de ser lunes, algunos de los chicos fueron a Brodway, el club más odiado por las chicas de lo que están dispuestas a ofrecer su cuerpo por una noche. Yo me quedé a dormir en la autocaravana. Con breve ya estaría con mi querida Alexandra, además, al día siguiente quería trabajar y visitar la ciudad. 08/08/2006: Esta noche, a un hombre borracho me ha despertado. Estaba golpeando la puerta. He abierto la ventana y le he preguntado qué pasaba. El hombre no parecía hablar inglés. Con cara de pena y de sufrimiento se iba golpeando la vena del cuello mientras balbuceaba algo. Finalmente le he dicho que no lo podía ayudar y he cerrado la ventana. Pero ha seguido golpeando la puerta, entonces le he dicho que se marchara, primero tranquilamente, después chillando, y por último, chillando con la alarma activada. Ha vuelto más tarde, ha golpeado más la puerta, se ha puesto a mover la autocaravana e incluso ha intentado desatar la bicicleta ... mientras yo dejaba sonar la alarma. Ha tardado a marcharse, pero finalmente he podido volver a dormir. Por la mañana me he vuelto a despertar con dolor de cuello y me he tomado otro ibuprofeno. Ha estado lloviendo y he aprovechado para escribir. Después ha parado de llover y me he reunido con algunos de los unos chicos de ayer, un español (de Madrid) que se ha marchado al cabo de poco rato, un alemán (Florian) y un Australiano (Brett). Hemos ido a visitar la ciudad en compañía de dos chicas del encuentro de ayer que nos han hecho de guías. La ciudad es interesante aunque el día gris no ha acompañado. Tiene un gran casco antiguo, medieval. En el sur de Europa, la arquitectura medieval es oscura, tosca, basada en la piedra vista. Pero aquí, al igual que en el resto de ciudades del centro y norte de Europa que he visitado hasta ahora, la arquitectura medieval es luminosa, con grandes ventanas, paredes pintadas ... Una de las chicas que nos ha acompañado era historiadora y he aprovechado para preguntarle si en Lituania había conflictos con los rusos. Me ha explicado que no, en parte porque en Lituania los rusos sólo son una pequeña minoría, a diferencia de Estonia y Latvia. Por otro lado se han integrado perfectamente a la sociedad y no hay el odio que he observado en alguna otra parte. Me ha sorprendido incluso ver por la ciudad a un chico que llevaba sin problemas la típica camiseta con las iniciales de la Unión Soviética (CCCP). Bien, me ha sorprendido porque Lituania también fue fuertemente reprimida durante la ocupación Soviética. La misma chica ha explicado que en Lituania hay mucha tradición pagana, y por lo que observé también en Làtvia. Ha explicado que antiguamente había una tradición matar a una virgen antes de construir un edificio, para dar suerte. También había algunas sectas que mataban niños en sus ceremonias misteriosas. Y parece ser realmente así, porque en una de las iglesias que visitamos había una antigua inscripción en memoria a estos niños asesinados. Hemos visitado a uno castillo en lo alto de una colina, desde donde había una muy buena vista sobre la catedral y el resto de la ciudad. Al bajar Florian ha explicado porque las escaleras de caracol descienden en el sentido contrario de las agujas del reloj. La razón es simple, si tienes que defender la escalera desde arriba de con una espada podrás golpear mejor en el caso de ser diestro. Hemos ido a tomar una cerveza y a comer un poco de queso en la República Independiente de Uzupis, un barrio en el otro lado del río, lleno de artistas y de gente alternativa que ha proclamado la independencia de Lituania. Incluso tienen su propia constitución colgada en una de las paredes con artículos del estilo: "Todo el mundo tiene el derecho de amar y de cuidar de su gato"; "todo el mundo tiene el derecho de ser feliz"; "todo el mundo tiene el derecho de estar triste"; "todo el mundo tiene el derecho de celebrar, o no, su aniversario"; ... Florian es muy cómico, a veces, incluso, te hacía doblar de risa. Brett lo acompañaba de vez en cuando. Tenían un humor un poco extravagante, a veces utilizando juegos de palabras a los que yo no llegaba. Por otro lado, de vez en cuando también guardaban la compostura y mantenían conversaciones interesantes. Hacia la noche me he despedido de ellos un momento para ir a conectarme a Internet y más tarde los he vuelto a buscar con la intención de salir a hacer unas copas por la ciudad. He traido a una botella de vodka de Rusia y un tetrabric de naranja y lo hemos ido bebiendo durante el camino, básicamente entre yo y Florian. Pasaba bien pero al cabo de pocos minutos buena parte del alcohol ya me había pasado a la sangre. Hemos entrado a Brodway (el famoso club) cuánto yo ya empezaba a tener los síntomas de la peor borrachera de mi vida. Me he instalado cerca de los lavabos, pero no me he preocupado de ir a vomitar a dentro. Finalmente un chico de seguridad me ha cogido y me ha sacado fuera. He descansado un rato. Después me he puesto en marcha hacia la autocaravana donde afortunadamente he llegado sin más problemas. No he tenido ocasión de fijarme demasiado con la fauna humana del club, pero el ambiente me ha parecido similar al de Riga. Había muchas chicas locales y muchos chicos extranjeros. De todas maneras no me pareció que las chicas fueran tan desesperadas como a la descripción que hice de Kènia, aquí están mucho menos necesitadas. Poland Warszava (ver en mapa) 09/08/2006: No sé a qué hora fui a dormir, pero tampoco me he despertado tan tarde. Tampoco tenía resaca, buena suerte la mía, nunca he tenido. Sí que estaba un poco cansado y me volvía a doler el cuello. Iboprofeno abajo. Me he duchado y he empezado a hacer camino hacia Warszava. A la salida de Vilnius he visto a un chico que hacía autostop y lo he parado. El chico iba hacia el sur de Lituania, en otra dirección de la mía, pero lo he llevado un rato hasta la desviación. No ha habido demasiado tiempo para hablar pero me ha comentado que estudiaba diseño gráfico. A media tarde he llegado a la frontera con Polonia que he cruzado sin problemas. En la salida había dos chicas haciendo autostop y he parado. Les he dicho que iba hacia Warszava y han dicho que ya les iba bien. Una vez subidas a la Hymer me han explicado que eran de Vilnius y habían salido el mismo día con la intención de llegar en pocos días a Portugal donde querían beberse una botella