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‹ Anterior (03/06/2008) MES Siguiente (2008-08-02)› ‹ Anterior (2009-09-19 - Pakistan) PAIS Siguiente (2009-10-08 - Turkey)› Iran Qareh Kalisa (ver en mapa) 05/07/2008: Pensábamos hacer a una visita rápida a la iglesia Qareh Kalisa, asentada en un remoto valle en Irán, próximo a la frontera turca, antes de seguir el viaje hasta Tabriz; pero finalmente hemos estado allí casi 4 días. Habíamos leído que cada año, por San Tadeo, fecha próxima al solsticio de verano, Qareh Kalisa se convierte en un punto de peregrinaje de la comunidad Armenia viviendo en Irán, pero no pensábamos que tendríamos tanta suerte de tropezar con esta importante festividad. Se cree que la iglesia de Qareh Kalisa fue fundada por san Tadeo, discípulo de Jesús, en el año 43DC, a pesar del contemporáneo rey armenio, que en el año 66DC mató al santo y a 3000 de sus conversos. A pesar de esta fatalidad, en el año 301, Armenia se convirtió en la primera nación de la historia y san Tadeo en su patrón. En el siglo trece, después de un fatídico terremoto, la iglesia fue reconstruida casi en su totalidad con piedras negras traídas desde el monte Ararat, llamándose popularmente desde entonces, Qareh Kalisa (iglesia negra). Posteriormente, las ampliaciones con piedra clara cambiaron su fisonomía, aunque elevaron la belleza de la iglesia con magníficos grabados. Llegamos el miércoles por la mañana y, extrañados, nos identificaron que fuéramos simplemente turistas y no islámicos (después nos explicaron que los musulmanes tienen vetada la entrada durante estos tres días de peregrinación). Los alrededores de la iglesia se estaban montando tiendas de la organización, al mismo tiempo que empezaban a llegar los primeros peregrinos, algunos de los cuales montaban sus propias tiendas de campaña. En las montañas de los alrededores se estaban alzando dos tiendas de colores verdes, amarillos y rojos anaranjados, los cuales identifiqué con la bandera rasta o de Etiopía. Pensando que eran unos peregrinos fumadores de marihuana me encaminé allí, pero al llegar descubrí que eran soldados. Después, algunos amigos que hicimos nos explicaron que estaban para protegerlos, pues hay turcos o iraníes que quieren colarse a la fiesta para observar chicas guapas y destapadas, y no me extraña. A medida que los peregrinos armenios iban entrando en el recinto de acampada alrededor a la iglesia, se iban liberando de las prohibiciones islámicas de su país de acogida: las mujeres se sacaban reconfortadas el velo, los hombres se situaban los crucifijos por encima la camisa, las chicas salían de las tiendas vistiendo atractivos y ajustados modelos europeos y los chicos se paseaban con camisetas sin mangas y pantalones cortos. Las familias de diferentes ciudades y regiones se reencontraban y lo celebraban matando corderos suministrados por los kurdos del pueblo del lado, pero también bebiendo vodka casero y comiendo cerdo introducido por algunos peregrinos venidos de Armenia. Por la noche, la fiesta se animaba con espectáculos improvisados de música, canciones y bailes populares. Aunque también había tiempo para las ceremonias religiosas, esta vez, con las mujeres cubriéndose parte del cabello con un pañuelo (cómo manda la tradición ortodoxa) y pasando por debajo de los retratos de Khomeini y del actual presidente Ahmadinejad colgado especialmente para la ocasión sobre la puerta de la iglesia. Cumpliéndose predicciones que nos habían hecho de los iraníes en general, enseguida hicimos numerosos amigos y durante estos días estuvimos invitados a diversos cafés, tes y comidas. Uno de estos amigos era Hahk, un hombre que da lecciones de Biblia clandestinamente, el cual explicaba con mirada triste "Aquí tenemos tres días de libertad, pero durante el resto del año, las mujeres que no llevan velo son escarmentadas flageladas, los hombres que comen a la luz del sol durante el rabadan son castigados 30 días sin comer, o si te sorprenden mirando un canal televisivo de otro país, te roban la televisión y la antena parabólica. Después, Hahk recordaba que durante el Shah, antes de la revolución islámica se vivía mucho mejor: "actualmente, la mayoría de familias en Irán tienen casa, coche y dinero, pero sin libertad, eso no vale nada". No sorprende pues, que según me explicó otra familia, muchos armenios iraníes busquen emigrar a Estados Unidos, donde, si consiguen entrar, son ayudados con 500 dólares mensuales durante dos años. Otros escogen emigrar a Armenia, donde las condiciones económicas son peor, aunque a cambio ganan la libertad. En cualquier caso, más de la mitad de los armenios Iraníes han emigrado los últimos años, quedando sólo unos 200.000, y quedando patente a la peregrinación anual, donde a pesar de ser unos 3000 este año, son menos peregrinos que en los anteriores años. Tabriz (ver en mapa) 06/07/2008: Ayer a la noche, al llegar a Tabriz conocimos a Hadi, un chico hijo de vendedores de alfombras, y esta mañana nos ha llevado a su tienda donde nos ha mostrado las magníficas obras de arte que tenían, supongo que por amor al arte pero también con el deseo ocultado de vendernos alguna alfombra. En cualquier caso, mientras estábamos en su tienda han entrado una pareja de alemanes que han acabado