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Belgium



Brugge (ver en mapa)

30/10/2006:
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Belgium,+Yepres Belgium,+Yepres Belgium,+Yepres,+I+war+memorial Belgium,+Yepres,+I+war+memorial Belgium,+Yepres,+I+war+cementery  


Bruges es una otra ciudad belga que enamora, rivalizando estrechamente con Gent. Gent quizás tiene un casco antiguo más elegante y compacto, pero aparte de eso no tiene demasiado más atractivo. Bruges es una ciudad que ha sabido mantener en conjunto un aire medieval y romántico. La lástima es que quizás por eso y porque era sábado, la ciudad estaba a reventar de turistas.

Hicimos un recorrido de unas tres o cuatro horas con bicicleta, paseando entre parques tranquilos, por el lado de los canales, cruzando puentes de piedra, visitando un monasterio, diversas iglesias, molinos de viento, plazas, tiendas de chocolate ...

Por la noche estábamos invitados por una chica de Bruges, Griet, que estaba hospedando una chica de Italia y su chico de Estados Unidos. Por supuesto la chica Italiana cocinó, pasta con una deliciosa salsa a base de pimiento, beicon y queso. Mientras nos deleitábamos con cerveza belga iniciamos la conversación con el chico, que había estado tres años en el ejército americano, sirviendo en Irak y Afganistán. Se había alistado por idealismo, pero ahora pensaba salir en dos semanas porque muchos de sus superiores eran idiotas, las reglas eran incomprensibles (por ejemplo no podían beber alcohol cuando los militares de otros países sí que lo podían hacer) y para acabar no encontraba ninguna explicación por la intervención en el Irak. De todas maneras, decía que si encontrara un motivo para la guerra seguiría en el ejército, aunque muchos de sus amigos hubieran muerto. También hablamos de viajes, supersticiones, psicología... pero poco sobre Bélgica.

En cambio, el día siguiente por la tarde, Bélgica fue uno de los principales temas de conversación. Nos reunimos con Wim, que tenía una bonita casa en las afueras de Bruges. También estaba Vamke, una amiga de Wim. Wim era percusionista en un grupo de punk-rock que se intentaba abrir camino en Bélgica. De todas maneras, todavía no habían conocido a la gente correcta en el preciso momento. Después de mostrarnos diversos videoclips que habían grabado, empezamos a hablar del rey belga, que según ellos mantenía unido el país. De todas maneras, creían que el rey se sentía más Wallón que Flamenco, ya que hablaba mejor el francés que el flamenco (o holandés). Eso no es extraño a la Wallonia, donde la gente sabe hablar francés pero no flamenco. En cambio, en Flandes, explicaban que la gente sabía hablar perfectamente el flamenco, francés, inglés ... Se notaba que no se tenían demasiada simpatía por los Wallones, pero después, comparando con el nacionalismo vasco, catalán y español, acabaron admitiendo que en Bélgica se entendían mucho mejor. También hablamos de la inmigración y eso quedó reflejado a las entrevistas que les hice.

Wim opinaba que el principal problema del mundo es la polución, por que debido a la polución la naturaleza se empieza a vengar y la naturaleza ganará. Actualmente quizás es demasiado tarde para una solución global. Él personalmente intenta ayudar utilizando más el tren que el coche, reciclando basuras ... El principal problema en Bélgica es la inmigración que no se integra. La solución se encontraría en la tolerancia y en la adaptación de los inmigrantes a las costumbres locales. Él personalmente intenta ser tolerante. Wim se considera muy feliz, porque tiene mucho más del que mucha otra gente quiere tener. Hay cosas que quizás lo harían más feliz pero si las tuviera quizás lo sería menos. El secreto de la felicidad es no esperar nada de nadie, aceptar lo que tienes y no quejarte de lo que no tienes.

Vanke opinaba que el principal problema del mundo es la criminalidad: robos, asesinatos, violaciones ... No cree que las leyes aporten la solución. De todas maneras ella intenta vivir de acuerdo con la ley. El principal problema en Bélgica es la inmigración y la criminalidad. La solución sería tener más policía en la calle y enviar a los inmigrantes a su país de origen. Ella simplemente puede votar los partidos que apuestan por estas políticas. Vanke es feliz porque tiene un buen trabajo, buenos amigos... Sería más feliz teniendo chico y más amor, tiene muchos amigos pero a veces se siente sola. El secreto de la felicidad es amarse uno mismo y no tener envidia de lo que tienen los otros.

Al oscurecer nos despedimos y empezamos el camino hacia el pueblo de Yepres. Durante la segunda guerra mundial, Yepres fue el último bastión del territorio Belga no ocupado por los Alemanes. Este rincón del suelo enclavado al suroeste del país representaba la barrera para los Alemanes para ocupar los puertos franceses en torno a Calais. Durante cuatro años murieron más de 300.000 soldados aliados, y muchos más Alemanes. Durante la ofensiva Británica de 1917, se sumaron un total de 500.000 víctimas en 100 días de combate, sólo para ganar 5 millas de territorio. La primera guerra mundial fue llamada la gran guerra, fue la guerra de las trincheras, el barro, el gas...

Yepres, aparte de tener un bonito casco antiguo (naturalmente reconstruido), dispone de diversos museos y memoriales. Hoy hemos sido visitando diversos de los memoriales. Uno de los más tristes es la puerta de Menin. Es un gran monumento con casi 55.000 nombres de soldados sin tumba, Británicos y de la commonwealth, que murieron y se perdieron en el barro de las trincheras. Entre los millares de nombres descubrimos unos cuantos Indios. Otro impresionante memorial es el cementerio de Tyne Cot, el cementerio británico mayor del mundo, con case 12.000 soldados enterrados y casi 35.000 nombres más, grabados en las paredes pero sin tumba.