de vino. Al principio no han ofrecido mucha conversación y yo tampoco lo he forzado, parecían cansadas. Una de ellas ha estado durmiendo bastante rato. Al cabo de un par de horas ya se han espabilado un poco y han empezado a charlar, se llamaban Ola y Milda. Ola hablaba inglés y pero Milda no demasiado. Me han explicado que querían estudiar arte e interpretación respectivamente. Avanzábamos lentamente por las carreteras Polacas. Las carreteras Polacas tienen mucha fama de ser terribles, pero a mi no me lo ha parecido tanto, eso sí, igual que en las tres repúblicas Bálticas había muchos tramos en obras que retardaba la marcha. Hacia las 9 me ha entrado hambre y he parado. Les he ofrecido macarrones y han aceptado. No tenía nada mas para cocinar porque todavía no he solucionado el tema del gas y tengo la nevera al mínimo de temperatura y casi vacía del todo. Es increíble pero ya hace un par de semanas que aguanta la misma bombona. Espero encontrar un distribuidor de Campingaz en Warszava. Después ya pararé en un supermercado y compraré de todo. He añadido un tarro de salsa de tomate y dos latas de atún a los macarrones. He estado a punto de preguntar si les gustaba el atún antes de añadirla, pero el atún no hacía buena cara aunque ya lo había probado y era bueno, y no he preguntado. Pero antes de empezar a servir Ola ha preguntado si los macarrones tenían pescado. He contestado que sí y entonces me ha informado de que era alérgica a todo tipo de pescado. Me ha sabido mal pero no he podido ofrecerle nada más. Nos hemos comido todos los macarrones entre yo y Milda, que decía que estaban deliciosos, aunque no lo estaban tanto. Nos hemos vuelto a poner en marcha y entonces Ola se ha abierto un poco más, no demasiado. De hecho ha comentado que no le gustaba abrirse. Yo le he comentado que si no le gustaba abrirse era porque tenía miedo y que los miedos no eran buenos. Ella me ha preguntado: - ¿Qué tienen de malo los miedos? - ¿Te responderé con una otra pregunta, consideras que la libertad es buena? Por que los miedos no te dejan ser libre. - La libertad completa sería insoportable. - ¿Por que? Yo he ganado muchos grados de libertad iniciando este viaje y así me siento más feliz. Por otro lado no podría haber iniciado este viaje si antes no hubiera perdido muchos de los miedos que tenía. Desde el principio ya me había fijado que Ola tenía alguna enfermedad o alergia que le afectaba a la piel de las manos. Intentaba escondérselas bajo los muslos, doblando los brazos, dentro del jersey ... Un signo comprensible pero evidente de sus miedos. Me han explicado que tenían intención de dormir en los prados, dentro de un saco de dormir y bajo un plástico si llovía, sin tienda, -es demasiada cara- habían dicho. Les he propuesto de parar en algún prado antes de entrar a Warszava, ellas dormirían a fuera segundos sus planes, y yo dentro de la Hymer. El día siguiente las llevaría a la salida de Warszava dirección a Berlín. Lo han encontrado buena idea y así lo hemos hecho. 10/08/2006: Las he tenido que despertar pero tampoco quería empezar el día demasiado tarde. En silencio, parece que seguían medio dormidas, hemos cruzado Warszava y las he dejado en la otra salida. A continuación he vuelto hacia el centro donde he aparcado al lado de dos autocaravanas con matrícula de Italia. He estado escribiendo un rato y después he salido a pasear. Durante la segunda guerra mundial Warszava fue devastada, un 85% de sus edificios fueron reducidos a escombros y la mitad de su población murió. Así pues, puede parecer extraño que Warszava tenga un bonito casco antiguo, medieval, protegido por la Unesco. El caso es que el barrio antiguo fue reconstruido tal como estaba antes de la segunda guerra mundial y el resto de la ciudad también, pero con edificios de estilo comunista, aunque ahora también se alzan grandes edificios modernos, de oficinas y hoteles. El barrio antiguo parece más viejo de lo que realmente es, ya que no debe haber sido rehabilitado desde su reconstrucción. Está pleno de turistas, muchos catalanes y españoles. He pedido consultar el mapa a unos turistas que eran de Sabadell. Después, mientras me preparaba para hacer una foto, he escuchado el comentario en catalán: "vigilad que este chico no os coja dentro de la foto". ¿Supongo que es normal siendo agosto, pero puede ser que los catalanes tengamos tendencia a visitar Polonia después de décadas con el sobrenombre de Polacos? (un sobrenombre que en el resto de España nos dicen afectuosamente). Por la tarde he cogido la bicicleta y he visitado el único edificio que todavía está en ruinas después de la segunda guerra mundial. A 200 metros hay un impresionante Monumento al Alzamiento de Warszava, un monumento que no se pudo alzar hasta el final de la ocupación soviética de Polonia, ya que no deja de ser una vergüenza que durante el alzamiento de Warszava las tropas rusas se encontraran a poca distancia y en vez de ayudar en la población simplemente esperaron que la rebelión fuera sofocada por el ejército alemán. He ido hacia el sur de la ciudad y he visitado la galería de arte contemporáneo Zacheta, ya que los jueves hay entrada gratuita. No ha habido nada que me haya llamado la atención fuera de lo normal. Sólo me ha impresionado un aspecto técnico que utilizaban para la iluminación de algunos cuadros. En una habitación oscura dirigían un haz de luz rectangular sobre el cuadro que exponían, coincidiendo exactamente con el marco de éste, de manera que el cuadro parecía tener luz propia. Supongo que es una técnica que iré viendo en otras exposiciones por todo el mundo. Por la noche había quedado con una chica, pero no se ha presentado a la cita. Entonces he ido a pasear por el centro comercial de la ciudad, llena de restaurantes, bares, juventud, algún club de estriptise y una sola discoteca, orientada a estudiantes (ofrecían descuento con carné de estudiante!), pero no he entrado porque ya estaba bastante cansado de andar y pedalear. Krakow (ver en mapa) 11/08/2006: Mañana llega Alexandra a Krakov, ya tengo ganas, la echo de menos, aunque seguramente ella me ha añorado más. Yo cada día veía cosas interesantes y hacía nuevos amigos, en cambio ella había vuelto a la rutina diaria, a un trabajo que no la llenaba y que la mantenía alejada de mí. Pero hace dos semanas se decidió a pedir la baja del trabajo