comprando una alfombra después de que Hadi mostrara sus grandes dotes de vendedor. A continuación, Hadi nos ha llevado a pasear por el bazar, donde Alexandra se ha comprado una nueva camisa larga y fina y un velo ligero para no pasar tanto calor. Durante el paseo, Hadi nos ha explicado que el bazar de Tabriz, es el segundo más antiguo del mundo, después del de Damascos en Síria, por donde pasaban las caravanas de la ruta de la seda hace más de mil años. Actualmente el bazar todavía conserva unos 35 kilómetros de pasadizos cubiertos con bóvedas de ladrillos y unas 7000 tiendas, con una gran parte de estas - según Hadi - relacionadas con el negocio de las alfombras. Mientras comíamos en un sencillo restaurante del Bazar, he intentado sacar diversas veces temas políticos o religiosos de su país, aunque era evidente que le incomodaba y enseguida intentaba cambiar de tema. En cualquier caso, Hadi me ha sabido explicar alguna cosa positiva de la ley islámica que se aplica a Irán, como la ausencia de adicciones al alcohol y la inexistencia de los problemas de seguridad derivados de éstas. Por otro lado, también ha explicado que durante la revolución islámica la gente quería el país actual, aunque actualmente haya gente que no se sienta confortable. Al acabar de comer, Hadi ha comentado que los armenios en Irán tenían los mismos derechos que los iraníes, pero por la noche, me ha tenido que admitir que los armenios también tenían las mismas obligaciones que los iraníes, unas obligaciones basadas en el Islam que les restaban derechos que les corresponderían culturalmente (opción de no llevar velo, poder comer durante el ramadan...). Esta segunda parte de la discusión, ha transcurrido tomando un helado en un hotel de lujo en presencia de su novia, una chica inventora (ha inventado un aparato para guiar ciegos) que ha sido invitada a diversas exposiciones internacionales. En un momento que Hadi estaba atendiendo una llamada, Mariane (así se llamaba la chica), ha confesado a Alexandra que le gustaría vivir al extranjero, porque en Irán no se siente relajada, sobre todo por la cuestión del velo (todo el rato se lo estaba retocando para no mostrar demasiado ni demasiado poco cabello). A las nueve de la noche, Hadi se ha levantado de golpe y ha comentado que se tenían que marchar, pues Mariane ya había expresado antes que la familia la obligaba a no llegar más tarde de las 10 a su casa (a pesar de tener 23 años). Así pues, nos hemos despedido y hemos vuelto donde tenemos aparcado el coche, en el parque Elgoli, un gran espacio verde donde hay plantadas muchas tiendas de campaña, algunas al lado de nuestra autocaravana, sobre el asfalto. Hadi nos había comentado que mucha gente del sur viene a pasar las vacaciones a Tabriz por el clima templado, pero tanta gente alrededor y el ruido por la noche nos incomodaba un poco y contrariamente a lo manifestado a Hadi, hemos decidido marcharnos mañana por la mañana hacia las siguientes destinaciones. 07/07/2008: Esta mañana, cuando he despertado a Alexandra para ponernos en marcha hacia el sur de Tabriz, ésta me ha comentado con cara triste: "Tengo que volver a Rumania, mi abuela está muy enferma y mi madre me necesita". Aunque se tratara de una decisión imprevista, no me ha sorprendido del todo, pues la ultima vez en Istambul le había comentado que la próxima vez que quisiera marcharse a casa me lo anunciara el mismo día y que no dilatara la decisión más de 24 horas. Por otro lado, ayer también se había conectado a Internet y lógicamente había hablado con su madre, quien - como siempre - le había pedido que volviera recordándole que Irán y Pakistán eran peligrosos. Éste parecía otro motivo de su decisión, pues es evidente que Alexandra no se encuentra nada confortable en Irán, obligada a llevar el velo en un país que cada vez será más caluroso. Además, también es verdad que entre nosotros dos, habían aparecido algunos pequeños conflictos, creo que de nuevo causados por la tensión que sentía Alexandra de acercarnos a Irán y adentrarnos en el país. Le he preguntado si estaba segura de que quería marcharse y llorando me ha dicho que sí. A sollozos me ha explicado que tenía que escoger entre la felicidad de su familia o la suya propia, entre ser una altruista infeliz o una egoísta feliz, porque a mí me amaba mucho, de hecho, yo difícilmente volvería a encontrar a nadie que me amara tan como ella me amaba. La he escuchado y no he querido intervenir en su decisión: no quería que se quedara a causa de mis súplicas, por que sino, en el futuro próximo, volvería a aparecer el mismo problema o necesidad de marcharse. Por otro lado, si me marchaba, probablemente no volveríamos a estar juntos y ya me empezaba a hacer en la idea de cómo adaptarme a esta nueva situación. El Alexandra ha empezado a hacer las maletas y más tarde, hacía al mediodía, nos hemos dirigido al centro con el coche. Hemos encontrado una agencia de autobuses, y después de dudar un poco más, Alexandra se ha decidido de comprar el billete (40 $ Tabriz - Istambul). Después hemos vuelto a la autocaravana, donde hemos pasado toda la tarde abrazados y haciendo el amor. Pero a medida que se acercaba la hora de partida, Alexandra se mostraba más indecisa y entre llantos me decía de no que quería