Bruxelles (ver en mapa)

02/11/2006:
Hoy por la noche, Alexandra ha tomado un avión hacia Rumania. Su abuela se encuentra enferma y la ha querido visitar, quizás por última vez antes de iniciar la aventura africana. Estaré doce días sin ella, intentando aprovechar el tiempo y también pensando en ella. Hoy, mientras volvía del aeropuerto de Charleroi hacia Bruselas he estado pensando, he reflexionado sobre el amor. Hasta hace poco, creía que sin dolor no hay amor. Pensaba que era normal sentirse triste al separarte de alguien querido. Pero después de ocho meses viajando y preguntando sobre la felicidad, estoy aprendiendo que no necesariamente es así. La Eylem y la Duygu de Estambul creían que el secreto de la felicidad era el amor. Y cuando les comenté que la gente que se enamora a veces se siente infeliz, me respondimos que si el amor fuera incondicional nadie se sentiría infeliz. También recuerdo otras respuestas: el secreto de la felicidad es amar y no esperar nada a cambio (de tu pareja). Al separarnos las lágrimas han aguado los ojos de Alexandra, pero yo simplemente he sonreído con complicidad. Quizás el viaje me está cambiando más rápidamente de lo que pensaba. Amo Alexandra, pero no la añoraré, al menos con dolor o melancolía. Preferiría estar con ella, pero acepto que el destino me dé la oportunidad de descubrir una parte más del itinerario en solitario. Seguiré siendo feliz intentando vivir al presente y conservando el recuerdo cálido de Alexandra.
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El mismo lunes a la noche, después de visitar los memoriales de Yepres, empezamos a hacer camino hacia Bruselas. Alexandra quería celebrar el Halloween (martes) en la capital, de esta manera también estaría más cerca del aeropuerto. De todas maneras hicimos noche en Tournai, a medio camino. La guía recomendaba visitar el pueblo y al día siguiente salí a descubrirlo mientras el Alexandra se quedaba en la Hymer conectada a Internet y preparando la comida. Estuve una hora paseando por Tournai, una de las ciudades más antiguas de Bélgica, con una bonita catedral (pero en reconstrucción) y diversos edificios medievales.

Por la tarde seguimos el camino hacia Bruselas. Habíamos intentado contactar a alguien con quien celebrar el Halloween por la noche. Pero nadie había contestado, por lo tanto decidimos salir igualmente cenando en un restaurante y celebrar un correo electrónico que había recibido de una revista que se ofrecía a pagarme muy bien los artículos que les enviara desde África. De todas maneras, no nos disfrazamos ni pintamos, porque Alexandra estaba un poco preocupada por el próximo viaje y por la salud de su abuela.

Cenamos en un restaurante que recomendaba la guía, céntrico y bien de precio. Después de cenar aparcamos en un barrio que parecía tranquilo, aunque observamos bastantes inmigrantes, algunos de los cuales disfrazados. Estuvimos viendo una película en el ordenador y cuando ya nos disponíamos a dormir, un fuerte golpe seguido por el ruido de un cristal rompiéndose nos desveló. Me levanté. A fuera se oían voces. Entonces puse la alarma y las voces huyeron. Salí a fuera con el bate de beisvol y ya no había nadie. El cristal pequeño del lateral de la puerta estaba bien desmenuzado, pero todavía se aguantaba. Alguien lo había roto con la intención de abrir la puerta, entrar y robar. Por suerte estábamos a dentro. Por otro lado la Hymer tiene alarma y doble cerradura.

Hemos sujetado el cristal que todavía se aguantaba con cinta adhesiva y hemos ido a aparcar en una otra zona de la ciudad, más residencial. Nos hemos quedado hasta hoy al mediodía, simplemente disfrutando de nuestra compañía y contando las horas que faltaban para separarnos. El cristal, decidí arreglarlo después de dejar Alexandra al aeropuerto. Mañana miraré qué tengo que hacer.

08/11/2006:
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El viernes, al día siguiente de dejar Alexandra en el aeropuerto traté de cambiar el cristal roto de la Hymer. Encontré un pequeño taller que me dijeron que me tendría que esperar hasta el martes. Acepté, al fin y al cabo también me tenía esperar que Remco de Antwerpen recibiera el cargador de mi ordenador. Así pues, envié unos cuantos mensajes a gente de hospitalityclub y couchsurfing en Bruselas, para encontrarme con alguien durante el fin de semana. Y también me puse a trabajar para aprovechar el tiempo: lavé ropa, estuve escribiendo correos electrónicos, unos artículos ...

El sábado lo dediqué a visitar la ciudad. Primero me dirigí con la Hymer al norte de la ciudad, al Atonium, símbolo de la exposición universal de 1958. Es un edificio (o monumento) sorprendente, con esferas de 8 metros de diámetro sujetadas por tubos transitables. Su forma está basada en un cristal de metal aumentado 150 billones veces. De todas maneras, observado entre los árboles del parque del lado, mas bien se parece una nave extraterrestre.

Después de comer me dirigí hacia el centro de la ciudad. Me sorprendió que se hiciera oscuro tanto pronto, hacia las cinco y media. Así pues, aparte de la camera también tomé el trípode. El centro de Bruselas estaba muy transitado de peatones y turistas, seguramente por ser fin de semana. La Gran Plaza es interesante, igual que las antiguas Galerías de S. Hubert. De todas maneras no me resultó tan atractiva como las ciudades de Gent o Brujes. Finalmente anduve hasta el otro símbolo de la ciudad: la Manneken Pis Fountain, un niño de metal que parece cansado de mear ante las miradas sonrientes y los flashs de los turistas.

El mismo sábado recibí un mensaje de Kat y Andrea invitándome a cenar. Busqué su dirección en un mapa de Internet y me dirigí allí con la Hymer. Kat es una alegre chica de Bélgica y Andrea es su novio italiano, que trabaja en el mundo del teatro. Naturalmente, como buen Italiano, cocinó Andrea, coliflor gratinada y un delicioso tiramisú. Un chico francés y su novia finesa cocinaron pasta. También había más gente, pues la casa donde vivían era grande y era compartida por diversos jóvenes.