y hoy era su último día de trabajo. Plegaba con el tiempo justo para coger un autobús hacia Bucarest y después otro hasta Krakov, donde nos encontraremos y se añadirá a mi viaje, espero que hasta el final, aunque seguro aparecerán muchos problemas que confío que sabremos solucionar con amor, comunicación y paciencia. Tenía intención de llegar a Krakov esta tarde o noche, de todas maneras, en vez de encarar dirección sur me he dirigido hacia el norte-oeste, hacía un pueblo a 70 kilómetros nombrado Plonsk. Igual que en Làtvia y en Lituania, en Polonia también me había parado a gasolineras para ver si podían cargar las bombonas de campingaz con gas. Pero ninguna tenía adaptador, la rosca de la bombona es de 1,6cm y los adaptadores que tenían eran de 1 o 2 centímetros de rosca. Eso mismo me he encontrado en todas partes y he llegado a pensar que Victor Lapenko de Kiev se fabricó un adaptador para cargarlas, me comentó que le había sido complicado cargarlas, pero no me había explicado qué tipo de complicación había tenido. De todos modos, en la web de campingaz informaban de que tenían un distribuidor en Warszava, bueno, en Warszava no, en Plonsk. He llegado a Plonsk y he mostrado la dirección a dos gasolineras, a unos trabajadores, a un conductor y a un vigilante. Cada uno me ha enviado a un lugar diferente del pueblo. Pero al final, he ido a parar delante de la empresa buscada. He preguntado a unas chicas de recepción y me han dicho que fuera más en el fondo, a unas naves que hacían de almacén. He preguntado a un chico allí y me ha dicho que no tenían recambios. Mi decepción ha sido inmensa, pero he intentado exagerarla todavía más en mi cara. - ¿Seguro que no tenéis? En la web de campingaz informaban que en tendríais. - No, no tenemos. - ¿No tenéis ningún adaptador para cargar las bombonas? - No, sólo tenemos unas bombonas más pequeñas. He pedido que me las enseñara, por si acaso. Lo he seguido al almacén. ¿Almacén de qué? No lo sé. ¡De trastos! En una gran nave había de uno a tres metros de plásticos, sacos, cajas, aparatos (nuevos) ... También algunos estantes, casi vacíos. El chico se ha enfilado por encima los plásticos, sacos y cajas y se ha dirigido hacia un estante. Yo lo he seguido intentando no resbalar. En el estante había 5 o 6 productos de campingaz, no más. Ninguno que me pudiera servir. He parado la nevera, el próximo distribuidor está en Praga y como mínimo espero poder cocinar de vez en cuando antes de llegar allí. Ahora sí, he empezado a hacer camino hacia Krakov, por carreteras secundarias. Muchas de las carreteras en Polonia tienen una característica curiosa, el asfalto tiene roderas, seguramente deformado por el peso de los camiones y por la mala calidad del asfalto. Tienes que vigilar en circular por allí, por que según cómo, estas roderas te expulsan fuera del carril o de la carretera. De todas maneras las están arreglando en muchos tramos y eso ha resultado ser un problema para llegar a Krakov. Supongo que los viernes por la tarde mucha gente sale de la ciudad para disfrutar del fin de semana y las carreteras están más complicadas, pero si añadimos las obras que en muchos tramos reducían de dos carriles a uno de solo obtenemos como resultado grandes colas. Ha llegado un momento que para recorrer unos dos kilómetros he tardado media hora. Entonces he decidido parar en un área de servicio y he empezado a ordenar la autocaravana y hacer espacio por el equipaje y la ropa que Alexandra traerá. A la noche, los coches todavía estaban parados. He cenado. Después todo seguía igual. Finalmente, a las once de la noche he decidido volver a la cola, al fin y al cabo, mañana seguramente también habrá colas. Mientras estaba aturado han pasado aullando unas 30 o 40 furgonetas de la policía. Pensaba que desatascarían la cola, pero ellos también han quedado atrapados. Y cuando he conseguido salir al cabo de una hora y tres kilómetros de marcha no había rastro de la policía. 12/08/2006: He hecho noche en un hipermercado, a unos 120 km de Krakov. Me he despertado sin haber dormido las ocho horas y me he organizado la mañana antes de encontrarme a las dos con Alexandra. Antes de nada he decidido ir a comprar porque desde que había puesto la nevera al mínimo que no lo hacía y ya me había comido todas las reservas. En vez de una hora he tardado dos horas y media y toda la organización del día se ha ido al trasto. He salido a toda pastilla hacia Krakov pero poco después de pasar de largo Katowice he recibido un mensaje de Alexandra. Me decía que se encontraba en Bratislava (se le había escapado el autobús directo hacia Krakov), que le habían robado el ordenador portátil y que estaba desesperada. He parado en un área de servicio y he intentado tranquilizarla con un mensaje de móvil. Después le he preguntado si prefería la esperara en Katowice, ya que he supuesto que habría más trenes en esta dirección, porque la ciudad es mayor, aunque menos interesante desde el punto de vista turístico. Mientras esperaba su respuesta he limpiado a fondo la Hymer y he hecho más espacio para la llegada y el equipaje de Alexandra. También he comido, pero cuando estaba en medio de cocer un corte de carne se ha acabado el gas. He recordado que a la salida de Francia, hace unos meses, había dejado medio vacía una de las bombonas estándares españolas. He cambiado el regulador y también la bombona con la esperanza de que aguante hasta Praga. Finalmente Alexadra me ha contestado que la esperara en Katowice y me he empezado a dirigir hacía allí. Al no aparecer en mi guía, no tenía ningún mapa de Katowice. Por lo tanto, para llegar a la estación de trenes he tenido que preguntar a tres personas, uno de ellos policía. Pero ninguno de ellos sabía hablar inglés, así que no tenía más remedio que hacer el ruido del silbato del tren y de la máquina con marcha. Entonces me indicaban con gestos y palabras como llegar, palabras que ya me van sonando de otros idiomas: "pravo" recto, "levo" derecha. En la estación me han informado de que el tren proviniendo de Eslovaquia todavía tardaría dos horas. He acabado de limpiar y ordenar y me he duchado, con el tiempo justo de recibir Alexandra a la salida del tren. Nos hemos abrazado con fuerza y he intentado consolarla por la pérdida del ordenador y por el agotador viaje. Me ha pedido tomar una ducha de agua caliente