marcharse, aunque al mismo tiempo me explicaba que no podía dejar de visualizar su madre disgustada si ella se echaba atrás otra vez. Al mismo tiempo, Alexandra me suplicaba que le pidiera quedarse, aunque yo seguía sin querer influir en su decisión. Al fin, ha llegado la hora de marcharse. He sugerido a Alexandra que bajara a fuera para que le pasara las maletas, pero ella no quería salir. Después ha salido y hemos sacado una maleta, pero me ha hecho volver a subirla a la autocaravana para continuación manifestar que se tenía que marchar. Los minutos pasaban y si no nos dábamos prisa ella perdería el autobús, pero estaba más indecisa que nunca, llorando que se tiraría bajo un coche para no tener que decidir entre yo y su familia. Y finalmente he le pedido: "quédate Alex" y con una cara radiante de felicidad espontánea ha exclamado: ¿"Sí?",”sí", y a continuación hemos ido a tomar unos deliciosos zumos de melón que preparan a Irán. Takht-e Soleiman (ver en mapa) 09/07/2008: Hemos pasando dos días recorriendo el sur de Tabriz y visitando unas pocas atracciones turísticas. Ayer visitamos Kandodan, un pueblo con las casas excavadas, desde hace unos 700 años, dentro de una carena de rocas similares a la Capadoccia. Y hoy hemos visitado Takht-e Soleiman (el tono de Solomon, en persa), unas ruinas Zoroastrianes que nos han impresionado un poco más que Kandovan. El Zoroastrisme es una religión fundada por Zoroastre, nacido diez siglos antes que Jesús en las tierras donde actualmente se encuentra Irán. Esta religión monoteísta tuvo muchos seguidores durante sus primeros siglos, pero posteriormente, la presión del Islam hizo disminuir a sus creyentes hasta los aproximadamente 200.000 que hay esparcidos por Irán y India. En Takht-e Soleiman, sobre una colina, se alzan parte de las murallas de una antigua fortaleza y las ruinas de un antiguo santuario Zoroastriano. Justo en medio de la colina y delante de las ruinas, hay una oscura laguna de unos 140 metros de profundidad, con el agua brotando de su interior y escolándose por dos extremos de la laguna. 3 kilómetros más en el este hay la prisión de Soleiman, una colina cónica bastante más alta, desde la cima de la cual las vistas son aterradoras, pues al centro de la colina hay un cráter vertical de unos treinta metros de diámetro y más de cien de profundidad, el cual antiguamente estaba lleno de agua que también brotaba. En la cima de la prisión de Soleiman me encontré con un grupo de cinco hombres que estaban descansando tomando un té. Me ofrecieron uno, y después, mientras bajábamos conversando con su pobre inglés y mi nulo farsi (o persa) me invitaron para ir a cenar a su suya en un pueblo próximo. Se lo sugerí a Alexandra y, a pesar de no mostrarse demasiado conforme, aceptamos la invitación. Mientras cenábamos unos sencillos espaguetis en la boloñesa me empezaron a listar políticos mundiales con su opinión: mencionando por ejemplo Ahmadinejat (el actual presidente) seguido por un "very good" (muy bueno) o "I love you" (te amo). También mencionaban Bush "muy malo", junto con Berlusconi, Zarcozy, Sharon, Blair, en cambio avalaban Zapatero (presidente español) seguramente porque yo estaba allí, pero también porque los gobiernos de izquierdas parecen menos críticos con las políticas de Irán. Más tarde les comentamos nuestros planes de viaje y como siempre nos dijeron que su país vecino era muy peligroso, que Pakistán estaba lleno de Terroristas (en Turquía también nos decían que Irán era muy peligroso). Sorprendentemente también nos comentaron que la siguiente ciudad que queríamos visitar, Hamadan, era muy peligrosa y que allí no aceptáramos la invitación de nadie. Hamadan (ver en mapa) 12/07/2008: En realidad, Hamadan estaba unos 300 kilómetros apartada de nuestro itinerario previsto, pero valía la pena desviarnos estos kilómetros a cambio de visitar unos amigos, David y Maria, los dos españoles que habían pasado unos días en compañía de Alexandra mientras yo arreglaba los papeles para recuperar el coche en Aswan, Egipto. Por otro lado, ahora que ya estábamos más alejados de la frontera, ya obteníamos el diesel sin problemas al precio normal: 0,01euros/litro, de manera que unos 300 kilómetros con el aire acondicionado en tope sólo nos costaban unos 25 céntimos de euro. Nos reencontramos con David y la Maria antes de ayer tarde y nos empezamos a explicar nuestras aventuras de los últimos meses. Ellos nos describieron la maravillosa experiencia del Sudán y la desastrosa de Etiopía, por culpa de los niños y de la gente que les intentaban engañar continuamente. Igual que yo, ellos también recibieron un mensaje muy negativo en su bloc de Internet por describir tan mal a los etíopes, pero al volver a recordar nuestras aventuras resolvimos que todavía habíamos sido condescendientes. Después, ellos siguieron por Yibuti, Yemen (les encantó), Omán, Qatar, Emiratos Árabes e Irán, resaltando la gran hospitalidad con que siempre habían sido recibidos en los países islámicos. Ayer nos volvimos a encontrar con David y Maria, junto con un alemán que estaba viajando con una furgoneta por el oriente medio. Juntos visitamos una interesante mezquita y más tarde, el mausoleo de Esther y su tío Mordecai, ambos jugando un importante papel hace