Durante la cena estube hablando bastante rato con Andreas. Me explicó que en Italia la política está muy crispada (como en España), con mucho odio y crispación entre los políticos. Añadido a todo eso, las diferencias entre ricos y pobres cada vez son mayores, la corrupción no parece disminuir, la inversión en cultura se ha reducido en un 50% ... Según él el cambio político de derechas a izquierdas en Italia no se nota en la calle, porque en Berlusconi había vaciado todas las arcas. Finalmente comentó que la situación política en Bélgica era muy aburrida pero en cambio se vivía mejor.

Realmente se vive mucho mejor. Durante la cena, otro chico explicó que a partir de enero se cogerá un año de vacaciones pagado por el gobierno: 400€/mes. Se ve que cualquier trabajador contratado más de un año en una empresa privada tiene derecho a un máximo de 5 años a lo largo de la vida de vacaciones pagadas por el gobierno. De todas maneras, parece que el gobierno lo quiere cambiar y sólo permitirlo a futuros padres, investigadores, futuros empresarios ... Otro chico me explicó que en Bélgica es uno de los países de Europa dónde se pagan más impuestos, no me extraña.

Después de cenar entrevisté Andreas y Kat. Según Andreas el principal problema del mundo son los políticos que están demasiado distanciados de la gente y no pueden ver los problemas reales. Los políticos quizás tendrían que cobrar menos y quizás así estarían más cerca de la gente. Lo que puede hacer él personalmente es hablar e implicar a la gente en política. El principal problema en Italia es la corrupción entre políticos y empresas. La corrupción desaparecería con transparencia y mostrando como el dinero es invertido. Para la solución él puede hablar con gente. Andreas no se siente feliz, más bien se siente confuso y con miedo de cara al futuro. Andreas es artista y nunca puede planear cómo será su vida en un futuro. Será más feliz en breve cuando presente al público la obra de teatro que ha estado trabajando los últimos meses. El secreto de la felicidad es conocerse y entenderse uno mismo.

Kat opinaba que el principal problema del mundo es el individualismo y la injusticia. Según ella el mundo animal a veces es cruel pero justo en comparación con los humanos. De todas maneras, ella tiene mucha esperanza depositada en el mundo porque todavía existe la solidaridad en muchas personas. El principal problema de Bélgica es la falta de comunicación entre el norte y el sur de Bélgica, las dos comunidades están muy separadas. Por ejemplo los artistas del sur no tienen entrada en los medios de comunicación del norte y a la inversa. Otro problema en Bélgica es el crecimiento de los partidos de extrema derecha. Kat es muy feliz, pero también pasa por momentos de profunda tristeza, es una chica de extremos. Sería más feliz si pudiera organizar mejor su vida y ser más disciplinada. El secreto de la felicidad es arriesgar y olvidar el miedo.

El domingo, estuve casi todo el día conectado a Internet desde casa de Kat y Andreas. Estuve estudiando las posibilidades de conexión a Internet en África, a través de satélite o utilizando teléfonos y conexiones locales. También edité imágenes, escribí diario ...

A media mañana hablé con un poeta que también vivía en la casa. Me mostró una web donde estaba publicando los poemas de los últimos diez años y me explicó "con el tiempo he mejorado y tengo un estilo más personal pero tengo toda la vida para seguir progresando".

Al día siguiente seguí trabajando con internet, pero a media mañana me dirigí hacia el centro de la ciudad con metro, ya que había quedado para comer con Sven, un chico contactado a través de couchsurfing. Durante el corto viaje me di cuenta de la curiosa normalización lingüística en el metro: el idioma de los nombres de las estaciones están intercalados, en una el idioma es en francés y a bajo en flamenco, y en la siguiente el nombre en flamenco aparece encima del francés, eso sí, el nombre en flamenco siempre aparece en cursiva. Después me fijé que los nombres de las calles parecen estar todos escritos en francés y a bajo en flamenco. Por otro banda, escuchando las conversaciones aseguraría que en Bruselas se habla más el francés que el flamenco.

Fue interesante encontrarme con Sven. Me enseñó nuevas partes de la ciudad que yo no había visitado, una ciudad llena de instituciones y sedes gubernamentales. Al pasear por delante del palacio real me comentó que Bélgica también tiene rey, con un poder significante, ya que tiene que ratificar todas las leyes. Después me explicó un hecho curioso, hace unos quince años, el rey no quiso firmar una ley que legalizaba el aborto, entonces el gobierno constituyó una república durante 24 horas, con el fin de poder aprobar la ley, y seguidamente restablecieron la monarquía.

Comimos en un típico restaurante Belga, una comida ligera, ya que los Belgas acostumbran a comer el plato fuerte o caliente por la noche. Para acompañar la sopa de cebolla que pedí, me bebí una cerveza tradicional belga, deliciosa: muy amarga y un poco dulce.

Entrevisté Sven que opinó que las principales dificultades del mundo eran el mantenimiento del medio ambiente y de la paz en el mundo. La solución de los problemas será a nivel local, hablando con la gente y trabajando conjuntamente. A nivel individual sólo puede actuar en áreas muy pequeñas. El principal problema en Bélgica es el miedo a lo desconocido que se está convirtiendo en pánico, generando violencia en muchos casos. Este problema se podrá solucionar en pequeños proyectos locales, por ejemplo couchsurfing. Él intenta no tener miedo y mostrar a los otros a no tener. Sven es feliz aunque necesita fijarse un objetivo en la vida. Sería más feliz teniendo la motivación para fijarse este objetivo y dirigirse hacía allí. Todavía está buscando el secreto de la felicidad.