y por supuesto he encendido el calentador, aunque fuera con reserva de gas. 13/08/2006: Nos hemos puesto en camino hacia Krakov. Antes pero he parado a una gasolinera y he "robado" un poco de agua. El agua se tenía que pagar con monedas pero había un lavacoches sin vigilar y una manguera a la vista, conectada a un grifo. Sin preguntar he cargado la autocaravana y después hemos seguido la marcha. Teníamos la opción de la autopista, de pago, pero nos hemos decidido por la carretera normal. Pero al entrar a la siguiente población nos hemos encontrado con la calle principal en obras. Hemos intentado ir siguiendo las indicaciones pero al cabo de quince minutos Alexandra ha exclamando: - Ya hemos pasado por aquí. - No, no puede ser. Pero sí, ya habíamos pasado por allí. Entonces he conectado el gps, para utilizarlo como brújula, y utilizando la intuición hemos podido cruzar finalmente la población. De todas maneras, al salir hemos ido a buscar la autopista, por si acaso. En Krakov hemos enviado un mensaje a Krzysztof, uno de los chicos que había parado haciendo autostop en Serbia. Vive en Krakov y ya hacía días que habíamos quedado para encontrarnos, un poco de casualidad ya que por problemas al conseguir el visado no todavía no había podido iniciar un viaje a Rusia. Hemos quedado a las escaleras del ayuntamiento, en medio de la mayor plaza medieval de Europa. Cuando hemos llegado estaban celebrando combates con espadas (no eran simulados aunque no circulaba sangre) y danzas medievales. Hemos encontrado Krzysztof más tarde. Con él también había una pareja de Italianos y una chica de Ucrania que pensaba alojar los próximos días. Hemos ido a hacer una cerveza a un local un poco oscuro y hemos empezado una conversación interesante. Me han preguntado por el viaje y el italiano se ha hecho partido de risa cuando he comentado que un sponsor se me había dejado una autocaravana sin ningún coste. Pero después le he explicado que no había estado tan sencillo, que antes había conseguido que tres revistas de autocaravaning, un semanario español y un diario local se comprometieran a publicar mi aventura. Me ha sorprendido cuándo Alexandra ha explicado cómo recordaba la revolución que derrocó al dictador Txeuxescu en Rumania. Ella sólo tenía seis años y recuerda que toda la familia tenía que andar agachada por el piso por miedo que no entrara una bala perdida por la ventana. Más tarde los Italianos han comentado que mañana visitarían Auswich. Entonces en Krzysztof ha comentado que él nunca lo ha visitado ya que en la escuela ya lo habían estudiado más que suficiente y por otro lado, también le desanima ver a los turistas que vuelven de allí mustios y sin ganas de fiesta. Finalmente ha comentado que por otro lado, los campos de trabajo rusos habían matado a más gente que los campos de exterminación nazis. Hemos ido a cenar a casa de Krzysztof. Los italianos naturalmente han cocinado, espaguetis y un delicioso pan calentado al horno, aliñado con aceite y cubierto de tomate, pimiento y cebolla. Por supuesto hemos estado hablando de comida con los italianos. Con el chico también hemos hablado de la fama que tienen de seductores, bien merecida ya que no se avergonzaba de afirmar que si se cruzaba con una atractiva chica por la calle, giraba cola para intentársela ligar. 15/08/2006: Ayer fuimos a un gran hipermercado para comprar una bicicleta para Alexandra, una de muy económica pero que a ella ya le gustaba. También estuvimos mirando ordenadores portátiles y estuvimos a punto de comprar uno, pero decidimos no hacer una compra impulsiva y pedir la opinión a otra gente. Por la tarde estuve trabajando en casa de Krzysztof mientras él y Alexandra hacían una excursión con bicicleta. También aproveché para lavar ropa utilizando su lavadora. Al cabo de unas tres horas Krzysztof y Alexandra volvieron, ella con un grande morado a en la rodilla, ya que había caído debido a unas obras que estaban haciendo a la línea del tranvía. Poco después volvieron los italianos y la Ucraniana de Auswich. Quizás estaban un poco más apagados que el día anterior, pero el italiano enseguida recuperó el humor tocando la guitarra y cantando canciones de izquierda y anarquistas italianas. Yo seguí trabajando un poco mientras Alexandra cocinaba un delicioso puré de patatas con ajo (crudo). Después de cenar entrevisté a Janpaul, el Italiano. Janpaul opinaba que el principal problema del mundo era la incomprensión entre la gente. La solución se encontraría en la educación y el respeto, si tienes respeto por ti mismo tendrás respeto para los otros. En Italia el principal problema la mentalidad Italiana, la picaresca, que por un lado es positiva pero por otro no deja de ser dramática, ya que la picaresca genera la mafia. Las soluciones se encontrarían de nuevo en la educación y también en la unión Europea, que los hará ser más serios aunque que esperando no perder la identidad nacional. Janpaul se siente feliz aunque no lo era hace dos meses, antes de iniciar el viaje que está haciendo. Aunque la felicidad no se tiene que planear sino vivir, Janpaul creía que el secreto de la felicidad se escucharnos y sentirnos un poco más. Janpaul disfruta viajando porque puede descubrir nuevas cosas, gente ... pero también descubrirse él mismo. Hoy hemos salido por Krakov con bicicleta. Krzysztof nos ha acompañado. Alexandra iba con cuidado mucho con la bicicleta, por que aparte de la caída de ayer, la herida le dolía bastante. Krakov es una ciudad encantadora, llena de tiendas con imágenes y esculturas religiosas. Por una parte el Papa Juan Pablo II vivió bastantes años en Krakov, pero por otro lado la sociedad ya hace tiempo que es muy católica. Durante el comunismo ser católico era una forma de ser revolucionario y de hecho, fue en buena parte la fuerza de la religión la que echó el comunismo de Polonia. Ayer me sorprendió que Krzysztof utilizara la expresión: "como en toda casa católica..." para referirse a una casa normal. Hemos vuelto a pasear por la inmensa plaza medieval. En el centro hay un bonito edificio, Cloth hall, llena de tiendas de souvenirs. Al lado está la iglesia gótica de Santa Maria. De todas maneras, en su interior parece barroca, ya que a pesar de conservar toda la estructura gótica está toda pintada con coloridas imágenes. A fuera había bastante gente esperando. Entonces