unos 2500 años para evitar que fueran exterminados los judíos viviendo en Persia y pudieran vivir aquí hasta hoy en día. Fue un judío quien nos abrió la puerta de piedra maciza del mausoleo y una vez a dentro nos explicó la historia de Esther y Mordecai (se ha hecho una película recientemente: "una noche con el rey"). Después nos comentó que hay unos 25.000 judíos viviendo en Irán, pero al preguntarle si éstos tenían problemas con el gobierno islamista nos respondió muy secamente que no. Por la tarde nos dirigimos a un parque enfilado en la montaña donde en ningún momento dejaron de llegar iraníes cargados con esteras, tiendas de campaña, bolsas, ollas... para hacer picnic a la fresca, con un ambiente similar al parque de Tabriz donde habíamos estado aparcados. Esta mañana, hemos estado un buen rato conectados a Internet (en Irán ya no hay redes inalámbricas donde conectarnos gratuitamente) y después de despedirnos efusivamente de David y Maria hemos empezado a hacer camino hacia Teherán. A media tarde hemos parado cerca de unos campos apartados de la carretera y nos hemos quedado allí hasta la noche. Pero hacia las once, se han acercado dos grandes segadoras y se han quedado en torno a la autocaravana con los motores encendidos. Sus conductores parecían recelosos de nosotros y como las máquinas no dejaban de hacer ruido, hemos decidido arrancar el coche e ir a aparcar lejos de ellos y más cerca de la carretera. Hemos empezado a dormir, pero cerca de las una de la madrugada, alguien golpeando muy fuertemente la autocaravana nos ha despertado. Me he puesto una camiseta y he abierto la ventana. A fuera, un grupo de hombres armados, uno de ellos uniformado delante de un coche de la policía, me han exigido de salir. De la manera cómo cogían con tensión las armas he deducido que no les podía hacer entretener mucho, así pues, he abierto la puerta desnudo de cintura en abajo, demostrándoles al mismo tiempo que estábamos durmiendo y no éramos espías. Pero uno de ellos me ha estirado con fuerza fuera de la autocaravana y me ha preguntado - sin hablar nada de inglés - cuánta gente estábamos en la autocaravana. Le he indicado que había mi mujer y después de exigirme de ponerme los pantalones ha entrado en juego Alexandra. El oficial me ha pedido que hiciera salir a Alexandra, pero yo le he dicho que lo hiciera él, pues ésta estaba histérica y chillando como una loca. El oficial ha subido al coche y al cabo de unos minutos de aguantar las amenazas y los gritos de "go out" (sale fuera) de Alexandra se ha asegurado que simplemente éramos turistas que estábamos pasando la noche en un lugar quizás equivocado (quizás cerca de alguna de sus instalaciones nucleares secretas). En cualquier caso, nos han dejado seguir pasando la noche allí y se han marchado mientras dejaban escapar alguna carcajada apagada. Después me ha tocado tranquilizar a Alexandra explicándole que era normal aquel control, pues nos encontrábamos en un país continuamente amenazados de ser atacados por los Estados Unidos y tenían que intentar detectar a los posibles espías que tuvieran infiltrados. Alamut (ver en mapa) 14/07/2008: Al día siguiente de nuestro susto con la policía, seguimos nuestro camino hacia Teherán, donde nos esperaba una pareja muy acogedora y simpática. Antes sin embargo, nos desviamos un centenar de kilómetros para visitar un interesante castillo. Durante el trayecto, seguimos circulando por las buenas carreteras de Irán, que cruzaban pueblos cada uno de los cuales tenía en la entrada un cartel con todas las fotografías de los mártires de la anterior guerra con Irak. Los pueblos tenían casas sencillas y mucha gente parecía pobre, aunque nadie pedía caridad o parecía pasar hambre. En cualquier caso, parecía extraño que un país tanto rico con recursos petroleros y ofreciendo buena educación y sanidad gratuita fuera tanto poco próspero económicamente. Por otro lado, al observar basuras vertidas por las afueras de los pueblos y el casi nulo sistema de recogida, nos hacía pensar que la mentalidad iraní quizás no se alejaba tanto de la africana, con la gente viviendo el día a día y sin necesidad de poseer más que su vecino. Otro aspecto que observamos era la menor presencia del Islam en Irán en comparación en otros países de tradición Suní. Aunque todas las mujeres vayan cubiertas, hay menos mezquitas y los cantos de los muecines son mucho más apagados. Hadi de Tabriz nos había explicado que en Irán, la mayoría de los musulmanes eran Chiítas (los verdaderos musulmanes) y sus muecines sólo necesitan cantar tres veces al día, en vez de cinco. Al mediodía paramos en la ciudad de Qazvin, donde visitamos una interesante mezquita, como muchas de las antiguas construcciones en Irán, hecha de ladrillos y decorada con coloridas cerámicas, y después paseamos por un interesante bazar. A continuación, después de comer kebab (carne en la brasa) y de conectarnos a Internet enfilamos la empinada carretera entre las montañas hasta el castillo de Alamut o también llamado castillo de los asesinos. Los asesinos o Hashshashins eran una secta chiíta perseguida por los suníes, los cuales, para defenderse y presionar a sus enemigos se dedicaron durante algunos siglos a asesinar a los principales líderes suníes del mundo