El domingo por la tarde y el lunes seguí trabajando conectado a Internet. Estuve leyendo mucho sobre África y sus conflictos, muchos de los cuales se desarrollaban en países para los cuales había trazado el itinerario: Sudán y la región del Darfur, la República Central Africana, el Txat ... No parecía demasiado recomendable aventurarse por allí, pero parecía la única opción de cruzar África, por que según tenía entendido el itinerario a través de la costa del Atlántico (Nigeria, Congo, Angola ...) también era muy conflictivo. Pero estuve estudiando estos países que había descartado y me alegré de saber que la situación política en esta región había mejorado mucho (dentro de los parámetros africanos). De todas maneras, mirando los itinerarios de otros viajes africanos observé que pocos toman la ruta este. Me leeré con detalle las aventuras de estos viajeros del este y seguramente acabaré planteando la misma ruta, probablemente más segura hoy en día.

El lunes por la noche, Remco me envió un mensaje que ya le había llegado el cargador. Era una buena noticia, porque el martes por la mañana solucionaría el cristal roto, después iría a buscar el cargador y ya podría empezar a ir camino hacía Frankfurt, donde tengo que recoger el Alexandra el día 15. De todas maneras, no tuve tan buena suerte, porque el martes por la mañana fui al taller del cristal, me arrancaron el cristal roto y después se dieron cuenta que el cristal habían pedido no era el mismo modelo que necesitaba. Me dijeron que me tendría que esperar al día siguiente. Así pues con un aire gélido entrando por el espacio vacío y con la calefacción en todo trapo me dirigí hacia Antwerpen, donde me recibió Remco. Conversamos un rato, me entregó el cargador y me volví a dirigir hacia Bruselas. Pero de camino me llamaron del taller que el cristal no lo tendrían hasta el viernes.

Cansado de estar retenido en Bruselas, hoy a mañana he ido a un gran taller de cristal y me han solucionado el problema en dos horas. Por suerte también, el otro taller me ha devuelto el dinero que había dejado a cuenta. Así, con el problema solucionado y liberado de Bruselas he empezado a hacer camino hacia Luxemburgo, aunque he parado a medio camino, a Dinant, un pueblo que visitaré mañana.





Luxemburg

Luxemburg (ver en mapa)

11/11/2006:
Belgium,+Dinant Luxemburg,+Luxemburg Luxemburg,+Luxemburg Luxemburg,+Luxemburg Luxemburg,+Luxemburg Luxemburg,+Luxemburg


Dinant es un pequeño pueblo con una gran catedral justo bajo un impresionante acantilado, coronado por un castillo el cual no he visitado porque la entrada era demasiada cara por la economía del viajero. Cada día podría visitar museos y lugares preciosos pagando, pero por suerte también tengo la posibilidad de visitar cada día nuevos pueblos y lugares preciosos sin pagar. Al principio Dinant no me pareció un pueblo demasiado interesante, pero al marcharse con la Hymer descubrí algunos rincones atractivos.

El camino hacia Luxemburgo siguió entre un terreno era verde y ondulado, formando los primeros indicios de montañas. Entré en la ciudad a media tarde. Aparqué fuera del centro, en un barrio donde vivía Tristan, un amigo de Remco de Antwerpen que me había recomendado visitarle.

Había quedado con Tristan que le visitaría el jueves por la tarde, pero al apretar el timbre de su casa, un hombre (que imaginé que sería su padre) me informó que Tristan no había llegado. Al cabo de dos horas me dijo lo mismo y me ofreció entrar. Pero preferí volver a la Hymer y seguir trabajando y cenar. Finalmente, a las ocho y media fue Tristan quien me abrió.

Tristan es un chico de orígenes franceses que hace años que vive en Luxemburgo. Vive en una gran casa en la cual siempre tiene a alguien alojado. Realmente es así, porque hace poco compró un libro de dedicatorias y ya lo tiene medio lleno. En aquel momento tenía alojado el hombre que me había abierto y que no volví a ver y Nathank, un chico de Nueva Zelanda.

Me interesé por Luxemburgo y Tristan me ofreció diversas informaciones interesantes y curiosas. Luxemburgo, en vez de ser un reino, es un ducado, con un duque ejerciendo como rey. El sistema político es muy estable, con los partidos de derechas y de izquierdas siempre colaborando (increíble!). Por otro lado, en Luxemburgo tienen idioma propio, hablado por la mitad de la población. De todas maneras, el idioma empezó a existir a partir de los años 80, antes sólo era considerado un dialecto del alemán con palabras francesas y acento holandés. Me comentó que Luxemburgo era un país multicultural con una gran economía. ¿"En qué está basada su economía?" le pregunté. "En los bancos" me respondió. Después me explicó que en Luxemburgo, junto con Suiza y otros paraísos fiscales, el secreto bancario es legal. No parece demasiado lógico que haya secreto bancario en el corazón de la Unión Europea, pero si no lo permitieran mucho dinero se marcharía hacia otros países. Finalmente me mostró en Internet una gráfica sobre el Producto Interior Bruto por cápita. Luxemburgo es el país del mundo con más riqueza por cápita, un 20% más que el segundo, Noruega. Por otro lado, aparte del secreto bancario las empresas pagan muy pocos impuestos y muchas se instalan en este país aunque produzcan en otros. De todas maneras, esta riqueza no parece difundirse entre la población, que a pesar de ser rica no ostentan con Ferraris, como en Suiza.

El viernes salí a visitar la ciudad de Luxemburgo con Nathank, el chico de Nueva Zelanda. Luxemburgo parece un pueblo, no hay grandes edificios, casi todas las casas son bajas. Además, lo habitan menos de 100.000 personas. Pero aparte de la extensión, lo que más me sorprendió de Luxemburgo fue su encanto. Es una ciudad enclavada en un promontorio rodeado por un profundo valle, una defensa natural contra los antiguos invasores. En diversos puntos se pueden observar las impresionantes murallas cubriendo las paredes del valle. Algunas bonitas iglesias y catedrales recortan el cielo. La ciudad es bastante verde (o marrón en otoño), con bastantes parques y jardines. La ciudad también tiene muchos túneles y galerías medievales excavadas en la roca, en una de las cuales hay una interesante exposición de fotografía que visitamos.