Krzysztof ha explicado que en breve saldría un trompetista a tocar desde la torre del campanario. Y efectivamente el trompetista ha tocado con fuerza una tonada corta que se ha acabado repentinamente. Se ve que en tiempo de las invasiones tártaras también tocaba un trompetista, pero un día, en medio de la tonada una flecha tártara lo mató y desde entonces que tocan la tonada inacabada. ¡Siempre hay alguien tocando cada hora del día, increíble! Krzysztof también ha explicado que hace poco tiempo había un chico que iba a los turistas y hacía una recolecta explicando que a cambio él tocaría una trompeta desde arriba del campanario. Los turistas estaban contentos porque efectivamente alguien tocaba la trompeta y el chico también porque ya había otro pagado por el ayuntamiento que tocaba por él. Después de comer en un restaurante vegetariano muy bueno y económico (5€ entre dos) hemos visitado el castillo de Wawel, enfilado en una colina. Las vistas son bastante interesantes igual que la catedral gótica que hay en su interior, con muchas tumbas de antiguos reyes. Pero lo que me ha llamado más la atención es una plaza arqueada que no aparece a mi guía pero que Krzysztof nos ha mostrado. Por un error de arquitectura o de construcción, el último piso del edificio tiene las columnas dobles, una encima de la otra. La altura del último piso también es doble de manera que se adivina perfectamente que se olvidaron de construir un piso en medio. Todavía nos faltaba visitar el barrio judío, un barrio de donde los nazis evacuaron y después mataron a todos a los judíos. Pero Krzysztof se tenía que marchar y nosotros lo hemos acompañado hasta su casa con la intención de visitar el barrio por la noche. Durante el recorrido de vuelta en Krzysztof nos ha mostrado un edificio que él llamaba "esqueletor", un edificio de unas veinte o treinta plantas empezado a construir durante el comunismo que se quedó a medio construir por falta de dinero. Ahora se encuentra demasiado deteriorado para seguir construyéndolo y resulta demasiado caro derribarlo. Por la noche Alexandra se encontraba bastante mal y la herida de la pierna se le había infectado. Hemos ido a una farmacia a comprar antibióticos en crema y después nos hemos relajado mirando una película que había traido Alexandra. Oswiecim (ver en mapa) 16/08/2006: Desde que ha llegado Alexandra que estamos mirando a hipermercados y a otros centros comerciales ordenadores portátiles. Para que Alexandra pueda trabajar y ayudarme en el proyecto de tomar el pulso al mundo. Pero esta mañana todavía no hemos encontrado ninguno que valiera la pena. Al mediodía nos hemos llegado a Oswiecim, un pequeño pueblo conocido por el terrible nombre en alemán: Auschwitz. Durante la segunda guerra mundial, Auschwitz fue el centro del genocidio internacional mayor a la historia de la humanidad. Aquí, junto con los próximos campos de Birkenau mataron de 1,5 a 2 millones de personas, la mayoría judíos. El Alexandra no se encontraba demasiado bien para andar por culpa de la herida, por otro lado ella ya había visitado el campo hacía poco tiempo. Así pues lo he ido visitar solo mientras ella descansaba mirando una película. Me ha sorprendido la cantidad de autocares que había en el aparcamiento. Realmente Auschwitz se ha convertido en una atracción turística, y seguramente es positivo, quizás más gente lo debería de visitar. Ahora recuerdo a una antigua amiga que dudaba del genocidio judío. No dudaba de ello porque había sido influenciada por un marroquí que negaba el holocausto. Es una lástima que algunos árabes nieguen evidencias simplemente para ir en contra de Israel. Digo evidencias porque el mismo campo es una evidencia, las barracas, las alambradas, las historias contadas, las fotografías, las dos toneladas de cabello, los montones de zapatos, maletas, gafas ... Pero sobre todo, lo que más me ha llamado la atención son los tarros abiertos de Cyclone B utilizados en las cámaras de gas y las pruebas científicas que han encontrado restos de este veneno en el cabello. Muchos de los barracones de Auschwitz están utilizados como museo, hecho que dos horas ha estado insuficientes para visitarlo todo. Pero todavía es más impresionante visitar el campo de Birkenau, ocupando una exención de 175 hectáreas, con 300 barracas prisión, muchas de ellas todavía en pie, las alambradas eléctricas separando las diferentes partes del campo y las 4 cámaras de gas y crematorios, dinamitadas antes de la huida de los alemanes. Para quien no entienda que aquí se mataran casi dos millones de personas, sólo hay que saber que cada cámara de gas tenía espacio para 2000 personas. Sólo harían falta 250 días utilizando cada cámara una vez al día. He vuelto a la autocaravana con imágenes punzantes de diferentes películas que explican el holocausto. Y tal como predijo Krzysztof el resto de día lo he pasado un poco amodorrado. Wroclaw (ver en mapa) 17/08/2006: Viajar es una manera de conocerse uno mismo, pero convivir en pareja también. Hoy he tenido una pequeña enganchada con Alexandra y he acabado descubriendo que soy una persona con un gran ego y me gusta sentirme importante. A veces es positivo, ya que quizás éste es uno de los motivos por el cual he iniciado este gran viaje, pero muchas otras veces puede ser negativo y eso es lo que tendré que intentar vigilar. A mediodía, después de comprar en un supermercado (como no tenemos nevera intentamos comprar cada mañana un poco de verdura, fruta y carne) y de escribir el diario hemos empezado a hacer camino hacia Wroclaw. Hemos llegado a media tarde y hemos aparcado al sur de la ciudad. Mientras estábamos bajando las bicicletas se nos ha acercado una mujer que hablaba español. Era de Madrid y viendo la matrícula española me ha empezado a dar conversación. Pero no demasiado interesante. He tenido de darle una mala excusa para acabar de bajar las bicicletas sin que se me continuara dando la tabarra. Wroclaw también fue devastada durante la segunda guerra mundial, un 70% de los edificios fueron hechos pizca. A pesar de todo el casco antiguo es magnífico, y es que igual que en Warszava todo el barrio antiguo ha sido restaurado. Tiene una de las plazas más grandes de Europa, aunque eso es relativo porque en el centro hay unos cuantos edificios. Los edificios de los alrededores están pintados de diferentes colores, con