islámico. Diferentes leyendas creen que los asesinos eran drogados con Hashish hasta creer que vivían en el paraíso, después eran expulsados de los jardines del castillo y eran informados que sólo podrían volver al paraíso si cumplían su misión, que normalmente consistía en asesinar a alguien o dejar una amenaza de asesinato. Llegamos por la tarde al pie de una gran roca en cuya cima había medio ocultado el castillo de Alamut. Subí resoplando y aunque éste no fuera nada fotogénico, me impresioné por su inaccesibilidad, de hecho, nunca fue conquistado. De todas maneras, en 1256, el comandante del castillo lo rindió durante la ofensiva mongol de Hulagu Kan con la esperanza de que éste fuera piadoso, pero a la hora de la verdad, Hulagu destruyó la fortaleza. Teheran (ver en mapa) 23/07/2008: El lunes día 14 llegamos a Zahedan, a unos 30 kilómetros de Teherán, y allí nos encontramos con la acogedora pareja de Couchsurfing, Azade y Amir. Aparcamos en la tranquila calle delante de su casa y al día siguiente por la mañana nos dirigimos hacia la embajada de Pakistán, tomando un taxi compartido por los 500 metros que nos separaban de la estación (10 céntimos de euro), subiendo al eficiente tren y posteriormente metro hasta el centro de Teherán (15 céntimos de euro), y dos taxis compartidos más (12 céntimos de euro cada uno). El trayecto total nos tuvo ocupados una hora y media, pero valía la pena no ir en coche, porque el tráfico de Teherán es terrible y porque, aunque podíamos haber encontrado a unos huéspedes por el centro de Teherán, Azade y Amir eran formidables. Una vez en la embajada, y después de esperar unos veinte minutos en una caótica cola, nos informaron que necesitaríamos una carta de recomendación de nuestras embajadas (las que teníamos de Ankara no eran válidas). Al mismo día fuimos a la embajada de España donde nos pudieron hacer la carta sin problemas y también en la embajada de Rumania, donde comentaron que tendrían la carta lista al día siguiente. Pero el miércoles, el cónsul Romano estuvo a punto de no entregar la carta a Alexandra argumentando que era muy peligroso circular por Pakistán. Y asimismo nos lo manifestaron diversos iraníes con quienes hablamos e incluso un paquistaní que encontramos el sábado en la embajada del Pakistán (el miércoles tenían fiesta, añadido al fin de semana: jueves y viernes). Desgraciadamente, el sábado llegamos a las 11 a la embajada del Pakistán, y argumentándonos que sólo atienden de 9:30 a 10:30 nos hicieron volver al día siguiente. Por tercera vez volvimos a la embajada para entregar los formularios. En la cuarta, ayer lunes, pagamos el coste del visado (sólo 50 $ entre los dos) y en la quinta, hoy, hemos recogido finalmente el visado. No pensábamos que tardaríamos tanto a tramitar el visado de Pakistán, pero en cierta manera fue bien, porque ayer llegaron David y Maria de su recorrido por el Norte de Irán y pudimos volver a encontrarnos, aunque en Hamadan nos habíamos despedido como si no nos tuviéramos que volver a ver hasta de aquí unos dos o tres años en España. Por otro lado, también fue bien para aprovechar la gran hospitalidad de Azade y Amir, con los cuales nos sentimos muy a gusto y mantuvimos conversaciones muy interesantes, que nos ayudaron a entender mejor el país donde nos encontrábamos. Azade es una ingeniera que trabaja en una central termoeléctrica y Amir es un informático que trabaja desde casa modelando objetos en 3D. Su casa es pequeña, pero decorada con mucho gusto, en la cual pasamos bastantes horas conectados a Internet, mirando la televisión (principalmente Alexandra) y conversando. Azade nos comentó que la situación económica de Irán no es demasiada buena, con mucha inflación, motivo por el cual recientemente se habían vendido dos caballos comprándose a cambio dos buenas bicicletas por las cuales también se mostraban muy aficionados. En el tren, un hombre de negocios que nos habíamos encontrado, también nos explicó que la clase media en Irán había perdido poder económico por culpa del actual presidente, el cual no aplica las políticas económicas correctas. Contrariamente a todas las informaciones llegadas desde Irán, Azade también comentó que en Irán hay buenas políticas a favor de la mujer, por ejemplo hay plena igualdad entre los salarios de los hombres y mujeres. Aun así, Azade detestaba las normas de vestir y la obligación de llevar el velo, sobre todo en verano. Y aunque los hombres tuvieran unas normas de vestir más relajadas, Amir también consideraba injusto algunas de las normas Islámicas, como la de no poder nadar en la piscina junto a su mujer o sentarse juntos en un autobús urbano. De todas maneras, Amir no estaba demasiado predispuesto a criticar el gobierno iraní, argumentando que era peligroso, porque en Irán el poder político y el poder religioso están unidos, y si criticas el gobierno te pueden acusar de criticar a los líderes religiosos, que es lo mismo que criticar la religión islámica o poner en duda al mismo Alá. Debido a la obligación de llevar el velo y de sólo mostrar la cara, Azade nos comentó que muchas chicas de la ciudad se operan la nariz para ser más atractivas (la parte visible), y efectivamente, aparte de cruzarnos con algunas narices admirables, también nos cruzamos con