Hoy sábado me puse en camino hacia Alemania, Frankfurt, donde el miércoles tengo que recoger Alexandra. Pero antes me he parado en un pequeño pueblo antes de cruzar la frontera. Vianden es un pueblo en el fondo de un valle dominado por un impresionante castillo que está siendo reconstruido. He hecho una caminata entre las murallas y las bonitas calles y seguidamente he cruzado la frontera. Antes sin embargo, he cargado la Hymer de gasoil porque en Luxemburgo es mucho más económico: 0,861€/l (el precio está fijado por el gobierno).

Me dirigí hacia el valle del Rin, cruzando montañas y valles. Pero paré antes de llegar, porque se hizo oscuro y prefería seguir de día, disfrutando del paisaje.





Germany

Frankfurt (ver en mapa)

15/11/2006:
Germany,+Rin+Valley Germany,+Rin+Valley Germany,+Rin+Valley Germany,+Rin+Valley Germany,+Rin+Valley Germany,+Rin+Valley
Germany,+Frankfurt      


El domingo y el lunes los invertí visitando un encantador segmento del valle del Rin. Entré por el pueblo de Boppard, donde hice una pequeña paseada, y seguí hacia el sur-este, hacia S. Goar. Aunque el tiempo no era perfecto, me fui parando por el camino admirando diversos castillos, enfilados en colinas, que me transportaban a los tiempos medievales. Al llegar a S. a Goar me maravillé del grandioso castillo de Rheinfels, enclavado en un monte dominando toda la villa. El castillo de Rheinfels fue construido en 1245 para proteger el peaje de barcos que circulaban por el Rin. Eso no gustó demasiado a la liga de ciudades del Rin y justo diez años después de la construcción del castillo le pusieron asedio durante 15 meses. Pero no lograron conquistarlo y acabaron llamando en el castillo de Rheinfels como la "fortaleza inconquistable". Un siglo más tarde, la misma familia edificó otro castillo en el otro lado del río y establecieron el doble peaje, tanto de subida como de bajada. Naturalmente se hicieron de oro ya que el tráfico de mercancías por el río debía de ser muy importante, al igual que lo es hoy en día, con decenas de grandes barcos circulando arriba y abajo del río.

Aparqué en la falda de la montaña y empecé a ascender por un camino hacia el castillo de Rheinfels, bordeando las inexpugnables murallas durante mucho rato. Finalmente llegué a la puerta principal, donde pagué 3€ de entrada y empecé a pasear entre los majestuosos escombros. Me subí a una torreta con una vista excelente sobre el Rin. Entonces se puso a llover. Me cobijé en unas galerías y me situé en el mapa que me habían entregado en la entrada. Me di cuenta de que siguiendo las galerías podría seguir el itinerario "2". Así pues seguí adelante, entre capillas, nuevas murallas, más galerías con pequeñas rendijas para los arqueros ... Pero a la mitad del itinerario las rendijas para los arqueros desaparecieron y las galerías se oscurecieron completamente. Fiándome del mapa seguí avanzando a oscuras, tropezando con rocas, poniendo los pies en charcos de barro y renegando. Se sucedieron tres o cuatro galerías más de la misma manera y finalmente llegué otro vez en un terreno conocido y de aquí a la puerta principal. Pregunté a la chica de la entrada si era normal que las galerías no tuvieran luz. Se puso a reír y medio disculpándose me mostró un pequeño cartel donde se recomendaba llevar luces o velas para visitar las galerías oscuras.

Después de comer seguí ascendiendo lentamente el Rin, parándome de vez en cuando, hasta que encontré un encantador pueblo medieval nombrado Bacharach. Aparqué la Hymer y estuve paseando entre las antiguas casas y torres medievales hasta que oscureció. Decidí acampar en un gran aparcamiento en la entrada del pueblo para poder volver a visitarlo al día siguiente. Pero el lunes por la mañana estuvo bien nublado y me salté el paseo.

A media mañana del lunes me paré en Bingen, el pueblo más importante del valle. Lo visité, pero ni mucho menos tenía el encanto de los anteriores pueblos. Al mediodía el día se destapó un poco y entonces aproveché para cruzar el río con una barcaza (4,5€) y visitar el bonito pueblo de Rudesheim y las viñas de sus alrededores.

Antes de salir de Luxemburgo intenté contactar con alguien en Frankfurt, básicamente para poder utilizar Internet, ya que en Alemania hay muy pocas conexiones libres. El mismo lunes me respondió una chica que vivía cerca de Frankfurt, en un pueblo perdido en las montañas de Taunus. Me envió unas pocas indicaciones por SMS pero me perdí unas cuantas veces antes de llegar

Silke vive con sus padres. Sus padres viajan frecuentemente a Sur África y aproveché para preguntar por la situación del país. Comentaron que a pesar de la desaparición del Apartheid, los blancos todavía son muy racistas. Después, al explicar mi viaje con Alexandra, Silke comentó que ella también tenía el sueño de cruzar el continente americano, en concreto con una furgoneta Wolsvaguen.

Por la noche me invitó a visitar a un amigo. El amigo abrió una botella de un producto típico de la región: vino de manzana. Era similar a la sidra pero menos dulce y sin gas. Durante la conversación me explicaron que en Alemania del este están descontentos con la reunificación, algunos creen que estaban mejor antes. Pero ellos no lo entendían, porque consideraban que Alemania del Oeste les habían liberado del comunismo y encima estaba pagando su recuperación económica. Quizás por este motivo, en Alemania subirán el IVA (VAT) del 16 al 19% a partir del año próximo. Finalmente salió el tema del nacionalismo Alemán. Silke explicó que de pequeños han estado educados a no estar orgullosos de su país, debido a las barbaridades que habían hecho en el pasado. Finalmente empezaron a explicar chistes sobre alemanes del este y del norte.