los tejados inclinados, mostrando una alta fachada, triangular a la parte de arriba, a veces adornadas con esculturas o interesantes formas. Nos hemos relajado un rato en la plaza principal, contemplando los edificios, la gente, los turistas, y unos chicos que hacían pompas de jabón gigantes ayudados de unas cuerdas atadas en el extremo de unos palos. Después hemos seguido el recorrido con bicicleta por un barrio mucho más tranquilo, más al norte, al otro lado de un río. Está lleno de iglesias y antiguas casas, sólo de una o dos plantas. Se ha empezado a hacer oscuro y allí hemos observado cómo empezaban a encender las luces, a la manera antigua, utilizando una antorcha. Las luces eran de gas. Czech Republic Kutn? Hora (ver en mapa) 18/08/2006: Esta mañana, después de estar visitando diversos hipermercados y centros comerciales, por fin hemos comprado un ordenador portátil para Alexandra. El ordenador iba sin sistema operativo (windows), pero la oferta era bastante buena y la hemos aprovechado. Acto seguido nos hemos puesto en marcha hacia Kutna Hora, en la República Checa. Justo salir de Wroclaw hemos parado en unos autostopistas. Eran dos chicos polacos que iban a ver el gran premio de motos GP en Brno, antes pero pensaban salir de fiesta por Praga. Estos chicos tampoco llevaban tienda y tenían la intención de dormir en el aire libre. No han hablado mucho, de hecho hablaban poco inglés. De todas maneras se han interesado por nuestro viaje, aunque no sé si se han acabado de creer que estábamos haciendo la vuelta al mundo. Hemos dejado a los chicos en la frontera, ya que nosotros, justo cruzarla nos hemos dirigido unos 35 km dirección norte-oeste hacia un lugar que la guía de viajes recomendaba: las rocas de Adrspash y Teplice. Alexandra era un poco pesimista de encontrar algo interesante, pero después de dar algunas vueltas y preguntar hemos llegado a un valle donde había algunas grandes rocas aisladas entre los árboles. Hemos comido y después hemos salido a explorar un pequeño camino con bicicleta. Y cuando éste se ha hecho intransitable hemos seguido a pie. Hemos andado un rato por dentro del bosque, pero en un claro hemos podido admirar unas grandes rocas alzándose por encima de la montaña. Ni mucho menos tenían la espectacularidad de las rocas de Meteora (Grecia) o de Montserrat (Cataluña), pero hemos llegado tarde y me he quedado con las ganas de seguir por el camino, de donde han aparecido dos escaladores cargados de mochilas y cuerdas. Por la tarde hemos retomado las carreteras hacia Kutna Hora, pero una de éstas estaba en obras y nos hemos tenido que desviar, seguramente muchos más kilómetros de los necesarios. Al final nos hemos quedado a dormir en Kolin, a pocos kilómetros del destino. 19/08/2006: Yo y Alexandra seguimos con el proceso de adaptación, aunque ella no me lo quiera admitir creo que ella también tiene un gran ego. Los últimos días he observado una lucha soterrada por parte de los dos para rebajarnos el ego. sentimos una extraña necesidad de sentirnos mejores que el otro. Pero como he dicho, nos estamos adaptando y espero que con el tiempo aprenderemos a situarnos al mismo nivel y a no criticarnos, satirizarnos, ignorarnos ... Esta mañana he estado trabajando bastante rato, por una parte lo necesitaba ya que tenía mucho trabajo pendiente, pero por otro lado trabajar era una manera de ignorar a Alexandra que me había criticado anteriormente. Al mediodía volvíamos a estar bien y nos hemos acabado de llegar a Kutna Hora. Alexandra ya había estado en Kutna Hora y ha estado haciendo de guía. Es curioso que durante el siglo XIV, Kutna Hora hubiera rivalizado en importancia con Praga. Ahora es un bonito pueblo de poco más de 20.000 habitantes, pero con interesantes casas, iglesias y calles medievales y una gran catedral gótica. En un extremo del pueblo hay una sorprendente capilla cripta, que contiene los huesos (y calaveras) de más 40.000 personas apilados en forma de pirámides o adornando la cripta en forma de cruces, candelabros, escudos ... He preguntado en el centro de información turística de dónde habían sacado tantos huesos, pero no me han sabido responder. Entonces, Alexandra me ha explicado una historia que al entrar a la cripta me han confirmado en un folletín. En el año 1278 un fraile derramó tierra del calvario por el cementerio del pueblo. Entonces se empezó a decir por todas partes que la tierra del cementerio era santa. Gente de todo el país y del extranjero se quería enterrar allí. Y he ahí al cabo de un par de siglos en el cementerio debería haber más huesos que tierra y de aquí debería salir la idea de utilizarlos como adorno de la cripta. Un poco macabro. Antes de ponerse el sol hemos hecho los pocos kilómetros que separan Kutna Hora de Praga, hemos cenado, y después Alexandra me ha vuelto a hacer de guía por la ciudad, una ciudad que la tiene enamorada, y no me extraña porque Praga parece magnífica. Praha (ver en mapa) 26/08/2006: Hemos estado una semana en Praga. Praga es una ciudad encantadora, que enamora. Quizás por eso la convivencia con Alexandra ha sido más positiva cada día. Nos hemos dejado espacio y en algunos momentos hemos hecho actividades por separado, pero también hemos aprendido a estar juntos. Por ejemplo, Alexandra está aprendiendo a tener paciencia con mis interminables secuencias de fotos delante de algún edificio. También yo estoy aceptando malcriarla un poco, al fin y al cabo se encuentra lejos de casa y algunos días se ha añorado un poco. Praga es una de las tres ciudades del mundo donde Alexandra se podría quedar a vivir para siempre (las dos otros todavía no las conoce). Se conoce bastante bien la ciudad y por este motivo me ha estado haciendo de guía la mayoría de días. De todas maneras, uno de los primeros puntos que visitamos fue el local alternativo Roxi, un local lleno de pintadas en las paredes que ofrecía conexión gratuita a Internet. El local también tiene un bar, pero no es indispensable consumir para estar allí. Así pues, este local se convirtió en el punto más visitado durante esta semana, sobre todo por Alexandra que tenía necesidades locas de conectarse a Internet. De todas maneras, el primer día, domingo, también hubo tiempo para recorror la ciudad con bicicleta. Praga tiene muchas calles empedradas y muchos tranvías, hecho que dificulta la