narices perfectas, y algunos con las gasas de las recientes operaciones. En la embajada de Rumania nos encontramos a un chico, en Mihai, que hacía tiempo que estaba estudiando en el Irán. Nos comentó que tiene una novia, pero que no se casará porque no se quiere convertir al Islam. Por otro lado, también nos comentó que los medios de comunicación extranjeros no quieren publicar noticias positivas de Irán. Por ejemplo, nos explicó que hay regiones en Irán dónde las mujeres no llevan velo (Kurdos, afganis y otros). De todas maneras, eso es una excepción, porque dos días más tarde nos encontramos con Maryam, una chica de 19 años nacida después de la revolución, la cual nos explicó que desde hace unos dos años hay numerosa policía del vestir en la calle, que censura a las mujeres si van demasiado pintadas de la cara, mostrando demasiado el cabello bajo el velo o vistiendo ropas demasiado ajustadas o mostrando más piel de la cuenta. Incluso, la policía del vestido puede poner a una chica en la prisión y no dejarla salir hasta al día siguiente, después de que los padres le hayan llevado un vestido más decente. Por eso, Maryam nos explicó que en la calle todo el mundo lleva una máscara, aunque la realidad social sea muy diferente. Por ejemplo, en el norte de la ciudad, donde vive Maryam y la clase media y alta, hay calles vigiladas por particulares donde las chicas pueden andar sin velo. En cualquier caso, siempre tienen que estar pendientes de la presencia de "basijis", gente normal que no duda a denunciarte a la policía por cualquier comentario crítico o comportamiento fuera de la regla. En el encuentro con Maryam también había un viajero alemán que recorría Asia en bicicleta, Markus, y con el cual mantuvimos una discusión sobre si el pueblo apoyaba el gobierno islámico o no, pues la mayoría de gente que nos habíamos encontrado (básicamente miembros de couchsurfing) parecían muy críticos, aunque a las últimas elecciones los iraníes escogieron al partido más islámico y radical. Aparte de mantener interesantes conversaciones sobre la situación política y social de Irán, un día Azade me explicó una curiosidad muy interesante del calendario Iraní, el cual es diferente del occidental y del Islámico. El calendario iraní de 12 meses empieza el primer día de la primavera, y sorprendentemente, los iraníes celebran el cambio de año en el mismo minuto astronómico de entrada en primavera, tanto sean las 12 del mediodía como las 4 de la madrugada. Por otro lado, el calendario iraní cuenta los años a partir de la Hijra o migración de Mahoma de la Mecca a Medina, el mismo inicio que para el calendario Islámico, con la diferencia que el calendario Islámico es lunar, unos 11 días más corto que el calendario Persa, que es solar; por lo tanto, actualmente es el año 1387 para los Iraníes y el año 1429 para el resto de los países islámicos. Finalmente, a Teherán también nos sobró un poco de tiempo para visitar algunas de las reliquias de Irán, destacando por encima de todas, el mayor tesoro del mundo, el museo de la Joyería de Irán o de las joyas de la corona, el cual contiene la colección de joyas más importante del mundo, las cuales fueron recopiladas por los Shahs de Irán durante los 2500 años de monarquía. La colección, fuertemente protegida, contiene decenas de objetos (espadas, coronas, tronos, jarras ...) cubiertos de diamantes, esmeraldas, rubíes, zafiros... Entre éstos, hay una magnífica bola de mundo que contiene 35 kilos de oro y 51000 piedras preciosas, representando los océanos con esmeraldas y los continentes con rubíes y diamantes. Ayer también visitamos, acompañados de David y Maria, la antigua embajada de los Estados Unidos, la cual fue ocupada por estudiantes iranies posteriormente a la revolución, y mantuvieron retenidos 52 personas durante 444 días con la excusa ser espías o trabajar por el gran Satan, expresión que hemos visto en numerosas pintadas en la pared exterior de la antigua embajada. También hemos visitado el museo de los mártires, que hay enfrente de la antigua embajada, el cual expone pertinencias de diferentes mártires que lucharon contra la cruenta guerra contra Irak, en la cual jóvenes soldados iraníes fueron obligados a cruzar campos de minas para encontrar pasos seguros hacia las posiciones enemigas. El museo también tenía una sección dedicada a algunos mártires que habían luchado contra Israel (con ataques suicidas) y una otro mostrando numerosos dirigentes islámicos asesinatos por el grupo terrorista MKO. Este movimiento, también llamado People's Mujahedin of Irán (PMOI) había luchado contra el Sha, pero posteriormente, su ideología marxista lo enfrentó con los islámicos, los cuales detuvieron y mataron a miles de sus miembros como respuesta a dos ataques terroristas de este grupo. --- Entrevisté el Azade que opinaba que el principal problema del mundo es la falta de energía y despilfarro, las quales provocan guerras. Tendríamos que enseñar a la gente cómo utilizar menos energía y buscar nuevas alternativas a las energías contaminantes. Ella como ingeniera puede ayudar personalmente investigando en estas nuevas alternativas. Azade no se quiso mojar delante de la cámara y opinó que el principal problema de Irán es el despilfarro de la energía a causa de lo