Al día siguiente estuve todo el día trabajando, aprovechando la conexión de internet que podía cazar desde dentro de la Hymer. También hoy, aunque a media mañana me he dirigido hacia Frankfut. He aparcado mucho cerca de la estación y he salido a visitar la ciudad, muy moderna y con unos cuantos pequeños rascacielos que se elevan por encima de las viviendas y de la bonita y antigua plaza de Romerberg, restaurada de los bombardeos de la segunda guerra mundial. Después me he vuelto a cerrar a la Hymer para limpiarla a fondo y para seguir trabajando y para esperar la madrugada, bien temprano por la mañana, cuando llegará Alexandra.



16/11/2006:
Me he despertado temprano, a las 5:15 de la mañana. Bostezando y con los ojos medio cerrados de sueño me he dirigido a la parada del autobús. El autobús ha llegado puntual, pero en otra parada cercana. Cuando me he dado cuenta he ido corriendo y me he encontrado en Alexandra medio perdida. Nos hemos abrazado contentos, pero también cansados. Nos hemos dirigido hacia la Hymer y hemos decidido moverla fuera de la ciudad para seguir durmiendo en un lugar más tranquilo.

En despertarnos, Alexandra me ha propuesto de visitar Wiesbaden y Mainz, dos ciudades donde había vivido dos meses visitando una amiga. Ambas ciudades, separadas por Rin, se encuentran a muy pocos kilómetros de Frankfurt. De camino nos hemos planteado qué otras ciudades visitar los próximos días y al hablarlo he descubierto que Alexandra tenía ganas de visitar pronto Cataluña y Barcelona, mi tierra y ciudad. Entonces por primera vez en todo el viaje me ha inundado un sentimiento de ganas de llegar a casa después de casi nueve meses de viaje. Al fin y al cabo, buena parte del trabajo que estamos haciendo (escribir artículos, escribir a sponsores, preparar la continuación en África...) la podemos hacer tranquilamente desde casa. Y Por otro lado, Francia es el último país que nos queda para visitar en Europa.

Por la mañana visitamos un bonito castillo de Wiesbaden y sus jardines y por la tarde todo el casco antiguo de Mainz, interesante pero nada envidiable con otros pueblos que había visitado anteriormente en el valle del Rin. Por la noche hemos vuelto a la carretera y nos hemos dirigido hacia Strasbourg, una ciudad francesa próxima a la frontera alemana.



France

Strasbourg (ver en mapa)

17/11/2006:
France,+Strasbourg France,+Strasbourg France,+Strasbourg France,+Strasbourg


Strasbourg es una ciudad encantadora. El casco antiguo se encuentra en una isla rodeada por el río Ill y algunos canales. Muchas de las casas son medievales, con pesadas estructuras de madera a la vista, pintadas de colores oscuros, contrastando con las paredes claras. Durante el paseo nos hemos sorprendido de la cantidad de indigentes que había por las calles. Recuerdo que al inicio del viaje a Francia también me sorprendí de lo mismo.

Por la tarde nos hemos conectado un rato a Internet, hemos escrito a diversa gente de París y más tarde nos hemos empezado a dirigir hacía la capital. Hemos cogido la autopista y por primera vez en mucho tiempo hemos pagado un peaje (creo que Grecia fue el último país donde pagué). Era carísimo. De todas maneras, las autopistas francesas están muy bien y con muchas áreas de descanso, en una de las cuales nos hemos parado para dormir.




Paris (ver en mapa)

18/11/2006:
France,+Paris France,+Paris France,+Paris France,+Paris


El sábado llegamos a París que ya era oscuro. El tráfico era terrible. Llegamos al centro donde teníamos intención de aparcar, pero en ningún sitio había espacio ni para un Mini. Decidimos ir hacia las afueras, pero la situación era igual. Finalmente, aunque estábamos en la otra punta de París, decidimos aparcar en el Bosque de Boulogne. Al principio todas las carreteras del bosque seguían llenas de coches e imposibles de aparcar, seguramente porque había algún acontecimiento deportivo cerca. Pero después las carreteras se vaciaron y en vez de coches aparcados apareció la prostitución. A pesar de todo, decidimos aparcar en un lugar bastante tranquilo a la salida del bosque. No estuvo del todo mal, porque alguna noche nos entretuvimos observando cómo las protitutas se peleaban entre ellas, cómo los clientes paseaban disimuladamente hasta que se decidían por una, cómo se adentraban en la oscuridad del bosque o se cerraban en algún coche para realizar el servicio ...

El domingo cogimos las bicicletas y nos dirigimos al Arco de Triumf que estaba bastante próximo. El arco de Triumf es una gran puerta sobradamente conocida, empezada a construir por Napoleón para conmemorar sus victorias. De todas maneras, la obra se detuvo cuando Napoleón empezó a perder batallas y no se finalizó hasta al cabo de treinta años. En sus paredes hay inscripciones de muchas ciudades conquistadas, entre ellas muchos nombres catalanes y españoles. También los distantes puntos de Moscow y Las Piramides.

Después de visitar el arco de Triumf continuamos la visita a pie, paseando por los ricos y elegantes Champs Elysees y finalmente por el Champ de Mares admirando la omnipotente Tour Eiffel.

El lunes me llamó mi madre informándome que mi abuelo se había muerto. Hacía meses que mi abuelo se encontraba mal. Antes de enfermar siempre había sido un hombre con mucha energía y conocimiento. Había viajado mucho y las historias que siempre explicaba seguramente también me animaron a viajar. Hablé con mi madre sobre la necesidad de volver, pero finalmente decidimos que no hacía falta, al fin y al cabo en breve volvería a estar en casa. En cualquier caso, los siguientes días puse una vela en recuerdo a mi abuelo en la catedral de Notre Dame y en la iglesia del Sacré Coeur.