circulación con bicicleta, ya que no hay carriles bici. Pero vale la pena pedalear por allí. En el centro del barrio antiguo está la gran plaza de Staromestske nán, dominada por dos torres góticas, con unos tejados de cuentos de hada, inclinados y con pequeñas torres alrededor con tejados puntiagudos. La plaza también es visitada por el famoso reloj astronómico, que a pesar de entretenerme en frente no acabé de entender. Desde la plaza y en dirección al río puedes deambular por las transitadas (de turistas) calles estrechas, de casas barrocas, arte noveau, góticas ... todas ellas encantadoras. Al llegar al río te encuentras una otra gran torre de cuento de hadas (Praga es conocida como la ciudad de las mil torres) y pasada la torre el gran puente de Charles, a reventar de gente tanto de día como de noche, con pintores y múltiples paradas bajo la luz del sol que son reemplazados por diversos grupos de música cuando se encienden las farolas. En el otro lado del río se puede observar enfilado en una colina el castillo de Praga que visitamos otros días. Al primer día, Alexandra también me llevó a un lugar apartado de los turistas y me mostró la muralla del hambre. Me explicó que muchas otras ciudades europeas también tenían una muralla del hambre. A la edad media la gente a veces sufría hambre, entonces los reyes, en vez de dar de comer a cambio de nada, hacía construir una nueva muralla. De todas maneras, no todo es esplendor en Praga, paseando por el barrio antiguo se puede observar muchos indigentes, de rodillas, con la cabeza agachada, con las manos tendidos adelante y pidiendo caridad con una vasija de plástico. El lunes nos encontramos con Michal que habíamos contactado a través de hospitalityclub. Tal como le habíamos pedido, llevaba una copia de los cds de instalación de windows. Alexandra se puso a instalarlos enseguida en su ordenador mientras yo iba a comer con él en un restaurante chino. Me comentó que él era de origen Eslovaco. Saqué el tema de la separación de la República Checa y Eslovàquia. Me explicó que pronto hará 15 años que se separaron. Ya nadie desearía volver atrás, pero entonces la decisión fue política, sin que el pueblo interviniera. De todas maneras, los Checos y los Eslovacos tienen culturas y lenguas diferentes. Michal comentó que los Eslovacos son muy tradicionales y religiosos, en cambio los Checos son de los más ateos de Europa. Por otro lado, antes de la separación, los Eslovacos desconfiaban de la gestión de los impuestos centralista que se realizaba desde Praga, y aunque eran más pobres preferían gestionarlos ellos mismos. Después de comer fuimos a hacer un café y una cerveza en un bar cerca de donde tenía aparcada la autocaravana. Allí lo entrevisté. Michal me sorprendió, creía que el principal problema del mundo eran las enfermedades porque te limitan físicamente y mentalmente robándote parte de la humanidad. La solución se encontraría en la medicina y medicina alternativa. El principal problema de la República Checa es la falta de trabajo. La solución se encontraría al crear nuevas industrias. Actualmente Michal está buscando trabajo y poco puede hacer para solucionar el problema a nivel personal. Michal se considera feliz porque no da importancia a las cosas que no lo son y disfruta ayudando a los amigos. Sería más feliz teniendo trabajo, aunque después reflexionó y añadió que teniendo trabajo también tendría menos tiempo para estar con amigos y escribir. Consideraba que no había ninguno secreto para la felicidad, aunque después mostró una gran alegría al explicar un viaje que iniciaría muy pronto. En acabar de la entrevista me mencionó una frase muy interesante: "vale más prevenir los problemas que solucionarlos". Seguimos hablando de la felicidad y de los problemas que comportan las enfermedades. Profundicé en sus respuestas de la entrevista. Entonces me explicó que a los 14 años se le murió el padre y que más tarde él tuvo problemas de salud, que lo limitaban. De todas maneras, gracias a la medicina china y en infusiones de plantas y otros elementos (entre ellos piedras), consiguió curarse. Por los comentarios que hacía deduje que era muy creyente. Católico me afirmó. Entonces le pregunté si consideraba que la medicina china y la religión católica tenían algo en común y me respondió que sí, ya que ambas creen en el alma. Profundicé más y me explicó que de hecho creía en la reencarnación y también en el día del juicio final, que se producirá en algun día futuro. Recordé el 'alcorà que leí hace poco donde se da mucha importancia al día del juicio final, el día en que todos los muertos se alzarán y serán llamados delante de Dios. El martes la tarde fuimos a casa de una chica que nos había invitado a cenar, Daniela. Alexandra no se quedó a cenar porque tenía ansiedad para volver a conectarse a Internet, aunque volvió más tarde. A la cena también había otros amigos de Daniela, todos ellos conocidos a través de talleres y cursos de danza y percusión. La cena fue agradable y estuvimos hablando bastante de sus talleres de danza. Mientras tanto, les iba preguntando medio en broma si después de cenar harían una demostración de sus artes y por sorpresa mía así lo hicieron. Retiraron la mesa, un chico cogió un tambor, me dieron otro y a bailar. Eran unos bailes sensuales, con movimientos muy anchos, que Alexandra comentaba que eran muy típicos a las bodas de Rumania. Nos invitaron al cabo de dos días a una función de danza, pero desgraciadamente no pudimos asistir. No nos encontramos con nadie más estos días y no negaré que al final de la semana me he sentido un poco desconectado de la realidad Checa, sin saber qué escribir en mis artículos para la prensa. Esta semana hemos estado moviendo la autocaravana de lugar bastantes veces. El primer día, la policía vino por la tarde informándonos de que estábamos aparcados en una zona reservada. Los siguientes días estuvimos aparcados en diferentes lugares, también reservados, pero estuve moviendo la Hymer para intentar obtener bombonas de gas. El día de la cena en casa de Daniela pensábamos que ya no tendríamos que mover más la autocaravana porque habíamos aparcado en un área libre, no reservada, y bastante céntrica, pero por la noche la policía nos despertó informándonos de que no podíamos aparcar allí, ni en toda la ciudad, donde está prohibido acampar. De