económica que es. Azade se considera feliz, aunque también intenta preocuparse por la felicidad de los otros intentando de ayudarlos, si pudiera ayudarles sería más feliz. El secreto de la felicidad es la satisfacción. Esfahan (ver en mapa) 25/07/2008: A unos 150 kilómetros en el Sur de Teherán visitamos Qom, una ciudad santa para los musulmanes chiítas, donde se alza una gran mezquita sobre la tumba de Fatima, la hermana del octavo Imán Reza (dirigente chiíta y descendiente de Mahoma), el cual también murió en tierras iraníes y fue enterrado en Mashhad. Entré en la gran mezquita construida con ladrillos y decorada con maravillosos mosaicos de porcelana, y sin que nadie me advirtiera que los no musulmanes no pueden entrar hasta el interior, me adentré por salas llenas de espejos hasta llegarme delante de la decorada tumba de Fàtima, donde los mulàs (hombres religiosos) con turbantes en la cabeza que dejaban la coronilla descubierta y mujeres completamente tapadas de negro veneraban la tumba, mientras vigilantes con penachos de colores vigilaban que nadie hiciera fotos en el sagrado templo. De Qom seguimos descendiendo hacía el Sur de Irán, cruzando un estéril desierto, con el aire poco transparente, apagando los colores y ocultando las montañas del fondo. De todas maneras, cuando llegamos a Kashan, nos dimos cuenta de que Irán nos empezaba a mostrar su cara más encantadora, pues en Kashan se encuentran unas bonitas casas construidas en los siglos dieciocho y diecinueve, las cuales visité. Las casas, que pertenecían a ricos comerciantes de artesanía y alfombras, muestran el esplendor con que vivían, con exquisitas habitaciones decoradas con relieves, pinturas, espejos, vitrales... y con vistas a íntimos patios interiores con árboles y estanques. Por la tarde, nos refugiamos del calor visitando los próximos jardines del Fin, con numerosos canales de agua donde pudimos remojar los pies, aunque a mí me riñeron porque tenía los pantalones subidos hasta la rodilla mostrando mis piernas peludas (En Esfahan me volvieron a reñir para llevar una camiseta demasiado corta que mostraba la espalda cuando me agachaba; es curioso que a Alexandra sea el más rebelde con las normas de vestir, pero yo ya acumule dos llamadas de atención y ella ninguna). El siguiente destino, Abyane, se encontraba enhebrado en unas próximas montañas en las que nos dirigimos para pasar una noche más fresca que las anteriores. Mientras nos dirigíamos allí pudimos observar sorprendidos las instalaciones nucleares de Irán fuertemente protegidas con torres de vigilancia y numerosas defensas antiaéreas. De todas maneras, al estar construida al lado de una transitada carretera, pensé que contrariamente a la propaganda americana, quizás no tenían demasiado que esconder. Hoy por la mañana hemos visitado Abyane, un antiguo pueblo con desgastadas casas construidas con arcilla roja. Por la calle principal, aparte de cruzarnos con muchos turistas iraníes, también nos cruzamos con alguna mujer local, vistiendo coloridas faldas que les llegaba sobre la pantorrilla y cubiertas con un largo velo de colores más claros. A algunos de los hombres locales también se los distinguía por vestir unos anchos pantalones de un negro satinado. 30/07/2008: A la edad media, Esfahan era conocida como Nesf-e-Jahan (mitad del mundo), porque visitarla significaba haber visitado la mitad del mundo, debido a su belleza y a las maravillas que contenía. Y aunque Esfahan fuera destruida parcialmente durante una conquista Afgana en el siglo dieciocho y que las nuevas rutas marítimas anularan el negocio de la ruta de la seda y asimismo de Esfahan, esta ciudad todavía se podría considerar como una de las ciudad más bonitas del mundo y sin duda la más bella de las visitadas hasta ahora en Irán. Esfahan es una ciudad tranquila, con las calles sombreadas por los árboles y numerosos parques con fuentes donde refugiarte del calor. Además, Esfahan conserva exquisitos legados históricos, destacando la grandiosa plaza del Iman (o anteriormente llamada Naghsh-i Jahan), la cual es la segunda mayor del mundo (después de la plaza de Tiananmenk, en Pekin) y a buen seguro una de las más encantadoras. La plaza está rodeada por dos pisos de portales de estética islámica, bajo los cuales se asienta una parte del gran bazar de Esfahan. Buena parte de la plaza está cubierta de césped y flores, donde cada noche, al apagarse el calor, decenas de familias extienden sus alfombras y se relajan, mientras toman té o comen fruta. En un extremo de la plaza se alza la mezquita del Imán, descrita por los locales como la mezquita más preciosa del mundo, y probablemente lo sea, conteniendo todas las paredes y cúpulas cubiertas por baldosas pintadas que configuran unas intrincadas, armoniosas y maravillosas cenefas. De belleza similar se eleva la más pequeña mezquita de Sheikh Lotfollah, al lateral de la plaza, delante de un gran estanque. En el otro extremo de la plaza se extiende el bazar cubierto, a través del cual se pueden recorrir dos kilómetros con tranquilidad, con los vendedores sonrientes pero sin presionar para que les compres. Al finalizar el bazar se alza otra de las reliquias históricas de Esfahan, la mezquita de Jameh, ampliada durante más de siete siglos con diferentes