El lunes estuvo lloviendo todo el día. Por la noche fuimos a comprar en la futurista zona de la Defense, con decenas de rascacielos de diferentes formas, todos de cristal, iluminados,... Nos perdimos un poco pero finalmente encontramos aparcamiento y encontramos un supermercado. De vuelta encontramos un punto con una conexión a Internet sin proteger y aprovechamos para descargarnos el correo. En Francia es más complicado que en Holanda y Bélgica encontrar zonas libres de internet.

El martes y miércoles seguimos paseando por Paris. Comparado con otras ciudades norte o este europeas, Paris me recuerda mucho a Barcelona: el tráfico, las calles comerciales, los edificios ... Aunque naturalmente hay diferencias, por ejemplo las chimeneas de las casas son típicamente francesas: todas sencillas y en línea recta en los tejados de los edificios.

El martes tomamos el metro (en realidad era un tren de dos pisos). Comparado con el transporte público en el norte de Europa, aquí es imposible entrar en el metro sin pagar. Nos dirigimos hacia la delicada Catedral de Notre Dame. De allí volvimos paseando por delante del Hotel de la Ville (ayuntamiento), el moderno centro Pompidou (construido en 1977 actualmente ya no es tanto moderno), el Louvre y sus jardines y de nuevo los Champs Elises y el Arco de Triumf.

Llegamos a la Hymer agotados. Mientras nos descansábamos alguien golpeó la puerta. Abrí la ventana y fuera había un hombre con bicicleta. Me preguntó por el viaje que estábamos realizando. Salí a fuera y estuvimos conversando un rato, finalmente nos invitó por la noche a cenar en su casa, cerca del arco de Triumf.

Frederic vive en un humilde piso en el centro de un barrio río de Paris. No estaba cómodo y decía que quería marcharse de la ciudad, a vivir en la Bretanya. Nos explicó que la gente de París es demasiado ostentosa y que sólo están preocupados de tener un buen trabajo y vestir siempre elegantes. Nos explicó que esta fijación por el trabajo provoca que un 30% de la gente en París viva sola, igual que él. Después nos habló de la situación de los Ghettos de París y la crema de coches de hace un año como muestra de protesta. Se quejó que en vez de ayudar e invertir en los ghettos el gobierno francés sólo apuesta por la represión, con 6000 nuevas plazas de policías.

Finalmente entrevisté a Frederic. Opinaba que el principal problema del mundo es la destrucción del medio ambiente y la polución, hay demasiados coches, muchos países no tienen acceso a agua limpia ... Parte de la solución se encontraría ayudando los países pobres y también reconsiderando todo lo que necesitamos. Por ejemplo él no tiene coche y en cambio utiliza la bicicleta o anda. También colabora seleccionando las basuras ... El principal problema en Francia son los ghettos que se han creado en torno a París donde la gente vive en muy malas condiciones y sin futuro. La solución la tendría que aportar el gobierno con inversión y facilitando mejoras en las viviendas de estas zonas y educación. Él puede ayudarlos intentando mostrar un futuro para ellos, hablando con ellos. Frederic no puede ser feliz conociendo que hay gente que lo pasa muy mal. De todas maneras, próximamente, cuando vaya a vivir en el campo será más feliz. El secreto de la felicidad es compartir la vida en pareja. Al acabar la entrevista le pregunté cómo era que no tenía pareja teniendo en cuenta su opinión sobre el secreto de la felicidad. Me comentó que la causa era la sociedad francesa, que es demasiada individualista como para encontrar una.

Hoy hemos vuelto a tomar las bicicletas y hemos ido a pasear por el tranquilo barrio de Montmartre y la iglesia de Sacre Coeur. Durante el paseo hemos decidido marcharnos mañana de París aunque todavía no habíamos visitado el Barrio latino. Parece que los dos tenemos en mente que el viaje se acaba y ya nos hemos hecho la idea de pasar un invierno tranquilo en casa de mis padres, preparando el viaje en África. De todas maneras, el hecho de estar finalizando esta etapa del viaje también me desorienta y me tiene intranquilo. Aparecen preocupaciones económicas y logísticas, me inquieta sentirme aprisionado en casa, y me entristece estar finalizando una parte del sueño.




Versailles (ver en mapa)

23/11/2006:
France,+Versalles


El jueves por la mañana lloviznaba y hacía viento, a pesar de todo hemos salido a admirar el palacio y los jardines de Versalles. Había muchas partes en obras, lógicamente aprovechando que hay pocos turistas en invierno. A pesar de todo, los japoneses no faltaban. Después nos hemos dirigido hacia Rouen, que hemos visitado por la tarde. Es una ciudad preciosa, con calles empedradas, casas con estructuras de madera a la vista, galerías, tiendas de antigüedades, bonitas iglesias, una magnífica catedral que me recordaba la de Barcelona y mucha historia. Rouen es la ciudad donde la heroína de 19 años nombrada Juana de Arco murió quemada en 1431, acusada de herejía durante la guerra de los cien años.