todos modos así nos dejaron pasar la noche allí y al día siguiente cambiamos la autocaravana de lugar, cerca del local donde teníamos acceso a Internet, en el centro de la ciudad, naturalmente en una zona reservada. De todas maneras, el penúltimo día por la mañana estábamos trabajando dentro de la Hymer con los ordenadores cuando alguien golpeó unas pocas veces la puerta. Nos mantuvimos con silencio cinco minutos y después miramos entre las persianas. No había nadie en la calle pero en el cristal del conductor había una multa escrita en un pequeño trozo de papel. No movimos la autocaravana aunque después vimos diversos coches en otras zonas reservadas con las ruedas bloqueadas por la policía. Pero no las teníamos todas, y el último día dejamos escrita una nota en el cristal, por si a caso: “En una hora nos marcharemos, por favor, no nos ponéis ninguna multa. Gracias". El miércoles solucioné parcialmente el tema del gas. Los días anteriores fui a los 5 puntos donde campingaz decía tener distribuidores, pero ninguno de ellos tenía recambios para mis bombonas. Estuve preguntando en diversas gasolineras que vendían gas si podían recargar mis bombonas, pero ninguna tenía adaptadores para llenarlas. Más tarde descubrí que las bombonas de gas Checas tienen la misma rosca de salida que las bombonas españolas y por lo tanto podía utilizarlas. Al problema es que las bombonas Checas sólo las podría cambiar a la República Txecoslovaca y en principio no las podría recargar, por otro banda tenía que comprar la bombona. El miércoles estuve comparando precios de las bombonas Checas a diferentes gasolineras, pero en una mostré casualmente una bombona de campingaz. Sin decir nada el chico me la cogió y me mostró que me la podía cambiar por otra de campingaz. La bombona que me mostró debería hacer años que la tenía allí, en vez de ser azul era negra, con un milímetro o dos de suciedad incrustada. Sin intentar limpiarla la cambié por un precio muy económico. A pesar de tener gas suficiente por unos cuantos días, no encendimos la nevera hasta no parar a una gran superficie e hicimos una gran compra, ya que estos días la nevera ha seguido casi vacía y cada día hemos comprado las verduras, frutas y carne que necesitábamos. El castillo de Praga, que visitamos a partir del martes es fabuloso. No es el típico castillo medieval de toscas murallas. Es un castillo rodeado de jardines y de edificios ampulosos, relativamente modernos. En el centro del castillo está la gran catedral de S. Vitus, que parece que la hayan puesto allí con calzador de poco espacio que hay. Detrás de la catedral hay una pequeña callejuela, de pequeñas antiguas casas alineadas y ocupadas por tiendas de souvenirs. Estaba plena de turistas pero volvimos otro día por la noche para hacer alguna foto mucho más tranquilamente. Los Jardines de los alrededores del castillo son muy tranquilos, muy bien cuidados, algunos de ellos formando diversas terrazas con impresionantes vistas sobre la ciudad. También visitamos el barrio alrededor del castillo, Mala Strana, de casas barrocas y calles empinadas y empedradas. Igual que en Warszava, en Praga también había muchos turistas catalanes conversando y paseando por la calle. No hablé con ninguno de ellos, pero el comentario más divertido que oí en catalán fue en un momento en que desmontamos de las bicicletas para bajar unas escaleras bastante empinadas. Entonces un niño preguntó a su hermano mayor: - ¿Porque no bajan las escaleras montados en la bicicleta? - Porque deben de tener miedo. - ¿Tú las bajarías montado? - Si claro, si me dejaran una bicicleta las bajaría. Estuve a punto de ofrecerle mi bicicleta pero preferí no ponerlo en evidencia delante de su hermano menor. Karlovy Vary (ver en mapa) 27/08/2006: Al mediodía, después de estar trabajando un buen rato desde un bar que ofrecía conexión en Internet (Roxi estaba cerrado) empezamos a hacer camino hacia Karlovy Vary, un pueblo donde el Alexandra ya había estado y que también me había recomendado firmemente visitar. Karlovy Vary es un pueblo lleno de balnearios que aprovechan las aguas termales que surgen de un valle al oeste de la República Checa. El pueblo, elegante, se asienta en torno a un río. Las mansiones, los hoteles y los balnearios son lujosos, de estilo antiguo, barroco. Hay muchas joyerías y tiendas de ropa, de marcas caras y desconocidas. Es curioso, pero muchos carteles están en ruso y por la calle también se puede escuchar este idioma en algunas conversaciones. Muchas de las calles están prohibidas al tráfico, incluso en las bicicletas, sólo pueden circular unos pocos carruajes tirados por caballos, parsimoniosos, deambulando entre la gente tranquila, adinerada, de mediana edad. La gente pasea, conversa, se relaja. Muchos llevan una taza de cerámica, de formas trabajadas y con orificio a través del cual hacen pequeñas sorbidas. Me he fijado que llenaban estas tazas en una fuente bajo unas columnatas. He intentado beber un poco de esta fuente y el agua estaba hirviendo. Después he preguntado a una mujer que llevaba una de estas tazas. La mujer era de origen ruso y muy amablemente nos ha explicado que las aguas eran medicinales y que se tienen que beber muy lentamente, una taza en durante unos cincuenta minutos. Hemos andado hasta el final del pueblo donde hay uno de los hoteles más lujosos, con casino, más tiendas de lujo. Después Alexandra me ha guiado por un camino que se enfilaba montaña arriba, en medio de un bosque de árboles de hoja perenne. Me quería llevar a una torre desde cual se disfruta de una impresionante vista sobre Karlovy Vary. Pero el caminito parecía no llegar nunca al destino y cuando por fin he entrevisto una torre entre las hojas verdes de los árboles he comentado a Alexandra: "Mira! qué te decía, me parece que hemos llegado a Praga, ya veo una de sus torres". La vista era efectivamente impresionante. A lo largo del camino de bajada (hemos cogido otro de más directo) nos hemos cruzado con un banco donde se acostumbraba a relajar Chopin, más allá había un monumento a otro compositor, y es que en el pasado, este pequeño pueblo había atraído a grandes compositores y personalidades como Beethoven, Liszt, Tolstoy, Freud, Karl Marx ... ‹ Anterior (28/06/2006) MES Siguiente (2006-08-27)› ‹ Anterior (2006-07-19 - Norway) PAIS Siguiente (2006-08-01 - Estonia)› |
|