técnicas artísticas. Tampoco me debería de olvidar de mencionar los populares puentes que cruzan el río Zayandeh con numerosas familias iraníes relajándose bajo sus arcadas; y los palacios de ensueño, rodeados de bosques, que parecen haber surgido de los cuentos de las mil y una noche. En uno de estos palacios había unas delicadas pinturas, algunas de las cuales mostraban sensuales chicas mostrando el pecho. Encontré notable que el régimen religioso de Irán no hubiera borrado estas pinturas, contrariamente a lo que había hecho la iglesia europea durante la edad media. En cualquier caso, creo que también debería de mencionar el único punto negativo de la ciudad: el turismo que siempre acaba corrompiendo, porque en algunos locales, por primera vez en Irán, nos intentaron engañar con el precio. A pesar de pasar cinco estupendos días en Esfahan, no sólo estuvimos visitando monumentos y relajandonos en los parques. Perdimos toda una tarde para comprar un nuevo neumático para sustituir uno que había reventado antes de entrar en Esfahan y perdimos otra mañana para ampliar otro mes el visado de estancia en Irán. Mientras estábamos a la policía, me reencontré con Santiago, un viajero Espanyol que ya me había encontrado en Kashan. Santiago viajaba por unos meses siguiendo una ruta similar a nosotros, aunque después se adentraba en Afganistán y por otros países "stan". Aparte de conversar diversas horas con Santiago, también tuvimos ocasión de hablar un buen rato con Meisam, un estudiante de informática que todavía tenía que hacer el servicio militar. Meisam nos explicó que al acabar la universidad tendría que hacer 20 meses de servicio militar opcional, aunque la opción de no hacerlo no es demasiado recomendable, porque entonces no tienes opción de marcharse del país (excepto a países con mezquitas santas: Aràbia Saudí, Irak y Siria), no puedes trabajar para el gobierno, no puedes comprarte ninguna casa, ni tan solo tienes opción de casarte. Por este motivo, en su universidad hay más chicas estudiando que chicos, aunque alguien también nos explicó que cuando se obligó a llevar el velo a la escuela (en tiempo del Sha estaba prohibido), muchas familias tradicionales empezaron a inscribir a las niñas en la escuela. Al cuestionarle sobre el gobierno, Meisam explicó que al día anterior habían colgado 30 personas en Teherán, como castigo a delitos como tráfico de drogas, asesinato, atraco a mi armada ... El año pasado se mataron hasta 300 personas, la mayoría ahorcadas, pero también algunas lapidadas, que es el castigo que recibe una mujer casada que sea adultera y su amante en determinados casos. Respondiendo a nuestras preguntas, Meisam nos explicó que si un hombre es cazado con una prostituta (o no), los dos són obligados a casarse con imposibilidad de divorciarse, ya que en tal caso, el hombre tiene que pagar como dote una parte de su cuerpo (una pierna, un brazo, un ojo, la cabeza ...). Finalmente, Meisam nos sorprendió explicando que no era musulmán y que ni tan solos creía en Dios, por lo tanto, como apostata, teóricamente según el Corán, cualquier musulmán lo tendría que asesinar. Después nos explicó los motivos de no ser creyente, "si no piensas, puedes formar parte de cualquier religión, pero cuando empiezas a pensar y te das cuenta que las religiones están creadas por el hombre y no por Dios, dejas de creer inevitablemente". Después me regaló un libro digital prohibido en Irán por su contenido: "God Delusion", de Richard Dawkins, pero también prohibido en Europa, porque yo no había pagado los derechos de autor. 31/07/2008: Hoy hace un mes de nuestra entrada a Irán y, mientras cruzábamos un ardiente desierto dirección Yaz, hemos tenido una vez más una discusión sobre Irán y su gente. A pesar del gobierno islámico del país - fanáticos según el Alexandra - yo opino que Irán es uno de los mejores países donde viajar del planeta, pues aparte de ser económico (sólo nos hemos gastado 300€ en un mes incluyendo comida y diesel) y tener buenas atracciones culturales y turísticas, sus habitantes son de los más hospitalarios del mundo (junto con Sudán). Ya ha ocurrido unas cuantas veces que nos han invitado a comer o cenar, y muchas más que nos han regalado pan, frutas y verduras; incluso una vez nos ofrecieron dinero. Y no sólo eso, aparte de ser hospitalarios, los iranís son honestos, en general abiertos e interesados a conocer extranjeros. Pero Alexandra no valora tanto estos aspectos positivos porque para ella pesa demasiado la obligación de llevar velo, en parte porque es un choque ideológico demasiado grande, pues ella sería partidaria de prohibir su en Europa. Por otro lado, según Alexandra, el hecho de viajar un país gobernado por una dictadura (además de Islámica) lo desacredita como un país favorable al turismo. En cualquier caso, aunque lo niegue, Alexandra se siente medianamente a gusto en Irán, porque a menudo manifiesta que preferiría quedarse más tiempo visitando el país, aunque quizás también es porque tiene miedo de adentrarse en Pakistán y quiere retrasar la entrada tanto como puede. ‹ Anterior (03/06/2008) MES Siguiente (2008-08-02)› ‹ Anterior (2009-09-19 - Pakistan) PAIS Siguiente (2009-10-08 - Turkey)› |
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