St. Malo (ver en mapa)

25/11/2006:
France,+Rouen France,+Rouen France,+Rouen France,+Arromanches France,+Bayeux France,+Bayeux
France,+Saint+Michel France,+Saint+Michel France,+Saint+Michel France,+Saint+Michel France,+Saint+Michel France,+Saint+Michel
France,+Saint+Michel France,+Saint+Malo France,+Saint+Malo    


Ayer llegamos a la costa norte de Normandía, en las playas donde las tropas aliadas desembarcaron el día 6 de junio de 1944, el famoso día D. en Concreto visitamos el pequeño pueblo de Arromanches, donde durante el desembarque aliado construyeron un inmenso puerto artificial flotante. Durante los tres meses posteriores al día D, 2,5 millones de hombres, 500,000 vehículos y 4 millones de toneladas de equipamiento desembarcaron en este puerto artificial. Actualmente todavía quedan algunos inmensos bloques de cemento y metal flotando a lo lejos y algunos otros varados en la playa. En torno al pueblo había riscos escarpados defendidos por antiguos búnkeres que recuerdan lo complicado que fue el desembarque y el gran número de bajas que soportaron los aliados. Por la tarde visitamos el bonito pueblo de Bayeux, el primer pueblo que fue liberado por las tropas aliadas.

Pasamos la noche en un área de descanso de la autopista. El área se encontraba en una elevación donde el viento soplaba muy fuerte, tan fuerte que en algunos momentos pensábamos que se llevaría la Hymer con nosotros dentro.

En despertarnos hemos seguido la marcha hacia el Monte S. Michel. Hemos parado en un pequeño pueblo para hacer unas fotos de lejos al Monte S. Michel. Mientras enfocaba he escuchado los maullidos de un gatito desesperado. He buscado entre las hierbas y he encontrado un gatito, que al verme ha huido corriendo. Se ha escondido en una cañería donde ha seguido maullando. Pero finalmente, incitado por Alexandra, he conseguido cazarlo. El gatito estaba mojado y temblaba de frío. También ha demostrado tener mucha hambre cuándo le hemos dado un poco de leche con pan. Nos hemos enternecido. Nos lo hubiéramos llevado, pero tiene que ser bastante complicado viajar con un animal. Por otro lado, mis padres tienen demasiados gatos en la masía donde viven. Lo hemos dejado comiendo el pan mojado con leche con la esperanza de que encontrara su madre más tarde.

De lejos, el Monte S. Michel ofrece una visión mágica. Sobre una inmensa planicie que periódicamente queda parcialmente inundada por la marea se eleva un bonito pueblo y una abadía amurallados. La única manera de llegar al Monte S. Michel es a través de una carretera elevada sobre la planicie, en cuyo final hay un inmenso aparcamiento de pago. Hemos paseado por encima las murallas enclavadas en la roca que sobresale de la arena, y por las calles del pueblo llenas de tiendas y restaurantes muy caros, y llenos de turistas a pesar de ser invierno.

Por la tarde hemos ido hasta S. Maló a través de una pequeña carretera que cruzaba diversos pueblos con casas de piedra. Hemos llegado a la población al oscurecer, avanzando por una calle muy larga sin ninguno atractivo. Pero finalmente hemos descubierto porque S. Maló es a uno de las principales destinaciones turísticas en la Bretanya. Al final de una bonita playa descansa una pequeña fortificación, un pueblo rodeado por unas poderosas murallas y un gran puerto de embarcaciones deportivas. La marea estaba baja y hemos podido andar hasta la fortificación. Después hemos andado para el bonito pueblo de estilo británico y por encima sus murallas.





Spain

San Sebastian (ver en mapa)

28/11/2006:
Spain,+San+Sebastian Spain,+San+Sebastian


El domingo hicimos muy pocos kilómetros y no visitamos ningún pueblo o ciudad. Estuvimos toda la mañana conversando sobre algunos cambios que teníamos que afrontar antes de iniciar el viaje a África. Por la tarde estuvimos conduciendo dirección La Rochelle, pero no llegamos porque Alexandra empezó a tener un fuerte dolor de cabeza y prefirió que nos detuviéramos en un pequeño pueblo.

El lunes visitamos La Rochelle, un antiguo puerto que antiguamente estaba defendido por una gran cadena que privaba la entrada de barcos enemigos. Actualmente restan las dos torres a la entrada del puerto entre las cuales se sujetaba la cadena. El resto del pueblo es interesante, con muchas arcadas de piedra, casas también de piedra o pintadas de blanco ... La arquitectura cada vez es más similar a la de mi tierra.

Por la tarde seguimos el camino hacía el sur. Teníamos planeado de detenernos en Bordeaux para visitar la ciudad, pero finalmente decidimos seguir el viaje. Ya hacía algunos días que visitábamos pueblos y ciudades sin tener ningún contacto y empezaba a hacernos un poco aburrido. Los nuevos lugares visitados no nos aportaban demasiado de nuevo. Por otro lado, después de visitar los bonitos parajes del Monte de San Michel y S. Maló, el resto de pueblos parecen perder todo el encanto.

Hoy también teníamos pensado de detenernos en Bayonne pero al final no lo hemos hecho, con la intención de entrar pronto en España para llamar a mis padres y amigos que ya estaba llegando. Y también para visitar con más calma San Sebastian (o Donostia en Euskera).

Ya había estado en San Sebastian. La anterior vez era un día soleado que coincidió con una manifestación en apoyo a la banda terrorista ETA. Hoy, el día estaba nublado y San Sebastian más tranquilo. Sólo el mar parecía romper la tranquilidad con olas de uno o dos metros que algunos surfistas intentaban aprovechar. De todas maneras, el mar en la famosa playa de la Concha estaba muy calmado, ya que está encerrado en una gran bahía. Aparte de pasear por el paseo marítimo también paseamos por el bonito casco antiguo al pie del monte Urgull. Mientras estaba haciendo unas fotos de la plaza de la constitución se me acercó un hombre de entre un grupo de sin-techo y me empezó a dar conversación. Me explicó que había viajado un poco por toda Europa y que ahora volvía a estar en su tierra natal. Le pregunté si era complicado vivir en la calle y me comentó que dependía del tiempo. Finalmente me pidió que le hiciera una foto y que en llegar a casa la enviara a su hija que se llamaba Ainoa. Me despedí de él entregándole unas monedas y volviendo con Alexandra que hacía minutos que me estaba reclamando.





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